En Radio Mitre, el analista económico Salvador Di Stefano habló a fondo y sin tapujos sobre la economía argentina. Desde la alta inflación en la era M hasta una crítica profunda a la política económica K.
“La inflación se va a detener el día que haya inversión en la Argentina. El Gobierno hace una mala asignación del gasto, por eso la presión fiscal no baja a pesar de la rebaja de subsidios”, diagnosticó Di Stefano en diálogo con Laura Di Marco.
Para el experto bursátil, la crisis produce una concentración de mercado “porque cierran las pequeñas empresas y crecen las grandes”. Bajo su punto de vista, el país vive “en el mundo del revés” ya que “el que tiene un emprendimiento chico desaparece y el grande crece”.
La devaluación de más del 100% durante 2018 y una inflación de 47,6% produjeron estragos en el consumo popular y masivo. “Hoy el asalariado en términos generales consume la tercera marca. La gente busca sustitutos. Cambió la forma de consumir porque la mujer es la reina del mercado, cambiando todos los patrones de consumo. Entramos en un proceso de sustitución para comprar algo más barato”, afirmó el consultor.
Sin embargo, Di Stefano también se refirió a la mala performance de la economía kirchnerista, al aseverar que “la contracara de la tarjeta de crédito, el programa Ahora 12 y los altos salarios fue la descapitalización del sistema eléctrico, de gas y de combustible y la pérdida de reservas”.
“La economía K generó una oferta de negocios muy grande que hoy, con precios de electricidad, gas y combustible verdaderos, hace que hayan un montón de empresas que no se puedan sostener”, añadió.
En ese sentido, el entrevistado dejó entrever que Argentina es un país insostenible que vive por encima de sus posiblidades. “La ambición del argentino es ser empleado público, trabajar seis horas, sábado y domingo quedarte en tu casa y jubilarse a los 65 años”, disparó.
Di Stefano fue más allá al pedir que aquellas personas que se jubilaron sin aportar durante el gobierno de Cristina Kirchner “tengan menos incremento salarial que los que se jubilaron aportando”.
“Estoy de acuerdo con que haya una pensión universal para adultos mayores. Sin embargo, no debería ser un monto igual que para la persona que aportó porque se genera un desincentivo a que nadie aporte”, consideró.
Según su perspectiva, “mientras tengamos una sociedad tan contradictoria que no quiere pagar impuestos pero quiere que todo el mundo tenga plata en el bolsillo, estamos en un problema” y planteó un interrogante: “¿son los políticos o somos nosotros?”.
Por otra parte, el analista financiero avizoró un 2019 “muy duro y muy complejo”, divido en dos partes bien diferenciadas. “Hasta junio o julio vamos a tener una gran oferta de dólares de la cosecha. Después de julio, el hombre de campo ‘cierra el boliche’ y va vendiendo a cuentagotas para comer o comprar los insumos de la próxima campaña”, observó.
A su vez, Di Stefano señaló que el factor Cristina jugará un papel crucial en la cotización de la divisa norteamericana ya que “cuando se vea que la ex presidente es competitiva el 11 de agosto (PASO), la gente hará cola en las casas de cambios”.
“En los últimos dos años, los argentinos atesoraron US$2000 millones por mes. Si en el segundo semestre emerge la paranoia porque no van a entrar dólares del exterior y el miedo a que vuelva Cristina, el dólar va a coquetear con la banda superior de la divisa, entre $50 y $55”, cerró.
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