Finalmente se confirmó que el único cuerpo encontrado en el Canal de la Mancha corresponde al futbolista argentino Emiliano Sala, que volaba de Nantes a Cardiff cuando el Piper Malibu desapareció en la noche del 21 de enero. Ahora la incógnita pasa por develar el paradero del piloto David Ibbotson, quien conducía la aeronave aquel día trágico.
Los submarinos que trabajaron en la búsqueda del avión aseguraron que no vieron el otro cuerpo ni dentro de la aeronave ni en los alrededores. Y todo indica que permanecerá en el fondo del mar, puesla Agencia de Investigación de Accidentes Aéreos (AAIB) dio por finalizada la misión de búsqueda y rescate al menos en el corto plazo.
De hecho, Sara Ibbotson, la mujer del piloto, dijo que prefería que el cuerpo de su marido permaneciera bajo el agua.
Ibbotson, de 60 años, es padre de tres hijos y, según reveló el diario The Sun, había publicado en Facebook que se sentía «un poco oxidado» con el ILS, el sistema de aterrizaje por instrumentos que tenía el avión en cuestión.
Según Ouest France, Ibbotson había pedido al control aéreo bajar de altura poco antes de que se perdiera la señal de radio, lo que puede indicar que encontró problemas con el hielo.
Incluso, informes periodísticos aseguraron luego que el Piper Malibú ya había tenido complicaciones para despegar de Nantes, una situación que será materia de investigación en los próximos días.
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