Una escena de destrucción sacudió la tranquila localidad de Bohmte, en el noroeste de Alemania, cuando un automóvil perdió el control, atropelló a un niño y terminó incrustado en el techo de un granero. El accidente, que dejó al menos siete personas heridas, incluyendo un niño de siete años, conmocionó a la comunidad local.
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DESTRUCCIÓN Y CONMOCIÓN
El suceso, que tuvo lugar alrededor de las 20 horas del sábado, involucró a un Volvo SUV que circulaba a gran velocidad. Tras chocar contra un coche estacionado, atravesar un seto y arremeter contra un jardín, el vehículo atropelló al niño, destruyó un trampolín y terminó incrustado en el techo del granero a tres metros de altura.
HERIDOS Y DESPLIEGUE DE EMERGENCIA
El conductor, su esposa y sus hijos resultaron heridos, siendo el niño que estaba en el trampolín y la mujer quienes sufrieron lesiones graves. El impacto movilizó a decenas de bomberos, ambulancias y helicópteros de rescate, desplegando un gran operativo para rescatar a las víctimas y retirar el vehículo del tejado sin comprometer la estructura del granero.
INVESTIGACIÓN EN CURSO
Las autoridades policiales han abierto una investigación para esclarecer las causas del siniestro. Por el momento, no se poseen indicios de que el accidente haya sido intencional. La comunidad de Bohmte, conocida por su ambiente apacible, intenta comprender cómo un suceso tan violento pudo interrumpir su cotidianeidad, mientras las autoridades continúan recabando información para determinar la dinámica exacta del hecho.