El gobernador Raúl Jalil, junto ministro de Agua, Energía y Medio Ambiente, Lucas Zampieri, recibieron a los representantes de la empresa “Puna Bio SA”, quienes realizan importantes estudios de microbiología y biodiversidad en la puna catamarqueña, y descubrieron microorganismos que pueden ayudar a la sustentabilidad de alimentos como la soja.
La reconocida bióloga y ex científica del CONICET, María Eugenia Farías, es una de las principales investigadoras del proyecto y explicó que en la puna catamarqueña se hallan microorganismos llamados extremófilos que viven en condiciones extremas como como los salares, lagunas y volcanes de la puna.
El primer mandatario valoró la importancia de este descubrimiento y remarcó que desde el Gobierno Provincial se destinan fondos del fideicomiso de regalías mineras para, promover, potenciar y desarrollar investigaciones de este tipo a través del Centro de Desarrollo Científico, Tecnológico y Productivo de Catamarca (CEDECITCA).
Durante el encuentro con el Gobernador, Farías comentó que “los extremófilos, asociados a minerales, forman unas estructuras que se llaman estromatolitos, que son los seres más antiguos que habitaron nuestro planeta hace 3.500 millones de años y fueron los encargados de liberar oxígeno, crearon la capa de ozono y prepararon el planeta como lo conocemos hoy”.
“Estos estromatolitos se los creía extintos, pero permanecieron vivos en lugares remotos del planeta como la puna catamarqueña, donde nosotros los descubrimos y los pusimos en valor”, agregó.
Del estudio de estos microorganismos, que lleva más de 15 años, descubrieron un nuevo conocimiento que es el uso de extremófilos aplicados al agro. “Las bacterias, que soportan condiciones extremas en la puna y ayudan a crecer las plantas en estas condiciones, pueden ser aplicadas al agro para ayudar a aumentar los rindes en los cultivos más importantes de Argentina como, por ejemplo, la soja, como así también en Trigo, maíz, porotos, algodón y varios cultivos más.”
Farías, junto a otros científicos, fundaron la empresa Puna Bio, y realizaron las pruebas para comprobar que los extremófilos ayudan a aumentar los rindes en la soja “en una forma muy consistente, no solamente en suelos fértiles, sino que también ayudan a crecer en ambientes desafiantes como la escasez de agua o suelos no tan fértiles”.
Añadió en esta línea: “hicimos pruebas en los distintos campos de Argentina, en todas las condiciones, y comprobamos que el rindes aumenta un 12% o 15% ante el producto comercial. Aparte tiene una gran consistencia, qué significa esto, que es un producto biológico que funciona siempre, por lo tanto, pueda ayudar a la sustentabilidad de la producción de los alimentos y la agricultura”.
Puna Bio lanzó en 2022 su primer producto comercial, logrando llegar a más de 40.000 hectáreas en todo el país. Además, están llevando a cabo ensayos en Brasil y en USA, para introducir este y otros productos en el corto plazo.
La bióloga señaló la importancia de la puesta en valor de la biodiversidad de la puna catamarqueña a nivel global, que hasta el momento era desconocida. “La provincia formará parte de las regalías que se produzcan al emplear este compuesto que ayudará al desarrollo sustentable del agro. El patrimonio biológico de Catamarca es valiosísimo y la única forma de protegerlo es fomentando la ciencia”, finalizó.
En este contexto, la Provincia y Puna Bio avanzaron en un acuerdo que autoriza a la empresa a “la realización de actividades de bioprospección, investigación, desarrollo de productos y/o tecnologías de los recursos genéticos y productos y/o tecnologías desarrollados a partir de dichos recursos Genéticos y para su aplicación en agricultura, veterinaria, ganadería, salud humana, medio ambiente, energía, ingeniería, alimentos e industria u otros desarrollos tecnológicos” en el sector de la puna catamarqueña.
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