Extra Catamarca

Los perros que combaten el narcotráfico

En los últimos días, se concretaron exitosos operativos por parte de las fuerzas provinciales y federales, en la lucha contra el narcotráfico en Catamarca, con el secuestro de importantes cantidades de drogas, y millonarias cifras en dinero en efectivo. En muchos de estos procedimientos, intervienen canes. Luis es uno de los policías de la provincia de Catamarca abocados a la lucha contra el narcotráfico, y además entrenador de perros para detectar drogas. En diálogo con EXTRA CATAMARCA, se apresura a aclarar que estos animales trabajan por una recompensa, y que no son víctimas de ningún sacrificio o de alguna práctica que pudieran perjudicar su salud. La acotación es válida, porque no faltan las personas que, de manera bienintencionada pero errónea, dan por cierto que los perros son obligados a consumir sustancias, de manera que luego las buscan desesperadamente en los operativos, como si sufrieran síndrome de abstinencia. Bueno, todo esto es sólo un mito.


La verdad es que después de realizar el trabajo, los canes reciben una recompensa (que pueden ser un alimento o algún juguete), conociendo además que, si realizaron bien la tarea, el premio es doble. Por eso el animalito emprende su misión con felicidad, y se los percibe alegres a la hora de desarrollar su actividad. Buscan un olor que les enseñaron los educadores a detectar. Tiene necesariamente que haber un vínculo bastante estrecho, un trato personalizado entre el entrenador y el perro. Lo definen casi «como un matrimonio».
Luis comenta que el trabajo se denomina «asociación de olores», y consiste en que el perro busque un pedazo de toalla. Los denominan «olores no narcóticos, que los perros detectan porque son característicos de la sustancia, pero nunca una droga, porque podría llegar a producirle la muerte al animal». El can actúa como un niño que busca su juguete y que trata de sacarlo del lugar donde puede estar escondido, y que finalmente se pone contento cuando lo encuentra.
«La relación entre el guía y el can es muy fuerte. Acá, la mayoría de nosotros que hemos tenido perros a cargo, cuando pasó su tiempo de actividad terminamos levándolos a nuestras casas, porque fue más que un compañero de trabajo», dice Luis. Son años que comparten entre ellos, «millones de experiencias, y como lo definimos nosotros: somos un binomio», define el policía, y se le nota el cariño con el cual se refiere a estos animales cuando habla de ellos.
Consultado sobre el lugar que ocupan los perros en estos tiempos donde se utiliza tanta tecnología para todo tipo de tareas, Luis afirma que «es algo especial… si uno observa la frontera mexicana con los Estados Unidos, con toda la tecnología que ellos tienen, siguen utilizando perros».


    -EXTRA: ¿A partir de qué edad se los entrena?
    -Luis: Nosotros comenzamos con ellos desde cachorros. En particular, en la policía de Catamarca somos criadero de labradores. Así estamos designados.  Ahora se ha cambiado por una disposición que viene desde Nación, se han comenzado a utilizar los ovejeros maremma, que están dando muy buenos resultados y nosotros los estamos criando gracias a una colaboración de la policía de la provincia de Córdoba, con quienes tenemos un trato constante. Nos han dado y ya tenemos tres canes que están en proceso ya bastante avanzado, porque ya encuentran dos sustancias, y en estos momentos están en la etapa de cambiar de hábito, de lugares, para que no se acostumbren a uno solo. Los subimos a colectivos, a camiones, los llevamos a diferentes ambientes, para que el perro vaya sabiendo que puede jugar en todos lados.
EXTRA: ¿Y a partir de qué momento están en condiciones de salir a trabajar?
Luis: La primera etapa es la que se denomina «sociabilidad». Nosotros sacamos a los cachorros para que se adapten al cambio de ambientes, a relacionarse con personas, a conocer escuchar otro ruidos, y ellos siempre van jugando. Después seleccionamos. La característica que debe tener un can de drogas es que tiene que ser lo que se denomina «sanguíneo», con mucho deseo de juego, hiperactivo. Por eso la gente entiende mal, que pueden estar bajo el efecto de alguna sustancia, y no. Él está feliz.
EXTRA: ¿Y qué otra cualidad debe tener para ser adiestrado?
Luis: Lo tenemos que mantener en un estado. Las personas vamos cambiando de estado, pasando de niños a adolescente y luego adultos… bueno, este can a quedar en una situación de niñez. Por eso son sumamente dóciles, cariñosos. Es más: generalmente tenemos que cuidar que no ensucie, porque cuando viene alguien ellos tienden a abrazar, a querer jugar con la persona.
EXTRA: No son animales de ataque…
Luis: No, nunca. Son muy dóciles.
EXTRA: ¿Se utilizan machos y hembras indistintamente?
Luis: Usamos machos y hembras. Generalmente usamos más los machos por una cuestión del celo. Las hembras entran en celo, por una cuestión biológica, y pierden un poquito la atención. Pero además, como en los seres humanos, las hembras no son tan propensas a jugar.
EXTRA: Como las mujeres, son más «maduras».
Luis: Exactamente, las hembras son más de madurar. El macho mantiene más su condición de juguetón.
EXTRA: ¿Cuánto tiempo demanda adiestrarlos?
Luis: Hablemos de un adiestramiento básico para que el perro reconozca olores. Hay una característica que tiene el animal, que es la que nosotros utilizamos: mientras nosotros olemos un pancho, el can tiene la capacidad de dividir los olores. Él va a olfatear la mostaza, la mayonesa, y hasta el olor del hombre que estuvo manipulando el pancho. Usamos esa condición para que comience a identificar olores. A partir de que él sabe que olfateando encuentra su premio, ya es cuestión de comenzar a cambiar de ambiente. Y, más o menos, un perro que esté ya en buena capacidad, estamos hablando de dos años de trabajo. Nosotros tenemos al can Arturo, que fue totalmente criado y preparado desde cachorro por un compañero mío, y en un congreso que se hizo en Córdoba con la participación de todas las policías de las provincias, más Gendarmería, Prefectura y de Aduanas, sacó el segundo lugar. Y es totalmente catamarqueño.

EXTRA: ¿En qué otro tipo de búsqueda se pueden preparar estos animales?
Luis: En el caso de Aduana los utilizan muchas veces para la búsqueda de dinero… Es decir, el perro puede buscar cualquier cosa, mientras se lo entrene con la base del olor. Si le mezclamos olores para el perro va a ser complicado, porque los reconoce a los diferentes tipo de olores. Si lo premiás con pelotitas de tenis, te va a buscar pelotitas de tenis. Les cuento que, cuando hice el curso hace más o menos 15 años en la Policía Federal, en Buenos Aires, nos llevaron a un lugar donde preparaban perros para detectar cáncer, células cancerígenas.
Luis agrega que, de una camada de 13 cachorros quedaron solamente 3, porque el resto no rindió las condiciones , y esos tres que ya tienen más de un año de vida ya están comenzando a trabajar y desde septiembre fueron llevados a los diferentes puestos camineros, para la prevención del tráfico de drogas, con motivo de los festejos del día del estudiantes. 
Sobre el flagelo de la droga en sí, el oficial Luis dejó una reflexión: «todo comienza desde la familia, el mundo se ha individualizado, ya no nos interesa el otro, y todo eso lleva a las adicciones, a aferrarse a este tipo de sustancias, que no debieran ser normales. Como seres humanos debiéramos aferrarnos a cosas positivas, y en ese sentido desde nuestro trabajo tratamos de ayudar.
Sobre el final, le realizamos una pregunta, aclarando antes que la respuesta no sea específica en caso de ser afirmativa, para no «avivar delincuentes».
EXTRA: ¿Hay algo (sin decir qué), que pueda vulnerar al perro, y hacer que no sea infalible?
Luis: Lo puedo decir tranquilamente: nada. Obviamente, con un perro bien entrenado, es imposible. Es infalible. Un can va a marcar adonde hay o adonde hubo sustancias. Si alguien estuvo manipulando sustancias, el olor queda, y el perro va a marcar.