Las posibilidades de que el presidente Mauricio Macri se imponga en las próximas elecciones presidenciales están en aumento, según una encuesta reciente de la consultora Poliarquía donde muestra que sus chances crecen en un contexto donde mejora su imagen en la opinión pública y la economía comienza a recuperarse.
«Si el clima social sigue mejorando durante los próximos cuatro meses, las posibilidades de ganar del gobierno son muy altas«, comentó Alejandro Catterberg, director de Poliarquía, en una entrevista con la agencia de noticias Bloomberg. «Mi intuición es que Macri gana, pero si solo observara los indicadores económicos diría que pierde», agregó.
Si el clima social sigue mejorando durante los próximos cuatro meses, las posibilidades de ganar del gobierno son muy altas
De acuerdo con la consultora, Macri se está beneficiando con la reciente estabilidad de la economía, aunque el país sigue en recesión y el desempleo se mantiene en dos dígitos. La aprobación del presidente subió a 34% en junio frente al 28% de mayo, según las cifras de Poliarquía que compartió Catterberg con Bloomberg. Pero todavía está lejos del 62% que registró en noviembre de 2017, después de las elecciones legislativas.
Catterberg, además, afirmó que la carrera presidencial se polarizó más en los últimos meses y que hay un 30% de posibilidad de que se decida en octubre, con una victoria absoluta de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner en la primera vuelta. Hace solo dos meses la probabilidad de que ocurriera ese resultado era nula, agregó.
Para ganar en primera vuelta se requiere más del 45% de los votos o 40% con una ventaja superior a 10 puntos porcentuales sobre el segundo lugar. Si eso no ocurre, los dos candidatos con mayor votación se enfrentarán en una segunda vuelta el 24 de noviembre.
La visión de los mercados
Desde la perspectiva de los inversores, Catterberg señala que el mejor escenario en las primarias del 11 de agosto es que Fernández obtenga menos del 40% de los votos y Macri se ubique a menos de 5 puntos porcentuales de distancia. «Si eso sucede, los mercados (o la gente) van a creer que es una distancia que se puede superar en el resto del ciclo electoral«, planteó. También recordó que sería la mitad de la diferencia que Macri tuvo que remontar en su sorpresivo triunfo de 2015.
Una menor participación de los votantes en las primarias de agosto, como suele ser el caso, probablemente favorecerá a Macri en octubre porque está mejor posicionado para captar el apoyo de aquellos votantes menos politizados, que solo se presentan en las elecciones generales.
Mientras más bajo sea el nivel de participación (en agosto), mejor será para Macri
«Mientras más bajo sea el nivel de participación (en agosto), mejor será para Macri«, dijo Catterberg. «Creo que hay un entendimiento en todos los partidos políticos de que si esto va a una segunda vuelta Macri tiene más posibilidades que el partido de Kirchner».
Otro posible impulso para Macri se puede dar cuando el resto de los candidatos quede fuera de carrera. Catterberg espera que Macri obtenga un mayor porcentaje de esos votos —en la posible segunda vuelta del 24 de noviembre— que Fernández.
Además, Macri tiene más experiencia: completó dos mandatos como jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, mientras que Fernández nunca compitió a nivel nacional, explicó Catterberg. Y añadió que el presidente cuenta con un equipo de campaña más experimentado y una estrategia de comunicación más efectiva.
Pulir el discurso
De acuerdo con la visión de Catterberg, con una economía estable, Macri puede centrar el discurso electoral en sus logros: proyectos de infraestructura, credibilidad internacional, el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur y una ofensiva contra el narcotráfico.
Y advirtió que si Fernández gana deberá tomar decisiones difíciles. Incluso si no quiere imponer controles monetarios o de capital similares a los de la presidencia de Kirchner, las condiciones podrían ser tan severas que tal vez no tenga otra alternativa. «Si la reacción de los mercados y los argentinos es muy inmediata, si la fuga de capitales es muy alta, no tendrá otra opción«, postuló Catterberg. «Es posible que Fernández no quiera reformular la deuda, pero si el tipo de cambio alcanza los $80 por dólar, debe hacerlo».
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