Tiene 16 años y asombra a los rusos tocando el piano

Facundo Navarro (16) es de un barrio humilde de Quilmes Este, pero su situación no impidió que cumpliera sus sueños.

La velocidad con la que toca el teclado en su casa sorprende a cualquiera. Los dedos se mueven con potencia y a una velocidad inexplicable. La melodía suena con delicadeza. Ama tocar música clásica y a los seis años descubrió su pasión por el piano.

“Comencé a tocar a los seis años, mis padres lo trajeron y me llamó la atención. A los ocho me anotaron en la Escuela de Bellas Artes y de ahí nunca me fui”, recuerda el joven que gracias a eso logró subirse a un avión para demostrar su talento.

Actualmente se encuentra en Moscú, en la Escuela Central Gnessin, donde se preparó y compitió, el martes, en las semifinales del Concurso Internacional Vladimir Kraniev.

No solo es el único pianista argentino que fue aceptado para participar en este certamen, sino que es el único representante latinoamericano, entre los 151 pianistas de 33 nacionalidades diferentes.

“Tocó muy bien, el jurado aplaudió algo que es poco común. Yo les hablé de si hay posibilidades de estudiar acá y me dijeron que sí. Tiene muchas condiciones, están las chances de que entre a la academia y eso es una gran noticia”, dice Ana Fau su profesora graduada del Conservatorio de San Petersburgo, una gran pianista a nivel mundial.

Facundo es tímido, pero cuando está frente a un piano domina la escena como nadie y llama la atención de todos lo que lo escuchan. “Evgeny Kssin es un pianista ruso muy conocido, que hace música clásica, lo admiro mucho y me encanta como toca. Es uno de mis ídolos”, cuenta.

“Desearía algún día poder vivir de la música. Pero por ahora no pienso en eso. El objetivo, si me aceptan, sería estudiar el idioma ruso para poder hablar bien y quedarme”, remarca Facundo y agrega: “Practico casi ocho horas diarias, es mi pasión”.

Gracias a sus méritos, y de su familia, que lo apoya de manera incondicional, Facundo que estudiaba con un teclado eléctrico, obtuvo un regalo muy especial. Diana Kurman, vecina de Colegiales, se enteró de la situación del joven y decidió donarle un piano para que pueda seguir sus estudios en mejores condiciones.

Se quedará unos días más en Rusia junto a su profesora, ya que el 10 de febrero se conocerá el resultado de la competencia, de la que aspira quedar entre los semifinalistas. “Me gustaría tocar música clásica, brindar algunos conciertos o dictar clases. Todavía no sé pero sueño con esto”, concluye.

Fuente: Clarín

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