Los gobiernos de Tailandia y Camboya consideran un alto el fuego propuesto por Malasia, mientras continúan los combates en la frontera. El conflicto ya ha cobrado al menos 19 vidas en Tailandia y una en Camboya, con miles de desplazados y tensiones en la zona limítrofe adyacente al templo de Preah Vihear.
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En medio de la escalada de violencia, Malasia ha mediado para proponer un alto el fuego, que Tailandia está considerando. Sin embargo, las fuerzas camboyanas continúan con los ataques, lo que ha llevado a la declaración de la ley marcial en ocho distritos en Tailandia.
La disputa incluye acusaciones sobre el uso de municiones de racimo, prohibidas por tratados internacionales, lo que ha generado denuncias por violación del derecho internacional. Ante esta crisis, la presidencia rotatoria de ASEAN ha pedido un alto el fuego inmediato y el Consejo de Seguridad de la ONU ha convocado una reunión de emergencia.
Este conflicto fronterizo, con raíces históricas y tensiones prolongadas, amenaza la estabilidad en la región y la vida de miles de personas desplazadas, mientras la comunidad internacional observa con preocupación su evolución.