Urtubey no cree que el electorado esté polarizado entre macristas y kirchneristas

Juan Manuel Urtubey recorre el país difundiendo su proyecto de gobierno y también de una manera de hacer política que rompe con miradas centralistas y con acuerdos entre pocos, a espaldas de la gente.

Así se presenta el gobernador de Salta quien confiesa lo difícil que es hacer campaña contra la dirigencia del centralismo. «Cuando uno viene del interior todas las cosas cuestan el doble, pero estamos acostumbrados a eso», aseguró en una entrevista a fondo con el diario El Liberal, de Santiago del Estero, a días de su presencia en esa provincia.

El precandidato presidencial de Alternativa Federal estuvo ayer en San Nicolás, en Expo Agro, y este viernes a las 11.30 encabezará un conversatorio en el Fórum, donde expondrá su plataforma, tratando de llevar una mirada distinta a la agenda que pretenden instalar los candidatos que puntualizó, son todos de Buenos Aires.

Sobre el conversatorio que dará este viernes en el Fórum, rescató: «Más que hablar quiero escuchar a los santiagueños, tengo probablemente una ventaja comparativa con respecto a otros candidatos al ser del norte, conozco la idiosincrasia y en alguna medida saber qué es lo que nosotros necesitamos en términos de un proyecto nacional».

«Pero lo importante -sostuvo- es ver cómo nosotros podemos generar desde nuestra región un proyecto de poder que consolide una Argentina federal en serio, porque nos quedamos siempre en la queja o esta cosan tan nuestra de la región ‘del Norte olvidado’. Quiero construir una alternativa superadora a eso y me puse a trabajar en ello. Si hubiese de nuestra región y con una mirada parecida de la Argentina a la que tenemos nosotros desde la región, un candidato que la puede establecer a esa alternativa, soy el primero en correrme y acompañar».

Sin embargo, señaló: «Pero veo que esa mirada no está presente en otros sectores: hay dos características que estoy viendo en la Argentina; una es que todos los candidatos a presidente son de Buenos Aires; dos, es que todos ya fueron candidatos a presidente. Esto significa que hay una especie de gueto cerrado en donde se construyen las políticas públicas en la Argentina que no nos contiene y esa es una cosa muy mala».

-¿Por qué asumió el desafío de querer gobernar el país, cuando le toca atravesar uno de sus peores momentos económicos, con una fuerte crisis?

-La verdad que está muy difícil, pero mi experiencia como gobernador de la provincia y sobre todo del interior y del norte del país, me demostró que si no vamos a un cambio estructural de la forma de mirar el país, por más esfuerzos que hagamos no vamos a superar el atraso que hay en la región.

-Fue uno de los que aportó a la gobernabilidad desde la oposición. Esto le mereció duras críticas en el peronismo. Viendo los resultados, ¿Macri lo defraudó?

-Yo no tenía expectativas especiales, sí como todos los argentinos esperaba que las cosas salieran. Lo que hicimos es un acto de responsabilidad institucional, garantizar que la Argentina tenga gobernabilidad y lo vamos a hacer hasta el último momento de la gestión del presidente Macri. Pero hay una cosa que va a quedar claro, si a este gobierno le va mal como le está yendo, no es porque el peronismo no lo dejó gobernar. Nosotros lo dejamos gobernar, de esa manera me parece que el peronismo -en este caso- gracias a nuestra posición, ha logrado recuperar en alguna medida, la confianza en algunos sectores de la sociedad que siempre le reclamaron.

-Las encuestas nacionales marcan una polarización entre Macri y Cristina. Sin embargo en Neuquén, la gente eligió a un partido provincial por encima de Cambiemos y Unidad Ciudadana. ¿Esto refuerza su concepción de que una alternativa es posible a la grieta?

-Estoy seguro de eso, al margen de todas las operaciones que hay detrás de todas las encuestas que se caen el día de la verdad (elección). Aún en aquellas hipótesis más optimistas que hablan de una gran polarización, responden a una operación más que otra cosa. Hablan de un 30 y 30% (intención de voto), por lo tal no hay tal polarización, diría polarización si hay un 50 y un 45% y no queda lugar dónde meterse. Pero acá estamos hablando de 30 y 30, el pedazo más grande, el 40%, no está en ninguno de esos dos. No digo que de todo ese 40% vaya a votarnos a nosotros, pero sí está claro que la sociedad argentina no está contenida dentro de esa pretendida polarización.

-¿Cómo piensa resolver los problemas económicos como la inflación, recuperar el em pleo y el poder adquisitivo sin generar déficit fiscal, en un contexto de un país atado a un acuerdo con el FMI?

-La Argentina lo que tiene que hacer es recuperar la confianza como primer paso. La única manera de poder recuperar el poder adquisitivo, o sea el valor de la moneda, es a través de la recuperación de confianza. Un país que no genera confianza, es un país que no tiene moneda. Por eso estoy planteando la necesidad de cambiar el sistema político argentino, no porque me haya agarrado un ataque de enorme voluntad de calidad institucional, sino que planteo que un país que te cambia permanentemente las reglas de juego, por más que traigas al Messi de la economía va a fracasar estrepitosamente».


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