El PRO enfrenta un complejo escenario político rumbo al 2025


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El arranque del año 2025 encuentra al PRO en una encrucijada política, marcada por tensiones internas, desacuerdos con La Libertad Avanza (LLA), y una relación complicada con el gobierno liderado por Javier Milei. A través de un mensaje publicado en la cuenta oficial del partido en X, la fuerza encabezada por Mauricio Macri reafirmó su intención de mantenerse vigente en el escenario político, a pesar de los retos crecientes.

En su posteo, el PRO destacó su rol como opositor colaborativo durante 2024, asegurando haber contribuido significativamente a la aprobación de reformas impulsadas por el oficialismo. Sin embargo, este enfoque generó desgaste interno y críticas de sectores que consideran que esa estrategia diluyó su identidad política y lo acercó peligrosamente al ámbito libertario.

El escenario porteño y las internas con LLA

La Ciudad de Buenos Aires, tradicional bastión del macrismo, se ha convertido en un foco de conflicto. Jorge Macri, actual jefe de Gobierno, enfrenta ataques directos desde el entorno de Karina Milei, hermana del presidente. La estrategia de Jorge Macri de adelantar el calendario electoral y desactivar las PASO porteñas busca fortalecer su posición, pero ha tensado aún más la relación con LLA, que no ha dudado en responder con dureza a través de redes sociales.

En paralelo, la falta de acuerdos nacionales entre ambos espacios amenaza con profundizar la fragmentación opositora. Desde el PRO, Mauricio Macri intenta mantener la hegemonía en la Ciudad, mientras explora posibles entendimientos con LLA. No obstante, la resistencia libertaria parece firme, al menos hasta que el presidente Milei decida intervenir directamente en las negociaciones.

El peso del Congreso y los fracasos en justicia

La colaboración del PRO con el gobierno durante 2024 se tradujo en apoyo a varias iniciativas, aunque con notorias excepciones, como la negativa al DNU sobre la asignación de recursos a la SIDE. Este episodio, que generó tensiones internas en el oficialismo, fue uno de los pocos momentos en que el PRO se distanció de LLA.

En materia judicial, el escenario no es menos complejo. La gestión de Mauricio Macri intentó influir en las designaciones de jueces y fiscales clave, pero se encontró con resistencia incluso dentro de su espacio. La falta de consenso en torno a figuras como Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla refleja las dificultades del macrismo para articular una estrategia sólida en este ámbito.

Desafíos rumbo a 2025

Mientras el PRO busca reposicionarse, LLA aprovecha cada oportunidad para reforzar su imagen como fuerza hegemónica de la derecha. Las tensiones en la Ciudad, las críticas por la gestión del río Paraná y las disputas por reformas estructurales son solo algunos de los frentes abiertos que el macrismo deberá enfrentar en los próximos meses.

La falta de un acuerdo electoral claro entre el PRO y LLA plantea serios riesgos para ambos espacios, pero especialmente para el partido de Mauricio Macri, que podría perder terreno ante la avanzada libertaria. Las próximas semanas serán clave para definir si ambas fuerzas logran un entendimiento o si, por el contrario, el 2025 marcará el inicio de una competencia directa entre ellos.