La verdadera viuda de Videla, murió en 2021

Hoy la organización La Cámpora que dirige Máximo Kirchner sacó un comunicado con durísimos términos hacia la vicepresidenta, que durante la sesión de la Cámara había justificado el retiro de la escultura. En el texto, sin firma y publicado en el sitio web de la organización que lidera Máximo Kirchner, llaman a Villarruel “tenebrosa y macabra viuda de Videla”. La Cámpora vincula a Villarruel con la dictadura y alude sin explicitarlo a las reuniones que la vicepresidenta tuvo en la cárcel años atrás con el dictador Jorge Rafael Videla.

Más allá de la chicana política, la verdadera viuda de Videla fue Alicia Raquel Hartridge Lacoste de Videla, esposa del dictador y máximo jefe del genocidio de entre 1976 y 1983, y que murió a los 94 años. Estuvo casada con Jorge Rafael Videla durante 65 años, tuvo con él siete hijos y fue su férrea compañera y defensora cuando fue varias veces juzgado y condenado por los crímenes de lesa humanidad que cometió.

La compañera del genocida Videla

“Yo voy a misa y rezo por él todas las noches, eso es lo principal”, dijo Hartridge durante su última entrevista al ser consultada sobre la ubicación de la tumba de su ex marido, que ella dijo desconocer pero que admitió que estaba en un cementerio de Pilar.

No se le conocieron más declaraciones públicas que esa, la que hizo desde el viejo departamento de la avenida Cabildo al 600 en el que vivía con su marido, el genocida.

Alicia Raquel Hartridge nació el 28 de septiembre de 1927 y fue la cuarta de los seis hijos de María Isabel Lacoste Álvarez y de Alejandro Hartridge Parkes, ex director del Banco Central y luego diplomático argentino en Turquía hasta 1949.

A los 21 años, Alicia Raquel había terminado sus estudios de magisterio y se casó en la Basílica del Santísimo Sacramento de Buenos Aires con el por entonces teniente Videla, a quien había conocido en San Luis.

Vivieron en la localidad Hurligham, por entonces partido de Morón, donde tuvieron a sus siete hijos, uno de ellos Alejandro, quien padeció una discapacidad mental por la que fue internado en la Colonia Montes de Oca hasta su muerte, a los 19 años. Fue un caso que la familia escondió como un tabú.

Las imágenes de aquellos años la muestran como una esposa siempre orgullosa de su marido. Tras el golpe de Estado y durante la jura de Videla como presidente inconstitucional, la televisión la mostró emocionada hasta las lágrimas junto a su veintena de nietos.

Procuró cuidar el perfil humano de su marido el dictador, tomándolo del brazo en la previa de los actos oficiales, rodeándolo de familia en apariciones públicas informales y negociando apariciones de ese estilo con las revistas de la época y de su clase.

Vivió en reserva familiar la muerte de su marido, el 17 de mayo de 2013 en su celda del penal de Marcos Paz. No acompañó el fallido sepelio en la bóveda familiar del cementerio de Mercedes y desde hace años no volvió a visitar la tumba definitiva que está en Pilar.

«No me importa, porque si vas allí lo único que vas a poder ver es un poco de pasto. Yo no veo nada. Nosotros teníamos una bóveda y no lo pudimos poner allí. Yo estaba acostumbrada a eso. A esto no estoy acostumbrada», dijo a la agencia española EFE.