Faltaban horas para el cumpleaños de Clarisa, la novia de Jesús Buffarini (23). Entonces decidieron recibir sus 19 años en Green House, el único boliche de General Cabrera, a casi 60 kilómetros de Río Cuarto, en la provincia de Córdoba. Pero el festejo terminaría con el futbolista asesinado y con un amigo suyo detenido por el crimen. Este martes se conoció que Buffarini murió desnucado, según la autopsia.
Cómo empezó todo
En la disco de Junín al 600, la pareja se cruzó con Federico Mellano (22), que el año pasado había tenido un fugaz vínculo con la chica cuando ella dejó al «Pity», lo que había provocado en el joven una crisis depresiva.
Hace un par de meses, ella le mandó un video para retomar la relación. Así se lo hizo saber él a su prima. «Me preguntó si quería ser su novio», le contó por WhatsApp el 23 de febrero.
A principios de abril habían pasado el fin de semana juntos en Alpa Corral. «Un finde lleno de cosas lindas y compartir con vos lo hace aún más lindo, por más escapaditas juntos. Te amo cla», escribió en Facebook el primo del futbolista de Independiente Julio Buffarini.
Los patovicas del boliche echaron a Jesús. Afuera se encontró con Elías Buffarini (21), su primo. Dieron unas vueltas en su Peugeot 306 y él quedó en irse hasta su departamento. Pero esto no ocurrió y volvieron a hablar más tarde afuera del boliche.
Buffarini con su novia-Clarín
Entre medio, cuando llegó la Policía, por un control de rutina, creyeron que Jesús los había llamado: «Sos un cag. . . «, le espetaron. Además, intercambió amenazas con Mellano por WhatsApp. «Mano a mano», le aclaró.
Jesús finalmente decidió irse a su casa y recorrió casi diez cuadras en el 306. A esa altura, Clarisa ya estaba en su casa.
Hasta allí también fue Mellano en su Toyota Hilux, acompañado por Federico Cabrillana (23) -que era amigo de Jesús y compañero de fútbol-y Alejo Arias (24).
«Lo vamos a ir a buscar y lo vamos a hacer cag. . . «, le dijeron a Elías, quien intentó disuadirlos como pudo. Eran poco más de las seis de la mañana. «¿Por qué no se dejan de joder? Si ya pasó», terció, acompañado por otro amigo, Bautista. Apenas se bajó del auto, Mellano empezó a pelearse a piñas con Jesús.
Según Elías, también lo golpearon Cabrillana y Arias. Una trompada lo hizo darse la cabeza contra la calle. Ahí le siguieron patadas. Hasta que se dieron cuenta que el joven estaba mal. «Ya está, déjenlo. Llamen una ambulancia», le pidió Mellano.
Una mujer que pasó en auto junto a dos amigas lo trasladó hasta el hospital. Le salía sangre de la cabeza. «Me falta el aire», fue lo último que escuchó de su boca Elías, quien cree que se murió durante el trayecto. «¡Jesús, reaccioná!», le pedía desesperado. Pero ya no tenía pulso.
Los médicos, que no se movieron con la urgencia que requería la situación, les confirmaron lo peor minutos más tarde.
«Cuando llega mi hijo con la novia, él hace una escena de celos o Mellano se quiso arrimar y ahí se da la pelea», estimó Mario Buffarini (63), papá de Jesús, a Clarín.
El hombre ya carga con el dolor de haber perdido a otro hijo, Ezequiel (24), quien perdió la vida al chocar con su moto en 2017. Hacía diez días había sido papá de un nene.
El resultado de la autopsia
Buffarini murió por murió por una luxación cervical luego de caer al piso, según reveló el informe preliminar de autopsia publicado por ElDoce. Esa lesión le afectó la médula espinal y se habría producido cuando el joven cayó al piso. Una posibilidad es que haya pegado la cabeza contra un cordón del bulevar Fangio, lo que deberá ser confirmado por los investigadores, como también si perdió el conocimiento antes o después de la caída.
“Hay una relación de causalidad. A raíz de un golpe, él pierde el equilibrio y cae sobre el piso y se produce esa consecuencia”, había manifestado horas atrás el fiscal de la causa, Daniel Miralles.
El único detenido por el crimen es Cabrillana, a quien el fiscal Daniel Miralles, de Río Cuarto, lo imputó por «homicidio preterintencional», es decir, cuando alguien ataca a otra persona sin querer causarle la muerte.
Para los Buffarini, no hay dudas: los tres golpearon a Jesús, quien sufrió la fractura de la columna vertebral y daño de la médula espinal. «Lo fueron a matar», insisten.
«Pity» tenía una hija de 4 años. Trabajaba con su primo Pablo como electricista domiciliario. Se había comprado todas las herramientas.
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