La Fundación Apolo reveló una trama de persecución transnacional con complicidad estatal que tiene en la mira a opositores al régimen de Nicolás Maduro.
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La Fundación Apolo presentó una grave denuncia ante la Justicia argentina que revela la existencia de una supuesta organización transnacional venezolana que persigue a exiliados opositores al régimen de Nicolás Maduro, incluso dentro del territorio nacional. La denuncia involucra amenazas directas, seguimientos físicos y hostigamiento virtual, presuntamente coordinados con cierta complicidad estatal.
El caso fue revelado por Clarín, que accedió en exclusiva a la presentación judicial. Allí se detalla la historia de José Zambrano, hijo de la exfuncionaria venezolana Mery Erazo, y cómo la persecución comenzó en Ecuador en 2017 y se extendió incluso luego de que se instalaran en la Argentina.

Amenazas persistentes y vigilancia directa
Según denuncia la fundación, vinculada al legislador porteño Yamil Santoro, la familia Zambrano fue perseguida sistemáticamente. Los mensajes intimidantes llegaban por redes sociales, WhatsApp, cartas y llamadas, tanto en Ecuador, como en Colombia, Chile, Argentina y finalmente Estados Unidos.
En Buenos Aires, José recibió una carta escrita a mano en 2022 que decía: «sabemos el horario donde paseas a tu perra». En otro episodio, observó un vehículo con personas vigilándolo, que huyeron al notar que los había visto.
“Operación Tun Tun” y la inclusión en listas negras
La denuncia alerta sobre la existencia de un programa denominado “Operación Tun Tun”, impulsado por Diosdado Cabello desde 2017, cuyo objetivo sería identificar y capturar opositores. José Zambrano habría sido incluido en una lista negra de personas buscadas por el régimen, hecho que fue confirmado por un amigo suyo desde Venezuela.
“Sabemos dónde está tu hija”
El alcance de la persecución no terminó ahí. La hermana de José también fue víctima de amenazas, incluyendo mensajes con información sensible y personal, como su número de cuenta, dirección y hasta datos de su esposo e hija. En 2024 recibió un mensaje alarmante: “cuídate, sabemos para dónde se mudaron, su hija es preciosa cuídela”. La gota que colmó el vaso fue una carta que decía: “les dijimos k se les acabó el tiempo tu y tu niña y tu hermano José en Buenos Aires tienen los días contados” (sic). Finalmente, pidió asilo en Estados Unidos.
Denuncian complicidad y piden protección
La Fundación Apolo exige una investigación urgente por parte de la Justicia argentina y advierte sobre la posibilidad de complicidad de actores estatales que estarían permitiendo el accionar de esta red chavista en suelo argentino.
“No se trata solo de una amenaza contra ciudadanos extranjeros, sino de una amenaza directa a la soberanía, la seguridad y los derechos humanos dentro de nuestro país”, señalaron desde la organización.
Este caso pone en evidencia una preocupante modalidad de persecución ideológica transnacional, que requiere atención urgente de las autoridades locales y organismos internacionales.
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