El intendente de Río Grande, Gustavo Melella, fue nuevamente acusado por abuso sexual. Según las denuncias, aprovechaba su poder para ofrecer trabajo a hombres que lo requerían, pero quienes debían recompensar al funcionario con «favores sexuales».
Walter Benítez, de 46 años, casado y padre de dos hijos, se presentó en los Tribunales de Río Grande el miércoles pasado para denunciar que también fue víctima de la máxima figura municipal -el cuarto que lo acusa-.
Este último declaró ante la Justicia que se contactó con Melella -en búsqueda de trabajo- a través de una conocida de la Iglesia. En tanto, el Intendente le pidió que asista a su casa el 14 de Julio pasado, y faltando poco tiempo para el encuentro comenzaron las sospechas, el Intendente le escribió: «Bañadito, mejor»; ante la falta de respuesta reitera: «¿Te asusté?», para agregarle: «Bañate, te espero».
Según la presentación, como Benítez «solo quería conseguir un trabajo» contestó que «estaba todo bien y que estaría en su casa a la hora señalada».
Tras arribar al domicilio en la calle Las Lengas al 1000, donde lo citó Mellela, éste lo invitó a pasar y le ofreció elegir «entre entrar al municipio, como agente de Obras Sanitarias» o «inscribirse como monotributista y facturar por obras a la Municipalidad». En la denuncia consta que Melella le explicó que «como empleado ganaría unos $30.000 por mes, pero como contratista podría ser más plata». Benítez contó que le dijo que «estaba dispuesto a cualquiera de las dos alternativas, que lo quería y necesitaba urgente era trabajar». Tras asegurarle que «se despreocupe», el intendente le pidió que le lleve un currículum ya que en los próximos días «tenían que entrar siete personas».
«Empezó a hablar de su sexualidad a lo que puse reparos porque me había llegado algún comentario acerca de las intenciones de Melella con las personas que se le acercan en busca de algún trabajo«. Pero la situación -según relató Benítez- continuó: «Retomé el tema del trabajo, cuando se acercó a mi silla y me quiso tomar las manos lo que me incomodó y se lo hice saber. Cuando volví a insistir con la necesidad de trabajar, me puso las manos en la entrepierna sobre mi pene y en ese momento me levanté, le dije que no me gustaban los hombres y me dispuse a retirarme».
El denunciante esta convencido que ante la negativa de acceder a mantener relaciones sexuales no consiguió ningún tipo de respuesta laboral, no siendo llamado para realizar trabajos. Afirma que a partir de este suceso Melella no le respondió los mensajes.
La causa está a cargo de Cesari Hernández, quien deberá definir si se queda con esta denuncia, o se la envía al juez Raúl Sahade, quien lleva la otra causa -anterior- en la que Melella fue imputado a instancias del fiscal Guillermo Quadrini por «abuso sexual coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad o de poder», en perjuicio de tres víctimas.
La investigación contra Melella se inició a fines de agosto en el marco de una denuncia del abogado Francisco Giménez por presuntas irregularidades en el manejo de la obra pública local para favorecer a dos empresas «amigas», Patagonia Construcciones y Luis Lovera.
Fuente: Diario Infobae.
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