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Lo que comenzó como la tradicional marcha de jubilados de los miércoles en las inmediaciones del Congreso de la Nación terminó en una jornada de extrema violencia. La movilización fue copada por barras bravas y agrupaciones políticas opositoras al gobierno de Javier Milei, lo que desató enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
103 detenidos y múltiples heridos
El operativo de seguridad, que incluyó la aplicación del protocolo antipiquetes del Ministerio de Seguridad, derivó en choques violentos entre manifestantes y policías. Según el último reporte oficial, hubo 103 detenidos y 15 heridos, entre ellos un policía de la Ciudad que recibió un disparo de bala y un fotógrafo que sufrió una grave lesión en la cabeza tras el impacto de una cápsula de gas lacrimógeno.
Los disturbios incluyeron la quema de dos patrulleros, la destrucción de más de 70 contenedores de basura, y el uso de piedras y escombros como proyectiles contra las fuerzas policiales.
La reacción del Gobierno
El Ejecutivo nacional calificó los incidentes como un intento de desestabilización. Tanto el vocero presidencial, Manuel Adorni, como la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, repudiaron la violencia.
Adorni denunció que los manifestantes usaron las piedras del homenaje a las víctimas del COVID-19 en Plaza de Mayo para atacar la Casa Rosada. En tanto, Bullrich ratificó la aplicación del protocolo antipiquetes y aseguró que «los violentos serán detenidos y juzgados».
Por su parte, el subsecretario de Prensa, Javier Lanari, sostuvo que la movilización fue «perfectamente orquestada por lo más sucio de la política», señalando a sectores opositores.
El contexto de la protesta
La marcha de jubilados exigía haberes dignos, la prórroga de moratorias previsionales y el reintegro de medicamentos gratuitos. Sin embargo, la presencia de barras bravas de distintos clubes, sindicalistas y militantes de izquierda transformó la protesta en un violento enfrentamiento con la policía.
El conflicto se trasladó luego a Plaza de Mayo y el Ministerio de Economía, donde las fuerzas de seguridad dispersaron a los manifestantes con balas de goma y gases lacrimógenos.
Investigación y posibles sanciones
El Ministerio de Seguridad confirmó que entre los detenidos hay un sindicalista y varios barrabravas. Además, se secuestraron armas de fuego, cuchillos y proyectiles.
Como respuesta, el Gobierno anunció que endurecerá el derecho de admisión en el fútbol, con sanciones para los barrabravas que participaron en los disturbios.
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