Policía arrestó a un joven de 24 años que intentó estafar a un local bailable; el dinero quedó secuestrado.
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Un insólito episodio sacudió esta madrugada la tranquilidad de El Alto Fariñango, cuando un joven de 24 años, de apellido Castro, fue arrestado tras intentar pagar bebidas con billetes falsos en un conocido local bailable.
El hecho ocurrió alrededor de las 3:10 de la mañana, cuando personal de la Comisaría Séptima llegó al lugar tras ser alertado sobre la irregularidad. Los efectivos constataron que el individuo había abonado consumiciones con dinero apócrifo, el cual fue inmediatamente secuestrado como evidencia.
La Justicia tomó intervención
Tras la detención, se invitó al encargado del boliche a radicar la denuncia penal correspondiente en la Unidad Judicial N° 7, mientras que el supuesto autor fue puesto a disposición de la Fiscalía de Instrucción en turno del Distrito Norte.
El hecho generó preocupación entre los comerciantes nocturnos de la capital provincial, ya que no es la primera vez que se detectan maniobras similares en este sector.
Refuerzan controles en la noche catamarqueña
Desde la Policía de Catamarca reiteraron el pedido a propietarios de bares y boliches para extremar las medidas de seguridad y verificar minuciosamente los billetes que reciben, sobre todo durante los fines de semana, cuando se incrementa la actividad nocturna.
En la tarde del día de ayer, un incidente relacionado con la circulación de billetes falsos generó alarma en un barrio local. Según fuentes policiales, alrededor de las 19:30, una mujer de 32 años solicitó la intervención de efectivos en la intersección de avenida Manuel Navarro y Gobernador Ferrari, tras descubrir que su sobrino de 10 años había recibido dinero falso.
La situación comenzó cuando el menor acudió a un local de compra-venta de metales para vender latas de gaseosa, obteniendo como pago la suma de 4 mil pesos. Posteriormente, el niño se dirigió a un kiosco cercano para comprar chocolate, donde le informaron que los billetes eran falsos. De inmediato, el menor comunicó el hecho a su tía, quien decidió regresar al comercio de compra-venta para reclamar.
La mujer relató a las autoridades que, al exponer el problema al encargado del local, éste negó que los billetes fueran falsos. Sin embargo, ante la intervención policial y tras una entrevista con los oficiales, el comerciante decidió cambiar los billetes que había entregado al niño. Según explicó, tomó esta medida para evitar inconvenientes mayores.
Este incidente pone en relieve la importancia de verificar la autenticidad del dinero en cada transacción, especialmente en aquellos negocios que manejan efectivo de manera constante. La policía continúa con las investigaciones para determinar el origen de los billetes falsos y prevenir futuros casos similares en la zona.
Se multiplicaron en las últimas horas los comentarios sobre la circulación de billetes falsos de $ 1.000. En las últimas horas, una gran cantidad de vecinos comenzaron a realizar advertencias en las redes sociales sobre la circulación de billetes falsos de 1000 pesos.
«Tengan cuidado, anda un hombre y una mujer, de aproximadamente 35 años, en un auto negro con los vidrios polarizados. Se hacen pasar por clientes y luego te pagan con un billete de mil pesos que es falso. Se van rápidamente y no dan tiempo a nada», escribió una vecina de Esteban Echeverría, y el mensaje pronto se desparramó por Twitter y Facebook.
En enero pasado ya se habían encendido las alertas con otros mensajes. “Ojo, andan circulando billetes falsos de 1000 pesos con la serie 2100D y la numeración es 58586181”, advirtieron en ese entonces, y el mensaje se viralizó por los chats.
Según informó el Banco Central todos los billetes tienen un tamaño uniforme de 155 mm de ancho y 65 mm de alto. El papel utilizado es 100% de fibra de algodón, con un peso de 83 gr/m2, exento de fluorescencia a la luz ultravioleta, con una impresión en tres etapas sucesivas, bajo sistemas de impresión offset, calcografía y tipografía.
El billete naranja con la figura del hornero salió a la calle el 30 de noviembre pasado. “Es un pájaro emblemático que se distingue por el potente nido que construye, su casita de adobe. Esta ave sudamericana en 1928 fue denominada Ave Nacional por la organización conocida como Aves Argentinas”, resaltó la entidad monetaria.
Para evitar inconvenientes con los “naranjitos”, el Central recordó las principales medidas de seguridad a tener en cuenta, para saber si es falso o válido.
Microletra: “BCRA$1000…” dentro de la rama sobre la que se apoya el hornero y su nido y “BCRA” dentro del valor 1.000.
Marca de agua: se observa al trasluz. Reproduce el retrato del hornero y la denominación “1.000” en tono muy claro.
Motivo de complementación frente-dorso: la huella del hornero se completa por transparencia con el reverso.
Hilo de seguridad principal: aventanillado, presenta una flor y el valor 1.000. Se observa un efecto dinámico al mover el billete.
Impresión calcográfica: el retrato del hornero y las flores presentan relieve perceptible al tacto.
Identificación para personas con discapacidades visuales: valor en número romano y código con relieve perceptible al tacto.
Imagen latente: las iniciales RA pueden apreciarse cuando se observa el billete con luz rasante.
Tinta de variabilidad óptica: el valor en números y letras “1.000 MIL PESOS” cambia de color del verde al azul al mover el billete.
Hilo de seguridad secundario: integrado, solo se percibe al trasluz y presenta el texto “1000 BCRA”. Además, el reverso presenta las siguientes medidas de seguridad:
Numeración vertical: en color rojo, con luminosidad roja a la luz ultravioleta.
Numeración horizontal: tinta negra con luminosidad amarilla a la luz ultravioleta.
Motivo principal del reverso: recreación artística de la llanura pampeana.
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