Ucrania está avanzando en un ambicioso plan para exportar su experiencia en drones al mercado europeo, como parte de su estrategia para sostener su capacidad militar y posicionarse como proveedor clave. La flexibilización de las normas de exportación de drones por parte del presidente Volodimir Zelensky representa un punto de inflexión para la industria militar ucraniana, que ahora podría ofrecer sus desarrollos a clientes extranjeros.
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Las empresas ucranianas han probado la eficacia de sus drones en combate, adaptándolos rápidamente a las condiciones cambiantes del frente. Estos dispositivos, que pueden parecer «de baja tecnología», han incorporado telemetría refinada, mecanismos de navegación autónoma y protocolos de interferencia para sortear las contramedidas rusas. Empresas como Athlon Avia, creadora del drone de reconocimiento Furia y del prototipo de ataque Silent Thunder, planean ahora llevar la producción fuera del país para evitar ataques y responder a la demanda internacional.
Sin embargo, la capacidad productiva de Ucrania supera la financiación estatal, por lo que la exportación se vuelve crucial. Permitir que las empresas vendan en el exterior puede evitar el colapso del ecosistema tecnológico local. La Unión Europea ha asignado 150.000 millones de euros en préstamos para fomentar alianzas de defensa con Ucrania. Ya hay acuerdos en marcha: firmas británicas recibirán datos del campo de batalla proporcionados por operadores ucranianos, y a cambio enviarán drones al frente. Esta cooperación beneficia tanto a Ucrania como a los empleos británicos.
La apertura de exportaciones puede marcar un nuevo eje para la industria de defensa en Europa. Ucrania no solo ofrece dispositivos: ofrece una experiencia de guerra con drones que ningún otro país europeo tiene.