En el marco de la 10ª audiencia del juicio por la muerte de Maradona, cuatro testigos declararon que Leopoldo Luque, médico de cabecera de Diego e imputado en la causa, decidió operar al ídolo 20 días antes de su fallecimiento a pesar de que varios profesionales aseguraron que no era necesario intervenirlo quirúrgicamente.
Uno de los testimonios que complicó la situación de Luque fue el del médico traumatólogo Flavio José Tunessi, quien notó un abrupto deterioro en la salud de Maradona en los días previos a la cirugía.
Tunessi relató que vio a Maradona desmejorado y tambaleante en su cumpleaños número 60, lo que motivó su internación en el sanatorio Ipensa de La Plata. A pesar de que los estudios mostraron un hematoma subdural crónico considerado no quirúrgico por el equipo médico, Luque decidió intervenirlo de urgencia.
A pesar de las recomendaciones médicas, Luque optó por llevar a Maradona a la Clínica Olivos para la cirugía, a pesar de los riesgos que conllevaba someterlo a una intervención quirúrgica. Sorprendentemente, en este juicio se reveló que fueron otros profesionales los que llevaron a cabo la operación, a pesar de que Luque se atribuyó públicamente el mérito.
La polémica en torno a la necesidad de la operación de Maradona de la cabeza continúa develando detalles y cuestionando la actuación de Leopoldo Luque en el tratamiento del ídolo del fútbol argentino.