Escribe: Martín Molina, profesor, instructor de la Policía de la Ciudad, División Tránsito de la Municipalidad de San Fernando del Valle.
A la hora de hablar o escribir sobre educación vial, no podemos dejar de lado la conducta del pasajero. Es por ello que tenemos que mencionar como parte protagonista del cuadro, el colectivo, el servicio de transporte urbano o suburbano en algunos casos, sobre todo si hablamos del gran Catamarca o Valle Central.
Quizás para algunos sea la solución trasladarse a determinados lugares de una forma más accesible o económica, como así también puede llegar a ser una odisea pasar por las diferentes etapas para llegar a tal o cual destino.El crecimiento agigantado de todo el Valle Central desde un tiempo a esta parte, barrios, calles, avenidas, rotondas, nos han llevado a tener que prescindir aún más de este elemental servicio de transporte, donde las distancias y los tiempos hacen que sea exigido cada vez con mayor frecuencia por los usuarios o pasajeros de los mismos.
Ahora bien, el cumplimiento de las normas de tránsito y las normas de educación y seguridad vial están pasando por uno de los peores momentos, y las responsabilidades son generales, teniendo en cuenta la dimensión del problema.
Por un lado la estructura vial, que deja mucho que desear tanto en el recorrido de las unidades, como la ausencia de paradas arquitectónicamente adecuadas para este tipo de servicio, y a ello le sumamos la conducta desaprensiva de algunos falsos conductores, que mal estacionan sus vehículos en las paradas y corredores destinados al transporte de pasajeros. Por otro lado el conductor profesional, que debe ejercer su función con todas las exigencias que les demanda la ley de tránsito y otras normas específicas a la prestación del servicio, está viéndose afectado por las distracciones que traen aparejadas el mal uso del teléfono celular y otras, que pueden alterar la conducción: cortes de calles, manifestaciones varias, demoras en el tránsito, en algunos o en muchos casos el mal o pésimo estado de las unidades. Me refiero a los colectivos, (butacas en mal estado, fallas mecánicas y falta de higiene) hacen que los tiempos que demanda la frecuencia se vea complicada en su real prestación del servicio.
Y por último el eslabón más importante del servicio, el pasajero, ¿se educa en los hogares para ser pasajeros?. ¿Existe en las escuelas alguna formación para ser pasajeros del colectivo? Aparentemente no, porque por lo que se ve, pretenden hacer parar el colectivo en cualquier parte, insultando a quien se les ponga en el camino, comenzando por el chofer. En muchos casos pretendiendo viajar sin tener saldo en su tarjeta, el desorden en las paradas para abordar el mismo es un caos, la falta de respeto y consideración a los ancianos y discapacitados, la higiene personal, la música en altavoz de los adolescentes, pasajeros fumando, entre tantas cosas que hacen que viajar en colectivo, se parezca más a una travesía, que a una forma simple de trasladarse a un determinado lugar.
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