Yemen: un niño condenado a una silla de ruedas a causa de las minas antipersonas

Ubicación de Yemen (Suroeste de Asia, limita con Arabia Saudita la norte, Omán al este y el mar Rojo al oeste).

Una mina arruino la infancia de Abdalá, un niño de apenas 7 años que vive en medio oriente, en el país asiático de Yemen. Per no es el único, ni el último, ya que miles de personas están expuestas a los artefactos explosivos sembrados en este país en guerra.

El nene vive en la aldea de Al Hamili. Para desplazarse necesita ayuda de algún familiar desde que se quedó minusválido por una triple fractura en una pierna. También perdió parte del dedo de una mano.

La población del oeste de Yemen está extenuada por el hambre y aterrorizada por las bombas. Y por las minas y artefactos escondidos por los rebeldes hutíes en carreteras, campos y casas durante su huida.

«Nos hemos refugiado (durante los combates) en el este de la localidad de Bayt al-Faqih y cuando los combatientes se fueron volvimos a casa», recuerda Abdel Fatah Ghaleb, el padre de Abdalá, mostrando una choza hecha de ramas secas y hojas de palmera.

«Dos o tres días más tarde una bomba estalló en el interior de nuestra vivienda e hirió a mi hijo», al que transportamos a un centro de Médicos sin Fronteras (MSF).

Su tío Abdel Latif añade que, con el regreso a casa, su familia esperaba evitar los riesgos y recuperar un poco de tranquilidad. Pero «la guerra no quiere soltarnos».

En julio, el Washington Institute afirmó que las minas antipersona causan estragos en Yemen desde hace décadas debido a los conflictos sucesivos, pero los hutíes las usan «a un ritmo sorprendentemente alto» en sus operaciones contra las fuerzas de seguridad progubernamentales, respaldadas por Arabia Saudita.

Al lado del pueblo de Al Hamili, muchos niños caminan descalzos por terrenos desérticos, cerca de un campo de minas señalado con una pancarta. Por su parte, equipos de desminado neutralizan los artefactos localizados bajo la arena.

Trágico hecho de un integrante del equipo que se encarga de inmunizar las minas

Hasán al Jahwari, responsable local de un proyecto de desminado saudita, afirma que 16 equipos de su organización trabajan en los alrededores de la localidad costera de Moja.

«El primer equipo llegó en agosto y en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) pudimos eliminar 9.000 minas (…) además de otros artefactos explosivos».

En Nuhaira, otra aldea de la costa oeste, Mohamed Ahmed Ibrahim perdió una pierna y camina con muletas de madera.

«Volviendo de pescar, caminaba al lado de un amigo; mi hermano venía detrás de nosotros. Pisé una mina que me arrancó la pierna y me dejó tirado en el suelo. Mi amigo y mi hermano salieron ilesos», cuenta.

AFP. Una pancarta advierte del peligro de minas en una zona próxima a la aldea de Al Hamili, en el oeste de Yemen, el 29 de noviembre de 2018


«Mi amigo informó a mi padre que vino a socorrerme pero al acercarse pisó una mina y murió». «Nos quedamos los dos un buen rato en el suelo».

Guerra

La costa oeste de Yemen, al sur de la ciudad portuaria de Hodeida, fue escenario en los últimos meses de combates entre los hutíes, rebeldes respaldados por Irán, y las fuerzas progubernamentales.

Varias localidades y aldeas fueron cambiando de manos y la población civil huyó masivamente para evitar ser blanco de disparos y de bombas durante los enfrentamientos.

Los combates bajaron de intensidad a mediados de noviembre, lo que permitió a la ONU negociar la reanudación del proceso de paz. Varios representantes del gobierno y de la rebelión se encuentran en Suecia para las primeras negociaciones desde 2016.

Fuente: AFP.