Trampa en la red: estafaban con celulares, invertían en criptomonedas y los pescaron

La inseguridad sigue al acecho, y esta vez se vistió de tecnología. Los delincuentes no necesitan una pistola ni un pasamontañas para robar, sólo necesitan una conexión a Internet. En la ciudad de los rascacielos de cristal, Puerto Madero, cayó como castillo de naipes una banda que usaba Instagram para estafar a inocentes compradores de celulares. La Policía de la Ciudad los detuvo en las últimas horas, exponiendo sus juegos sucios ante la luz de la justicia.

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SU JUEGO, SU FINAL

Los modernos ladrones utilizaban una estrategia sutil y efectiva: ofrecían celulares de última generación a través de Instagram, prometiendo entregar los equipos una vez recibido el pago. Las víctimas depositaban su dinero y esperaban con ansias su nuevo gadget. Pero sólo se encontraron con la desilusión de haber sido engañados.

La investigación que llevó a su captura comenzó en febrero, cuando la fiscalía de Cibercrimen de Rawson, Chubut, recibió múltiples denuncias de personas que habían caído en la trampa de estos delincuentes.

El dinero sustraído no era gastado en lujos ni placeres efímeros, sino invertido en criptomonedas, en un intento de esconder su rastro y quizás ganar aún más con el creciente mercado de monedas digitales.

DE LA RED AL ALAMBRE

Tras una ardua investigación, las autoridades lograron determinar la ubicación desde donde operaban estos ciberdelincuentes. El prestigioso barrio de Puerto Madero fue el escenario de la final de este escabroso juego digital. Con la autorización judicial correspondiente, las fuerzas del orden entraron en acción, allanando el departamento y poniendo fin a este reinado cibernético de inseguridad.

En este operativo, fueron arrestados los presuntos líderes de la banda y se secuestraron importantes evidencias para el caso: gran cantidad de criptoactivos, 10 celulares, una laptop, una tarjeta de débito, más de 5.600 dólares en efectivo y documentación relevante.

Aunque este capítulo ha llegado a su fin, el fantasma de la inseguridad sigue al acecho, ahora enmascarado bajo la cara impersonal de la tecnología y las redes sociales. Por ello, se hace imprescindible aprender a navegar en este mar digitales con precaución y a no dejarse engatusar por ofertas falsas o compradores fraudulentos. Recordemos, antes de dar un clic, mejor dar un segundo para pensar.

La próxima vez que te enfrentes a una transacción en línea, doble revisa. Estos delitos están en aumento y los detalles pueden marcar la diferencia entre una compra segura y una estafa.


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