Un delincuente quería ir preso para recuperarse, tener una oportunidad, y alimentarse

Lo comentó la fiscal Gabriela De Marco, al describir la situación que atraviesa un joven identificado como “el bomberito Tapia”, quien durante un juicio abreviado, pidió que lo trasladen al servicio penitenciario.

Esta mañana, la Juez de Garantías N° 2, Cecila Más Saadi, condenó a 3 años y 6 meses de prisión efectiva a Gustavo Tapia, un joven que tenía a mal traer a vecinos de Valle Viejo por los reiterados ilícitos que cometía en esa zona.

El primer hecho que se le imputó ocurrió durante la noche del 26 de febrero cuando recibió por parte de personas no identificadas cajones de cerveza de diversas marcas que habían sido sustraídos de una distribuidora de El Bañado. El segundo hecho ocurrió el 19 de marzo cuando luego de escalar una pared ingresó a un domicilio de la localidad de San Isidro de donde sustrajo un secador de pelo, una notebook y un parlante.

Por último, el 21 de marzo Tapia cortó un alambrado para entrar en una vivienda de El Bañado de donde sustrajo varias herramientas.

En todas las oportunidades “el bomberito” fue capturado por la policía e imputado por la justicia por los delitos de “encubrimiento por receptación, robo calificado por escalamiento y robo simple”.

La fiscal de Instrucción N° 3, Gabriela De Marcos, impulsó el debate abreviado junto a la Defensora Oficial N° 2, Florencia Gonzalez Pinto, con acuerdo del acusado y que posteriormente homologó la Jueza de Garantías.