Durante la mañana de este martes, en la Ruta Provincial N° 4, a la altura del Km. N° 22, efectivos del Grupo especial de Rescate (GER), dependiente de la Dirección Bomberos de la Policía de la Provincia, realizaron tareas de su especialidad y lograron rescatar a veintiún (21) personas que estaban varadas desde la semana pasada en dicho lugar, a raíz de una creciente del río «El Tala», lo que impidió que los mismos pudieran salir de la casa de retiro franciscana ubicada en la zona.
Es dable hacer mención que, los rescatados se encuentran en buen estado de salud y que siete (07) personas decidieron quedarse por voluntad propia en el lugar antes mencionado.
Donald Trump defendió el jueves el retiro de las tropas estadounidenses de Siria afirmando que Estados Unidos no tiene la intención de ser el “policía de Medio Oriente”, dejando el terreno libre a Rusia, que no oculta su satisfacción.
Si bien quedan muchas preguntas por responder sobre el futuro de los ataques aéreos estadounidenses contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y la política de Washington hacia Irán en la región, el inquilino de la Casa Blanca puede presumir de haber mantenido una promesa de campaña.
“¿Quiere Estados Unidos ser el policía de Medio Oriente, para no obtener NADA e invirtiendo vidas valiosas y miles de millones de dólares (…)? ¿Queremos estar ahí para siempre? Es tiempo de que otros peleen finalmente…”, tuiteó el mandatario.
La retirada de Estados Unidos hará que Rusia, que ha desplegado su poder aéreo en apoyo del presidente sirio Bashar al Asad, sea la potencia global preeminente en el conflicto.
El presidente ruso, Vladimir Putin, quien ha descrito la caída de la Unión Soviética como un desastre geopolítico histórico, ve a Siria, la aliada de Moscú desde hace mucho tiempo, como un activo clave para preservar la influencia en el Medio Oriente.
Rusia consideró “justa” la decisión de Trump. “Donald tiene razón, estoy de acuerdo con él”, dijo, sobre el retiro de unos 2.000 soldados estadounidenses de Siria.
El régimen chiíta de Irán también ha respaldado enérgicamente a Asad, a diferencia de Turquía.
Angela Merkel, canciller de Alemania desde 2005, anunció ayer que no volverá a ser candidata a ningún cargo político ni en su país ni en Europa, ni siquiera si hubiera elecciones adelantadas. “Es hora de abrir un nuevo capítulo”, declaró Merkel en una conferencia de prensa que enfrentó con su habitual aplomo, pero con un tono más personal. “No nací canciller, y de eso nunca me olvidé”, subrayó quien es considerada la mujer más poderosa del mundo, hija de un pastor protestante de la extinta Alemania oriental.
El primer paso de su alejamiento de la política será dejar la presidencia de la Unión Cristianodemócrata (CDU) que ocupa desde que sucediera a Helmut Kohl en 2000, para que el partido “se prepare para la era posterior a mi”, según dijo. “Siempre quise ejercer los cargos políticos con dignidad y también dejarlos un día con dignidad”, subrayó Merkel.
Angela Merkel junto a Mauricio Macri.
Sus palabras desataron un terremoto político. Hace tiempo que los adversarios políticos de Merkel presionan fuertemente para su salida, sobre todo quienes, por derecha, ven a la pragmática doctora en física de 64 años como sinónimo de la “socialdemocratización” de los conservadores alemanes (el actual gobierno es la tercera “gran coalición” entre los dos grandes partidos germanos) y, tres años después, siguen reprochándole el no haber cerrado las fronteras a la oleada de refugiados de 2015 pese al alto costo político a pagar.
Angela Merkel en el parque de la Memoria, Bs.As. -durante su visita a Argentina en 2017-.
Este lunes, la canciller justificó su decisión de dejar la jefatura de su partido con los malos resultados que los conservadores vienen teniendo en sucesivas elecciones regionales. “Yo soy la responsable de los éxitos y de los fracasos”, declaró Merkel. Pero también habló de la “imagen inaceptable” que da su coalición de gobierno, sobre todo por las recientes disputas internas.
La renuncia de Merkel a seguir liderando su partido responde también a la caída de la CDU en las encuestas nacionales, menos de un año antes de unos comicios europeos que podrían marcar el auge de la extrema derecha. Aunque la canciller sigue siendo apoyada y reconocida por gran parte de los alemanes, según el último sondeo nacional los conservadores hoy solo cosecharían el 24 por ciento de los votos de un electorado cada vez más fragmentado. También sus socios socialdemócratas serían, otra vez, duramente castigados en las urnas. Una tendencia que parece difícil de entender si se leen los números macro de constante crecimiento económico, desempleo a la baja y superávit fiscal récord, pero que expresa desde el hartazgo con una dirigencia política que lleva décadas sin soluciones a la profundización de las desigualdades sociales hasta un nuevo nacionalismo xenófobo encarnado por la derechista Alternativa para Alemania AfD.
Angela Merkel anuncia su retirada. / AFP
Justamente la AfD, primer partido de oposición en el Bundestag y ya presente en todos los parlamentos regionales alemanes, viene llevando adelante una feroz campaña en contra de Merkel, persiguiéndola e interrumpiéndola con silbidos en todos los mitines electorales desde 2017 y convirtiéndola en símbolo de la supuesta decadencia alemana. Hasta ahora, la AfD es un tabú en el paisaje político alemán, pero nadie se atreve a pronosticar qué podría pasar en un gobierno conservador post Merkel.
Además de abrir un posible período de indefinición en Alemania, el principio del fin de la era Merkel agrega aun más incertidumbre en una Europa sin liderazgos fuertes, con una negociación trabada para la salida de Gran Bretaña de la UE, una Italia que desafía los estrictos criterios de la moneda común y una Europa del Este cada vez más volcada al autoritarismo nacionalista al estilo del húngaro Viktor Orbán.
La actual coalición liderada por Merkel, que se formó seis meses después de las elecciones de septiembre de 2017, ya tuvo que superar dos graves crisis internas. Y los socialdemócratas alemanes, sumidos en una grave crisis pese a haber logrado la aprobación de varias de sus propuestas en el Ejecutivo, exigen rever el acuerdo de gobierno con los conservadores dentro de un año y medio, cuando se llegue a la mitad del mandato, para decidir si siguen o no en el poder hasta el 2021.
Combo de fotografías que muestra a tres de los posibles candidatos a suceder a Angela Merkel (de izq. a der.) el conservador Jens Spahn, la actual secretaria general de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer; y el ex presidente del grupo parlamentario Friedrich Merz. / EFE
Que lo hagan, y que Merkel se mantenga hasta entonces, podría depender también de quién sea elegido al frente de la CDU. Las cosas serían más fáciles para la canciller si en el congreso partidario del 6 y 7 de diciembre en Hamburgo surge como nueva presidenta Annegret Kramp-Karrenbauer, alias AKK, también llamada “mini Merkel”, actual secretaria general de la CDU y cercana a Merkel tanto política como personalmente. También podría haber una convivencia pacífica si gana el primer ministro regional de Renania del Norte-Westfalia, el “centrista” Armin Laschet.
En cambio, los dos candidatos del ala más conservadora podrían complicar la gobernabilidad bajo la batuta de Merkel.
¿Quién es Angela Merkel y cómo se convirtió en la mujer que rige los destinos del país más poderoso de Europa?
La historia comenzó el 17 de julio de 1954, cuando Angela Dorothea Kasner nació en Hamburgo, en la entonces República Federal Alemana, como hija de un pastor protestante y una maestra de inglés. Con tres años se trasladó a la República Democrática Alemana (RDA), concretamente a Templin, en la región de Uckermark.
Merkel llegó a la política con la caída del Muro de Berlín, en 1989, para convertirse un año después en ministra de la Mujer y de Juventud del Gobierno de Helmut Kohl (1982-1998) y en 2000 en presidenta de la CDU.
Con una mente analítica, fría y con disciplina luterana, esta doctora en física se convirtió en 2005 no solo en la primera mujer en gobernar el país, sino también en el primer dirigente político procedente del este de Alemania.
Angela Merkel aplaude al ex-canciller alemán y mentor, Helmut Kohl, en 2012.
A sus 64 años, ha dado siempre muestras de su fuerte capacidad de síntesis y de su pasión por el detalle. Camino de emular a Kohl, que fuera su mentor dentro de la CDU, cuando fue investida por cuarta vez consecutiva como canciller en marzo de este año, Merkel ha sabido mantenerse fiel a sí misma y proteger antiguas cualidades como sus nervios de acero.
Su capacidad negociadora es legendaria, pero con su renuncia a presentarse nuevamente como candidata a presidir la CDU, la canciller alemana demostró que también ella tiene sus límites.
Una de las conclusiones que dejó el 11 Seminario Internacional de Seguros de Vida y Retiro que organizó AVIRA fue «el alto potencial de crecimiento que mantiene el sector», aunque nunca logra pegar el gran salto, porque a la falta de conciencia aseguradora e inestabilidad macroeconómica se agregaron en el pasado repetidas regulaciones y confiscaciones que minaron el ahorro de los argentinos.
Sin embargo, ahora se cree que se está frente a una oportunidad «para que en 2019, cuando comience la etapa de rebote de la actividad, la industria del seguro pueda cumplir con su rol de ser motor del desarrollo», dijo al cierre de un evento con unos 500 asistentes de los 1.000 inscriptos el secretario de Finanzas de la Nación, Santiago Bausili.
Confiado en la tarea de simplificación de regulaciones, junto con la política definida a partir del acuerdo con el FMI, de acelerar la eliminación del déficit fiscal, y en el avanzado análisis de una propuesta de diferimientos impositivos, Bausili destacó que «el sector podrá comenzar a jugar su partido, como actor clave en la financiación de proyectos productivos».
«El plan es promover un nivel de ductilidad cuando se logre instrumentar el proyecto de diferimiento impositivo, que es lo que se requiere para apuntalar la recuperación esperada en 2019 y para que lo que sucedió en 2018 no vuelva a pasar, y que dependa de nosotros», enfatizó el secretario de Finanzas.
Hoy la deducción impositiva es de apenas $996 por año de lo que un asegurado alcanzado por el impuesto a las Ganancias puede restar de la base imponible, pero en Finanzas analizan cambiarla por un diferimiento impositivo el año próximo de hasta 20.000 pesos.
En Finanzas analizan la alternativa de financiamiento para poder impulsar por una resolución o una ley el diferimiento impositivo que posibilite dinamizar la industria del seguro y a la vez contar con fondos de largo plazo para el desarrollo productivo
—¿Hay consenso con legisladores de la oposición para aprobar una norma que afectará los recursos coparticipables? —le preguntó Infobae a Bausili
—Creemos que sí, porque no se trataría de una deducción impositiva, sino de un diferimiento impositivo en el tiempo, y el beneficio será atraer recursos privados para el financiamiento del desarrollo productivo que contribuirá a generar actividad y consumos en todo el país.
Santiago Bausili: “El beneficio del nuevo régimen será atraer recursos privados para el financiamiento del desarrollo productivo” (Adrián Escandar)
—¿En cuánto se estima el impacto fiscal inicial?
—Lo ha estimado la Superintendencia de Seguros, pero no quiero dar una cifra porque se trata de un número que dependerá de cómo evolucione el sistema. Lo importante es que esa plata que ahorre el sector privado ingresará a las compañías de seguros, y la contrapartida es que luego se reinvierte en la economía, de modo que genere producción y consumo, de modo que por esa vía se recuperan parte de los impuestos que se difieren.
—¿Eso implica que se contempla que no se les pueda exigir a las compañías de seguros en títulos públicos?
—Las compañías de seguro tienen su propios límites de inversiones para cubrir la cobertura de los riesgos que asumen, con criterios prudenciales de largo plazo, y por tanto se intenta no decirles en qué tienen que invertir, solamente se les pone un límite regulatorio, y eso no se está pensando en cambiarlo, más aún porque la iniciativa apunta a que tenga un impacto productivo.
—Hoy la deducción impositiva del pago de primas de seguro de vida y de retiro es de apenas $996 al año, ¿la propuesta de cambiarlo por un diferimiento impositivo de hasta $20.000 por año se prevé que sería gradual, o inmediato?
—Ese primer cambio debería ser de una vez, con el nuevo régimen, después se podrá ir ajustando gradualmente en el tiempo.
Se aspira a que la iniciativa entre en vigencia el año próximo
Asignatura pendiente
Al concluir el 11 Seminario Internacional de AVIRA, el presidente de la entidad, Mauricio Zanatta, destacó el potencial del sector, y en particular que nuevamente, como ocurrió en septiembre en Bariloche, en el marco del G20, el año próximo la Argentina volverá a ser sede de un seminario internacional, como parte de la Conferencia Latinoamericana para Generar Conciencia Aseguradora».
Aspiró Zanatta a que la Argentina pueda generar un mercado de largo plazo, como ha logrado Brasil desde 2002 a 2018, y que permitió desarrollar un mayor mercado de capitales interno para financiar tanto al sector público como al privado.
Para eso, se espera contar en 2019 con un mejor instrumento de diferimiento de impuestos que promueva el ahorro de largo plazo y a la vez genere cobertura futura de las necesidades de las familias.
Debe estar conectado para enviar un comentario.