Von der Leyen y Trump pactan acelerar negociaciones sobre aranceles en la Cumbre del G7

En un gesto calculado para rebajar tensiones en uno de los momentos más delicados de la relación transatlántica, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acordaron acelerar las negociaciones arancelarias durante la Cumbre del G7. El anuncio busca frenar el deterioro comercial entre Washington y Bruselas, en medio de la amenaza de aranceles del 50% por parte de la Casa Blanca.

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AMBIENTE DE NEGOCIACIÓN

La reunión se llevó a cabo en Kananaskis, Canadá, donde los líderes del G7 discutieron una agenda marcada por conflictos globales. Trump ha elevado el tono contra la UE con amenazas arancelarias, lo cual ha centrado la atención en esta cumbre. Las partes esperan alcanzar al menos un principio de entendimiento antes del 9 de julio, fecha límite para la imposición de nuevos gravámenes.

RETOS COMPARTIDOS

Tanto Von der Leyen como el presidente del Consejo Europeo, António Costa, subrayaron la importancia de preservar un comercio internacional estable y predecible. Costa advirtió sobre la necesidad de fortalecer las bases económicas para asumir mayores responsabilidades en defensa, mientras que Von der Leyen expresó su preferencia por una solución negociada, reafirmando el compromiso de la UE con un comercio justo.

OPCIONES ECONÓMICAS

El principal asesor económico de Trump, Stephen Miran, se mostró optimista sobre la posibilidad de cerrar un acuerdo con Bruselas, destacando el papel que España podría desempeñar como facilitadora. Según Miran, Estados Unidos busca equilibrar el comercio con sus aliados para garantizar la seguridad económica colectiva. Las negociaciones con un bloque de 27 países pueden ser complejas, pero la relación entre ambas orillas del Atlántico sigue siendo la más importante del mundo, enfatizó.

OBJETIVOS ESTRATÉGICOS

Miran delineó los cuatro pilares de la política económica de la administración Trump: incentivos fiscales, desregulación, energía barata y una política comercial agresiva. El uso de aranceles, según Miran, busca obtener acuerdos más justos y proteger el sector manufacturero estadounidense, así como lograr reciprocidad, derribar barreras no arancelarias y mejorar el acceso de productos estadounidenses en mercados estratégicos. Además, criticó iniciativas como el impuesto global mínimo del 15% impulsado por la OCDE y los gravámenes europeos a servicios digitales, calificándolos como “aranceles encubiertos” contra empresas estadounidenses.