En las últimas décadas se ha registrado el alza de las temperaturas, acompañados de la sucesión de distintos fenómenos y desastres naturales. Esto se debe en gran parte a la liberación, hacía la atmósfera, de gases nocivos, la contaminación.
En cuanto a datos, la Administración Nacional Oceánica y Atmósferica, en síntoma con lo expresado por la NASA, reveló el martes pasado unos estudios alarmantes: este octubre pasado fue el segundo más cálido desde que se tiene registro y, en la misma línea, las diez temperaturas más cálidas de la superficie terrestre – oceánica global tuvieron lugar después de Octubre del 2.013.
En concordancia con lo anterior, se registró una racha de 406 meses consecutivos en que las temperaturas estuvieron por encima del promedio registrado en el siglo XX. Esto es significativo, ya que los cambios verdaderamente importantes son aquellos que se prolongan a lo largo de bastante tiempo, como es el caso de que el último mes más frío fue en febrero de 1.985.
En Catamarca, y en Argentina en sí, se ha percibido las temperaturas de octubre en forma extraña. En cuanto al ámbito local, durante el mes se saben mantener altas temperaturas, en concordancia con el acercamiento al verano; sin embargo han tenido lugar días fríos, más que todo por la mañana, y frescos durante la tarde, con alguno que otro más cálido, algo verdaderamente distinguible en cuanto a otros años.
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Consecuencias del cambio climático
La prestigiosa revista Nature Climate Change se dedica al reporte e investigación acerca de la problemática y sus efectos, entre los que se incluyen las ondas de calor, los incendios forestales, el aumento del nivel del mar, los huracanes, las inundaciones, las sequías y la escasez de agua potable.
Su principal autor, Camilo Mora (biólogo colombiano de la Universidad de Hawái), hizo notar sobre la reciente combinación de los fenómenos, como sucedió en Florida donde se había experimentado una sequía extrema, récords de temperaturas altas e incendios forestales, además del huracán Michael, la poderosa tormenta categoría cuatro que azotó al estado el mes pasado. De forma similar, California está sufriendo los peores incendios forestales en la historia del estado, así como sequías, ondas extremas de calor y una pobre calidad del aire que amenaza la salud de los residentes.
La situación va a empeorar, sentenciaron los autores del artículo. El trabajo proyecta tendencias a futuro e indica que, para 2100, si la humanidad no toma cartas urgentes, algunas áreas costeras tropicales del planeta, como la costa atlántica de Centro y Sudamérica, podrían enfrentar hasta seis crisis al mismo tiempo.
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Individualmente lo que produce mayor estupor es el derretimiento de los glaciares ubicados en los polos (los que ya se encuentran en constante disminución), ya que aumentarán el nivel del agua en el mar, provocando así el avance de las aguas sobre la tierra. Esto último también ha sido proyectado por científicos para gran parte de la Provincia de Buenos Aires, donde los principales centros urbanos culminarían bajo el agua. Lo mismo ocurriría en cuanto a las zonas más próximas a la costa patagónica.
El artículo explora las formas en que el cambio climático intensifica peligros. Al calentar la atmósfera, las emisiones de gases de efecto invernadero pueden aumentar las sequías en lugares que son secos por naturaleza, «haciendo madurar condiciones para los incendios forestales y las ondas de calor», aseguraron los investigadores. En zonas más húmedas, una atmósfera más caliente retiene un mayor grado de humedad y fortalece los aguaceros, mientras que el aumento en el nivel del mar dispara la cantidad de tormentas y una mayor temperatura en las aguas marinas puede contribuir a la destructividad general de las tormentas.
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