El Día del Periodista se celebra en la Argentina el 7 de junio en referencia al nacimiento de La Gazeta de Buenos Aires (1810), el órgano de la Primera Junta de Gobierno dirigido por Mariano Moreno.
En el marco del proceso revolucionario que expulsó a los españoles del Río de La Plata, Moreno fundó ese diario para dar cuenta de los acontecimientos políticos que marcaban el nacimiento de un nuevo rumbo en la región.
«El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes», dice el decreto emitido el 2 de junio de ese año por el primer gobierno criollo, la Primera Junta.
El Día del Periodista quedó institucionalizado durante el Primer Congreso de Periodistas, el 25 de mayo de 1938.
En ese encuentro también se forjaron las bases del Estatuto del Periodista (ley 12.908), que fue sancionado recién en 1944.
El influyente semanario alemán Der Spiegel declaró el domingo haber presentado una denuncia contra uno de sus experiodistas, expulsado por falsear artículos, del que sospecha que desvió donaciones a favor de huérfanos sirios que viven en la calle.
El semanario anunció el domingo que poseía informaciones según las cuales Claas Relotius habría organizado una colecta de dinero entre sus lectores para ayudar a los protagonistas de sus textos, pero dando los datos de su cuenta bancaria personal.
“Der Spiegel dará todas las informaciones que ha reunido a la fiscalía, en el marco de una denuncia”, anunció el periódico en su página de internet.
Claas Relotius admitió que había imaginado historias e inventado completamente personajes en más de una docena de artículos. El escándalo fue revelado el miércoles por el semanario alemán, después de que el periodista de 33 años dimitiera el 16 de diciembre.
Los lectores preocupados señalaron estos últimos días a la redacción la colecta de donaciones de Relotius a favor de huérfanos sirios que viven en las calles de Turquía, héroes de uno de sus artículos publicado en julio de 2016.
El periodista habría organizado la recaudación por email entre lectores que le habían escrito a propósito de este reportaje falsificado. Un fotógrafo turco que había trabajado con él en este artículo señaló desde entonces importantes inexactitudes.
El semanario declaró que creía que Relotius había completamente inventado los personajes principales de ese reportaje. La publicación asegura que no estaba al corriente de esta campaña y no sabe por el momento cuánto dinero se recaudó exactamente.
El experiodista estrella, recompensado en varias ocasiones, describió sus esfuerzos por ayudar a estos niños en varios artículos, en los que relataba su lucha de varios meses por hacerles llegar a Alemania. Esto sería igualmente una mentira, según el semanario.
En su último número publicado el sábado, Der Spiegel estima que estas falsificaciones constituyen “lo peor que le puede ocurrir a una redacción”. Pidió disculpas y prometió “hacer todo lo posible para recuperar su credibilidad”.
El periodista español del diario Marca, José Luis Hurtado, publicó en su columna habitual de opinión un llamado de atención hacia sus compatriotas, que en los últimos días parecen «no entender» la llegada masiva de hinchas de River y de Boca para la final de la Copa Libertadores. Hurtado ensaya un tono burlón hacia quienes miran con asombro esas presencias pintorescas en Madrid, y en lo que parece una verdadera defensa del «ser argentino», remata el artículo con una frase magistral, donde la última palabra quizá sea la más representativa de nuestro país. A continuación, la imperdible nota completa:
«No se confundan. El argentino es el que has tratado toda la vida. El mismo del restaurante que frecuentas, que se desvive por un equipo de fútbol como el tuyo. El mismo que une las letras de la canción que te acompaña en los días alegres y en los tristes, cuando la vida cae en la promoción y el descenso.
También es el Darín que te atrapa en la pantalla de cine y no te suelta hasta los títulos de crédito. O el que ha escrito párrafos de todos los tiempos ta-ta-ta-ta y se merece estar en la mejor estantería de casa. Incluso también es el que está en el trabajo en el pasillo de al lado y vale, habla un poco raro, pero es que él es así.
El argentino es el entrenador de voz ronca de detrás de la portería y terno negro al que sigues partido a partido. Y es el mediapunta de charol y caracol en el pelo que gambetea cuatro tibias en una baldosa. Y hasta es capaz de ser un portero con el pantalón largo del chándal en verano y en invierno.
Son los de toda la vida, individuos capacitados para dar los buenos días con un soneto como si hubiera un Nobel en juego en cada frase. Son los de siempre, los del debate Messi-Maradona y nos dieron los diez. Los que creen que una tertulia corta de fútbol es de siete horas sin VAR.
Aparte del folclore, parece que estos días si alguien ve a un argentino por la calle está obligado a mirar si lleva una pistola en el abrigo. Parece que hay que ponerle a hacer el pino a ver si es medio bobo. Parece que hay que explicarle lo bonito que es Madrid en Navidad y que hay una administración de lotería, Doña Manolita, en la que hay cola diez meses al año. No sé si en Alemania cuando aparece un español todavía le piden que toree por la calle. Creo que no.
Y sí, vienen algunos salvajes, que son argentinos que ensucian a los que conocemos de siempre. Con los de toda la vida compartes barras y bravas (no confundir con barras bravas). Es fácil elegir. Son argentinos, no son marcianos. No seamos boludos».
La periodista y locutora falleció luego de una larga lucha contra una enfermedad. Tenía 78 años.
Betty Elizalde, símbolo de la radiofonía nacional, falleció a los 78 años, luego de una largar lucha contra una enfermedad.
Periodista y locutora, debutó en la profesión a los 18 años, y ganó dos premios Martín Fierro y un Konex como locutora en 1981. En 2015, cuando debía iniciar la sesiones de quimioterapia, Betty había denunciado que no le brindaban los medicamentos para su tratamiento.
La Casa Blanca anunció este miércoles que le retira la credencial al periodista de CNN Jim Acosta, luego de un tenso intercambio entre el reportero y el presidente estadounidense, Donald Trump, durante una rueda de prensa.
“El presidente Trump cree en la libertad de prensa y espera que le hagan preguntas duras a él y a su gobierno. Sin embargo, nunca vamos a tolerar que un periodista le ponga las manos encima a una mujer joven que simplemente trata de hacer su trabajo como becaria en la Casa Blanca”, dijo en un comunicado la portavoz de la presidencia, Sarah Sanders, con respecto al momento en el que Acosta forcejeó con la empleada porque no quería soltar el micrófono.
Posterior a esto, el presidente le dijo al periodista que “Te digo, CNN debería avergonzarse de que trabajes para ellos. Eres una persona grosera, terrible. No deberías estar trabajando para CNN. Adelante. Eres una persona muy grosera, la forma en que tratas a Sarah Huckabee Sanders es horrible. La forma en que tratas a los demás es horrible. No deberías tratar a la gente de esa manera”.
Según el medio CNN en Español, casi al mismo tiempo que Sanders confirmaba el retiro del “hard pass” a Acosta, el periodista fue detenido en la avenida Pensilvania de la Casa Blanca, lugar por donde ingresan los reporteros.
El periodista publicó un video en su cuenta de Twitter, donde se registra el momento en el que se le niega el acceso a la Casa Blanca.
Arabia Saudita admitió que el periodista saudí Jamal Khashoggi murió en su consulado en Estambul, informó un medio estatal.
“Las conversaciones entre Jamal Khashoggi y las personas con las que se entrevistó en el consulado del reino en Estambul degeneraron en una pelea, que provocó su muerte”, indicó la agencia oficial saudita SPA, citando a la fiscalía.
En su última colaboración con el Washington Post, Khashoggi denunció las trabas a la libertad de prensa en el mundo árabe y afirmó que “desgraciadamente, esta situación probablemente no cambiará”.
El periodista debía cumplir 60 años el 13 de octubre, pero el 2 entró en el consulado saudí de Ankara y no volvió a aparecer. La prensa turca aseguró que Khashoggi fue torturado y salvajemente asesinado. Y Washington instó a Riad a publicar cuanto antes los resultados de su investigación.
Arabia Saudita desmintió en un primer momento la muerte del periodista, pero este sábado admitió que había fallecido en el interior de su consulado en Estambul.
El saudí tuvo una intensa carrera que lo hizo pasar en 35 años por el islam político de los Hermanos Musulmanes, la prensa saudí, los círculos dirigentes de Riad y los mayores diarios internacionales, entre ellos el Washington Post.
Khashoggi se había exiliado a Estados Unidos tras una ola de detenciones en septiembre de 2017 en el reino saudí. Desde entonces no había cesado de denunciar los “excesos” del príncipe Mohamed, de 33 años, apodado MBS.
En aquel momento anunció que se le había prohibido publicar en el diario panárabe Al Hayat, propiedad del príncipe saudí Jaled bin Sultan al Saud, por haber defendido a los Hermanos Musulmanes, cofradía considerada “terrorista” por Riad.
El 6 de marzo de 2018 escribió en un editorial, cofirmado por el historiador británico Robert Lacey, en The Guardian: “Por su programa de reformas, el príncipe heredero merece elogios. Pero este joven e impetuoso innovador no ha alentado ni permitido el menor debate en Arabia Saudita”.
El asesinato del activista saudí Yamal Khashoggi habría durado siete minutos, según Al Jazeera
Quentin Tarantino ficcionó muertes horrendas, pero jamás una como la del articulista del ‘Washington Post’ Yamal Khashoggi: real, según dos medios con acceso a fuentes de la investigación. Este martes a última hora de la noche, una serie de tuits, atribuidos al director en Estambul del canal catarí Al Jazeera, relataron los instantes finales del crítico saudí, con numerosos detalles escabrosos.
Khashoggi, un hombre próximo a círculos de poder del reino del desierto, confrontado con su príncipe heredero Mohamed bin Salman, desapareció el dos de octubre tras acudir al consulado de Arabia Saudí en Estambul para tramitar los papeles de su próximo matrimonio. Todas las fuentes policiales han asegurado hasta hoy, en contra de la versión de Riad, que no salió de él. Que lo mataron dentro.
Cuatro días después de su desaparición, investigadores turcos informaron a la prensa del asesinato del columnista. Entre los detalles dados a medios como el turco ‘Sabah’ se incluye cómo un ‘escuadrón de la muerte’ de 15 funcionarios saudíes, entre ellos Salah Tabiqi, presidente de la Compañía Saudí de Patología Forense, llegaron al consulado en Estambul, desde Riad, cuando Khashoggi lo hizo.
De acuerdo con el relato que ofreció este martes en Twitter el periodista del Al Jazeera Abdel Azim Mohamed, en base a investigadores turcos que no nombró, el asesinato de Khashoggi duró siete minutos. Entró en el despacho del cónsul general y, sin apenas mediar palabra con él, los presentes lo aprehendieron, lo colocaron sobre la mesa de un despacho contiguo y lo drogaron.
Yamal Khashoggi todavía estaba vivo en el momento en que Salah Tabiqi empezó a descuartizarlo, aseguró el informador de Al Jazeera. No lo sedaron hasta tiempo después de comenzar. Para hacer el horror más llevadero, Tabiqi recomendó al resto de presentes escuchar música. Él siguió desmembrando al articulista, en una tarea que duró siete minutos. El cónsul general estuvo en aquellas dependencias.
Todas estas aseveraciones se sostienen en base a una grabación en manos de los investigadores turcos y que, de acuerdo con varios periodistas, parte de ella ha sido enviada a medios de comunicación turcos. Su origen no es claro. Se cree que podrían proceder de micrófonos secretos que la Inteligencia turca tenía implantados en la legación diplomática.
Aparte, los detalles revelados por Al Jazeera casan con lo publicado por CNN el martes por la noche, asegurando que Khashoggi fue «despedazado». El periódico ‘New York Times’, días antes, había citado a un investigador turco detallando el uso de una sierra para acabar con el saudí y definiendo el fin del columnista como «al estilo Pulp Fiction».
Por su parte, el periódico progubernamental turco ‘Yeni Safak’, uno de los que supuestamente posee las grabaciones de lo acontecido dentro del consulado, ha publicado otros detalles: que a Khashoggi se le torturó cortándole las falanges de las manos y que, finalmente, fue decapitado. Añade detalles de una conversación entre los presentes y el cónsul general saudí en Estambul, Mohamed Utaibi.
«[Hacedlo] en cualquier sitio por ahí o tendré problemas», cita el Yeni Safak al delegado consular de Arabia Saudí en la ciudad turca. Se le responde, según dicho periódico que «cállate si quieres seguir vivo cuando estés de vuelta en Arabia Saudí». Desde el lunes, un equipo de inspectores y un fiscal trata de hallar restos químicos y biológicos que refuercen esta versión terrible del fin de Yamal Khashoggi.
Debe estar conectado para enviar un comentario.