Un tremendo episodio de extrema violencia se registró alrededor de las 16:00 horas de este lunes en el Barrio San Antonio Sur.
Al arribar al lugar, efectivos policiales observaron a un joven de 27 años, sin remera y con signos de quemaduras.
La víctima relató a los policías que su pareja, una mujer de 23 años de apellido Gordillo, tomó una botella con nafta, lo roció con el combustible para luego prender un encendedor. Las llamas rápidamente se expandieron por las prendas del hombre, resultando con graves quemaduras en el rostro y el tórax.
De inmediato se solicitó la presencia del personal médico del SAME que determinó el traslado del herido al Hospital San Juan Bautista.
En tanto que por disposición judicial se ordenó la aprehensión de la mujer, siendo alojada en dependencias policiales.
En medio de la cuarentena obligatoria para prevenir la transmisión de coronavirus, una joven evadió los controles policiales que se están llevando en la ciudad de Buenos Aires y además de viajar en el baúl de un taxi, se filmó y mostró su «hazaña» en las redes sociales.
El episodio ocurrió el martes en la madrugada cuando la joven, llamada Agustina, grabó un video para dar cuenta de su experiencia. “Voy en un taxi y me detuvieron en el puente Pueyrredón. Me pidieron papeles que no tenía, sólo el DNI tenía, y me escoltaron hasta cerca de mi casa de pedo porque el policía se desvió. Me volví a subir al taxi, sólo que ahora vamos a pasar el control pero metida en el baúl,o sea, Cristian mirá lo que hago por vos”, exclamó.
Ahora tanto ella como el chofer del taxi están siendo intensamente buscados por los efectivos policiales y podrían quedar detenidos por no acatar la medida establecida por el gobierno nacional que prevé penas de quince días a dos años de cárcel.
Un grupo de policías se encontraba en la zona de la terminal de colectivos de Salta, cuando los efectivos comenzaron a escuchar gritos y advirtieron un tumulto afuera de la estación de servicio Shell que se encuentra en esa zona. Cuando llegaron al lugar vieron que había una persona que sangraba profusamente y era auxiliada por los empleados del local y algunos transeúntes. Como vieron que el herido perdía mucha sangre por una herida en la cara y otra en un brazo, llamaron a una ambulancia de inmediato.
Allí los efectivos pudieron conocer por el testimonio de algunos testigos, que el agresor había huido en un auto blanco. Pero, cuando los investigadores pudieron interrogar al testigo en el hospital San Bernardo, este identificó al agresor como la expareja de su novia, de quien esta estaría separada hace algún tiempo.
Además la victima relató que, mientras estaba esperando para viajar, el denunciado se le acercó para preguntar por su nombre y al confirmarle su identidad sacó un machete y comenzó la agresión, mientras vociferaba “te voy a matar, vos destruiste mi familia”.
Una vez identificado el agresor como Ricardo Javier Márquez, de 43 años, el fiscal Federico Jovanovics solicitó un allanamiento a fin de detener al acusado y poder dar con el machete. Márquez fue imputado por el delito de lesiones graves y amenazas y quedó detenido.
Casimiro Abel Campos, la ex pareja Gisella Solís Calle -buscada hace 6 días en La Plata-, tenía una doble vida. El dato fue confirmado por la fiscal que investiga la desaparición, Ana Medina, y ratificado por la familia de la odontóloga.
Los investigadores determinaron que el hombre –que se suicidó esta madrugada cuando lo buscaba la Policía– estuvo en Lobería con su esposa y sus dos hijos mientras le decía a la Policía que no podía presentarse a aportar datos sobre el paradero de Gisella porque se había ido a la Costa.
La dentista sabía que Campos tenía una familia y lo había intimado en varias oportunidades a cortar la relación con su mujer. Se sospecha que ese tema pudo haber originado la fuerte discusión que mantuvo la pareja antes de la desaparición de Gisella.
Si bien Medina remarcó que «no había ninguna denuncia previa» por violencia de género contra Campos, con los indicios recabados se pudo establecer que la pareja «estaba en una situación de conflicto».
Campos se había casado en septiembre de 2004 y repartía sus días entre Lobería y La Plata, donde mantenía las dos relaciones en paralelo.
Casimiro Abel Campos se suicidó en un hotel de La Plata
La fiscal confirmó además que hallaron uno de los dos celulares que usaba la mujer y que están trabajando para reconstruir los últimos pasos que dio Campos. «Ella usaba dos celulares. Uno fue hallado en el domicilio, el otro aún no», dijo la fiscal luego de analizar los resultados de una serie de pericias realizadas en la vivienda y en el vehículo de Gisella, que quedó secuestrado.
Los llamados realizados por la mujer antes de su desaparición son fundamentales para saber qué le pasó o a dónde pudo haber ido. Los investigadores se encontraron con una dificultad: no hay cámaras de seguridad cerca de su casa.
Hasta el momento, la declaración que hizo un vecino de Gisella es uno de los elementos más importantes que hay en la causa. El hombre dijo que el miércoles 16 de enero, cerca de las 8, vio salir a Abel solo de la casa que compartía la pareja.
Cuando se allanó el domicilio de la odontóloga, a los investigadores les llamó la atención que había dos copas servidas con vino sobre la mesa y que faltaban las sábanas de la cama. Además, su cartera y sus documentos estaban en el lugar.
Campos se pegó un tiro el domingo por la tarde en la habitación 12 del Hotel Catedral de La Plata. Su muerte no fue inmediata. Tras el disparo, fue trasladado en estado crítico al Hospital San Martín, donde finalmente falleció esta madrugada.
La mujer vive en La Plata y es no aparece desde el martes 15
Los investigadores buscaban a Campos porque sospechaban de su rol en la desaparición de Gisella. Su suicidio cuando la Policía lo acechaba. Esto no hace más que confirmar los indicios en su contra.
En la habitación del Hotel Catedral, los efectivos encontraron la carabina calibre .22 con la que se disparó en la cabeza, un pasaje con destino a Lobería, un cuchillo, dinero en efectivo y una copia de la citación de la Justicia para que se presente a declarar en la causa por la desaparición de su mujer.
La familia de la odontóloga aseguró que la pareja había mantenido una fuerte discusión el miércoles. Sospechan que Gisella estaba cansada de la doble vida de Casimiro y estaba decidida a ponerle punto final a la relación. A partir de ese momento, no lograron contactarse más con ella.
Una chica de 19 años falleció luego de tocar un cable electrificado que su novio había colocado para proteger su cultivo de marihuana de un posible robo. El hecho ocurrió el pasado lunes en el barrio La Chechela, de la localidad bonaerense de Escobar, pero se conoció en las últimas horas.
Bianca Garraza falleció en el acto cuando, mientras regaba, tocó sin querer el cable que llevaba electricidad y que había colocado Israel Godoy, su novio, con quien convivía desde hacía un tiempo.
El joven fue detenido por efectivos de la Policía bonaerense por tenencia de estupefacientes, pero fue liberado 7 horas después.
Pese a que en principio el hecho se investiga como un accidente, desde la familia de Bianca apuntaron contra el novio.
“Ella lo quería dejar y él la amenazó varias veces con matarla y luego suicidarse. Mi hija no quería estar con él porque no la dejaba salir a bailar con sus amigas, ponerse polleras, plancharse el pelo. Varias veces, él intentó cortarse las venas. Ella estaba volviendo a vivir a mi casa de a poco. Hacía trabajo de hormiga porque le daba miedo», relató Claudia, la madre de la joven, al diario Crónica.
La mujer detalló que el novio de su hija «colocó electricidad para proteger a sus 18 plantas de marihuana un día antes de la muerte y le pidió a la chica que vaya a limpiar la pileta de la casa de ambos a propósito».
La mamá también recurrió a las redes sociales para reclamar el esclarecimiento del hecho. En un posteo en su cuenta de Facebook, pide “Justicia por Bianca Carolina Garraza. Su asesino está libre y mi princesa muerta”. “Era un ángel, trabajadora, guerrera. Y él me la sacó”, agrega.
Pese a las acusaciones, hace poco la joven había publicado un posteo en Facebook donde afirmaba: “Loca y enamorada estoy”, junto a una foto en la que se veía a Godoy a orillas de un arroyo.
El hecho generó una gran consternación en el barrio. Vecinos y amigos despidieron a la joven con varias publicaciones en distintas redes sociales, en las que expresaron el dolor y la bronca por el suceso.
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