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  • Murió por un accidente friendo un huevo

    Murió por un accidente friendo un huevo

    El lunes 26 de febrero, Elisângela Oliveira, una mujer brasileña de 33 años, murió en un hospital de Limeira, municipio en el estado de São Paulo, tras atravesar más de diez días durísimos en cuidados intensivos.

    Según informes de los medios locales, la mujer fue ingresada el pasado viernes 16 de febrero tras sufrir un accidente doméstico al intentar cocinar un huevo a la plancha.

    Oliveira recién había llegado de un día de trabajo exhausta y decidió preparar para comer un huevo frito. Sin embargo, en vez de romper simplemente el huevo en el borde de la sartén y dejarlo el recipiente, la joven optó por una preparación atípica.

    La brasileña tiró el huevo en un vaso mientras esperaba que el aceite se calentara y no se dio cuenta que en el vaso había agua. Por este motivo, al tirar el huevo con agua a la sartén provocó una reacción explosiva y le generó gravísimas y dolorosas quemaduras en el 17% de su cuerpo.

    Las lesiones fueron considerables en las zonas del cuello y el mentón. La mamá de un recién nacido de un año fue rápidamente trasladada en primera instancia al hospital de Rio Claro, ciudad donde residía.

    Una vez trasladada a Limeira para ser intervenida quirúrgicamente, estuvo 10 días en terapia intensiva, pero murió a causa del dolor de las quemaduras.

  • Murió Silvina Luna a los 43 años

    Murió Silvina Luna a los 43 años

    La modelo sufría de insuficiencia renal aguda y estaba internada desde el 13 de junio. Profundo dolor en el mundo del espectáculo.

    Silvina Luna murió este jueves a los 43 años en el Hospital Italiano, donde estaba internada desde el 13 de junio. La modelo sufría de una insuficiencia renal aguda producto de una mala praxis en una operación estética realizada por el doctor Aníbal Lotocki en 2011 y aguardaba un trasplante de riñón, que se demoró tras haber contraído una bacteria que derivó en su internación durante más de tres meses.

    “Silvina ya no está más con nosotros”, dijo Flor de la V al aire de Intrusos, a las 13.48 del jueves al mediodía. Consternada en llanto, la conductora confirmó la noticia luego de hablar con Fernando Burlando, el abogado de la modelo. Minutos antes, Jorge Rial había dado precisiones sobre su salud. “Todo lo que vamos a contar es esto, esta decisión familiar obviamente de desconectar a Silvina. Lamentablemente esto acaba de suceder. Nada, está en manos de Dios, o lo que vos creas”.

    Desde su ingreso al nosocomio, la actriz permaneció sedada y con respirador artificial hasta el jueves 29 junio, cuando experimentó una leve mejoría. Luego su estado de salud estuvo oscilante, entre avances y retrocesos. El último parte médico oficial que emitió el hospital se dio el 17 de agosto y manifestaba una evolución dentro de la gravedad general del cuadro. “Se encuentra respirando por sus propios medios, con rehabilitación kinesiológica, nutricional y psicológica”, decía el escrito. Sin embargo,Burlando se mostró preocupado en la tarde del miércoles. “Silvina está realmente luchando por su vida, por su recuperación. Está siendo una lucha incansable. Y estas cosas hacen que no se sepa qué puede pasar”, dijo en el ciclo Poco Correctos (El Trece).

    El fallecimiento de Silvina Luna causó gran impacto entre sus amistades, sus seguidores y la comunidad artística, que desde que se supo la gravedad de su cuadro convocaron a cadenas de oración y llamaron a donar sangre, en una iniciativa movilizó a la opinión pública. Pequeñas muestras de amor originadas en un caso que conmovió a todos, tanto por la juventud de Silvina como por lo injusto de su muerte.

    Su incondicional hermano Ezequiel, cuatro años menor, dejó su Rosario natal para instalarse en Buenos Aires y estuvo a su lado hasta último momento. Los hermanos siempre fueron unidos y la relación se fortaleció en 2008, cuando en el lapso de cinco meses fallecieron sus padres, Sergio y Roxana. De hecho, el joven se ofreció como donante de órganos, algo que no convencía del todo a Silvina. “Familiares míos se ofrecieron a donarme un riñón. Todavía falta y no me quiero adelantar. Primero tengo que estar en la lista del Incucai. Una de las personas que se ofreció fue mi hermano, pero a mí todavía me da cosa hablarlo. Yo sé que él está ahí, pero todo depende de muchas cosas”, contó.

    Los problemas de salud de la exparticipante de Gran Hermano comenzaron debido a una intervención estética que se realizó en 2011 a cargo del médico Aníbal Lotocki, quien por ese entonces le inyectó biopolímeros en sus glúteos como parte del tratamiento que terminó produciéndole hipercalcemia y una insuficiencia renal en su organismo. Por ese hecho, el profesional fue condenado por el Tribunal Oral y Correccional N°28 de la Ciudad de Buenos Aires a cuatroaños de prisión -y cinco de inhabilitación para ejercer la medicina- por el delito de lesiones graves en una causa que le iniciaron de manera conjunta Silvina, Stefy Xipolitakis, Gabriela Trenchi y Pamela Sosa.

    A raíz de esta situación, Luna esperaba un trasplante de riñón y mientras tanto, necesitaba hacerse diálisis tres veces por semana en sesiones de cuatro horas ya que sus riñones dejaron de funcionar. A principios de junio había contado con ilusión que empezaba el camino al trasplante, pero que todo se demorado por haber contraído una bacteria. Ese fue el inicio de una pelea de semanas que le terminó costando la vida.

    Silvina Luna nació en Rosario el 21 de junio de 1980 y saltó a la fama en la segunda edición de Gran Hermano, que se emitió en 2001. Fue la finalista del reality que consagró a Roberto Parra, y el ingreso por la puerta grande a la vida que siempre soñó y a una carrera que la tuvo durante 20 años en la primera plana del mundo del espectáculo. En televisión, actuó en programas como Son de fierro, La pelu y Las estrellas y fue panelista en ciclos como Incorrectas, Flor de equipo, además de destacarse en Bailando por un sueño. En teatro, se lució en las revistas Coronados de risa… vivamos! y El champán las pone mimosas y en las comedias familiares Algunas mujeres a las que le cagué la vida y Abracadabra.

    Su último trabajo fue durante 2022 en la primera temporada de El Hotel de los Famosos, que debió abandonar por sus problemas físicos. Fue allí que el público tomó real dimensión de su cuadro y asumió esa lucha como propia, empatizando con su salud y haciendo fuerza para su recuperación. Que elevó plegarias y buenos augurios hasta último momento. Y que hoy llora su muerte, tan temprana, y tan injusta.

  • Murió Pelé, el rey del fútbol: la historia completa del mito que transformó un deporte

    Murió Pelé, el rey del fútbol: la historia completa del mito que transformó un deporte

    Edson Arantes do Nascimento fue una leyenda, uno de los atletas más trascendentes en todo el planeta. El brasileño quedará por siempre en la eternidad como el rey que dominó por completo una era del fútbol.

    Pocas veces resultó tan sencillo describir al fútbol como fenómeno. Decir “Pelé” lo resume todo y no necesita traducción en ningún lugar del planeta. Tres títulos mundiales de selecciones, dos de clubes y 1283 goles en su carrera podrían acabar con cualquier comparación, pero el genio de Brasil fue mucho más que eso. Representa la belleza del juego, la maravilla del espectáculo. A los 82 años, y tras convivir durante meses contra una delicada enfermedad que deterioró su salud, este jueves 29 de diciembre murió en el Hospital Albert Einstein de San Pablo. El eterno rey ahora es una leyenda.

    Edson Arantes do Nascimento nació el 23 de octubre de 1940 en Tres Corazones, en Minas Gerais y su infancia estuvo marcada por dos ilusiones: tratar de ser jugador de fútbol como su padre, y revertir la historia de la selección de su país ganando una Copa del Mundo tras el fracaso en el Mundial de 1950 en el Maracaná ante Uruguay, cuando él tenía sólo nueve años y sufrió mucho aquella situación.

    Su padre, Joao Ramos do Nascimento, Dondinho, era un buen delantero que hasta llegó a marcar cinco goles de cabeza en un mismo partido (Pelé dijo que es un récord que siempre quiso batir y no pudo). Había sido jugador del Fluminense y del Atlético Mineiro, pero una lesión en su rodilla (en un choque contra Augusto, capitán después de la selección brasileña en el Mundial de 1950) truncó su carrera a los 24 años.

    Pelé era conocido de niño como Dico y se fue a vivir a Baurú porque su padre fue contratado por el equipo de esa ciudad. Allí jugaba al fútbol con una pelota de trapo, y creó con sus amigos del barrio un equipo llamado Ameriquinha, desde donde saltó al Baquinho, las divisiones inferiores del Baurú. Allí fue entrenado por Waldemar do Brito, que había jugado el Mundial de Italia 1934, y éste fue fundamental para perfeccionar su técnica y convencerlo de hacerse profesional, y a su madre, Celeste, para que aceptara abandonara su trabajo en una fábrica de zapatos y fuera a jugar al Santos FC.

    Do Brito le ganó la pulseada, por poco, a Elba de Padua Lima, Tim, que era el DT del Bangú de Río de Janeiro y había jugado el Mundial de Francia 1938 (y quien en 1968 dirigiría a Los Matadores, campeones invictos del Metropolitano con San Lorenzo de Almagro). Pelé tenía tres hermanos, María Lucía, Edson y Zoca, componiendo una familia muy humilde, tanto, que contó que al llegar al Santos, “lo primero que hice fue ir corriendo al agua, para comprobar si era efectivamente salada como decían”.

    Había abandonado la escuela en cuarto grado, con muy malas notas. También vendía bebidas frescas en las estaciones de trenes, lustraba zapatos y le pusieron “Gasolina” cuando se empleó en una estación de servicio, pero no le gustaba ese apodo. También arrastraba el de “Pelé, aunque hay dos versiones sobre su origen. Una dice que como su madre estaba harta de que sólo se interesara por el fútbol, le decía “si sólo te dedicás a jugar al fútbol, vas a ser un pelé (un don nadie, un pelele) toda tu vida”. La otra indica que venía de las “peladas”, los descampados en los que jugaba con sus amigos en Baurú.

    Se destacó de entrada y hasta llegó a entrenarse con profesionales pero le decían que debía mejorar su complexión física porque era demasiado flaco (47 kilos). Jugando para el sub-16 de San Pablo, malogró un penal importante y eso le hizo pensar en marcharse, pero no se lo permitieron. Otra vez, casi lo convencen del Baurú para regresar y jugar en Primera, incluso hizo su maleta y ya se iba cuando el cuidador del club lo vio en la estación y lo trajo de vuelta.

    En el Santos compartía la pensión de Doña Georgina con Dorval Coutinho, aunque su protector era Zito, a quien iba a comprarle cigarrillos. Debutó ante el Corinthians de Santo André convirtiendo un gol, aunque su primer partido oficial fue ante el Cubatao el 7 de setiembre de 1956 con 15 años, y otro gol. Ganó ese torneo paulista como goleador del equipo, y luego, la Copa Río-San Pablo de 1957.

    Si bien era conocido en Brasil, no lo era en el concierto internacional, tanto es así que se guarda en Santos como un gran documento cuando desde un club de Porto Alegre le pidieron prestado un jugador y el club paulista ofreció a Pelé. El telegrama de respuesta fue “Pelé no interesa, manden a Pagao”, un veterano futbolista, casi retirado.

    Esto cambió con un torneo organizado en el Maracaná con equipos brasileños y europeos (tres goles a Belenenses de Portugal, y uno a cada uno al Dynamo de Yugoslavia, Flamengo y San Pablo) y así logró que el DT de Brasil, Vicente Feola, lo convocara cuando no llevaba un año de profesional. El 7 de julio de 1957 debutó contra Argentina por la Copa Roca en el Maracaná (ganó Argentina 2-1, entró en el segundo tiempo cuando la gente coreó su nombre, y le marcó el gol a Amadeo Carrizo aunque luego del empate, el Gitano Juárez desniveló). Había nacido una estrella, y anotó uno de los dos goles del 2-0 a Argentina tres días después en el Pacaembú.

    Su crecimiento en tan poco tiempo lo llevó a ser convocado para el Mundial de Suecia 1958 aunque no sin polémicas porque fue en detrimento de una de las estrellas del momento, Luizinho, del Corinhians, lo que enloqueció a su hinchada, al punto de que sus manifestaciones consiguieron que la selección brasileña enfrentara al equipo paulista en un amistoso, en el que Ari Clemente, defensor corinthiano, lo lesionó en su rodilla y casi se queda afuera.

    Debutó recién en el tercer partido de grupo ante la URSS de Lev Yashin. Ganó Brasil 2-0 y Feola hizo ingresar a los jóvenes Pelé, Garrincha y Zito luego del empate 0-0 ante Inglaterra y pese a la oposición del psicólogo del plantel. Pero en cuartos de final, País de Gales se metió atrás y Pelé marcó un gran gol con el que Brasil pasó a semis (sombrero a Williams en el punto penal y antes de que la pelota picara y con Bowen acosándolo, le pegó con el empeine derecho cerca del palo derecho de Kelsey). Pelé siempre dijo que ese gol fue el que le dio la confianza definitiva.

    Luego, en lo que fue una final anticipada, llegó un triplete a la Francia de Kopa y Just Fontaine en el espléndido 5-2. En la final ante la Suecia de Liedholm y Gunnar Gren, Brasil iba perdiendo con gol de Liedholm, Pelé estrelló una pelota en el palo, pero la maravilla ocurrió en el segundo tiempo con el tercer gol, cuando pasó la pelota por arriba de Gustavsson y le dio a la pelota sin que picara. Con el partido 4-2 y casi definido, Pelé le ganó en el aire a dos defensores, alcanzó a cabecear de una manera rara a la pelota y ésta hizo una parábola antes de meterse en la red. Pelé y Brasil eran campeones del mundo por primera vez y Pelé, en una escena mítica, lloraba en los hombros del arquero Gilmar.

    Hasta hoy, fue la única vez que una selección sudamericana ganó un Mundial en Europa. Tenía 17 años y la revista francesa L’Equipe le otorgó el título de “Rey del Fútbol” y quedó para siempre como “O Rei”. Eso le permitió, al regresar a Brasil, renegociar su contrato con el Santos por 22 mil dólares de prima, una casa y un automóvil Volkswagen.

    A la vuelta al Santos, Pelé ya era muy famoso y se adueñó del equipo cuando el crack Emmanuele Del Vecchio emigró al Milan. La de 1958 fue una temporada sensacional, con 58 goles en 38 partidos. El equipo por esos años, daba notables espectáculos con jugadores como Mauro, Gilmar, y una brillante delantera, que para Pelé fue la mejor que integró: Dorval, Mengalvio, Coutinho, Pelé y Pepe.

    A los 18 años tuvo que hacer el servicio militar en el Sexto Grupo de Artillería Motorizada en Santos. Jugó para el equipo de su cuartel y para el Ejército de Brasil y llegó a participar del campeonato militar sudamericano, en el que alcanzó la final y fue expulsado en ésta ante Argentina.

    Justamente al año siguiente concurriría al Sudamericano de Buenos Aires. Pelé fue la figura excluyente, y goleador del torneo, pero Brasil sólo pudo empatar con Argentina en el último partido y los locales fueron campeones. Pelé no volvería a jugar más en la Argentina con la camiseta de Brasil. También protagonizó allí una recordada batalla campal con Uruguay, con resabios de aquella derrota de 1950 en el Maracaná.

    El 5 de marzo de 1961 Santos enfrentaba al Fluminense en Río de Janeiro y le ganaba 1-0 con gol suyo cuando a los 40 minutos recibió de Dalmo, eludió a Valdo, se sacó de encima a Edmilson con un amague, pasó entre Clovis y Altair, desorientó a Pinheiro con una finta perfecta, Jair Marinho le fue con todo cuando ingresaba al área pero superó también ese escollo y cuando le salió el arquero Castillo, sacó un remate suave a su palo derecho y lo venció. El relator Valdir Amaral gritó entonces en la radio “Este gol merece una placa”. Al poco tiempo, el desaparecido diario paulista “O Esporte” colocó una placa en el Maracaná que dice “En esta cancha, el día 5-3-61 Pelé marcó el gol más bonito de la historia del Maracaná”.

    Para el Mundial de Chile 1962, el DT era Aymoré Moreira. Pelé llegaba con un exceso de partidos y se le había diagnosticado un esguince inguinal. Ya Brasil había pasado del sistema 4-2-4 al 4-3-3, y la estrella del Santos debutó con un gol ante el México del arquero Antonio Carbajal (que atajó en cinco Copas del Mundo) pero ya en el segundo partido ante Checoslovaquia no daba más y cayó fulminado de dolor. Como no había cambios en esa época, siguió en el partido, aunque renqueando, y ya no volvió a jugar más. Fue reemplazado por Amarildo y fue Garrincha el que brilló para el segundo título.

    Pelé volvió para la Copa Libertadores con el Santos en 1962 sólo para la última final ante el Peñarol de Alberto Spencer. Fue en Buenos Aires, en el Monumental, luego de dos 0-0. Pelé marcó dos goles y los brasileños ganaron 3-0. Eso le dio la posibilidad de jugar ante el Benfica de Eusebio, Coluna y Simoes la Intercontinental (3-2 en la ida, con dos goles suyos y 5-2 en Lisboa con un recital suyo y cuatro tantos).

    Al año siguiente, ya cuando comenzaba la tendencia mundial al tacticismo (el Santos era uno de los pocos que daba respuesta a eso con su fútbol excelso), tuvo que enfrentar a Boca en dos encarnizadas finales de Copa Libertadores en 1963. Fue cuando un jugador le rasgó el pantalón a Pelé y se lo tuvo que cambiar. El Santos ganó los dos partidos pero tuvo que remontar. Y Pelé fue protagonista las dos veces. Fue a jugar la Copa Intercontinental ante el Milan de Gianni Rivera, Giovanni Trappatoni, Cesare Maldini y Amarildo. Los italianos ganaron 4-2 en San Siro (Pelé marcó los dos) y en el Maracaná, sin Pelé, Santos ganó 4-2 y el desempate 1-0.

    Para 1964, llegó como DT al Santos Julio Massei, de mucho éxito en Palmeiras y empezó una segunda era dorada con Carlos Alberto, Clodoaldo y el argentino José Manuel Ramos Delgado,entre otros. También llegó a jugar César Menotti. “No digo nada nuevo si afirmo que Pelé fue un monstruo. Tenía unas extraordinarias condiciones físicas, técnicas y mentales y además, era guapísimo. Y como si fuera poco, siempre, desde que comenzó su carrera, estuvo rodeado de grandes jugadores”, recordó años después Ramos Delgado, llegado en 1967.

    Durante ese mismo 1964, Brasil sufrió una inesperada derrota como local en la Copa de las Naciones que se llevó Argentina al vencer 3-0 en el Pacaembú de San Pablo con dos goles de Roberto Telch. Pelé fue expulsado por un codazo al “chino” José Mesiano, que lo marcaba rigurosamente. Antes, había simulado un penal a partir de una falta inexistente de Antonio Rattín, y que, insólitamente, no ejecutó sino Gerson, y atajó Carrizo. El duelo con Rattín ya venía del año anterior, en la final de la Copa Libertadores. “Dejá, que del negro me encargo yo”, decía a sus compañeros, en voz alta, el capitán argentino. “Sin violencia, Rattín, sin violencia”, imploraba Pelé.

    Para 1966 vino el Mundial de Inglaterra al que Brasil llegó con una desastrosa preparación, y Amarildo, lesionado en la gira previa. Brasil debutó con un 2-0 a Bulgaria (Pelé anotó de tiro libre) pero el árbitro no cobró casi ninguna falta de las permanentes del defensor Zhechev. Para tomar precauciones, lo reservaron ante la Hungría del gran Florian Albert y perdieron 3-1 ante los magyares, y ya en el decisivo partido ante la Portugal de Eusebio no sólo volvieron a caer 3-1 sino que el defensor Morais lo lesionó con otra doble falta que el árbitro no señaló, en un contexto de muchas dudas en los arbitrajes que acabaron perjudicando a los tres exponentes sudamericanos, junto con Argentina y Uruguay.

    Al regresar, Pelé renunció a la selección brasileña pero yalas exhibiciones con el Santos eran espectaculares y por todo el mundo. Pelé se codeaba con mandatarios, estrellas del cine, políticos (Robert Kennedy, por ejemplo, asistió a uno de sus partidos y se acercó al vestuario para regalarle un dólar de oro como símbolo de su admiración, en Biafra acordaron una tregua de 48 horas de una guerra que se libraba para poder ver en acción al Santos en una de sus giras por África, fue recibido por los papas Juan XXIII y Paulo VI).

    En un amistoso en Colombia fue expulsado y cuando ya se iba a cambiar en el vestuario, un dirigente vino a decirle que no lo hiciera, que ante la indignación de la gente habían decidido cambiar al árbitro para poner a un juez de línea para que siguiera, hasta que en 1969 llegó a su gol mil justo en el Maracaná y ante el arquero argentino Edgardo Andrada, del Vasco da Gama. Fue el 19 de noviembre y ante 65.000 personas. Dio una vuelta olímpica y entrevistado en ese momento, dijo “Pensé en Navidad, pensé en los niños”.

    Cerca del Mundial de México, consideró regresar a la selección cuando fue destituido Aymoré Moreira y reemplazado por el periodista marxista Joao Saldanha, que usó como base a los jugadores del Santos y Botafogo (su ex equipo) pero fue destituido también por sus problemas con el poder político y con el presidente de la CBD, Joao Havelange. Fue convocado entonces como DT su ex compañero en 1958 Mario Zagallo, y se clasificó en su grupo sudamericano ganando todos los partidos.

    El Mundial de 1970 fue el de un Pelé excelso, con jugadas para recordar (remate de mitad de cancha que casi vence al arquero checoslovaco Ivo Viktor, el cabezazo que le sacó Gordon Banks, que se considera la mejor atajada de la historia de los Mundiales, un golazo de tiro libre ante Rumania, el amague a Ladislao Mazurkiewicz ante Uruguay en semifinales, dejando correr la pelota por un costado, yéndola a buscar por el otro, y rematando cruzado y apenas desviado –Alonso lo pudo hacer ante Independiente en 1972-, el gol de cabeza en la final, cuando Tarciso Burgnich dijo que pensó que Pelé era humano y ese fue su error en la marca, el pase sin mirar a Carlos Alberto en el 4-1 final).

    Ese Mundial, que significó que Brasil se quedara definitivamente con la Copa Jules Rimet, desató una gran euforia (el poeta Vinicius de Moraes cantaba “La Copa del Mundo es nuestra”), pero también fue utilizada políticamente por la dictadura militar de Emilio Garrastazú Médici, algo de lo que Pelé se dio cuenta años más tarde, igual que muchos de sus compañeros de equipo.

    El 18 de julio de 1971 jugó su último partido con la selección verdeamarilla ante Yugoslavia. Era el final, y también se planteaba dejar un Santos en decadencia cuando en 1972 le vencía el contrato y lo explotaban con giras por todo el planeta, sin parar.

    En 1974, Joao Havelange, que se lanzaba como candidato a presidente de la FIFA, intentó convencerlo para volver a la selección para el Mundial de Alemania Federalpero no sólo no aceptó sino que ese año terminó también su carrera en el Santos con una impresionante despedida en Vila Belmiro.

    Sin embargo, estuvo a punto de quebrar por malos negocios y la única que le quedaba era regresar al fútbol. Tenía ofertas de Juventus, Milan. Real Madrid y América de México pero el Cosmos de Nueva York estaba detrás de él desde hacía tres años a través de su presidente, Cliv Toye. No había presiones y Pelé prefirió eso a sus 35 años. Fue presentado el 11 de junio de 1975. Su DT sería Gordon Bradley, a quien ya había enfrentado una vez y había sido su marcador. Su debut fue una semana después en la NASL ante el Toronto Metros.

    El Cosmos pasó de 8000 aficionados a 22.500 pero la temporada fue decepcionante y además, Pelé se lesionó ante San José Earthquakes. Así es que para la temporada siguiente, la entidad estadounidense decidió reforzarse con el peruano Ramón Miflin y Nelsi Morais, ambos del Santos, y con el italiano Giorgio Chinaglia, de Lazio. El DT pasó a ser Ken Furphy, que trajo tres jugadores del Sheffield United inglés, pero los planteos eran muy defensivos, así que volvió como DT Bradley, que estaba en un cargo administrativo. Acabaron perdiendo la final ante el Tampa Bay Rowdies por 3-1 y Pelé recibió un botín con incrustaciones de oro por llegar a su gol 1250.

    Decidieron contratar entonces a Eddie Firmani, el DT de los campeones, y ficharon a Franz Beckenbauer y a Carlos Alberto, y por fin salieron campeones al vencer en la final a Seatlle Sounders 2-1. Partieron de gira por todo el mundo y tras 111 partidos y 65 goles, a poco de cumplir 37 años, el 1 de octubre de 1977, Pelé dijo adiós a su carrera ante 75.000 personas en un partido Santos vs Cosmos (ganaron los yanquis 2-1). Luego se quedó tres años más en Estados Unidos representando a veinte empresas y creó la Pelé Sports & Marketing. Finalizaba su carrera con 1283 goles en 1367 partidos. Oficialmente, y mientras los propios reclutadores de estadísticas continúan en discusión por las cifras, sumó 760 en 831 partidos para quedar actualmente en la historia detrás de Josef Bican, Romario, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.

    En una encuesta de FIFA de 2000 fue elegido como mejor jugador del siglo XX con el 72,7% de los votos. El COI lo eligió como el atleta del siglo XX en 1980. Con el Santos obtuvo 10 campeonatos paulistas, 3 torneos Río-San Pablo, 6 campeonatos brasileños, 2 Copas Libertadores, 2 Copas Intercontinentales y una Supercopa de Campeones Intercontinentales. Es el máximo goleador del Santos con 541, y de la selección brasileña (95), y por si fuera poco, es el inventor de la “Paradinha” en la ejecución de los penales, un último amague antes del remate “porque en ese tiempo, los arqueros solían adelantarse mucho”, explicó.

    Nunca ganó el Balón de Oro porque sólo se le entregaba a europeos pero en la gala de enero de 2014, la FIFA le otorgó uno honorífico.

    Durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, en los años noventa, fue ministro de Deportes y se promulgó la llamada “Ley Pelé”, por la que si el jugador termina su contrato y no renueva con su club, queda en libertad de acción.

    Por esos años generó una gran polémica en Brasil por haber hecho campaña a favor de EEUU para organizar el Mundial 1994 justamente contra su propio país, y en ese mismo tiempo fue asesor ejecutivo en el Santos y quiso traer al club a Diego Maradona y viajó especialmente a Buenos Aires a reunirse con él y Carlos Menem, el día que éste fue reelecto presidente argentino. Con Maradona, se conocieron en 1979, reunidos por la revista “El Gráfico” en Brasil y siempre existió una relación especial con muchos vaivenes, enemistades y reconciliaciones, con declaraciones cruzadas y permanentes alusiones personales.

    Fue nombrado Caballero de Honor del Imperio Británico, Ciudadano del Mundo por la ONU y es embajador para la Ecología y Medio Ambiente de la UNESCO, y embajador del Deporte en el Foro de Davos (2006).

    En cine trabajó en “Escape a la victoria” (1981) junto con Bobby Moore, Osvaldo Ardiles, Kazimierz Deyna y actores como Michael Caine, Max Von Sydow y Sylvester Stallone, y también fue actor en la TV.

    Su amor por la música lo llevó a componer unos quinientos temas musicales y grabar discos, aunque algunos se mantienen en el anonimato “porque nunca quise que se compararan mis capacidades”. Es nombrado en más de cien canciones en todo el mundo.

    Se casó en 1966 con Rosemeri Cholbi pero se divorció en 1978. Se dijo que con los continuos viajes por giras, se veían muy poco. Tuvo cuatro hijos, Kelly, Cristina, Edinho (el arquero del Santos que estuvo preso en 2005 por tráfico de drogas y ahora purgando una larga condena por lavado de activos provenientes del narcotráfico) y Jennifer. En 1994 se casó otra vez, con Assiria Seixas Lemos y tuvo a los gemelos Josua y Celeste.

    Se le conocieron amoríos con Xuxa y con dos reinas de la belleza: Mis Brasil 1986 (Deisa Nunes de Souza) y Miss Brasil 1989 (Flavia Cavalcanti).

    Tuvo que reconocer otra hija extraconyugal a través de la Justicia, Sandra Regina Machado, quien murió de cáncer en 2006, y se le atribuye otra más. No asistió al entierro pero dio a entender que no suele hacerlo en ningún caso y de hecho, tampoco lo hizo con homenajes póstumos a sus padres, de quienes dice que cuando nació, “ellos cerraron la fábrica” y que nació para jugar al fútbol “como Beethoven para la música”.

    Si bien tuvo diversos problemas de salud a lo largo de la última década, inclusive con un problema en la cadera que dificultó su desplazamiento, fue durante los últimos años que su cuadro se complicó a raíz del hallazgo de un tumor de colon. Fue operado en septiembre del 2021 y a partir de allí fueron constantes sus chequeos en el Hospital Albert Einstein de San Pablo. El 29 de noviembre de este año, mientras la Copa del Mundo en Qatar empezaba a dar sus primeros pasos, se conoció la noticia de un nuevo ingreso al centro médico para una “reevaluación del tratamiento de quimioterapia para el tumor colónico”. El cuadro empeoró semana a semana, a punto tal que su familia se reunió para acompañarlo en sus últimas horas.

    Más allá de las polémicas, la indiscutible brillantez de Pelé lo convirtió en el rey de su tiempo y comparte la selecta galería de los mejores jugadores de la historia junto con los argentinos Alfredo Di Stéfano, Diego Maradona y Lionel Messi, y el holandés Johan Cruyff.

    “Cuando una persona es muy conocida y pasa a ser idolatrada, suele olvidar de donde vino. Lo digo porque cuando Edson conoció a Pelé, con sus seis años en Baurú, era Edson el que lloraba, sufría, tenía problemas. Pelé es inmortal, ídolo. Uno puede ir a cualquier lugar del mundo y si pregunta si conocen a Pelé, la respuesta siempre será que sí, pero si uno pregunta quién es Edson, nadie lo sabe y sin embargo, Edson es la base de Pelé”, reconoció para un documental sobre su vida.

  • Murió el ex gobernador de Catamarca Eduardo Brizuela del Moral

    Murió el ex gobernador de Catamarca Eduardo Brizuela del Moral

    El ex gobernador de la provincia Eduardo Brizuela del Moral falleció esta mañana a los 77 años de edad en un sanatorio céntrico de esta capital.

    Brizuela del Moral, que ocupaba una banca en la cámara de diputados de la Nación, fue internado hace varias semanas con una neumonía bilateral, y ya internado tuvo un Accidente Cerebro Vascular. Los médicos que lo atendían y la familia aclararon que la neumonía original no había sido consecuencia del Covid-19.

  • Murió el carpintero rosarino quemado por narcos que lo obligaban a abandonar su casa

    Murió el carpintero rosarino quemado por narcos que lo obligaban a abandonar su casa

    El carpintero rosarino que agonizaba desde el domingo pasado, luego de ser quemado intencionalmente presuntamente por narcos que querían quedarse con su casa, murió esta madrugada en un hospital de la ciudad.

    Así lo consignaron fuentes judiciales, quienes precisaron que Erminio Aguirre (50) falleció como consecuencia de las graves quemaduras que sufrió al ser prendido fuego junto con su casa, previamente rociada con un líquido inflamable.

    La principal hipótesis de las fuentes es que se trató de un nuevo caso en que los narcotraficantes amedrentan a los ciudadanos para quitarles su vivienda y utilizarla para la venta de drogas.

    En este caso, los agresores amenazaron a Aguirre para que desocupara la propiedad y ante la negativa de la víctima la atacaron.

    Todo comenzó meses atrás cuando los asesinos de Erminio amenazaron al hombre a través de mensajes intimidatorios al los que siguieron golpes.

    Luego, los agresores balearon la puerta del domicilio de Aguirre, ubicado en Laguna del Desierto al 3800, de Rosario.

    Así, tras varios intentos fallidos de quedarse con la propiedad, los atacantes arribaron el domingo cerca de las 20.15 al domicilio, rociaron el lugar con nafta y lo quemaron con el hombre adentro.

    El caso fue denunciado al 911, por lo que minutos más tarde la víctima fue trasladada al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), donde falleció luego de tres días de agonía.

    El caso se encuentra en manos de la fiscalía de Homicidios de esa ciudad santafesina.

  • El hombre que murió baleado por un policía tenía pedido de captura por robo y denuncia por violencia

    El hombre que murió baleado por un policía tenía pedido de captura por robo y denuncia por violencia

    El hombre que murió ayer baleado por un efectivo de la Policía de la Ciudad al que presuntamente intentó robarle en el barrio porteño de Saavedra, tenía un pedido de captura vigente por robo y una denuncia por violencia de género, además de antecedentes por drogas, informaron hoy fuentes policiales.

    Los voceros identificaron al fallecido como Juan Francisco Ghergo (29), quien ayer recibió un disparo en el pecho por parte de un efectivo de la Policía de la Ciudad, vestido de civil, con quien había pactado la compra de un teléfono celular que, según se investiga, intentó robarle.

    Voceros policiales indicaron a Télam que el hombre poseía un pedido de captura vigente por robo en poblado y en banda con fecha 24 de noviembre de 2015, a solicitud del Tribunal oral Criminal de Menores 3.

    Según los pesquisas, Ghergo además había sido denunciado en 2020 por hostigamiento en la División de Violencia de Género y Protección Familiar Norte del gobierno porteño.

    Además, tenía dos causas por infracción a la ley de estupefacientes, una de 2011 y otra de 2013, añadieron las fuentes.

    El hecho por el que murió Ghergo ocurrió ayer, alrededor de las 19, en la calle Superí al 4300, de Saavedra,

    Efectivos de la comisaría vecinal 12 A arribaron al lugar luego de recibir un llamado al 911 por un enfrentamiento armado.

    Según las fuentes policiales, en la escena hallaron tirado en la calle a un hombre muerto de un balazo en el pecho y se entrevistaron con un oficial que estaba franco de servicio y vestido de civil que denunció que el fallecido le había intentado robar un celular que había ido a vender a esa zona.

    Siempre de acuerdo con la versión del policía, el hombre primero extrajo un arma de fuego, por lo que él impartió la voz de alto y se trenzó en un forcejeo.

    En medio de esa lucha, el sospechoso le efectuó al menos un disparó, por lo que el policía repelió el ataque, añadieron los voceros.

    Las mismas fuentes indicaron que en poder del fallecido se encontró un revólver Smith & Wesson calibre 32 largo, que contenía tres proyectiles intactos y tres percutados.

    Al lugar arribó una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME), que constató el fallecimiento del joven.

    El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 13, a cargo de Elizabeth Pasisan, dispuso la intervención a la Policía Federal Argentina para la realizar las pericias en el lugar.

    Las fuentes señalaron que el fallecido residía en el barrio Mitre, ubicado a tres cuadras del lugar del hecho, por lo que familiares, vecinos y allegados se acercaron a la escena del hecho al enterarse de lo sucedido y se generaron algunos incidentes con la policía, que finalmente fueron controlados.

  • Murió el ministro Mario Meoni en un accidente automovilístico

    Murió el ministro Mario Meoni en un accidente automovilístico

    El ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni, murió esta noche en un accidente automovilístico ocurrido en el kilómetro 112 de la Ruta Nacional 7, a la altura de la ciudad bonaerense de San Andres de Giles, informaron fuentes oficiales.

    El automóvil que conducía el ministro chocó y dio un vuelco, sin que de inmediato se conocieran otros detalles acerca del accidente.

    Meoni, de 56 años, se dirigía hacia la ciudad de Junín, en la que reside su familia.

    El ministro iba al mando de un Ford Mondeo, propiedad de Trenes Argentinos, y viajaba solo. Perdió el control del vehículo y falleció en el acto.

    “Con mucha tristeza recibí la ingrata noticia del fallecimiento de @mariomeoni, Ministro de Transporte de nuestro Gobierno. Con él perdemos a un político cabal, incansable y honesto. Un funcionario ejemplar. Con sincero pesar acompaño a quienes como yo lo han querido y respetado”, escribió en Twitter el presidente Alberto Fernández.

    Muchos otros funcionarios del gobierno y dirigentes políticos de diferentes partidos dieron muestras de pesar ante la noticia del fallecimiento.

    De origen político en la Unión Cívica Radical (UCR), Meoni se sumó a las filas del Frente Renovador (FR) de Sergio Massa, de quien era muy cercano y cuyo espacio se sumó a la coalición gobernante del Frente de Todos.

    Este viernes había participado del acto que el presidente Alberto Fernández había encabezado en Rosario, en el marco del programa Capitales Alternas.

    «Hoy acompañamos al presidente Alberto Fernández en la tercera reunión del Gabinete Federal en Rosario, Santa Fe. Allí, junto al gobernador @omarperotti firmamos convenios para realizar 6 obras necesarias en la provincia con una inversión nacional de $918.639.458», había publicado en su cuenta de Twitter poco después del encuentro.

    Durante los últimos días estuvo preparando su intervención en la segunda reunión del Consejo Federal de Hidrovía, que estaba prevista para el próximo lunes, y se aguardaba con mucha ansiedad ese encuentro, ya que el próximo viernes 30 de abril vence la concesión de la vía fluvial troncal del río Paraná, que está a cargo de Hidrovía SA.

    Había nacido en la localidad de Ascensión, partido de General Arenales, el 22 de enero de 1965 y estaba casado desde 1991 con Laura Oliva, con quien es padre de los mellizos, Felipe y Robertino.

    En 1987 fue nombrado empleado del Plan Alimentario Nacional (PAN) del Ministerio de Acción Social de la Nación, durante la presidencia de Raúl Alfonsín.

    Posteriormente, entre 1991 y 1995, ocupó un cargo de concejal por la UCR en el partido de Junín y luego, desde 1995 a 1999 fue prosecretario del Bloque de Diputados Nacionales de la UCR.

    Entre 1999 y 2003 fue diputado provincial por la UCR en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, ejerciendo durante ese tiempo la vicepresidencia segunda de su bloque.

    El 14 de septiembre de 2003 fue electo Intendente Municipal del Partido de Junín con 16.836 votos (el 38,34% del total), y fue reelecto en el cargo el 28 de octubre de 2007 al ganar nuevamente las elecciones, logrando 21.399 votos (el 42,60%).

    En este caso, Meoni integró la Concertación Plural a la que había llamado el entonces presidente Néstor Kirchner.

    En las elecciones de 2011, Meoni volvió a ganar la intendencia de Junín, obteniendo 22.651 votos, lo que representó el 41,27%, y durante su nueva gestión al frente del municipio fue premiado por colocarse a la vanguardia de la innovación tecnológica y la innovación para la gestión pública.

    En el año 2016 fue designado director del Banco de la Provincia de Buenos Aires, cargo que ocupó hasta diciembre de 2019, cuando asumió como Ministro de Transporte de la Nación.

    Como ministro lanzó la construcción de la nueva terminal de partidas de Aeroparque, oficializó el congelamiento por 120 días de las tarifas del transporte urbano en el Área Metropolitana de Buenos Aires y sumó 5 mil millones de pesos a las provincias para que congelen también sus tarifas de transporte.

    Entre algunas de las medidas que tomó como ministro, se destaca la conformación de una comisión para analizar la seguridad de los micros doble piso que fueron partícipes de múltiples accidentes.

    También se aumentaron los vuelos de cabotaje e internacionales de Aerolíneas Argentinas, se incrementaron las frecuencias del servicio de tren Buenos Aires-Mar del Plata y se ampliaron las frecuencias de los servicios nocturnos de los trenes metropolitanos y comenzaron las obras para extender la electrificación del ramal Roca.

  • Murió una joven que viajaba en moto con amigas cuando fueron atropelladas por un auto en La Paternal

    Murió una joven que viajaba en moto con amigas cuando fueron atropelladas por un auto en La Paternal

    Una mujer joven murió hoy cuando la moto en la que viajaba con amigas fue atropellada por un automóvil por causas que se investigaban en el barrio porteño de La Paternal, informaron fuentes policiales.

    El choque se produjo en las primeras horas de esta mañana sobre la avenida San Martín, a metros de la calle Punta Arenas.

    A raíz del siniestro vial, el hombre que conducía el automóvil Nissan Centro quedó demorado a disposición de la justicia para determinar su responsabilidad en el caso.

    Las fuentes señalaron que en base a los dichos de testigos, tres mujeres circulaban a bordo de una moto de mediana cilindrada cuando a metros de un puente de la avenida San Martín fueron embestidas por el vehículo color negro.

    Ante el violento impacto, una de las jóvenes falleció y otras dos debieron ser trasladadas con lesiones al hospital Tornú.

    «El auto venía del puente de San Martín y pasó con el semáforo en rojo cuando las chicas en la moto cruzaban por la calle Punta Arenas», contó a Télam Matías, empleado de seguridad de una estación de servicio ubicada a pocos metros del lugar del choque.

    El hombre aseguró que el conductor del Nissan «quiso escapar pero un vehículo que venía detrás, se adelantó y lo encerró para que no siga».

    El conductor del vehiculo que ayudó a que no escapara aseguró en declaraciones a canal Telefé, que «el coche negro las choca y frené, más que nada iba a encarar al conductor por si se iba porque normalmente es lo que pasa, lamentablemtente muchos se van, llamé además al 911 porque vi que las chicas estaban graves».

    «Me quedé esperando al servicio de emergencia, que dentro de todo llegó rápido» dijo el testigo y explicó que él es chofer de una aplicación y que estaba terminando su jornada para volver a su casa.

    La moto quedó tendida a 50 metros del lugar donde se produjo la colisión, según constató Télam.

  • Murió el periodista Juan Carlos Pérez Loizeau

    Murió el periodista Juan Carlos Pérez Loizeau

    El periodista dedicado al automovilismo y luego conductor televisivo Juan Carlos Pérez Loizeau falleció hoy a los 91 años, en la Ciudad de Buenos Aires, como consecuencia de un accidente cerebrovascular (ACV).

    La información fue suministrada por su excompañera en la conducción de noticieros, Silvia Fernández Barrio, quien escribió en sus redes sociales: «Acabas de irte compañero querido. Te lloro sola en casa. No hay muchos compañeros de trabajo que puedan decir que sólo pasamos maravillosos momentos juntos», sostuvo.

    Pérez Loizeau comenzó su extensa trayectoria como cronista en el diario La Nación y luego pasó a revista El Gráfico, donde se especializó en la cobertura de la actividad automovilística.

    Durante la década del ’70, Pérez Loizeau pudo recorrer Europa siguiendo la carrera de Carlos ‘Lole’ Reutemann en la Fórmula 1, trasmitiendo las competencias que se emitían para la TV por Canal 13

    Se desempeñó también como gerente de noticias en los Canales 7 y 9; además de haber pasado por radios como Splendid, Libertad y Continental, entre otras.

    En la década del ’90, Pérez Loizeau trabajó en América Noticias y luego tuvo un tránsito por Azul Noticias y Telenueve, donde dejó de exhibirse en pantalla por el año 2003.

  • A los 60 años murió Diego Armando Maradona

    A los 60 años murió Diego Armando Maradona

    Y un día ocurrió. Un día lo inevitable sucedió. Es un cachetazo emocional y nacional. Un golpe que retumba en todas las latitudes. Un impacto mundial. Una noticia que marca una bisagra en la historia. La sentencia que varias veces se escribió pero había sido gambeteada por el destino ahora es parte de la triste realidad: murió Diego Armando Maradona.

    Villa Fiorito fue el punto de partida. Y desde allí, desde ese rincón postergado de la zona sur del Conurbano bonaerense se explican muchos de los condimentos que tuvo el combo con el que convivió Maradona. Una vida televisada desde aquel primer mensaje a cámara en un potrero en el que un nene decía soñar con jugar en la Selección. Un salto al vacío sin paracaídas. Una montaña rusa constante con subidas empinadas y caídas abruptas.

    Nadie le dio a Diego las reglas del juego. Nadie le dio a su entorno (un concepto tan naturalizado como abstracto y cambiante a la lo largo de su vida) el manual de instrucciones. Nadie tuvo el joystick para poder manejar los destinos de un hombre que con los mismos pies que pisaba el barro alcanzó a tocar el cielo.

    Quizá su mayor coherencia haya sido la de ser auténtico en sus contradicciones. La de no dejar de ser Maradona ni cuando ni siquiera él podía aguantarse. La de abrir su vida de par en par y en esa caja de sorpresas ir desnudando gran parte de la idiosincrasia argentina. Maradona es los dos espejos: aquel en el que resulta placentero mirarnos y el otro, el que nos avergüenza.

    A diferencia del común de los mortales, Diego nunca pudo ocultar ninguno de los espejos.

    Es el Cebollita que solo tenía un pantalón de corderoy y es el hombre de las camisas brillantes y la colección de relojes lujosos. Es el que le hace cuatro goles a un arquero que intenta desafiarlo y al mismo tiempo el entrenador que intenta chicanear a los alemanes y termina humillado. Es el que se va bañado de gloria del estadio Azteca y el que sale de la mano de una enfermera en Estados Unidos. Es el que arenga, el que agita, el que levanta, el que motiva. El que tomaba un avión desde cualquier punto del mundo para venir a jugar con la camiseta de la Selección. El del mechón rubio y el que estaciona el camión Scania en un country. Es el gordo que pasa el tiempo jugando al golf en Cuba y el flaco de La Noche del Diez. El que vuelve de la muerte en Punta del Este. Es el novio de Claudia y es también el hombre acusado de violencia de género. Es el adicto en constante lucha. El que canta un tango y baila cumbia. El que se planta ante la FIFA o le dice al Papa que venda el oro del Vaticano. El que fue reconociendo hijos como quien trata de emparchar agujeros de su vida. Un icono del neoliberalismo noventoso y el que se subió a un tren para ponerse cara a cara contra Bush y ser bandera del progresismo latinoamericano. Es cada tatuaje que tiene en su piel, el Che, Dalma, Gianinna, Fidel, Benja… Es el hombre que abraza a la Copa del Mundo, el que putea cuando los italianos insultan nuestro himno y el que le saca una sonrisa a los héroes de Malvinas con un partido digno de una ficción, una pieza de literatura, una obra de arte.

    Porque si hubiera que elegir un solo partido sería ese. Porque no existió ni existirá un tramo de la vida más maradoneano que esos cuatro minutos que transcurrieron entre los dos goles que hizo el 22 de junio de 1986 contra los ingleses. El mejor resumen de su vida, de su estilo, de lo que fue capaz de crear. Pintó su obra cumbre en el mejor marco posible. Le dijo al mundo quién es Diego Armando Maradona. El tramposo y el mágico, el que es capaz de engañar a todos y sacar una mano pícara y el que enseguida se supera con la partitura de todos los tiempos.

    Barrilete cósmico. Y la pelota no se mancha. Y las piernas cortadas. Y que la sigan chupando. Y la tortuga que se escapa. Y el jarrón en el departamento de Caballito, el rifle de aire comprimido contra la prensa, la Ferrari negra que descartó porque no tenía estéreo, la mafia napolitana y toda una ciudad que elige vivir en pausa, rendida a su Dios. Es el de las canciones, el los documentales a carne viva y las biografías siempre desactualizadas. El que levanta el teléfono y llama cuando menos lo esperás y más lo necesitás. El que jugó partidos a beneficio sin que nadie se enterara. El que pasa del amor al odio con Cyterszpiler, con Coppola o con Morla. El que siempre vuelve a sus orígenes y le presta más atención a los que menos tienen.

    Es el abuelo baboso y el papá inabordable.

    Es antes que todo y por sobre todas las cosas el hijo de Doña Tota y de Don Diego.

    Y Maradona es en presente pese a que de los que mueren haya que escribir en pasado. Es el que en Dubai se codeaba con jeques y contratos millonarios y el que en Culiacán y con 40 grados a la sombra pedía un guiso a domicilio. El que internaron en un neuropsiquiátrico. El que pudo dejar la cocaína. El que hizo jueguitos en Harvard. Es el que como entrenador de Gimnasia vivió un postergado homenaje del fútbol argentino. Aquel que había dirigido a Racing y a Mandiyú no era este último Diego de las rodillas chuecas, las palabras estiradas y las emociones brotando sin filtro.

    Es también Maradona el hombre que se fue apagando. Se resquebrajó su cuerpo y empezó a sacar a la luz tantos años de castigo físico, de desbordes, de excesos, de patadas, de infiltraciones, de viajes, de adicciones, de subibajas con su peso, de andar por los extremos sin red de contención.

    Y el alma se fue apagando al compás del cuerpo. En el último tiempo ya no quería ser Maradona y ya no podía ser un hombre normal. Ya nada lo motivaba. Ya no servía el paliativo de los antidepresivos ni las pastillas para dormir. Y la combinación con alcohol aceleraba la cinta. Cada vez menos cosas encendían su motor: ni el dinero, ni la fama, ni el trabajo, ni los amigos, ni la familia, ni las mujeres, ni el fútbol. Perdió su propio joystick. Y perdió el juego.

    Lo llora Fiorito, escenografía inicial de esta historia de película y pieza fundacional para comprender al personaje. Lo lloran los Cebollitas donde se animó a soñar en grande. Lo llora Argentinos Juniors donde no solo es nombre del estadio sino el mejor ejemplar de un molde que genera orgullo. Lo llora Boca y toda la pasión que unió a un vínculo que fue mutando pero conservó el amor genuino. Lo llora Nápoles, su altar maravilloso en el que con una pelota cambió la vida de una ciudad para siempre. Lo lloran también Sevilla, Barcelona y Newell’s, que infla el pecho por haberlo cobijado. Lo llora la Selección porque nadie defendió los colores celeste y blanco como él.

    Lo llora el país entero y el mundo.

    Entre tantas cosas que hizo en su vida, Maradona hizo una particularmente exótica: se entrevistó a sí mismo. El Diego de saco le preguntó al de remera de qué se arrepentía. “De no haber disfrutado del crecimiento de las nenas, de haber faltado a fiestas de las nenas… Me arrepiento de haber hecho sufrir a mi vieja, mi viejo, mis hermanos, a los que me quieren. No haber podido dar el 100 por ciento en el fútbol porque yo con la cocaína daba ventajas. Yo no saqué ventaja, yo di ventaja”, se contestó en una sesión de terapia con 40 puntos de rating.

    En ese mismo montaje realizado en 2005 en su programa “La noche del Diez”, el Diego de traje le propuso al de remera que deje unas palabras para cuando a Diego le llegue el día de su muerte. “Uhh, ¿qué le diría?”, piensa. Y define: “Gracias por haber jugado al fútbol, gracias por haber jugado al fútbol, porque es el deporte que me dio más alegría, más libertad, es como tocar el cielo con las manos. Gracias a la pelota. Sí, pondría una lápida que diga: gracias a la pelota”.

    https://www.clarin.com/deportes/murio-diego-armando-maradona-sufrio-paro-respiratorio-grave_0_hCcpbyiC-.html

  • Murió por coronavirus el llamado «Rey del juego clandestino»

    Murió por coronavirus el llamado «Rey del juego clandestino»

    Un hombre de 42 años que se encontraba con prisión domiciliaria por causas vinculadas al juego clandestino murió en las últimas horas en la ciudad de Rafaela tras haber contraído coronavirus, informaron hoy fuentes sanitarias y judiciales.

    David Alejandro Perona, conocido como el «Rey del juego clandestino», murió en el hospital Jaime Ferré de Rafaela tras ser internado el martes pasado por un cuadro de Covid-19 positivo, complicado por comorbilidades como obesidad mórbida.

    Perona murió como consecuencia de “neumonía grave bilateral con distress severo» y se encontraba con asistencia respiratoria mecánica.

    El parte médico añade que padecía coronavirus «asociado con diabetes tipo 2, hipertensión, y obesidad mórbida, con un peso estimado de 270 kilos», además de falla renal y falla hemodinámica.

    Perona estaba siendo investigado como jefe de una asociación ilícita que en los hechos era la red de juego clandestino más importante de la zona central de la provincia de Santa Fe.

    En agosto pasado fue detenido luego de que los fiscales Martín Castellano y Lorena Korakis avanzaron en una investigación que tenía dos aristas fundamentales: las casas de juego y el préstamo de dinero a través del cambio de cheques, lo que le valió también una imputación por extorsión.

    El juez Florentino Malaponte, de Rosario, le dictó prisión preventiva por dos años, que cumplía en su casa de Rafaela a causa de los problemas de salud que arrastraba.

  • Murió un hombre durante un programa de desafíos físicos en TV estadounidense

    Murió un hombre durante un programa de desafíos físicos en TV estadounidense

    Uno de los concursantes del programa estadounidense “Wipeout”, adaptado a muchos países y que en Argentina se conoció como “Hombre al agua”, falleció esta semana de un infarto tras finalizar una de las pruebas físicas a las que son sometidos los participantes.

    Según medios de comunicación norteamericanos, el hecho ocurrió el miércoles, cuando el hombre -cuya identidad no trascendió- acababa de participar y superar uno de los juegos.

    Al finalizar comenzó a sentirse mal, tuvo un infarto y tuvo que ser atendido por los médicos del programa.

    Tras ser estabilizado en el lugar, el concursante fue trasladado a un centro asistencial, donde finalmente falleció.

    La productora, Endemol Shine North America, explicó que el hombre había superado el chequeo médico al que es sometido todo aquel interesado en inscribirse en el show, que constata que se encuentran en condiciones físicas adecuadas y, como corresponde con la pandemia, que den negativo para coronavirus.

    “Ofrecemos nuestras más sentidas condolencias a la familia y nuestros pensamientos están con ellos en este momento”, dijo la productora en un comunicado.

    El formato de “Wipeout”, que en Estados Unidos puede verse por la cadena TBS, tuvo numerosas adaptaciones en todo el mundo, entre las que se cuenta “Hombre al agua” en eltrece, entre 2009 y 2011.

    Ambientado en enormes piletas de agua, el programa consiste en completar un recorrido en el menor tiempo posible superando diversas pruebas de escalada, saltos, equilibrio y fuerza.