El ministro Sergio Berni señaló que no va a denunciar a los choferes que lo agredieron. Cuestionó la intervención de la Policía de la Ciudad.
El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, dijo esta tarde, tras ser atacado durante una protesta de colectiveros en La Matanza, que el crimen del chofer de la línea 620 no fue un hecho habitual en cuanto a su modus operandi, y consideró a la agresión como «un golpe más que no hace mella».
«Estoy bien, un golpe más no hace mella. Duele más que un bonaerense que tengo que cuidar murió que los golpes que recibí», expresó el ministro en rueda de prensa en la puerta del Hospital Churruca Visca.
«Uno muere de pie y no arrodillado», expresó el ministro. Luego se solidarizó con la familia del chofer asesinado a sangre fría y contó que está a la espera de estudios médicos para ver si es necesario ser operado debido a un fractura de malar derivada de la agresión.
Por otro lado, sostuvo que si bien «la Policía de la Ciudad cumplió con el protocolo» al rescatarlo cuando era agredido por los choferes que realizaban una protesta en General Paz y Alberdi, la fuerza «complicó las cosas».
«Les pedí que no avanzaran porque se estaban resolviendo las cosas y teníamos la situación controlada. Ya habíamos acordado una reunión», dijo sobre la acción de los policías porteños, en la que ocho efectivos también resultaron heridos.
“No tengo ninguna duda de que a estos asesinos los vamos a tener. Por eso pedimos desde el 10 de diciembre de 2019 la presencia de la Gendarmería en la provincia de Buenos Aires”, dijo Berni en medio de los estudios que le realizan en el centro de Salud, a la espera del alta médica.
Además, ratificó: “El presidente se comprometió a hacer una revisión del operativo Centinela”.
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