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HISTÓRICO: Boca empató en Brasil, y enfrentará a River en la final de la Copa Libertadores

Boca jugó un primer tiempo ordenado, práctico, tranquilo, contundente, y se fue a los vestuarios con la tranquilidad del 1 a 0 a favor con el gol de  Ramón Wanchope Ábila a los 18 minutos, que obligaba al equipo brasileño a marcar cuatro goles para clasificar. Así de fácil, aunque en el medio tuvo que pasar por una situación de emergencia cuando, a los 9 minutos, Bruno Henrique puso en ventaja al Palmeiras, pero el VAR intervino para señalar que previamente había existido una posición adelantada.


Luego de una rápida reacción, Boca manejó el partido y jugó con la desesperación del local. Así llegaron al segundo tiempo, cuando de movida lo tuvo al empate el Palmeiras, pero el arquero Rossi tuvo una atajada «de clasificación» para enviarla al córner. Estaba claro que el equipo argentino tenía que esperar y aguantar ese inicio de la etapa complementaria, pero igualmente llegó el gol de la igualdad antes de los 10 minutos por conversión de Luan. Palmeiras quedaba a tres goles de la clasificación, y metía presión. Boca se acomodaba para la contra.


Cuando transcurrían los 13 minutos, un claro penal para el Palmeiras fue ejecutado por Gustavo Gómez, para dar vuelta el marcador. Era el 2 a 1 para el local, que al rato tuvo dos ocasiones más para aumentar, con un Boca acorralado, ahora sin reacción, sin dominio de pelota, completamente superado. 


El técnico Gustavo Barros Schelotto entonces reiteró el cambio realizado por su hermano Guillermo en el partido de ida, y metió en la cancha a Darío Benedetto en lugar del autor del gol, Wanchope. La modificación dio sus frutos en el minuto 25, cuando el Pipa ensayó un disparo desde afuera del área, rasante, y clavó el empate. Un 2 a 2 determinante, en el peor momento de Boca. Otra vez el local estaba obligado a anotar tres goles para llegar a la final.


Palmeiras acusó el duro golpe, y más allá de algunas aproximaciones hasta el arco de Rossi, nunca más volvió a ser el mismo de los primeros minutos de la etapa final. El tiempo transcurrió inexorablemente, depositando al Xeneixe en la final de la Copa Libertadores, y por primera vez en la historia de este campeonato, enfrentando nada más y nada menos que a River. La locura de los hinchas de Boca que vuelven a abrazarse a su obsesión, se fue viralizando en un gran festejo a lo largo y ancho del país.