La Cámara Penal N° 2 de Villa Mercedes, San Luis, condenó a 14 años y medio de prisión a un hombre por abusar sexualmente de su sobrina, y sumó a los cargos la corrupción de menores, ya que el abusador tenía en su computadora imágenes de escenas pedófilas.
El delito fue denunciado por la madre de la víctima en enero de 2018 y el condenado cumplía desde hace más de dos años prisión preventiva en la penitenciaría de San Luis.
La alerta de la mujer llegó por los estados de WhatsApp de la adolescente, que en ese momento tenía 15 años, quien luego le reveló los abusos del tío, entre sus 8 y 11 años, cuando visitaba a sus abuelos durante los fines de semana.
El abusador fue encontrado además culpable de «corrupción de menores agravado», ya que en el relato de la víctima en la Cámara Gesell, y en una computadora del hombre, se encontraron imágenes de pedofilia y zoofilia que el abusador hacia ver a su sobrina.
Para el fiscal, Ernesto Lutens las pruebas presentadas tuvieron «plena validez» y «no existieron elementos que pusieran en duda la comisión de los ultrajes», tratándose de «un abuso sexual continuado por corrupción de menores» con el agravante de la prolongación, y del «daño a la víctima» por la utilización de material de abuso sexual de niños y adolescentes.
La defensora de Menores Yesica Agüero subrayó lo que revelaron los informes médicos y psicológicos donde se alertó de los daños y consecuencias psíquicas y físicas del abuso en la víctima.
La abogada de la familia Diana María Bernal dijo que la niña «no solo sufrió un ataque a su sexualidad sino también un ataque a la libertad de elegir sobre su sexualidad y a sus propias decisiones».
Por eso, pidió que el acusado fuera condenado «a la pena máxima» y que la sentencia «fuera ejemplar».
A su turno, el defensor del abusador, Miguel Agundez, alegó que su cliente «posee un retraso madurativo y que eso le impide tener la lucidez para determinar ciertas cosas», dijo que en su declaración la niña fue inducida por su madre y que los abusos no fueron probados.
El ex internacional con la selección de Brasil, Hulk volvió a acaparar todos los portales brasileños después de que trascendiera su casamiento con Camila Angelo. La noticia no hubiera pasado a mayores de no ser por un llamativo detalle: la joven de 31 años con la que contrajo matrimonio es la sobrina de la ex mujer del futbolista, de la que se separó en agosto del 2019.
En diciembre del año pasado el sitio web UOL, detalló que el ex jugador del Porto se había separado de su mujer Iran Angelo, con la que mantuvo una relación durante 12 años y con la que estaba en planes de casarse en la ciudad brasileña de Joao Pessoa.
Sin embargo, lejos de afianzar la pareja con la ceremonia, el jugador del Shanghai SIPG de China optó por romper lazos con Angelo para posteriormente formalizar un noviazgo con la sobrina preferida de su ex pareja.
Iran y Camila Angelo compartían muchas fotos juntas en InstagramCamila era la «sobrina preferida» de Iran Angelo
«Hulk llamó a los padres y al hermano de Camila y les dijo la verdad. Fue el propio Hulk quien hizo pública la información porque no tenía que esconderse. Su posición es transparente y quiere evitar mentiras y comentarios maliciosos” comentó uno de los responsables de prensa del futbolista después de que trascendiera la información. Además, reveló que el brasileño se encargó de darle la noticia a sus tres hijos, los cuales tuvo con Iran: Ian (10 años), Thiago (8) y Alice (6).
Ahora, tres meses después de que saliera a la luz la relación que mantenía con la sobrina de su ex mujer, el ex Zenit se mostró feliz de casarse con Camila y así lo demostró en sus redes sociales en donde compartió una imagen junto a ella y cambió su perfil a “casado”.
El brasileño y Camila contrajeron matrimonio (IG: @camiilaangelooficial)
La joven de 31 años también hizo lo propio en sus redes sociales, en donde publicó un video de la fiesta y una imagen en las que se veían dos manos con unos anillos relucientes.
Hulk y Camila estaban conviviendo juntos en China, país en donde el brasileño se desempeña como futbolista. Sin embargo, los medios locales aseguraron que su repentino casamiento también se debió a que la mujer necesitaba de una visa para continuar en el país.
Iran Angelo, en tanto, continúa viviendo en Brasil y sube continuamente fotos de sus hijos en sus redes sociales. Sus últimas publicaciones hacen referencia a la situación que atraviesa el país con respecto al coronavirus.
“Hola, no sabés lo que me pasó, mi tío me tocó la cola y la chucha. Estábamos los cuatro en la cama y me desperté con él tocándome. Yo cerraba las piernas y él hacía más fuerza. Como que me quiso violar”, le contó V. -una nena de 12 años- a una compañera de colegio sobre los abusos sexuales a los que la sometía su tío.
Ese secreto, que V. no quería revelar por temor a que no le creyeran o causar un revuelo en su familia, finalmente salió a la luz durante el verano de 2018, cuando la mamá de esa amiguita se enteró del contenido de ese audio de Whatsapp y se lo hizo escuchar a la madre de la víctima.
Al ser indagada por su mamá, V. no solo le relató lo mismo sino que agregó detalles. Dijo que en ese momento le había dicho a su tío que tenía que hacer pis para detener el manoseo y que como había quedado en estado de shock no había podido contarle nada a nadie.
El abusador es Leandro Martínez, de 43 años, marido de la prima hermana del papá de V. La nena y Leandro siempre tuvieron una relación muy estrecha y era habitual que ella se quedara a dormir en su casa, invitada por sus primos.
Cuando Daniela y Pablo, los padres de V., le mostraron los audios a la suegra de Leandro, el abusador, la señora les pidió que no le dijeran nada a su hija (la prima de Pablo) porque estaba embarazada después de muchos tratamientos y que ya había perdido cuatro bebés.
Mientras que los papás de la nena decidieron contarle a la psicóloga lo que había pasado para que la ayudara a superar esa situación, en una clase escolar de Educación Sexual Integral (ESI), V. sorprendió a sus 35 compañeros con su confesión: “A mí me pasa, mi tío abusó de mí”.
De inmediato, la maestra lo comunicó al gabinete psicopedagógico y derivaron la información a un centro de niñez, pero aun así, “todavía costaba enmarcar lo que había pasado en un hecho delictivo», relató a TN su mamá.
Una vez enterados del abuso, los papás de V. se pusieron a atar cabos y relacionaron sus problemas de enuresis (se hacía pis desde los 6 años) y su retraso escolar como una consecuencia de ese hecho aberrante.
Las visitas de V. a la casa de su tío comenzaron a espaciarse y solo lo veía en encuentros familiares. En uno de ellos, el abusador la volvió a atacar y esperó un momento en el que quedaron solos para alzarla y tocarle el pubis. Ella lo relató una y otra vez, y empezó a tener como una necesidad desesperada de hablar sobre la conducta inapropiada de su tío.
Tal es así, que se la ingenió para conseguir una prueba irrefutable y exponerlo delante de toda la familia. Aprovechó que sus padres habían hecho una reforma en su casa e instalaron cámaras de vigilancia en su pieza para hacer que su perverso accionar quedara filmado.
«Hubo una fiesta familiar en lo de mis abuelos”, recordó el papá. «En un momento, cuando yo llego del trabajo, V. empieza a insistir en que le quería mostrar a Leandro las mejoras que habíamos hecho en casa. Me extrañó mucho y la ignoré un rato. Pero de repente, cuando vi que tomaba la llave muy dispuesta, la acompañé», señaló.
V. lo llevó a Leandro a hacer una especie de tour por toda la vivienda. Primero fueron al fondo, donde se construía un quincho, y después lo llevó a su habitación. Fue en ese lugar cuando la cámara apostada en una de las paredes captó claramente el momento de otro nuevo abuso.
Leandro Martínez está prófugo desde hace casi un mes
Al salir del dormitorio, Leandro vio el monitor. Triunfante, V. le comentó, como al pasar: “¿Viste que mis papás pusieron cámaras de seguridad?”. El hombre miró la cámara y al salir presionó el cuello de la nena, como advertencia. “Me apretó el cuello y me dolió mucho”, le contó ella a sus padres.
“V. lo llevó por todos los lugares de la casa donde habíamos instalado cámaras. Cuando me enteré -me hizo escuchar los audios en los que se lo contaba a su niñera, porque no se animaba a decírmelo- y vi que los videos coincidían exactamente con lo que mi hija nos relataba, nos desesperamos”, dijo Pablo.
Fue recién entonces cuando los padres de V. decidieron ir a la justicia. “Hablamos con ella y le dijimos que se quedara tranquila, que su mamá y su papá iban a hacer lo que tenían que hacer para que nunca más le volviera a pasar”, contó Daniela. La pareja estaba devastada, y la nena sumamente conmocionada. “Ella llegó a hacer lo que hizo porque estaba totalmente desbordada”, resaltó.
Ese material fue clave para que la justicia avanzara en la investigación y emitiera una orden de inspección socioambiental en el country donde vive Leandro. Para sorpresa de los investigadores, cuando llegaron al lugar, se encontraron con que la familia se había ido de vacaciones y nadie sabe nada de ellos.
“Está prófugo. No usa el teléfono. No aparece en cámaras de peajes. Evidentemente está muy bien asesorado”, apuntó Pablo, quien aseguró que el abogado Luis Rapazzo, que representa al abusador, intenta lograr un cambio de carátula de abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores a abuso sexual simple.
Hace casi un mes que Leandro Martínez está desaparecido y la nena está muy susceptible y alterada por todo lo ocurrido. “Llora por cualquier cosa, se da cuenta de las consecuencias que esto tuvo en la familia, extraña a sus primitos. Por otro lado, quiere hablar. Hablar ante la justicia. Tenía turno en la cámara Gesell para marzo, pero a pesar del trabajo impecable de la fiscalía, ahora no sé qué va a pasar por todos los recursos de la defensa”, se preguntó Pablo.
El representante legal de la víctima, Juan Pablo Gallego, declaró a TN que «ante el abrumador avance de la investigación y la orden de detención, la defensa particular del prófugo a cargo del doctor Rapazzo ha formulado todas las articulaciones dilatorias posibles. Después de la prolija instrucción de la fiscalía especializada, la defensa viene logrando por más de 25 días mantener oculto a Martínez”.
Eduardo Kertz, propietario del comercio Centro Repuestos, denunció el robo de una caja fuerte con un contenido que ronda un millón de pesos, y de otros elementos de valor que se encontraban en ella. Inmediatamente el personal de Investigaciones de la Policía orientó la investigación hacia el entorno más cercano del damnificado, y con los primeros datos surgidos de la misma, el fiscal de esa jurisdicción, Alejandro Scidá, libró órdenes de detención contra cinco sospechosos.
Los primeros trascendidos indicaban que tres de ellos están alojados en la comisaria de Andalgalá, y dos se encuentran prófugos, entre ellos, dos parientes de la víctima.
La caja fuerte fue robada a principios de octubre pasado del domicilio ubicado en la calle Nieva de Castilla, entre San Martín y Rivadavia, a dos cuadras de la plaza principal, en los primeros días de octubre pasado. El monto rondaría el medio millón de pesos, discriminados en dólares, euros, pesos y joyas. Los delincuentes aprovecharon que el propietario y su mujer se ausentaron por algunos días de la vivienda.
Desde la Perla del Oeste se conoció que uno de los supuestos implicados en el ilícito, habría intentado desprenderse de algunas de las joyas sustraídas, ofreciéndolas en venta, lo que permitió centrar la investigación en ese sentido. De todas maneras, desde un principio las sospechas recayeron en un grupo reducido de personas, entre familiares y personal domésticos que conocían la existencia de la caja fuerte empotrada en una de las habitaciones de la casa.
Una sobrina de Ketz, sería la principal sospechosa, aunque son cuatro los detenidos, en tanto que hay prófugo que sería oriundo de una provincia del norte.
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