La familia Salgado atraviesa momentos de profundo dolor e incertidumbre tras la trágica noticia del hallazgo del cuerpo sin vida de Atilio Salgado, un joven de 27 años, en un arroyo en la localidad bonaerense de Villalonga. El suceso, que ha conmocionado tanto a la comunidad local como a su pequeña aldea natal en Belén, Catamarca, plantea numerosos interrogantes sobre las circunstancias de su muerte.
Atilio, quien se encontraba residiendo temporalmente en Villalonga por motivos laborales, fue reportado como desaparecido el sábado 17 de agosto. Después de varios días de intensa búsqueda, su cadáver fue descubierto el viernes 23 en el cauce de un canal de la zona, desencadenando una serie de trámites judiciales y una investigación para esclarecer las causas de su fallecimiento.
El cuerpo de la víctima se encuentra actualmente en la morgue de Bahía Blanca, donde se espera que la autopsia revele más detalles sobre cómo ocurrió su muerte. Mientras tanto, un familiar cercano de Atilio viajó desde Corral Blanco a Buenos Aires para seguir de cerca el desarrollo de las investigaciones y los procedimientos judiciales que buscan arrojar luz sobre este trágico evento.
En la pequeña comunidad de Belén, compuesta por menos de una decena de familias, el ambiente es de desesperación y tristeza. La familia Salgado, además de lidiar con la pérdida, enfrenta la difícil tarea de repatriar los restos de Atilio a su lugar de origen, un traslado cuyo costo supera los dos millones de pesos. Ante esta situación, la comunidad ha comenzado a apelar a la solidaridad de los catamarqueños para reunir los fondos necesarios.
Este triste episodio deja muchas preguntas sin respuesta, y la familia Salgado espera con ansias que las investigaciones en curso puedan aclarar lo sucedido. Mientras tanto, el dolor y la angustia predominan en el seno de esta pequeña comunidad, que se une en el duelo y la esperanza de que se haga justicia por la muerte de Atilio.
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