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  • Federico tiene 23 años y fue elegido entre 34 mil postulantes para hacer su residencia de medicina en Harvard

    Federico tiene 23 años y fue elegido entre 34 mil postulantes para hacer su residencia de medicina en Harvard

    Federico Repetto es de San Justo, una pequeña ciudad en Santa Fe. En diciembre se recibió en la Universidad Favaloro con medalla de oro, y hace diez días se enteró de que lo aceptaron como residente en la red de hospitales de la universidad más prestigiosa del mundo.

    Federico Repetto encontró la confirmación de su vocación en las caras de sus pacientes. Cuando estaba rotando en el servicio de Cirugía de Fundación Favaloro, veía salir a las personas del quirófano en estados delicados. Tras semanas de internación, la mayoría se recuperaba. Ahí, en la gratitud que recibía de ellos, en sus expresiones de felicidad al recobrar la salud, Federico ratificó que Medicina era lo suyo.

    Ahora, a los 23 años, terminó de cursar la carrera en la Universidad Favaloro y se prepara para el desafío que asumirá a partir de junio, cuando empiece su residencia en Mass General Brigham, la red de hospitales que dependen de la Universidad de Harvard, en Boston, Estados Unidos. Fue uno de los 460 candidatos aceptados por la Universidad, de un total de más de 34.000 postulantes de todo el mundo. Para la especialidad que eligió –Anatomía patológica y Patología clínica– solo había 21 lugares.

    “Había comenzado a averiguar sobre esta posibilidad en 2020, durante la pandemia. Mientras finalizaba la carrera, en septiembre de 2023, me postulé a 60 hospitales para hacer la residencia en Estados Unidos. Nunca pensé que me aceptarían en Harvard. Aún no lo puedo creer; mi familia tampoco”, cuenta Federico .

    “Es un gran orgullo para todo su pueblo, su familia y sus amigos de Buenos Aires”, define su amiga Francesca Olivato. Los Repetto son de San Justo, una ciudad de 22.000 habitantes ubicada en Santa Fe, 100 kilómetros al norte de la capital provincial.

    Federico cursó la primaria y secundaria en el Colegio Urbano del Niño Jesús; en 2018 se mudó a la Ciudad de Buenos Aires para estudiar Medicina en la Favaloro. En la escuela descubrió su interés por el cuerpo humano, especialmente a partir de tercer año, cuando eligió la orientación en Ciencias Naturales. Antes había pensado en ser actor o escribano. “Al interiorizarme en las ciencias naturales, me di cuenta de que el cuerpo es súper complejo, y aún hay muchísimo por descubrir”, sostiene.

    De esos años también resalta una experiencia que le marcó el camino: en 2015 se fue de intercambio a Texas por seis meses. “Me abrió la cabeza; me hizo ver el valor de explorar otras culturas y conocer nuevos lugares y personas”, recuerda. También fue, claro, una oportunidad para perfeccionar el inglés.

    Por eso, a la hora de proyectar el paso siguiente a la universidad, la posibilidad de continuar formándose afuera apareció enseguida. Durante la carrera también había tenido algunas experiencias en Estados Unidos: “Hice una rotación de tres semanas en cirugía en el estado de Washington, en enero de 2022. En ese momento, mi gran disyuntiva era especializarme en cirugía o en patología. Allá conocí al patólogo del hospital: su pasión por la especialidad y su conocimiento me cautivaron tanto que decidí inclinarme por la patología clínica”, explica. Luego siguió otra experiencia de un mes en la Universidad de Utah, en enero de 2023.

    De cada experiencia, Federico se trajo cartas de recomendación de otros médicos, una herramienta clave que le serviría más tarde para postularse a hacer la residencia en Estados Unidos. Otro requisito fundamental fue rendir dos exámenes conocidos como United States Medical Licensing Examination (USMLE). Cada uno le llevó un año de preparación, mientras seguía cursando la carrera en Buenos Aires.

    El año pasado fue de contrastes. “En marzo de 2023 comencé mi sexto año de medicina, y la universidad me ofreció dos meses de rotación electiva, que realicé en el servicio de patología del Brigham and Women’s Hospital, afiliado a la Universidad de Harvard, entre septiembre y noviembre”, cuenta Federico. Ese fue su primer contacto con el hospital universitario al que volverá en junio. Justo antes de aquel paso por Harvard, había estado tres meses rotando en Villa Atamisqui, una localidad del interior de Santiago del Estero.

    El año pasado también tuvo una experiencia de rotación en Villa Atamisqui, una localidad del interior de Santiago del Estero.El año pasado también tuvo una experiencia de rotación en Villa Atamisqui, una localidad del interior de Santiago del Estero.

    En diciembre de 2023 se recibió con medalla de oro y fue abanderado por haber obtenido el mejor promedio. Una vez graduado, en enero y febrero de 2024 hizo un par de rotaciones más en Estados Unidos: en enero de 2024 estuvo en la Universidad de Indiana y en febrero 2024 en la Cleveland Clinic, donde René Favaloro creó el bypass.

    El 15 de marzo recibió el mail que definirá los próximos años de su vida: el Mass General Brigham de la Harvard Medical School lo aceptó para la residencia en el programa de Anatomía Patológica y Patología Clínica, que comenzará el 14 de junio. Federico espera “aprender de los líderes en el campo, desempeñar un rol docente con los estudiantes de medicina de Harvard y contribuir a la investigación médica y a la medicina global”. Lo entusiasma especialmente poder hacer investigación de avanzada y tener experiencias de rotación en distintos países.

    Sobre las condiciones de la residencia en Estados Unidos, explica: “Tenés un salario que es bastante bueno, que te permite alquilar un departamento. Además Harvard cuenta con un programa de housing que te ayuda con ese tema”. Reconoce que el panorama será diferente para sus compañeros en Argentina: “La situación económica es difícil. Mis amigos que harán la residencia acá no saben cómo van a hacer para pagar un alquiler, sus padres tendrán que seguir ayudándolos”.

    En diciembre de 2023 se recibió con medalla de oro en la Universidad Favaloro y fue abanderado por haber obtenido el mejor promedio. En diciembre de 2023 se recibió con medalla de oro en la Universidad Favaloro y fue abanderado por haber obtenido el mejor promedio.

    Para Federico el futuro empezará a escribirse en dos meses, cuando vuele hacia el Norte. “Me encantaría enfocarme en investigación, poder descubrir cosas nuevas y aportar a la mejora de los tratamientos oncológicos. Me interesa especialmente profundizar en la medicina personalizada (que basa sus decisiones de prevención, diagnóstico y tratamiento en el perfil genético de cada paciente). También me gustaría asumir un rol de liderazgo en el hospital”, proyecta.

    ¿Qué le recomendaría a alguien que esté pensando en seguir sus pasos? Él enumera: “Lo primero es la mentalidad: creer que es posible. Uno tiende a pensar que no va a llegar, que es muy difícil competir con tantos postulantes. También es fundamental hacer networking, hablar con gente que estuvo ya en la posición a la que aspirás. A mí me sirvió mucho contactar a médicos que ya están allá, existen muchas ayudas económicas de los hospitales que a veces uno no conoce. Puede tomar más o menos tiempo, pero si estás convencido, es posible. Hay que ponerle garra y darle para adelante”.

    Fuente: Infobae

  • Que piensa sobre Argentina la prestigiosa economista de Harvard Deirdre McCloskey

    Que piensa sobre Argentina la prestigiosa economista de Harvard Deirdre McCloskey

    Deirdre McCloskey es una reconocida y prestigiosa historiadora estadounidense de la Universidad de Harvard. Hoy es profesora en la Universidad de Illinois. Enseñó en Chicago por más de una década, cuna de la ortodoxia económica. Escribió 16 libros y más de 300 papers. Deirdre nació como Donald McCloskey. Se casó a los 25 años, vivió junto a su esposa y dos hijos por casi tres décadas. Cerca de los 55 entró a un quirófano y salió mujer. “Amé a mi esposa y mis hijos”. Aconseja que una de las claves para cambiarse el sexo es seguir con “la vida profesional y personal”. Hace unos días visitó el país y participó de un evento organizado por la Fundación Libertad.

    – Su tesis doctoral en Harvard fue sobre la producción de hierro y acero británicos entre 1870 y 1912. Algunas de esas vigas de metal están acá a la vuelta en la estación de trenes, ¿qué quedó de aquella Argentina?

    – La economía de ustedes anduvo bien con el modelo de imperialismo y libre mercado del siglo XIX. Su país no fue una colonia, aunque estaba presente el sentimiento de que Gran Bretaña dominaba la actividad comercial. Cuando los británicos inventaron la refrigeración, la Argentina pudo enviar carne al exterior. Antes, ustedes tenían que comer casi toda esa carne. Así se insertaron en la economía global.

    – ¿Qué pasó después? Usted dijo una vez que Argentina desde la época de Perón representa…

    – [Interrumpe] Uno de los peores casos en América Latina [risas]. Así, es. El liberal francés Frédéric Bastiat dijo que los gobiernos representan la convicción de que todos los ciudadanos pueden vivir de gravar ingresos y/o subsidiar a alguien más. Desde la época de Perón que en Argentina se cree en eso: se ha convencido a los votantes de que la economía puede funcionar gravando y subsidiando. Argentina no es el caso más grave como por ejemplo fueron Venezuela o Alemania del Este. Pero en Argentina se registra, aún hoy, ese peligro: creer que uno en la sociedad puede vivir del resto. Y por eso es que Argentina no es tan rica como podría serlo.

    "La política económica de los casi últimos cien años definió a la economía como una ciencia a la que los gobiernos podían acudir para resolver las demandas de la sociedad. Me parece muy arrogante pensar así". Foto: Luciano Thieberger.

    «La política económica de los casi últimos cien años definió a la economía como una ciencia a la que los gobiernos podían acudir para resolver las demandas de la sociedad. Me parece muy arrogante pensar así». Foto: Luciano Thieberger.

    – Un sociólogo argentino [N.E.: Juan Carlos Torre] llamó a eso ‘impulso igualitario’ para nuestro caso, ¿pero esto mismo no ocurrió en el mundo?

    – Totalmente. Sucedió en Estados Unidos y en Gran Bretaña. ¿Sabe en el fondo por qué? Cambió la opinión de las personas comunes sobre la jerarquía de la sociedad. Doscientos años atrás alguien decía “soy lechero y haré toda mi vida este trabajo”. Era como llevar a cuesta una cruz hasta el último día de vida. Pero luego vino ese concepto de que el gobierno sabe resolver los problemas del país y los individuos, que cuenta con un cuerpo brillante de economistas que arreglarán los inconvenientes como fallas de mercado, monopolios y demás. Me parece una mirada muy optimista sobre los gobiernos. Si usted le dijera a Adam Smith que los gobiernos son un conjunto de buenas personas tratando de que los más pobres progresaran, se hubiera reído.

    – Critica los gobiernos, ¿qué responsabilidad tienen los economistas?

    – La política económica de los casi últimos cien años definió a la economía como una ciencia a la que los gobiernos podían acudir para resolver las demandas de la sociedad. Me parece muy arrogante pensar así.

    – Está en contra de que el Estado redistribuya el ingreso de ricos a pobres. ¿Pero qué hay con el corto plazo? ¿Rechaza la ayuda del Estado cuando el ciclo económico es desfavorable como planteó Keynes?

    – Primero aclaremos algo. Los gobiernos nunca ayudan a los más pobres. Los economistas argumentan a favor de la intervención en el nombre de que favorecen a los más pobres y no es así: usualmente sus políticas benefician más a las clases medias que son las que votan a los gobiernos. Yo apoyo el libre mercado y estoy en contra del socialismo. Me defino como una mezcla de John Stuart Mill [N.E.: un economista liberal inglés del siglo XIX] y de la Iglesia de Inglaterra. Me veo obligada a reconocer a los pobres, de hecho, hospedé en mi departamento a dos personas sin techo durante cuatro años y medio. Les di comida, abrigo y un sitio para dormir. Doy el 10% de mis ingresos a mi iglesia que ayuda a los pobres de manera más inteligente que la mayoría de los gobiernos. Me gusta y quiero hacer caridad en el corto plazo, en lo inmediato. Pero usted entenderá, y no quiero eludir su pregunta, que en el largo plazo el mejor programa para los pobres es el crecimiento.

    "Acumular pilas de graduados, de edificios, puentes, no conduce a nada si no hay un proyecto detrás. Esas ideas son estúpidas. Claro que hace falta capital para crecer. Y dar empleo. ¡Es obvio! Pero no es suficiente".Foto: Luciano Thieberger.

    «Acumular pilas de graduados, de edificios, puentes, no conduce a nada si no hay un proyecto detrás. Esas ideas son estúpidas. Claro que hace falta capital para crecer. Y dar empleo. ¡Es obvio! Pero no es suficiente».Foto: Luciano Thieberger.

    – ¿O sea que está a favor de las políticas de ingreso en ciertas ocasiones?

    – Sí. En el muy corto plazo las justifico. Mire la desgracia de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump y la manera en que reaccionó a dos huracanes que devastaron Puerto Rico. Fue un atropello. No quiso darles dinero y les dio más a los que viven en Houston.

    – Habló de crecimiento económico. Argentina es el país que vivió más en recesión después de Congo según el Banco Mundial. ¿Qué saben los economistas del crecimiento?

    – Los economistas metieron la pata, cometieron errores con este tema. El primero de ellos, data de hace siglos y consiste en pensar que la acumulación de capital es lo que hace a una nación rica. Incluso, creo, en ese punto específico se equivocó hasta Smith.

    – Puentes, puertos, trenes…

    – Mire por la ventana de su casa, oficina o cuando viaja en tren. ¿Qué ve? Sólo edificios. No tiene sentido. Otro punto en los que los economistas han hecho hincapié es en la educación.

    – Pero hay evidencia de cómo más inversión en educación genera más crecimiento económico. Informes del FMI, el BID y el Banco Mundial…

    – (Mueve la cabeza…) Está mal, está todo mal. Acumular pilas de graduados, de edificios, puentes, etc, no conduce a nada si no hay un proyecto detrás. Esas ideas son estúpidas. Claro que hace falta capital para crecer. Y dar empleo. ¡Es obvio! Pero no es suficiente. Alemania del Este invirtió en capital que no tenía sentido y uno ve sus edificios vacíos.

    "Las personas toman el presente como punto de partida para sus análisis y no saben que el presente es treinta veces superior al pasado. Hay estudios que marcan que las condiciones de vida en países como Argentina en los últimos 150 o 200 años mejoró hasta 30 veces. En los más pobres esa mejora es de 10 o 15 veces". Foto: Luciano Thieberger.

    «Las personas toman el presente como punto de partida para sus análisis y no saben que el presente es treinta veces superior al pasado. Hay estudios que marcan que las condiciones de vida en países como Argentina en los últimos 150 o 200 años mejoró hasta 30 veces. En los más pobres esa mejora es de 10 o 15 veces». Foto: Luciano Thieberger.

    – ¿Quienes diría usted que son los que más se benefician de las políticas de libre mercado?

    – La gente más pobre es la más beneficiada por el libremercado. Es verdad que los más ricos obtienen artículos de lujos bajo este sistema. Pero lo más importante es que las personas tengan un techo, salud adecuada, alimentos sanos, educación para sus hijos y la posibilidad de viajar. Todos bienes y servicios que los pobres no tenían dos siglos atrás.

    – ¿Por qué el capitalismo es criticado en el mundo? Thomas Piketty dice que el mundo es más desigual. Diarios como The Guardian publican serie de notas al respecto.

    Porque las personas toman el presente como punto de partida para sus análisis y no saben que el presente es treinta veces superior al pasado. Hay estudios que marcan que las condiciones de vida en países como Argentina en los últimos 150 o 200 años mejoró hasta 30 veces. En los más pobres esa mejora es de 10 o 15 veces. ¿El mundo es más desigual? No, está mal eso también. El mundo se ha vuelto radicalmente más igual y a favor de los más pobres en los últimos cuarenta años. Muchas veces le comento a mi mamá, que tiene 96 años, sobre estas estadísticas y me responde: “Son aún gente pobre”. Yo le respondo que los pobres están mejor. Y ella me contesta “Pero tienen que estar mejor de manera más rápida”. Y la vía para que dejen de ser pobres más rápido es a través de la innovación. Vea China e India que crecen entre 5 y 10 por ciento por habitante. Argentina al 1 por ciento con suerte…

    – ¿Argentina necesita innovar más?

    Sí. Y no es porque no haya emprendedores o cursos de MBA en la Argentina. Lo que importa es que las personas tengan el permiso de hacer lo que deseen sin que otros interfieran, sin reglamentaciones o licencias de gobiernos que permiten o prohíban tal cosa. Que las mujeres no tengan la interferencia de sus padres o maridos, que los pobres puedan migrar de un trabajo a otro, que los argentinos puedan comprar cualquier bien o servicio del mundo.

    – Usted escribió 16 libros, ¿cuáles son los libros de economía que más venden?

    – Los pesimistas. A las personas les encanta leer historias de que el mundo se acerca a su final.

    – Como la religión

    Los cristianos, judíos y musulmanes tienen una historia con el final. The Eschaton, en teología, es el evento final del plan divino, el final del mundo. Es muy claro en Karl Marx, diría que toda su obra es una traducción a la economía de The Eschaton.

    – En los últimos cincuenta años la economía se enseñó con manuales como los de Paul Samuelson o Rudiger Dornbusch-Stanley Fischer, ¿cómo imagina la enseñanza de la economía en los próximos cincuenta años?

    Stanley fue un colega mio en la universidad. Y Rudiger alumno mio. Ese tipo de libros creo que no volverán más. Son muy caros de hacer y es cada vez más barato obtener explicaciones en la web. O sea, si soy un editor me iría de ese segmento. ¿Los alumnos? Sería mejor que lean libros, artículos y autores importantes de economía en lugar de manuales. Trataría que entiendan la economía aplicando lo que aprendieron a casos concretos en la vida real.

    – ¿Qué autores recomienda leer en economía?

    Ahora mismo se me ocurren John Kenneth Galbraith, Milton Friedman, Friedrich Hayek, Karl Marx, John Maynard Keynes…

    – ¿Qué avances distingue en la ciencia económica en estas décadas?

    El más importante diría que es la historia económica. Nos permite comprender nuestro pasado pero también hacer comentarios sobre el presente y futuro. La economía que se hace hoy es mejor que la de sesenta años atrás porque absorbe más historia. Por supuesto que si le pregunta a algún otro economista tal vez mencione como avance tal o cual técnica o herramienta econométrica. Yo me quedo con la Historia. Otro gran cambio ha sido el estudio de la economía de la propiedad privada, como hizo Ronald Coase. La tercera, Public Choice, esto es, cómo funcionan los gobiernos.

    "La economía que se hace hoy es mejor que la de sesenta años atrás porque absorbe más historia. Por supuesto que si le pregunta a algún otro economista tal vez mencione como avance tal o cual técnica o herramienta econométrica. Yo me quedo con la Historia". Foto: Luciano Thieberger.

    «La economía que se hace hoy es mejor que la de sesenta años atrás porque absorbe más historia. Por supuesto que si le pregunta a algún otro economista tal vez mencione como avance tal o cual técnica o herramienta econométrica. Yo me quedo con la Historia». Foto: Luciano Thieberger.

    -¿Y la economía del comportamiento?

    Es una estupidez, como la economía de la felicidad…

    – Hablando de felicidad. Usted dijo una vez que para cambiarse de sexo había que tener sentido del humor, ¿qué otros consejos le daría a alguien que piensa dar ese paso?

    Que siga con su vida profesional y personal. La transformación de mujer a varón es tan común como de varón a mujer. Esto último no es algo tan obvio ni conocido. Es más dificil pasar de ser hombre a ser mujer como fue mi caso. Las hormonas para pasar de mujer a varón son muy poderosas y los resultados son rápidos.

    -¿Cómo es ser un hombre hasta los 53 años, estar casado treinta años y luego hacerse mujer?

    Es como ser ruso hasta los 35 años luego mudarse a Estados Unidos y hacerse fan de los Red Sox. En otras palabras, es como cualquier otra transformación en una sociedad libre. Por supuesto que hay personas que resultan lastimadas y ofendidas. Una vez estaba en un evento universitario en Northwestern y discutía un punto de manera muy intensa con un colega. Una de esas discusiones duras entre economistas. Seguimos debatiendo mientras caminábamos y entramos al baño. Me miró y entonces me ví en los mingitorios Me reí.

    -¿Qué cambios hay entre ser transexual hoy y antes?

    En la calle no dicen ahí va un hombre disfrazado de mujer. Solían decirlo pero ya no más. Otro dato es que sentí que me tratan como una mujer en los debates entre economistas. Fue en una presentación con académicos en Holanda. Yo era la única mujer. Recuerdo que hice un planteo, una observación y los hombres lo ignoraron por completo. Dos minutos más tarde un colega que se llamaba George dijo algo parecido. “¡George! Ese es un gran planteo”, dijo el resto.

    -¿Cuanto cuesta operarse?

    En mi caso fue caro porque lo hice a las apuradas. Pero puede hacerse por US$ 20.000.

    Las memorias de un transexual que fue Donald

    Deirdre McCloskey es desde el 2000 Profesora Distinguida de Economía, Historia, Inglés y Comunicación de la UIC en la Universidad de Illinois en Chicago y previamente por más de una década en la Universidad de Chicago. Formada en Harvard como economista, ha escrito dieciséis libros y ha editado siete más, y ha publicado más de 300 artículos sobre teoría económica, historia económica, filosofía, retórica, feminismo, ética y derecho. Sus últimos libros son Las virtudes burguesas: ética para una era del capitalismo de 2006, Por qué la economía no puede explicar el mundo moderno de 2010. También escribió un libro de memorias (“Mis memorias”) sobre su cambio de sexo en 1995. En los últimos años figuró entre los candidatos al Premio Nobel de Economía.

    Fuente:

  • El director de Astronomía de la Universidad de Harvard, afirma que una nave extraterrestre se mueve cerca de la Tierra

    El director de Astronomía de la Universidad de Harvard, afirma que una nave extraterrestre se mueve cerca de la Tierra

    Abraham Loeb, «Avi», para los amigos, es el director del Instituto de Astronomía de la Universidad de Harvard y sostiene no solamente que no estamos solos en el universo, sino que es más que probable que en estos momentos «una nave espacial o parte de ella pueda estar volando más allá de la órbita de Júpiter». Incluso lo ha calculado con un sistema de complejas ecuaciones, según explicó él mismo a The Washington Post.

    Es lo que este astrónomo llama “modestia cósmica”: la idea de que es arrogante suponer que estamos solos en el universo, o incluso que somos una especie especialmente especial, valga la redundancia. Cuando puso esta teoría en negro sobre blanco, se viralizó y ahora hay hasta cinco productoras cinematográficas interesadas en llevar su vida al cine.

    Las ideas de Loeb, de 57 años, han dejado desconcertados a sus colegas, pues es un científico que lleva más de 30 años dado clases en prestigiosas universidades, y tiene publicados cientos de artículos sobre la naturaleza de los agujeros negros y las galaxias primitivas, entre otros temas, lejos de cualquier sensacionalismo. Todo empezó a finales de 2017, cuando astrónomos de Hawái detectaron un objeto interestelar, muy rápido y brillante, y llegaron a la conclusión de que sólo podía proceder de una estrella. Lo bautizaron como Oumuamua, que en hawaiano significa explorador. Pero Loeb y su colega Shmuel Bialy no opinaban lo mismo, y publicaron un artículo en el Astrophysical Journal, en el que afirmaban que Oumuamua “es una vela luminosa, flotando en el espacio interestelar como un escombro de un equipo tecnológico avanzado”.

    La mayoría de los científicos cree que Oumuamua es una roca o un asteroide desprendido de una estrella en fusión hace cientos de millones de años, o un cometa helado que deambula por el vacío interestelar. En cambio Loeb cree se mueve demasiado rápido para ser una roca inerte, y que se aleja del sol como si algo la estuviera empujando desde atrás.

    Las reacciones de sus colegas no se hicieron esperar. “Un ejemplo impactante de ciencia sensacionalista y mal motivada”, escribió el astrofísico teórico Ethan Siegel en Forbes. La astrofísica de la North Carolina State University, Katie Mack, sugirió que Loeb buscaba publicidad. “A veces escribes un artículo sobre algo que no crees que sea verdad en absoluto, sólo con el propósito de publicarlo”, le dijo a The Verge.

    Pero Loeb insiste, y aunque asegura que no se puede afirmar categóricamente que Oumuamua sea alienígena, difícilmente se pueda pensar en otra cosa: “Mucha gente esperaba que una vez que hubiera toda esta publicidad, me echaría atrás. Si alguien me muestra pruebas de lo contrario, inmediatamente retrocederé”, aseguró el científico a The Washington Post.

    Loeb creció en un pueblo agrícola israelí. Explica que se sentaba en las colinas y leía libros de filosofía imaginando el universo más amplio, lo que lo llevó a la universidad y a empezar a andar el camino hasta Oumuamua. Empezó su carrera universitaria en Princeton, en el mismo departamento en el también estuvo Albert Einstein, y presume de que Steven Hawking cenó una noche en su casa, y de que Steven Spielberg le pidió consejo para una película. No tiene miedo de que su peculiar visión del universo le cause problemas. “Lo peor que me puede pasar es que me liberen de mis tareas administrativas, y eso me dará aún más tiempo para centrarme en la ciencia”, dice Loeb, que asegura que “todos los títulos que tengo, puedo devolverlos. De hecho, puedo volver a la granja”.

  • Trapitos al sol en Harvard: Sturzenegger dijo que Peña buscó su fracaso en el BCRA

    Trapitos al sol en Harvard: Sturzenegger dijo que Peña buscó su fracaso en el BCRA

    El ex presidente del Banco Central habló sobre las internas en Cambiemos y aseguró que el funcionario buscó que su estrategia fracasara.

    En el marco de una charla en la universidad norteamericana de Harvard, de la que participaron el ex presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, y el ex viceministro de Hacienda, Sebastián Galiani, se habló sobre las internas en el oficialismo y Sturzenegger no dudó al acusar a Marcos Peña de «buscar» que su gestión fracasara.

    El ex titular de la entidad monetaria cargó contra Peña y lo acusó directamente de haberle impedido ejecutar una política monetaria más dura que, según su visión, le habría permitido obtener mejores resultados en materia económica.

    Federico Sturzenegger, ex titular del BCRA.

    Las trastienda de la cocción de medidas como la reforma fiscal y previsional, también formó parte del encuentro. Sturzenegger dio detalles de como era su gestión al frente de la entidad y de sus frecuentes visitas a la Casa Rosada para defender su trabajo ante la mirada de Peña y sus asesores.

    «Yo no entiendo nada de economía pero el resto de las personas que están en esta sala me dicen que no hay que hacer lo que vos decís», le decía Peña según reveló.

    Más adelante, habló sobre el fracaso de su estrategia y culpó al círculo íntimo del Presidente por las decisiones a la hora de combatir la suba de precios.

    Por su parte, Galiani confesó que volvió especialmente al país desde Estados Unidos para implementar la reforma fiscal y previsional, y tras algunos meses en Buenos Aires regresó a Maryland a seguir dando clases.

    Galiani, mostró también con gráficos durante su exposición los beneficios que trajo la ley que cambió la fórmula de movilidad jubilatoria que tanta resistencia generó al momento de su sanción en diciembre de 2017.

    Al ser consultado sobre la reparación histórica, el ex secretario aseguró que en ese entonces todavía no formaba parte de Hacienda, y aclaró que le pareció una decisión equivocada. Más adelante, reconoció que introdujo en la reforma fiscal un nuevo impuesto contra los cigarrillos al enterarse que Aníbal Fernández mantenía intereses vinculados con ese sector.