Jonathan Ramírez, de 18 años y estudiante del cuarto año del Bop 1 de la ciudad de Posadas, murió durante el último fin de semana luego de ser apuñalado en la zona abdominal, trasladado al Hospital Madariaga y ser intervenido quirúrgicamente.
El episodio que terminó con la vida del joven Ramírez, ocurrió sobre la calle colectora de la avenida Tulo Llamosas, a metros de la rotonda de acceso a la avenida Uruguay, minutos después de descender del colectivo al que había subido cerca del centro de Posadas.
La Policía inició las investigaciones del caso de homicidio, pero lo cierto es que hasta este martes 13 de noviembre no se conocen detenidos ni sospechosos en relación al ataque que sufrió Jonathan, del cual tampoco se sabe si fue de una o varias personas.
La noticia empezó a conocerse el sábado durante las primeras horas de la mañana y mientras los familiares debían cumplir con los trámites de rigor y esperar el duro momento de la entrega del cuerpo tras la realización de la autopsia, la consternación se adueñó de la comunidad educativa del Bop 1, institución ubicada en la esquina de las avenidas Rademacher y Maipú.
«Nos fuimos enterando en el transcurso del sábado por los compañeros y las redes sociales que comenzaron a viralizar la información, estamos consternados, realmente, Jonathan era una persona muy educada, una excelente persona», aseguró Rosana Solís, la vicedirectora del Bop 1 al programa Acá te lo contamos que se emite por Radioactiva 100.7.
«Hablando con el papá, lo que me comentó, es que Jonathan falleció el domingo luego de la intervención quirúrgica, lamentablemente no lo pudieron salvar… El salió a la noche como cualquier otro joven, había ido a un pool por la avenida Uruguay y cuando volvía para su casa, sólo, se bajó por la colectora y ahí lo interceptaron…», detalló la vicedirectora de acuerdo a lo que el papá del ex alumno le había manifestado.
«No se sabe qué pasó»
Rosana Solís aseguró a Radioactiva que «en realidad no se sabe qué pasó en ese transcurso de tiempo, la familia espera que con las cámaras que hay en la zona se pueda visibilizar qué ocurrió en ese momento. Le pregunté al padre si le faltaban pertenencias y me dijo que no, que estaban todas, no le robaron nada. Por ahora son todos trascendidos, seguramente la Policía a través de la investigación dirá después realmente qué pasó», indicó la vicedirectora del Bop 1.
«Esperamos que den con los autores de este crimen, fue terrible», puntualizó Solís, que indicó que a la misma institución asiste una hermana menor de Jonathan, por lo que el dolor en la institución, es enorme y la familia está destrozada.
Hoy en horas de la madrugada, personal de Homicidios y Delitos Complejos, logró detener al colombiano que se había escapado de Las Termas, luego de que ocurriera el sangriento crimen del prestamista Edison Adrián Uriber Tolosa.
El prestamista (también colombiano) anoche fue asesinado en el Bº Herrera El Alto, de Las Termas de Río Hondo, y sus verdugos huyeron en dos motocicletas, previo alzarse también con varios miles de pesos.
De acuerdo con la investigación que esta madrugada coordinaba el fiscal Carlos Vega, el ataque se perpetró a las 22.30 en la intersección de Uruguay y Francisco Solano.
La víctima fue identificada como Adrián Edison, de 27 años, quien se ganaba la vida con el préstamo de dinero.
Según testigos presenciales, el colombiano fue interceptado por al menos dos sujetos que descendieron de una motocicleta.
En segundos, le asestaron varias puñaladas: las más graves en el cuello y tetilla, lo despojaron de dinero y de su motocicleta.
Alocada fuga
Al instante, en las dos motos huyeron raudamente, mientras que la víctima quedaba en la vereda de una vivienda ubicada en pasaje Isnardi y Uruguay.
Minutos después, arribaron policías y los Bomberos Voluntarios que asistieron al herido y lo trasladaron a la guardia del Hospital Zonal. Sin embargo, ingresó ya sin signos vitales.
A raíz de la tragedia del colombiano, la policía partió tras las dos motocicletas.
A la altura de Chañar Pozo, ruta 9, la policía de Villa Balnearia detuvo a un colombiano y el restante, logró fugarse.
Las redadas proseguirían, hasta dar con el misterioso prófugo.
Según se informó, a las 4.30 se realizó un allanamiento en el barrio Huaico Hondo y poco después se logró detener al joven, que escapó de un control vehicular en Rodeo de Soria, en donde la policía atrapó a Carlos Eduardo Arenas Guerrero, quien terminó confesando el crimen.
Karina Abba era buscada desde el domingo luego de haber ido a bailar a Rancul, en La Pampa.
La adolescente (17) de Huinca Renancó fue encontrada muerta este mediodía en un campo al noroeste de Villa Huidobro, informaron fuentes policiales.
Familiares y los investigadores apuntan contra un primo con quien habría estado por última vez.
La joven había desaparecido el fin de semana. Había ido a bailar a Rancul, en La Pampa, junto al joven sospechoso y otras dos amigas. El grupo habría regresado a Huinca cerca de las 7.20 de la mañana del domingo.
Ocurrió en Santa Fe.Luego del partido entre Unión y Patronato un hombre de 22 años recibió 2 disparos.
Según El Litoral, el crimen ocurrió dentro de las instalaciones de Unión y fue cerca de la medianoche cuando prácticamente no quedaban hinchas en la zona.
El hincha se llamaba Javier Luis Cabrera y fue asesinado cerca del gimnasio. Según los testigos que estaban con el joven, una persona apareció y rápidamente abrió fuego con un arma de grueso calibre. el joven recibió dos balazos y el asesino escapó a pie, aunque en el camino descartó el arma que luego encontró la policía de Santa Fe. Cabrera fue trasladado en ambulancia hacia el Hospital José María Cullen que a pesar del trabajo de los médicos no logró sobrevivir.
Este crimen estaría vinculado a la interna barrabrava ya que el pasado 6 de octubre hubo otro asesinato que estiman estaría unido al poder de los mafiosos que controlan las tribunas del Tatengue.
Una semana atrás, Jorge Bustamante (24) llevaba un par de días desaparecido. Su búsqueda era el tema por excelencia en Tandil, provincia de Buenos Aires. Hasta que el fin de semana se daría el desenlace fatal, con el hallazgo del cuerpo del joven en un arroyo cercano a la ciudad.
La investigación tuvo un rápido correlato de novedades, con tres detenciones casi en simultáneo y una motivación puntual para la ejecución del crimen: a Jorge lo emboscaron para finalmente robarle y el haber reconocido a los atacantes fue su sentencia de muerte.
Pero en las últimas horas una declaración aparece como determinante. No sólo certifica el motivo por el cual los asesinos hicieron lo que hicieron con Bustamante, sino que además tiende a despegar definitivamente del hecho a uno de los imputados.
El fiscal Gustavo Morey convocó a un vecino de La Movediza, un barrio de la ciudad, que oportunamente había sido indagado durante los primeros allanamientos. En su momento se había mostrado evasivo. Pero esta vez fue determinante. El hombre es dueño de la propiedad donde dos de los detenidos (Nahuel Morales -19- y Ángel Tami -20-) tramaron el crimen de Bustamante.
Según publica el sitio de noticias El Eco, «el hombre confió que en la noche cuando desapareció Bustamante, los hermanos Morales y Tami estaban en su casa y efectivamente Nahuel Morales comenzó a chatear con Bustamante para concretar una cita. Detrás de él estaban Tami y el hermano de Morales, quienes comenzaron a pergeñar el atraco. ‘Vamos a darle un susto a este p…’, dijo escuchar el testigo que, por esas alturas no sabía de quién se trataba, sólo escuchaba el nombre Jorge. Luego, anoticiado del crimen y consiguientes allanamientos advirtió que se trataba de la misma persona».
Testigo «despegó» a Emanuel Ramírez
El testigo agregó que luego el hermano de Morales se fue de la casa, mientras que Nahuel y Ángel siguieron con el plan. De hecho salieron de su casa esa noche caminando rumbo al encuentro de Bustamante.
«Tami volvió sobre sus pasos, tomó un bidón de nafta y se subió a la moto que había dejado Morales (serían así los que se observaron arriba de la moto tras dejar el auto plantado). A los 15 minutos –reseñó el testigo- Tami y Morales regresaron a la casa y le contaron lo que habían hecho con lujo de detalles pero con una omisión nada menor: no dijeron que lo habían matado», agregó el vecino en su declaración.
Los sospechosos también detallaron sobre el itinerario que hicieron arriba del auto con Bustamante, de la paliza que le habían dado, de lo que le habían robado (Tami se calzó las “famosas” zapatillas de la víctima) y sólo dijeron que habían dejado tirado a la víctima en un descampado abandonado.
Este nuevo capítulo no solo complica definitivamente a Morales y a Tami, sino que además despega al tercer detenido en cuestión: Emanuel Ramírez. El joven podría ser trasladado a la sede judicial para ampliar su fuerte declaración que incomodó a propios y extraños, cuando aseguró ser víctima de una venganza del abogado Claudio Castaño (abogado de Morales) por una relación íntima frustrada.
Castaño también representaba a Tami, pero esa relación terminó este jueves. El abogado renunció a ese patrocinio y el sospechoso quedó con un defensor oficial, Diego Araujo, quien también representa a Ramírez. El hecho está caratulado como «homicidio en ocasión de robo».
Tami se negó a declarar por segunda vez, a su vez que Ramírez aseguró que al momento del hecho se hallaba con su novia. Morales sí declaró.
Morales, el único detenido que declaró
Morales le explicó al fiscal que ya había tenido cuatro encuentros sexuales previos con Bustamante, que se contactaba con él a través de Facebook y que el pacto era sexo a cambio de bolsitas con aproximadamente «cuatro gramos de cocaína», cuyo valor estimó en unos 2.000 pesos.
Tami, uno de los acusados
El joven contó que hacía unos días se había peleado con su padre y por ello estaba viviendo en la casa de Tami, que es amigo suyo.
Morales explicó que Tami le dijo «hacelo venir para asaltarlo y robarle la droga», aunque el confeso imputado aclaró que él pactó el encuentro con Bustamante sólo «para poder consumir cocaína» y que nunca fue su intención asaltarlo.
Siempre según la confesión, Bustamante pasó a buscarlo en su auto, un Fiat Palio, por el barrio La Movediza y desde allí fueron a un sitio descampado a tener relaciones cuando de pronto aparecieron Tami y el tercer detenido Ramírez.
Morales afirmó que, para «hacer un poco de circo», Ramírez le pegó una trompada y él se la devolvió, pero que luego sus dos cómplices bajaron del auto a Bustamante y le dieron una paliza.
Emanuel Ramírez sigue detenido
El acusado aseguró que en ese momento Bustamante rogó por su vida, les dijo a Tami y Ramírez que los conocía y que si querían droga o dinero tenía en su casa «lo que quisieran».
El primer detenido recordó que, en ese trayecto, Bustamante, quien viajaba encapuchado con un buzo, llegó a morderle la mano o muñeca derecha a Tami.
Explicó que tomaron la ruta 30 en dirección a la Escuela Granja, que luego bajaron a la derecha en un camino de tierra por donde recorrieron unos 20 kilómetros hasta pasar el Haras General Lavalle, donde antes de llegar a las vías detuvieron el vehículo.
Siempre según la confesión de Morales, allí bajaron del vehículo a Bustamante, quien seguía rogando por su vida y les preguntaba si lo iban a apuñalar, y lo obligaron a arrodillarse.
Detalló que Tami primero noqueó de una trompada a Bustamante y que luego, tanto su amigo como Ramírez, «le doblaron el cuello hacia atrás».
Luego, dijo que llevaron a Bustamante al medio de la calle y allí Ramírez sacó del baúl la rueda de auxilio del Palio y se la tiró por la cabeza a la víctima.
«Eso lo hizo cuatro o cinco veces, le pegaba con la llanta», dijo Morales, según detalló una fuente judicial.
Luego relató que metieron a Bustamante en baúl, que en ese momento Ramírez le robó unas zapatillas Adidas y que ya de regreso a Tandil el mismo imputado descartó el celular iPhone de la víctima en un campo porque no podía desbloquearlo.
Por último, Morales dijo que a él lo dejaron en Tandil, que luego Tami llegó a la casa para llevarse la moto y que al día siguiente éste le contó que habían descartado el cadáver en un arroyo que se conoce como El Canalcito y más tarde el auto, al que habían prendido fuego. Fuentes: Clarín y El Eco de Tandil.
Nahuel Morales ayer cerca de las 19 hora confesó en su indagatoria cómo fueron las horas previas al crimen.
La detención en la madrugada de hoy de dos sospechosos más por el crimen de Jorge Bustamante, el joven de 25 años oriundo de la ciudad de Tandil asesinado tras desaparecer de su casa en el contexto de un posible crimen sexual, comienza a darles indicios más certeros a los investigadores. Los nuevos detenidos son Ángel Tami, un joven de 20 años que trabaja en un matadero de la zona, y Javier Ramírez, de 19, ambos cuentan con antecedentes por robo.
El fiscal , Gustavo Morey reconstruye las horas previas a la muerte de Bustamante, ahora en base a pruebas, la autopsia al cuerpo de la víctima y la declaración indagatoria fundamental de Nahuel Morales, el primero de los detenidos.
Morales señaló que entre él y los nuevos detenidos citaron a Jorge a un encuentro sexual que en realidad era una trampa para robarle: los tres formarían una banda dedicada a asaltar. Ademas , en las declaraciones el detenido expuso: «Lo tiraron al piso y le pegaron con la rueda de auxilio en la cabeza».
Lo que señala el peritaje al cadáver es que Bustamante falleció producto del ahorcamiento por lazo con un cinturón de cuello. Todavía no se pudo determinar si la posición del cinto formó parte de un juego sexual previo al robo o si fue lo primero que encontraron los atacantes para rematarlo.
Los tíos de Sheila Ayala, detenidos al confesar el crimen de la niña de 10 años, tuvieron un hijo el día de hoy.
Tras pasar la noche en una dependencia policial, Leonela Ayala, de 25 años, hermana del padre de la víctima, fue trasladada este viernes al Hospital de Malvinas Argentinas por el riesgo que corría su embarazo, y pasado el mediodía nació su hijo.
Estaba previsto que mañana sábado fuese indagada en ese nosocomio, pero hasta el momento no trascendió si la medida judicial se llevará a cabo o si se postergará a raíz del parto de hoy.
En tanto, su pareja, Fabián Ezequiel González Rojas, de 24 años, y de nacionalidad paraguaya, fue trasladado este viernes a la sede judicial hasta que mañana el fiscal Gustavo Carracedo de la Unidad Funcional de Instrucción N°20 de San Martín le tome la indagatoria.
Este jueves por la tarde, luego de ser detenidos, los tíos de la niña habrían confesado el crimen ante efectivos de la Policía, aunque esa declaración carece de valor judicial para la causa si no es realizada en el marco de una declaración indagatoria formal.
Se confirmó que Sheila Ayala murió por estrangulamiento.
Según trascendió, la pareja habría dicho ante la Policía que consumieron drogas y alcohol y que no sabían cómo habían cometido el crimen.
Al hombre, según fuentes policiales, se le detectaron rasguños en sus brazos, por lo que se sospecha que Sheila se podría haber defendido de un ataque sexual que no se habría consumado.
Además, se informó que el joven tiene antecedentes penales por los delitos de robo agravado, en poblado y en banda en una causa que data del año 2013 y que tramita en el Juzgado de Garantías N°2 de San Martín, y que también estuvo vinculado en un caso de abuso sexual, pero que no fue judicializado.
Entrevista de Leonela Ayala.
Durante la búsqueda de la niña, Leonela, la tía de la víctima había dicho en declaraciones a la prensa: “De parte de nosotros no tenemos ajuste con nadie, no tenemos ningún problema con la Justicia. Ni yo ni mi hermano. Aparte mi hermano no va a secuestrar a su hija”.
Además, la mujer intentó desligarse de la desaparición, acusó a su ex cuñada, la madre de Sheila, de estar involucrada con la venta de drogas y también señaló a una tía materna de la nena como la persona que se la podía haber llevado.
Y hasta llegó a decir: “Yo la quiero conmigo acá. La cuidamos como yo cuido a mis hijos”.
La fiscal Gisela Olszaniecki de Florencio Varela, recibió los resultados preliminares de la autopsia practicada en la morgue judicial de Ezpeleta al cuerpo de Carolina M., encontrada muerta y desangrada en la cama de la habitación número 10 del hotel Susurros con un embarazo de seis meses. Lo que la fiscal leyó fue de una brutalidad notable.
«Shock hipovolémico» y «traumatismo grave de perineo» fueron las causas de muerte listadas, según confirmaron fuentes cercanas al expediente: la inserción de un «objeto contundente» le provocó desgarros masivos en su aparato urinario y reproductor que la llevaron a desangrarse hasta morir.
Mientras tanto, la investigación continúa. La fiscal Olszaniecki espera resultados en mayor profundidad tras la necropsia. El «objeto contundente» sería, posiblemente, una botella de cerveza que ordenó Ariel G., un ex ladrón quilmeño que había pasado un tiempo en el penal de Gorina, el principal sospechoso detenido por el caso que llevó a Carolina al hotel Susurros a bordo de un Ford Focus que fue tomado por cámaras de seguridad. Sin embargo, la fiscal todavía no cuenta con estudios que hablen de posibles fragmentos de vidrio en el interior del cuerpo.
El hecho ocurrió en un albergue transitorio de la localidad de Florencio Varela, en la provincia de Buenos Aires.
La mujer, embarazada de seis meses fue encontrada muerta, boca abajo. Por el hecho detuvieron a un hombre que la acompañaba.
Segun fuentes policiales, un auto entraba a un hotel alojamiento en Florencio Varela. Horas después, ese mismo vehículo escapaba del lugar a toda velocidad, llevándose por delante la barrera de ingreso y sin pagar por el servicio. Ante esta situación, los empleados llamaron a la policía, que descubrió a una mujer embarazada muerta en la habitación.
El crimen ocurrió en el hotel Susurros, donde los efectivos encontraron a la mujer, de 35 años y embarazada de seis meses, tirada boca abajo en la cama, en medio de un charco de sangre.
Para encontrar al hombre que la acompañaba, los investigadores revisaron las cámaras de seguridad y vieron cómo el auto, un Ford Focus, huía a gran velocidad del establecimiento y hasta tiraba la barrera ubicada en la puerta de salida. Un rato antes, el mismo coche había ingresado al albergue, ubicado en calle Humaitá al 2100 entre Storni y Remedios de Escalada, con las dos personas a bordo.
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