La Dirección General de Investigaciones de la Policía de Salta realizó un amplio operativo para detener a dos hombres implicados en el homicidio de un remisero de Pichanal, Jujuy. El cuerpo sin vida de la víctima fue hallado en la localidad jujeña de Caimancito. Detuvieron a dos misioneros.
Ambos detenidos son oriundos de la provincia de Misiones, específicamente de Montecarlo y San Vicente, y cuentan con antecedentes delictivos. Uno de ellos es conocido con el alias “brasileño”. Las autoridades están investigando su participación en el crimen del taxista y se cree que podrían ser los autores materiales del homicidio.
La desaparición del remisero fue reportada el pasado 26 de marzo, tras partir la noche anterior hacia Jujuy con pasajeros. Tres días después, el cuerpo sin vida fue hallado en Caimancito.
Con el objetivo de localizar a los responsables, la Policía de Salta conformó una comisión de trabajo que, tras recopilar evidencia y aplicar técnicas de investigación, identificó a los dos sospechosos.
En un operativo matutino con intervención del Juzgado de Garantías, se allanaron tres inmuebles en San Ramón de la Nueva Orán y se logró la detención de los hombres y el secuestro de elementos clave para la investigación.
Finalmente, los detenidos fueron puestos a disposición de la Justicia de Salta para continuar con las diligencias judiciales junto a las autoridades jujeñas.
El hecho
Vale recordar que Luis Quesada partió de Pichanal en la provincia de Salta el martes 26 de marzo alrededor de las 22.30, con destino final supuestamente a la ciudad jujeña de Perico.
Según contaron sus allegados, planeaba regresar a su hogar el miércoles por la mañana, sin embargo, esto no ocurrió y no se supo más de él, comenzando desde allí una incansable búsqueda que terminó con el trágico hallazgo de su cuerpo el domingo 31 del mismo mes.
Posterior al hallazgo del cuerpo, dos personas fueron detenidas ya que tenían en su poder el automóvil Chevrolet Corsa de Quesada, el cual estaba siendo desarmado. El primer examen de la autopsia realizado al cuerpo, arrojó que el remisero había fallecido entre la noche de su desaparición y la madrugada del día siguiente.
Una violenta balacera se produjo este sábado en la provincia de Corrientes, donde dos policías fueron atacados a tiros por otro integrante de la fuerza. En el hecho perdió la vida Alfredo Molina (31). Se trata del hijo del jefe de la Policía provincial, Alberto Arnaldo Molina. La otra víctima fue identificada como Bárbara Romero (28), quien se encuentra internada en grave estado.
El hecho sucedió en las primeras horas de la mañana de hoy en el domicilio de Romero, en el barrio Rincón Florido de San Cosme, localidad ubicada a unos 30 kilómetros de la ciudad capital. Fuentes del caso comunicaron a Infobae que las autoridades se dirigieron hasta allí luego de ser alertados por vecinos de la zona que escucharon las detonaciones de varios disparos de arma de fuego.
La oficial Romero se encuentra internada en grave estado
Al llegar, los policías encontraron a Molina y a Romero heridos en el suelo. Ambos fueron trasladados de urgencia al centro de salud más cercano, pero el hombre falleció poco después. La mujer, en tanto, fue intervenida quirúrgicamente en el Hospital Escuela de la ciudad de Corrientes y hacia esta tarde permanecía internada con pronóstico reservado en el área de terapia intensiva.
El director de ese nosocomio, José Romero, dialogó con la prensa local y contó que la oficial recibió tres balazos en su cuerpo, en zonas muy delicadas: uno impactó en el tórax y “llega hasta cerca del corazón”, señaló el médico. Otro impactó “más cerca de la columna” y el tercer disparo “le tocó el hígado”.
La mujer policía recibió tres balazos, según detalló el director del hospital donde se encuentra internada
“Fuerza mi Barby, te amo. Todos te esperamos, mi corazón, Dios mío!!!!”, escribió en Facebook la madre de la víctima junto a una foto de su hija. También en las redes sociales, los allegados de la joven iniciaron una cadena de oración por su salud.
Mientras tanto, los efectivos de la Comisaría de Distrito de San Cosme, junto con la Unidad Fiscal en turno, Lucrecia Troia Quirch, comenzaron las investigaciones para conocer el trasfondo del brutal ataque. En ese sentido, a partir de las declaraciones de testigos ocasionales, se desplegó un operativo de búsqueda del autor de los disparos, quien se había dado a la fuga. Así, unas horas más tarde lograron dar con él.
El director del hospital informó que Romero recibió tres balazos y cuadro de salud es muy delicado
El detenido, de apellido Medina, es un funcionario en actividad de la Policía provincial, de acuerdo a lo que pudo saber Infobae. Según trascendió, se trata de la ex pareja de Romero.
Una reconstrucción parcial de los hechos indica que el sospechoso arrestado fue hasta el domicilio de San Cosme en el que se encontraban Molina y Romero y allí habría protagonizado una discusión con ellos antes de dispararles.
Las fuentes consultadas descartaron de manera parcial que haya habido un tiroteo. “La hipótesis hasta el momento es que solo habría disparado el detenido”, dijeron a este medio.
El hecho sucedió en la localidad de San Cosme, ubicada a unos 30 kilómetros de la ciudad de Corrientes
Por lo pronto, todo está siendo investigado por la fiscal Troia Quirch, quien esta tarde se encontraba en la escena en la que sucedió la balacera, supervisando los peritajes y las diversas diligencias periciales de rigor, además de seguir en comunicación con el hospital para seguir el estado de salud de la oficial.
Medios locales precisaron que Molina y Medina eran compañeros en el área de Delitos Complejos, mientras que Romero cumplía funciones en la Brigada de Investigaciones. “La institución policial lamenta este tan triste hecho acontecido que enluta a la fuerza”, expresaron desde la Policía de Corrientes a través de un comunicado.
Funcionarios del gobierno correntino también manifestaron sus condolencias.
El jefe de la Policía correntina, Alfredo Molina
Otro caso en Corrientes
En las últimas horas se conocieron las detenciones de un oficial y un sargento de la Policía provincial luego de que los acusaran de abusar sexualmente y torturar a un cabo de 31 años en el interior de la comisaría de localidad de Juan Pujol.
El hecho, de acuerdo con la denuncia, habría ocurrido el pasado 28 de marzo. Los acusados fueron pasados a disponibilidad por orden del ministerio de Seguridad y estarán alojados en una cárcel común durante el tiempo que dure la investigación.
La comisaría donde habría ocurrido el hecho
En diálogo con Infobae, Clara Belén Arrúa, titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones de Monte Caseros y quien tiene a su cargo el expediente, contó algunos detalles de la denuncia. De acuerdo con la funcionaria judicial, todo ocurrió en horas de la tarde durante un período de al menos dos horas, en las que la víctima -identificada con la inicial A.- fue sometida a “violencia extrema”.
“Fue por parte de dos oficiales que se encontraban dentro del destacamento, quienes le propinaron no solamente violencia física sino también violencia psicológica. Y en uno de esos actos también se encuadra dentro de lo que es el abuso sexual”, dijo.
El hijo del jefe de la Policía de Corrientes fue asesinado a balazos en la localidad de San Cosme por la ex pareja de una joven, también integrante de la fuerza, a la que había ido a visitar este sábado a la madrugada. La mujer fue alcanzada por los disparos y fue internada en el Hospital Escuela de la Ciudad de Corrientes, donde los médicos dijeron que fue intervenida quirúrgicamente y permanece en terapia intensiva en estado muy delicado.
Las víctimas fueron identificadas como el oficial Alfredo Molina, hijo del actual jefe de la fuerza; y Bárbara Romero, quienes recibieron numerosos impactos de bala. El autor de los disparos es el oficial ayudante David Medina (30), que fue apresado dos horas después en la localidad de Riachuelo, donde residen sus padres.
El drama comenzó a la madrugada, cuando Medina se encontraba en un boliche de la ciudad de Corrientes con amigos y recibió un mensaje que le advertía sobre la presencia de Molina en la casa de su ex novia.
El oficial, que aparentemente no aceptaba aún el final de la relación con Romero, tomó un vehículo y se dirigió hacia el barrio Rincón Florido, donde reside la joven. En ese lugar se habría generado una fuerte discusión con Molina, con quien compartía trabajo en la División Delitos Complejos de la Policía de Corrientes. La mujer, en tanto, prestaba servicios en la Brigada de Investigaciones.
En esas circunstancias, Medina habría sacado de la cintura su arma reglamentaria y empezó a disparar contra Molina, que recibió al menos una decena de impactos. Romero también fue alcanzada por varios balazos y cayó herida. Los vecinos del barrio aseguraron haber escuchado una gran cantidad de disparos y alcanzaron a ver el momento en que el policía se alejaba de la vivienda. El oficial ayudante estuvo dos horas prófugo. Algunas versiones indicaban que se presentó en la Comisaría de Riachuelo, mientras que otros aseguran que fue detenido en la casa de sus padres, sin que opusiera resistencia.
Molina y Romero fueron auxiliados y trasladados de urgencia al Hospital Escuela de la ciudad de Corrientes. El joven llegó ya sin signos vitales, mientras que la oficial fue internada y debió ser llevada de urgencia al quirófano. Este mediodía permanecía en terapia intensiva y su cuadro es de extrema gravedad.
Un impactante crimen ocurrió en la ciudad de Salta, donde Sebastián “Dolver” Chaile fue asesinado en la calle por un jubilado que aseguró haber sido víctima de varios robos cometidos por el joven. “Te cansaste de robarme”, fue la frase que le habría dicho el hombre de 73 años a Chaile, según relataron los vecinos que observaron la situación. El jubilado, tras matarlo, esperó a la Policía y se entregó.
El hecho ocurrió el miércoles por la tarde, precisamente en la calle Río Chicoana, en la parte sureste de la capital salteña. El jubilado esperó al joven, sacó su revólver y le disparó. “Nosotros estábamos llevando a los changuitos a la escuela y el hombre salió de la nada y le disparó en el corazón”, expresó una niña de 12 años que presenció la secuencia.
El jubilado de 73 años mató al presunto ladrón y luego se entregó a la Policía (Foto: Gentileza El Tribuno).
Su testimonio, replicado por el medio Qué Pasa Salta, fue avalado por la madre de la chica: “Mi hija me dijo que él se para afuera de su casa al horario de la salida del colegio. Dolver se estaba rescatando. No merecía que lo vengan a matar y encima lo sorprendan por la espalda”, declaró indignada. Tras recibir los disparos, Chaile fue derivado al Hospital San Bernardo, donde finalmente murió producto de los impactos que recibió en el cuerpo.
“El abuelo no se fue nunca del lugar. Le pegó los tiros y se quedó ahí a un costadito esperando a que llegue la Policía. Cuando llegaron, les dijo lo que hizo, le entregó su arma y lo subieron al patrullero. La ambulancia se llevó al otro que estaba despierto”, sumó otra vecina del barrio en diálogo con El Tribuno. Personal de Criminalística y peritos del CIF (Cuerpo de Investigaciones Fiscales) realizaron las pericias de rigor ordenadas por la fiscalía penal actuante.
Yésica junto a su pareja, Sebastián Chaile, quien murió tras recibir varios impactos de bala (Foto: Gentileza Qué Pasa Salta).
Yesica, pareja del presunto ladrón, relató a Qué Pasa Salta cómo transcurrieron los momentos previos al trágico episodio: “Llegó a las 14 y me dijo que iba a llevar a un sobrino a la escuela. Iba él junto a dos niños, uno de tres y otro de cinco. Cuando compraban en el kiosco, salió el hombre y le disparó a tres cuadras de mi casa. No le importó que estaban los chicos”.
Luego, agregó: “Sebastián era una persona tranquila. Si bien cumplió dos condenas por robo en el pasado, nunca me contó que robó. Últimamente, no salía a la calle. Andábamos juntos por todos lados”.
El crimen ocurrió el pasado 5 de abril y desde entonces, la Justicia se encontraba tras los pasos de los sospechosos.
La investigación inició luego de tomar conocimiento sobre un hecho de sangre ocurrido en pasado 5 de abril del corriente año, en la localidad San Francisco del Norte, departamento Alberdi, a 60 km. de Campo Gallo.
En forma inmediata, personal policial de la Comisaria N° 18 (Campo Gallo) se dirigió al lugar del hecho, constatando que se encontraba un hombre sin vida a quien identificaron como Luis Antonio Martínez. El cuerpo del mismo presentaba heridas de arma de fuego motivo por el cual, preservaron el lugar a la espera de la comisión comandada por la Dra. Erika Leguizamón (fiscal interviniente), Dpto. Homicidios y Delitos Complejos y la Policía Científica.
El día del suceso, se registró gran cantidad de lluvia y los caminos se encontraban intransitables por abundante caída de agua. Alrededor de las 19.30 horas, ingresó la comisión comandada por la fiscal al lugar del hecho, realizando todos los trabajos técnicos, científicos y demás diligencias, culminando a las 04.30 de la madrugada.
Durante la investigación, se estableció que un numeroso grupo de personas que realizaban trabajos de alambrados en una propiedad, mantuvieron altercados con la víctima y sus familias, entre los cuales se encontraba la personas que habría efectuado el disparo y terminó con la vida de Martínez
El autor y los demás participes del hecho se dieron a la fuga en una camioneta color roja, siendo interceptado este rodado en la ciudad de Campo Gallo, procediéndose a su secuestro y deteniendo a cuatro personas.
Horas después, una quinta persona fue encontrada a la vera de la ruta 5, cerca de la localidad de Donadeu, con heridas en la cabeza por lo que fue trasladada a un centro asistencial y fue allí donde se identificó como Padilla, Exequiel, sindicado por testigos como el autor del homicidio.
El personal policial comandado por el subjefe de policía continuó trabajando toda la noche en la búsqueda de los demás partícipes y cerca del mediodía del día siguiente, a la vera de la Ruta 92 se procedió a la detención de seis personas más vinculadas al hecho de sangre.
Hasta el momento son 11 los detenidos por el sangriento hecho, y fueron alojados en distintas dependencias policiales de la provincia mientras que uno de ellos todavía está internado en un centro médico de la ciudad de La Banda por las heridas que presenta, pero se continúa trabajando a los fines de esclarecer y determinar los pormenores del hecho.
El hecho sucedió en la madrugada de este sábado en el barrio Hipólito Yrigoyen de Chilecito. La policía encontró droga en un allanamiento posterior a su vivienda.
La víctima, vestía el uniforme de la estación de servicio Shell, estaba en el frente de la morada, sobre la calle Emilio Chávez, cuando aparecieron dos sujetos completamente de negro, quienes lo golpearon y acuchillaron varias veces.
Luego de que la víctima cayó al suelo, al parecer ingresaron en la vivienda (la puerta del comedor estaba abierta), y finalmente se dieron a la fuga.
La víctima, de 53 años, falleció poco después en el Hospital Motta, a donde había sido derivado en las primeras horas de este sábado.
La policía observó que cerca de la víctima había una caja de celular cerrada, que en su interior tenía 17 envoltorios con cocaína, por lo que se dio aviso al juez Marcelo Alberto Carrizo, quien ordenó que la policía ingrese al departamento para su inspección y resguardo, y dio aviso al fiscal Diego Torres Pagnussat y a Gendarmería Nacional para que intervenga.
Ya con presencia de Gendarmería en el lugar si hizo un test a los envoltorios hallados y se confirmó que se trataba de cocaína, por lo que decidieron profundizar la pesquisa dentro de la morada. Encontraron que estaba todo en su lugar, salvo el cajón de una cómoda del dormitorio, donde se ve que había un envoltorio con más cocaína.
Según las fuentes, al final la policía halló 52 gramos de cocaína en la caja de celular, dos ladrillos con un poco más de un kilo de cocaína cada uno y una bolsa de plástico con otros 376 gramos.
También encontraron una balanza de precisión y 327 mil pesos.
Finalmente, el juzgado federal ordenó el secuestro de la cocaína, por un total de 2,51 kilos, el dinero, la balanza y un teléfono celular, mientras la policía investiga el crimen.
Jonathan Yamil Gordillo (27 años) estaba sentado con su primo en la vereda de Mariano Moreno al 1.900.
Observó que dos motochorros intentaron robarle la cartera a una mujer que estaba en la parada del colectivo. Fue en su ayuda y evitó que los delincuentes cumplieran con su objetivo. Minutos después, los arrebatadores volvieron y le dispararon a Jonathan un balazo en la cabeza que le provocó la muerte. En una audiencia que se realizó ayer, a uno de los autores del crimen le dictaron la prisión preventiva.
Agentes de Homicidios, al mando de los comisarios Juana Estequiño, Susana Monteros y Miguel Carabajal, dirigidos por el fiscal Ignacio López Bustos, investigaron el caso. En un principio, se pensó que el homicidio podría haber sido generado por un ajuste de cuentas. Sin embargo, varios testigos confirmaron la versión que habían dado los vecinos. Nunca pudieron ubicar a la víctima para que brindara su testimonio sobre lo que había ocurrido. “La gente del lugar nos decían que no era de la zona y que probablemente fue a visitar a alguien”, dijeron.
Luego de analizar las cámaras de seguridad, los pesquisas identificaron a los dos sospechosos. Detuvieron a César “El Alemán” Caro. Cuando cumplían con los trámites de identificación, descubrieron que el acusado estaba cumpliendo con un arresto domiciliario otorgado por un juez de Concepción. Un magistrado le había concedido ese beneficio por cuestiones de salud.
“Arribó en una motocicleta como acompañante, efectuó los disparos y se retiró del lugar. Es un suceso sumamente violento con víctimas indefensas. Hubo una multiplicidad de disparos. No sólo se debe tener en cuenta la violencia empleada sino el menosprecio hacia la integridad de las personas donde había otras que podrían haber resultado heridas”, aseguró el auxiliar Lucas Maggio, que actuó con instrucciones de la fiscal María del Carmen Reuter.
El representante del Ministerio Público indicó que el acusado de homicidio agravado por el uso de arma de fuego incumplió con el arresto domiciliario. “Supuestamente debería haber estado en su casa porque debía someterse a una intervención quirúrgica”, explicó Maggio.
El representante del MP también habló sobre la peligrosidad de “El Alemán”. “Generó un temor en los testigos presenciales quienes de forma unánime pidieron la protección y la preservación de sus identidades hasta que se realice el debate oral”, denunció Maggio que solicitó que se le dicte la prisión preventiva durante seis meses.
El padre de la víctima también declaró durante la audiencia. “Lo único que pretendo es que no se le dé el beneficio del arresto domiciliario que claramente incumplió, porque salió a matar”, señaló.
El juez interviniente aceptó parcialmente el pedido, ya que le dictó la prisión preventiva al acusado, pero por cuatro meses. Sí dispuso que el detenido sea trasladado al penal de Villa Urquiza.
Por estas horas se desarrolla el juicio por el crimen de Fabián Gutiérrez, el exsecretario privado de Cristina Kirchner, asesinado en El Calafate en julio de 2020. Con un pedido de cadena perpetua para los tres jóvenes acusados del homicidio, Facundo Zaeta, Facundo Gómez y Pedro Monzón, la Cámara Criminal estará en condiciones de dar a conocer su veredicto el próximo viernes al mediodía, en la sede del Tribunal ubicada en Río Gallegos.
En su momento, Facundo Zaeta, uno de los sospechoso del asesinato, admitió que participó de “un plan de seducción” sobre Gutiérrez durante dos meses “enviando fotos de alto contenido sexual y todo tipo de comentarios para lograr su atención”, con el objetivo final de robarle dinero que se supone tenía en su casa, pero aseguró que el autor material del crimen fue otro de los detenidos, Facundo Gómez. “Viendo todo lo que pasó, yo hago la siguiente especulación: Gómez nos utilizó a mí y a Pedro (Monzón) con la idea del robo, y en el lugar decidió matar a Gutiérrez”, declaró Zaeta. “O capaz ya venía él con la idea de matarlo, había una historia entre ellos”, dijo en alusión a un negocio de venta de camionetas.
Gómez declaró al comienzo de la investigación, como una suerte de imputado colaborador (probablemente en plan de mejorar su situación), y guió al juez Carlos Narvarte hacia el hallazgo del cuerpo de Gutiérrez, enterrado junto a una cabaña que él mismo alquilaba. Monzón fue quien también guió al magistrado en una reconstrucción de los hechos por distintos puntos de El Calafate. Ambos acusaron a Facundo Zaeta de ser el autor del asesinato, que ocurrió en la casa del propio Gutiérrez y, según la autopsia, la causa de la muerte fue la asfixia mecánica provocada con la utilización de un cable, previo al ejercicio de torturas en las que habrían participado varias personas. Gutiérrez tenía golpes en la cabeza, cuatro puñaladas en la garganta, además de cortes en el tórax y heridas en las muñecas.
Zaeta tenía entonces 19 años. Uno de los factores que lo complican como posible autor o partícipe del homicidio es que tenía las manos hinchadas al momento de su detención, y marcas en el cuerpo. En la indagatoria, que entregó por escrito con su abogado, Carlos Telleldín, admitió que le dio dos golpes en la mandíbula a Gutiérrez apenas entraron a su casa, ya que practica boxeo. Se desmayó, intentó atarlo con precintos que se rompían, y lo amarró con sogas. Su versión dice que quien finalmente le causó la muerte fue Gómez. Su relato saltea los cortes en la garganta, que se efectuaron con un cuchillo de la casa del propio Gutiérrez.
El joven contó que Gutiérrez lo había contactado cuatro meses antes por WhatsApp “con intenciones sexuales” y diciéndole que le gustaban “los jovencitos”. Pasaron a comunicarse por Telegram y a conocerse. Un día estaba en la cabaña de Gómez, con quien tiene una relación “de años”, donde “cultivaba marihuana y vendía droga”. Ese día Gómez, según el relato de Zaeta, advirtió en su celular que estaba en contacto con Gutiérrez y le dijo: “estás de novio con un millonario”. Luego Gómez le propuso “un negocio”, con un favor mediante, y bajo promesa de que lo protegería.
“Me dijo que tenía que juntarme con Fabián Gutiérrez, seducirlo para concertar un encuentro sexual, luego reducirlo, y taparle los ojos para robarle. Que si lo hacía iba a ser una persona muy rica y que nadie en Calafate me iba a hacer nada, porque Gutiérrez siempre andaba con mucha plata y tenía en su casa millones de dólares. Me dijo que si no llegaba a ayudarlo en este negocio, me podía traer problemas. Que en ese encuentro solo nos íbamos a quedar con el dinero, que nadie iba a salir lastimado”, señala el texto de la indagatoria. Lo que Gómez le planteaba era que se llevarían “el dinero negro que tenía Gutiérrez de la corrupción” y que su razonamiento era que no podría denunciarlos porque era “plata en negra”.
Gómez era para Zaeta alguien supuestamente admirado porque siendo muy joven tenía casa, autos, motos y mucho dinero. Eso dijo ante el juez, a lo que agregó que era difícil negarse a sus pedidos. El plan de taparle los ojos a Gutiérrez apuntaba a que Gómez pudiera entrar a la casa sin ser visto y verificar dónde estaba la plata. Le decía a Zaeta que se quedara tranquilo, que él “tenía gente poderosa atrás que nos iba a cuidar a los dos, pero después del robo se me iba a llenar la cama de dólares”. Así, durante dos meses sedujo a Gutiérrez con mensajes, fotos y videos que le indicaba Gómez, declaró. El día del encuentro final, Gómez le dijo que iría con Pedro Monzón, un amigo suyo, porque era corpulento, practicaba judo y era de su confianza.
La secuencia descripta por Zaeta indica que después de golpearlo le tapó los ojos, y llamó a Gómez, quien al instante llegó con Monzón. Gómez comenzó a hablarle a Fabián Gutiérrez con la voz distorsionada, preguntándole donde tenía la plata y con amenazas de matarlo. “No sé de qué dinero me hablan”, respondía Gutiérrez según Zaeta. “Dale, yo sé que lo tenés, a mí no me vas a mentir, nos conocemos”, le decía Gómez, siempre en esta versión. Como el ex secretario de CFK no respondía, Gómez y Zaeta fueron a la planta alta a ver si encontraban dinero. De acuerdo a la investigación judicial, sabían que había por lo menos 25.000 dólares en la casa, por la venta de un vehículo, pero ese dinero desapareció y, de hecho, Zaeta no lo mencionó en su indagatoria. Sí dijo que encontró 90.000 pesos, que los dejaron luego con el cuerpo.
Monzón quedó en la planta baja pero Gutiérrez se zafó y se metió en el baño. Los otros dos escucharon un grito y bajaron. Gómez, contó Zaeta, logró abrir. “Gómez y Monzón lo golpearon varias veces en el cuerpo y lo redujeron nuevamente (…) Facundo Gómez trae una piedra del patio de atrás de la casa y se la da en la cabeza varias veces (una piedra de grandes dimensiones), casi hasta reventarle la cabeza, no tranquilo con eso, agarró la soga y se la pasa alrededor del cuello ahorcándolo”, sostuvo al detallar el asesinato. “Me asusté muchísimo, mi único fin era sacarle el dinero, no dejarlo sin vida a Gutiérrez”, enfatizó. “Gómez –continuó– nos dice que envolvamos el cuerpo con una alfombra y lo subamos a la camioneta, que después él se iba a ocupar de todo y que sus contactos nos iban a limpiar”. Zaeta contó cómo siguieron obedientemente sus instrucciones, limpiaron el lugar y se deshicieron del cuerpo, la piedra y todo lo que habían utilizado. “Yo me voy, háganse cargo. Si hacen las cosas bien mañana mi gente los cuida”, aseguró que dijo Gómez.
Según Zaeta, Monzón y Gómez pactaron acusarlo a él. Pero su teoría es que Monzón fue engañado, igual que él mismo, y declaró en su contra por temor. “Fuimos engañados por Gómez, con la idea de ir y que Gutiérrez tenía millones de dólares. Pero entiendo que Gómez tenía otras intenciones por lo que hizo en ese momento, dando muerte a Gutiérrez de forma sorpresiva y atroz. También me llamó la atención que en ese momento nos diga que nos llevemos la tele y el equipo de música”, dijo. Gómez tenía una agencia de autos, y lo que dice Zaeta es que “en el pueblo se comenta que todas las camionetas RAM que vendió eran de Gutiérrez, al igual que las Toyota SW4”, y que está convencido que tiene otra escondida. Que cuando hablaba de su “socio”, se refería a Gutiérrez. Cree que Gómez quiso matarlo después de los hechos, y que por sus “contactos políticos y mafiosos” cualquier cosa que le pase será atribuible a él.
Zaeta desvinculó a su hermano Agustín, también detenido, lo que coincide con la pesquisa, que encontró huellas de solo tres personas en la casa de Gutiérrez. La descripción general del hecho de Zaeta coincide con la que hay en la causa hasta ahora, aunque habrá que ver qué papel tuvo cada uno: se trató de un asesinato sin planificación aparente tras un intento de robo, algo lejano a una especulación con absurdas connotaciones políticas, como pretendió un sector de la oposición para vincular el asunto a la ex presidenta.
El criminalista Raúl Torre sostuvo que “no hay que confiar en las declaraciones indagatorias de los imputados cuando hay pluralidad de autores, ya que es común que traten de ponerse cada uno en una buena posición frente a la imputación”. “El planteo sería: fueron todos menos yo”, señaló. Torre señala coincidencias del relato de Zaeta con la cuestión fáctica, la evidencia física y la autopsia: Gutiérrez se soltó, se metió en el baño, lo sacaron, hubo un elemento contundente que resultó ser una piedra, pero falta explicar quién dio las puñaladas. Ahora se verá qué evalúa el juez Narvarte sobre la responsabilidad de cada quien.
“¿Quién mató a Fabián Gutiérrez?”, preguntó el juez Joaquín Cabral, mirando a los ojos a Pedro Monzón, uno de los tres jóvenes imputados en el homicidio del exsecretario de Néstor y Cristina Kirchner ocurrido hace casi cuatro años. Fue el momento de mayor suspenso en la primera jornada del juicio oral que tiene a tres jóvenes de 22 y 23 años sentados en el banquillo de los imputados, acusados de asesinato con alevosía.
“Si yo digo esto, va a quedar en un registro para siempre. No sé concretamente quién lo mató. Tengo una opinión propia. Yo creo que fue Facundo Zaeta”, dijo Monzón, el único de los tres procesados que aceptó prestar declaración indagatoria en esta etapa judicial y someterse a las preguntas del tribunal la fiscalía, la querella y los abogados de los otros imputados. Atrás quedaban dos horas de una declaración minuciosa con detalles de lo ocurrido esa noche. Entre sollozos y pedidos de perdón, el joven de 22 años declaró sentado en medio del escenario del Complejo Cultural municipal, donde se realizan las audiencias.
El 4 de julio del 2020, la aparición sin vida del exsecretario de los Kirchner, semienterrado en el predio de unas cabañas de esta ciudad, conmocionó al país. Desde la noche anterior, tres jóvenes estaban detenidos en la comisaría de la ciudad implicados en la desaparición. Monzón fue el primero en quebrarse y confesar el lugar donde habían dejado el cuerpo.
Monzón tenía 18 años, era deportista de alto rendimiento y trabajaba como cadete en la concesionaria de autos de la familia Gómez. Facundo Gómez era su jefe. La fatídica noche del 2 de julio, acompañó a Gómez, un año mayor, a realizar una tarea, después del horario de trabajo. Al llegar a la casa del exsecretario presidencial, los esperaba Zaeta, con un escenario tenebroso: la casa ensangrentada y el cuerpo de Gutiérrez maniatado y golpeado en el piso
“Me arrepiento de no haberme ido y buscar ayuda, yo no sé si la familia [de Fabián Gutiérrez] se encuentra presente, le ofrezco mi respeto y pésame, pero qué se le puede decir a una mamá que perdió a su hijo de una manera tan brutal”, dijo el joven con la voz entrecortada por el llanto. Y agregó: “Lo único que puedo es pedirle perdón, no hubo un solo día que no haya pensado en lo que pasó esa noche”.
Esta noche de lunes, el fiscal Jonathan Felsztyna imputó e indagó a Nahuel Correa por el delito de Homicidio simple, por haber asesinado de una puñalada con un cuchillo a Alejandro «Papelito» Moreno en una gresca callejera ocurrida el domingo a la tarde en el barrio La Tablada.
El ahora imputado fue llevado pasadas las 19:30 a la Fiscalía General por la policía; en el edificio lo esperaba la defensora oficial en turno, quien lo acompañó en la indagatoria en la que el fiscal de la causa, Felsztyna, quien lo acusó del delito de Homicidio simple, y luego le consultó si iba a prestar declaración. El imputado hizo uso de su derecho, y por recomendación de la letrada que lo acompañó, Correa optó por el silencio.
Una vez concluido el acto procesal, el joven Nahuel Correa fue nuevamente trasladado a su lugar de detención, desde donde será llevado al Juzgado de Control de Garantías N°2 para ser sometido a la audiencia de control de detención pedida por el fiscal de la causa.
Alejandro «Papelito» Moreno murió la madrugada de este lunes, en el área de terapia intensiva del Hospital San Juan Bautista, donde estuvo internado en grave estado de salud desde la domingo pasadas las 19:00 horas, cuando en una gresca callejera recibió una puñalada en el tórax por parte del ahora imputado Nahuel Correa, en calle Ayacucho y Río Salado. Tras el ataque, Correa se dio a la fuga pero fue rápidamente detenido por los policías que llegaron al lugar tras el ataque fatal, encontrando también en la escena el arma homicida.
Por orden del fiscal Felsztyna en la mañana de este lunes se realizó la operación de autopsia estableciendo los peritos como causa de muerte shock hipovolemico.
Durante la jornada del domingo, personal policial procedieron a la detención de un hombre quien seria el presunto autor de un homicidio en la zona sur de la Capital.
Alertados por el Sistema de Atención de Emergencias (SAE-911), efectivos de la Comisaría Segunda, conjuntamente con sus pares de la Seccional Sexta, se constituyeron en la calle Dr. Juan B. Justo, entre Tierra del Fuego y Entre Ríos, donde habría una persona lesionada.
Una vez en el lugar, los uniformados encontraron a un joven de 22 años de edad, de apellido Moreno, con una grave herida a la altura del tórax, aparentemente producida por un arma blanca, por lo que de inmediato solicitaron la presencia de facultativos médicos del SAME, quienes asistieron a la víctima y la trasladaron al Hospital San Juan Bautista, tomando intervención la Fiscalía de Instrucción en turno del Distrito Sur, desde donde se dispuso que trabajen Peritos de la Dirección General de Criminalística, personal de la División Homicidios de la Policía de la Provincia y Sumariantes de la Unidad Judicial N° 2.
Seguidamente, en un domicilio de las inmediaciones y con autorización de la propietaria, los policías ingresaron al inmueble y aprehendieron al presunto autor de la agresión, un joven de apellido Correa (21), como así también secuestraron una cuchilla que habría sido utilizada para la agresión, en virtud de lo cual fue trasladado y alojado en la seccional a disposición de la Justicia interviniente, desde donde se indicaron las medidas a seguir.
Cabe señalar, que a la 01:20 de la madrugada de hoy, personal de la Seccional Cuarta que cumple servicios en el Hospital de Urgencias, tomó conocimiento que en ese nosocomio se habría producido el deceso del joven Moreno, por lo cual se puso en conocimiento a Sumariantes del Precinto Judicial N° 2 y a la Fiscalía de Instrucción en turno, desde donde se ordenó que se practicara la operación autopsia.
Personal policial habría dado con un arma blanca que habría sido la empleada para atacar a Alejandro Tomas Moreno (conocido como «Papelito» Moreno), quien falleció en horas de la madrugada a causa de las heridas sufridas durante una gresca en el barrio La Tablada. La Justicia además, ya secuestró el arma homicida y se espera definición sobre Walter Correa, detenido por la agresión.
El joven de 22 años apuñalado durante una violenta gresca este domingo, identificado este como Alejandro “Papelito” Moreno, falleció a raíz de las heridas sufridas durante el hecho. Ahora y en continuidad con la investigación, la justicia ordenó la autopsia, acto se desarrolló en la Morgue Municipal. La cirugía determinó que el deceso se produjo por shock hipovolémico presentaba una lesión en el tórax a la altura de la clavícula.
Del lugar del hecho se secuestró el cuchillo, elemento que fue remitido para su peritaje. Ahora el fiscal continúa tomando testimonios para encuadrar la conducta de Walter Correa, quien es el agresor, para imputarlo.
La gresca comenzó en la tarde de este domingo en la zona sur de la Capital. Allí la víctima se había cruzado en lucha con Correa, quien lo apuñaló a la altura del tórax, dejándolo gravemente herido.
Los restos de Fernando Reyes se encuentran en Pampa Blanca, donde fueron velados. La expareja de la víctima, su actual pareja y su amiga son los acusados por este cruento crimen.
Los restos del jujeño Fernando Reyes, asesinado en Catamarca, llegaron a Jujuy.
Su familia espera por justicia y que las condenas sean duras para los tres acusados.
El hermano de la víctima, Diego Reyes, brindó datos sobre la causa.
Finalmente, más de un año después del cruento asesinato del cual fue víctima, los restos de Fernando Reyes ya descansan en su Pampa Blanca natal donde fue velado hoy, mientras su familia sigue clamando justicia por el crimen del jujeño ocurrido en diciembre del 2022 en la provincia de Catamarca.
El homicidio de Fernando, que conmocionó a la localidad de Belén en la citada provincia, recordemos tiene a tres personas detenidas: su expareja Danna Martínez, también oriunda de Jujuy, imputada por el delito de “homicidio triplemente calificado por alevosía, por mediar una relación de pareja y por el concurso premeditado de dos o más personas”; y a Simón Alcides Toranzos y Maira Villagra, imputados por el delito de “homicidio agravado por alevosía y concurso premeditado de dos o más personas”.
«Ojalá se pudran en la cárcel»
Diego Reyes, manifestó sobre el caso que «es una historia muy larga sobre la muerte de mi hermano, que fue asesinado el 3 de diciembre del 2022 y nosotros a los seis meses nos enteramos por la denuncia que hizo José Cruz, que es un amigo de mi hermano donde mi hermano era casero en Catamarca. Me llamaron que había una denuncia sobre la desaparición de mi hermano y que querían que viajemos urgente a Catamarca después que se encontraron restos óseos. Y como dijo la fiscal, se inició una investigación para determinar si eran restos de mi hermano».
Sobre la principal acusada del crimen, Danna Martínez, dijo que se maneja con «una frialdad total, porque esta asesina cuando pasó todo esto, vino a mi casa en febrero del 2023. Quería saber si nosotros sabíamos algo sobre lo que había pasado. Ella nos dijo que mi hermano se fue a trabajar a La Rioja y de ahí a Buenos Aires. Luego nos enteramos del hallazgo de estos restos óseos y que posiblemente se podría tratar de mi hermano».
Remarcó que «después se hizo una investigación total por parte de la ayudante fiscal Marina Villagra y la secretaria Florencia Reales. Quedó conmocionada también la localidad de La Ciénaga, porque nunca pasó un caso tan fuerte como este. Los chicos, mis sobrinos, se sometieron a Cámara Gesell y luego me los pude traer para aquí mientras avanzaba la investigación».
«Gracias a Dios en diciembre del 2023, el día 22, nos notifican de Belén los resultados del ADN realizado a los restos óseos que correspondían en un 100% a los de mi hermano», sostuvo Reyes.
Lógicamente, expresó que «mi familia quedó destrozada. Con mi papá somos los que estamos realizando todos los trámites. Siento mucha bronca por no haber escuchado o creído el mensaje que nos llegó por parte del amigo de Fernando. Bronca por todo lo que hizo esta mujer de quebrar a una familia y dejar a dos chicos sin un padre».
En medio de todo lo malo, remarcó que «pudimos traer los restos de mi hermano que hoy se están velando en Pampa Blanca. Después del velatorio tengo que volver a Belén, Catamarca, para seguir con los trámites para ver cuando se inicia el juicio».
La causa parece encaminada para llegar a una resolución donde «son tres las personas detenidas. Danna Martínez, la expareja de mi hermano, su pareja actual que es Toranzo y otra mujer de apellido Villagra. El año pasado en el mes de noviembre se hizo un careo y me llamó mi abogado Fabricio Segovia, que es mi apoderado, informándome de esto. Ahí es donde se quiebra la amiga de Martínez, Villagra, relatando a la fiscal como fue el asesinato del cual ella no participó, pero que observó como fue todo«.
Finalmente, Diego Reyes en nombre de toda su familia y los conocidos de su hermano, solicitó que «ahora solamente esperamos que se haga Justicia, que se pudran en la cárcel y que paguen por todo lo que hicieron. Por circunstancias de la vida se tuvo que ir lejos y lo tuve que traer en un cajón».
Dos disparos. Fueron los que efectuaron los delincuentes para robarle la moto a un hombre de 45 años y asesinarlo delante de sus hijos,este jueves por la mañana en el barrio Yofre Norte, en Córdoba. El hecho, que conmovió al barrio, tiene testigos y desgarradores relatos de lo ocurrido. “Tengo dos hijos, no me mates por favor”. La súplica desesperada fue hecha por Sebastián Villarreal cuando fue abordado por dos motochorros. Sin embargo, le pegaron dos balazos para robarle la moto. Lo mataron a sangre fría.
Todo ocurrió en pocos segundos, delante de sus hijos. La violenta acción ocurrió minutos antes de las 6 de la mañana, cuando la víctima salía para trabajar. Uno de los disparos dio en el tórax e hizo que Sebastián cayera al piso. «Por favor papá, no te rindas. Aguantá un poquito más», fue el pedido desesperado en medio del llanto de uno de sus hijos que atinó a agarrarle fuerte la mano a su padre mientras agonizaba.
La escena, descripta por una vecina que fue testigo de lo ocurrido, es desgarradora. “Yo me estaba por levantar, y escuché que había ruidos en la calle. Era Sebastián que pedía que no lo mataran porque tenía hijos. Fue traumático», admite la vecina.
En charla con Radio Mitre de Córdoba, la vecina dio detalles de lo que ocurrió durante la trágica mañana de este jueves: «Yo golpeaba la ventana, para ahuyentarlos…y se escucharon dos disparos. Salimos y Sebastián estaba tirado en el piso, con pocos signos de vida”, continuó.
“Era una excelente persona, trabajador y padre”, destacó la mujer casi al borde del llanto. Y, según contó, los delincuentes huyeron con la moto mientras su vecino quedó tendido en el suelo.
“Todavía tenía el casco puesto y no le veíamos donde estaba herido”, sumó con su testimonio, Fanny L., otra vecina en charla con canal 10. “Tenía 45 años y dos hijos jóvenes. Los chicos estaban a la par de él cuando estaba herido. Le pedían por favor que no se rindiera”, agregó. «Cuando me acerco, otra vecina ya había llegado antes al cuerpo y lo puso de costado porque le salía mucha sangre de la boca. Lo más desgarrador fue ver a sus hijos en esa situación… fue horrible», completó.
Fuentes policiales confirmaron que el hombre de 45 años fue asesinado por un disparo en el tórax al momento de ser asaltado por delincuentes que le robaron su moto. Según detallaron, el hecho sucedió en Fulgencio Montemayor al 2300.
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