Los buques comerciales están evitando las aguas iraníes del estrecho de Ormuz, debido a la tensión entre Irán e Israel. La situación está generando preocupación en la industria naviera internacional, ya que cualquier incidente en esa zona estratégica podría afectar el comercio mundial y los precios del petróleo.
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DEFENSA ANTE EL RIESGO
Ante la posibilidad de una escalada en el conflicto entre Irán e Israel, diversas agencias marítimas aconsejan alejarse de la zona, instando a los buques a buscar rutas alternativas que minimicen los riesgos. La interferencia electrónica en los sistemas de navegación también ha aumentado, elevando así el peligro para los marinos que transportan cargamentos de crudo y otros productos.
PROTECCIÓN DEL TRÁNSITO
El golfo de Omán se ha convertido en una ruta alternativa para el tránsito de los buques que buscan evitar las aguas iraníes. Asimismo, se han registrado recomendaciones concretas, como la del Ministerio de Asuntos Marítimos de Grecia, que aconseja a los buques de bandera griega alejarse de las aguas de jurisdicción iraní en el golfo Pérsico, el estrecho de Ormuz y el golfo de Omán.
RIESGOS PARA EL COMERCIO
El temor de un cierre temporal del estrecho de Ormuz como represalia a la presión occidental genera inquietud en la industria naviera. La estabilidad energética y el flujo de mercancías podrían verse alterados por cualquier incidente en esta importante vía marítima. Ante esta coyuntura, el tránsito marítimo internacional enfrenta riesgos crecientes y desafiantes.