En su segundo día en España, Javier Milei se reunió este sábado con CEOs de empresas españolas en la embajada argentina en Madrid y calificó el encuentro como «fabuloso». Al llegar, fue recibido por protestas feministas y militantes K. «Milei no es libertad, es fascismo», le gritaron. Sobre el mediodía argentino, el mandatario mantendrá un encuentro con el líder de Vox, Santiago Abascal.
Al llegar a la embajada argentina en Madrid, donde mantuvo una reunión con empresarios, Javier Milei fue recibido con protestas de feministas radicales de Femen con el pecho descubierto al grito de «Milei no es libertad, es fascismo».
Con banderas kirchneristas y carteles, un grupo de personas se manifiestan en el centro de Madrid. En tanto, Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno español, afirmó que su par argentino Javier Milei y el líder de Vox, Santiago Abascal, se reunirán este sábado en España porque «representa lo que ellos odian».
«La internacional ultraderechista se reúne hoy en España con Abascal y Milei a la cabeza. Y lo hacen aquí porque España representa lo que ellos odian: feminismo, justicia social, dignidad laboral, Estado del bienestar y democracia», apuntó Sánchez a través de sus redes sociales.
Milei se reunió este sábado a la mañana con empresarios españoles y calificó el encuentro como «fabuloso», en un breve contacto que mantuvo con la prensa al salir de la embajada argentina en Madrid.
El presidente bajó la ventanilla del auto y respondió preguntas de periodistas que lo aguardaban, mientras un grupo de simpatizantes gritaba «Presidente, presidente» y «Fuerza, fuerza».
Agregó que dentro de un mes regresará al país para recibir un premio de la entidad liberal Instituto Juan de Mariana, y que no cree que el Gobierno español quiera reunirse con él cuando vuelva.
El grupo de empresarios españoles de la reunión estuvo encabezado por Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, principal patronal de ámbito nacional.
Luego de que el presidente Javier Milei este viernes presentará su libro El camino del libertario en el diario La Razón en Madrid, un grupo de manifestantes se movilizó hasta la embajada de la Argentina en la capital española para repudiar la presencia del libertario.
Cientos de personas se reunieron frente a la sede diplomática y entonaron cánticos contra el mandatario argentino entre los que se destacaron “¡No es libertad, es fascismo!” y “Señor, señora, no sea indiferente, que matan a lesbianas en la cara de la gente”.
Muchas de las personas que se acercaron a la embajada fueron con la intención de protestar por el asesinato de las tres mujeres víctimas de lesbicidio que tuvo lugar el 6 mayo en el barrio porteño de Barracas. El hecho ocurrió en la madrugada mientras cuatro mujeres dormían en la habitación de un conventillo.
Un hombre de 67 años fue detenido acusado de haber provocado el incidente tras rociar con un líquido inflamable a dos mujeres y haberlas prendido fuego. Por el incendió que provocó, tres de las cuatro mujeres murieron.
El hecho tuvo una gran repercusión en todo el mundo, mientras que el colectivo LGTBQ+ advierte sobre el aumento de los discursos de odio y la eliminación de políticas en el gobierno de Javier Milei para prevenir y luchar contra la discriminación y la violencia hacia las diversidades sexuales.
El espacio que comenzó hace 5 años, a partir del encuentro de un grupo de compañeras de militancia política, hoy llega a la 4° edición de la Feria del Libro Feminista (Filfem), que se desarrollará este domingo en el Complejo C Art Media de Chacarita, y reúne a más de 90 editoriales y librerías con publicaciones feministas y de diversidades con gran variedad de propuestas centradas en el debate de temas como la maternidad, la violencia de género, las disidencias y las infancias libres.
Una feria del libro feminista. ¿Existe? ¿Hay antecedentes? Un grupo de compañeras de militancia se hicieron esta pregunta en 2017. Buscaron referencias: Feria Lila, en Santiago de Chile. Feria de Sant Jordi, en Barcelona. No mucho más. Ninguna de ellas se dedicaba a la literatura, pero la conjunción de 11 mujeres que se recomendaban textos bastó para crear un espacio transversal cuando todavía la sororidad no era una palabra popular.
Su potencia política radica en reunir los feminismos que se imprimen en los géneros y soportes más diversos: manifiestos, novelas, ensayos teóricos, fanzines, relatos de no ficción, investigaciones y poesía. La potencia es la misma que las lanzó, a partir de la lucha por la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), a la primera feria en 2018 y que hoy acumula cuatro ediciones.
“El espíritu es ser un espacio transversal, amplio y plural en el que se prioriza darle visibilidad a los pequeños editores. En la curaduría se trabaja especialmente para que editoriales y librerías no se pisen, para que no se repitan títulos”, explica a Télam Josefina Maharbiz, una de las coordinadoras y fundadoras de Filfem.
Una ola, todas las olas
El momento social, político y económico en el que transcurre la feria de 2022 es muy diferente al de su primera edición, en 2018, atravesada por un leitmotiv que, aún con diferencias dentro de los feminismos, arrasaba como una ola: la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. En ese entonces, el consumo de feminismo era imparable y la feria tuvo varias cuadras de cola de personas para ingresar.
Hoy, las batallas son diversas y múltiples, así como también los posicionamientos. Como en toda arena de disputa política, las diferencias afloran: regulacionistas versus abolicionistas de la prostitución; feminismos que prefieren la cancelación y los escraches de varones denunciados por violencia de género, frente a quienes defienden la inocencia hasta que se demuestre lo contrario.
Ya no hay una ola arrasadora, los temas de interés se ramifican, y como en todo proceso de expansión, los límites se amplían y las reglas encorsetan.
“El feminismo está buscando un lugar, y eso se expresa también en la feria. Estamos en un momento amesetado del movimiento. Hubo muchos triunfos y probablemente los siga habiendo, pero estamos en otro estadío. Hay cosas que tienen que decantar, es la calma tras la oleada. Y esta edición de la Filfem representa eso: una búsqueda de nuevos temas que nos interpelen a todes”, agrega Maharbiz.
“Las producciones de la cultura sirven para ensayar modos sensibles de hablar de las cosas que nos preocupan: lo travesticidios, los femicidios y los discursos de odio. Personalmente, me interesa trabajar teniendo en cuenta la diversidad y proponer una alternativa de disfrute con textos donde esté presente la imaginación, la autobiografía y la posibilidad de inventarse”, explica a Télam Gabriela Luzzi, fundadora de Paisanita Editora.
El ancho mar feminista
“La deuda es con lxs trabajadorxs sexuales” es una de las charlas centrales de la Filfem, conversación que tendrá espacio a partir de las 17 y en donde la periodista Mikki Lusardi entrevistará a Georgina Orellano, autora del libro «Puta feminista, historias de una trabajadora sexual» (Pengüin Random House).
A raíz de esta charla, militantes feministas del abolicionismo se pronunciaron en redes sociales y cuestionaron la decisión de la feria de incluir la voz de Orellano, quien además de presentar su libro es una militante histórica por los derechos de las trabajadoras sexuales en Argentina.
“Tenemos feminismos de izquierda y feminismos de derecha y ahí hay un mar turbulento, y esa turbulencia habilita revoluciones y contra-revoluciones. Nosotras como feria no tomamos una postura. En este caso Georgina había sacado un libro y llegó la oportunidad de presentarlo. En el espacio hay muchos feriantes que traen textos abolicionistas, además. De nuevo, la postura de la feria es ser plurales”, dijo Maharbiz.
Las disputas también se erigen en torno al lugar que ocupa el colectivo travesti-trans dentro de los feminismos. Hay quienes todavía perciben la feminidad como una parcela a la cual sólo puede accederse con un determinado tipo de genitalidad.
La entrada es libre y gratuita
En la Filfem hay algunos sellos que editan especialmente títulos escritos por este colectivo o con temáticas vinculadas. Uno de ellos es Puntos Suspensivos Ediciones, una editorial autogestiva llevada adelante por los poetas y militantes trans Gaita Nihil y Mateo Diosque, que hace varios años edita a personas trans, travestis y no binaries.
Otro caso es la Editorial Muchas Nueces, un sello editorial cooperativo y un nodo de creación de obras literarias y artísticas que también edita a autores travestis y trans, aunque no exclusivamente.
También se suma Patronus Ediciones, especializada en poesía contemporánea.
“La reparación a la comunidad travesti-trans podría ser un nuevo lema, pero a mi juicio pasan dos cosas. Por un lado, creo que es una demanda bastante urbana, que todavía no llega a todos los rincones del país. Y, por otro, tenemos todavía dentro de los feminismos un ala biologicista”, agrega Maharbiz.
El valor en la diversidad
Feminismos. Diversidades. Maternidades. Militancia lésbica y bisexual. Activismo travesti-trans. Economía feminista. Feminismo y clase. Feminismo y racismo. La variedad es arrolladora y los sellos que participan de la FILFEM prefieren no separar feminismo de diversidades.
“Lo que comenzó como un espacio de militancia se transformó en una editorial en donde priorizamos nuestras propias inquietudes: maternidad, salud, literatura para niñeces. Tenemos además un catálogo muy lesbiano y un catálogo de feminismo materialista, porque creemos que no podemos hablar de feminismo si no hablamos de clase. Ahí está el corazón de cómo pensamos nuestras publicaciones”, dice a Télam Verónica Diz, una de las fundadoras de Editorial Madreselva.
Los sellos consultados coinciden en que la Filfem tiene un doble efecto positivo para la industria. Para los usuarios o lectores, es un espacio en donde hay un recorte específico de temas, una especie de nicho que garantiza encontrar lo que se busca. Y para las editoriales, es la oportunidad de venderle directamente al público, poder hablar con las personas, generar un circuito de intercambio con esos lectores y así, además, evitar la pérdida económica en la cadena de distribución de los libros.
Además de una propuesta amplia y variada para adultos, la feria tiene un enfoque especial en la literatura para niñeces e infancias. En este punto, uno de los sellos que se destaca es Gerbera, que hace 15 años edita literatura infantil y juvenil.
“En Gerbera la literatura es inclusiva sin perder de vista nunca la calidad literaria. Nuestros títulos tienen una tipografía especial para que puedan leerlos niñes con dislexia, y dentro del catálogo hay 10 títulos en tinta braille. Nos gusta pensar el momento de la lectura como un momento de intercambio”, explica Paola Malanga, parte de Editorial Gerbera, sello para las niñeces que tiene publicados más de 60 títulos.
Las opciones se completan con la propuesta de Ediciones Zorro Rojo, sello que tiene títulos ilustrados tanto para adultos como para niñeces; Chirimbote, sello reconocido por su colección Antiprincesas; y Pipala, una propuesta de ilustrados con una mirada de los libros como objetos literarios y artísticos, entre otros.
“La Filfem pone en relevancia todo el trabajo con perspectiva feminista que hay desde el campo de la escritura. Hay espacio para que participen editoriales que han surgido como micro-emprendimientos o fanzines, desde donde se ejercita intensamente el compromiso por lo menor, como también editoriales medianas y grandes. Todas ellas pensando en el lenguaje como una forma de resistencia”, agrega Luzzi.
La cuarta edición de la Filfem se llevará adelante este domingo 4 de noviembre de 14 a 21 en el Complejo C Art Media de Chacarita, Av. Corrientes 6271, CABA. La entrada es libre y gratuita. Más información en el este link.
UNA POR UNA, LA PROPUESTA DE CHARLAS Y CONVERSACIONES
Además de la propuesta editorial y la oportunidad de acceder a libros de sellos autogestivos que muchas veces no se encuentran en librerías, el espacio de la Filfem propone un ciclo de charlas y conversaciones que tendrán, como eje central, los feminismos en sus diferentes aristas.
A partir de las 14 tendrá lugar Maternidades y Crianzas ¿libres o posibles?, con Florencia Sichel como invitada. El espacio invita a cambiar la óptica de la crianza y la maternidad y sacar el peso cultural impuesto sobre las mujeres. Sichel es autora de «¿Y vos qué pensás? Un viaje Filosófico por las Ideas» de editorial Planeta y «Filosofar desde la Infancia», de editorial La Crujía.
A las 15 será el momento de «La poesía llega a todos lados. Activismo travesti y territorio», una conversación entre Susy Shock, Morena García, Vir del Mar, Gemma Ríos y Killa Orbe.
Esta charla invita a difundir la poesía travesti-trans de distintas provincias del país, con una perspectiva migrante por fuera de la Capital Federal y está organizada por Elemento Disruptivo, Puntos Suspensivos Ediciones y Muchas Nueces.
Luego vendrá, a las 17, «La deuda es con lxs trabajadorxs sexuales», una entrevista con Georgina Orellano, militante por los derechos de las trabajadoras sexuales.
El ciclo cierra a las 19 con «Contra el mal querer. Amor, placer y «alfabetización sexual» para personas con vulva», con Nerea De Ugarte López, Carolina Aspillaga, Sofía Paz Alvarado (Las Clito) y Paloma Loreti (Proyecto preservativo para vulvas). Será una conversación orientada a intercambiar ideas y propuestas sobre el amor y el cuidado en los vínculos y prácticas sexuales, y está organizada por el sello Púrpura despertar, una editorial chilena.
Además de los sellos ya mencionados, en la Filfem estarán presentes las siguientes editoriales: Hekht, Omnívora Editora, Hexágono Editora, No tan distintes, Letra Viva Libros, Editorial Cienflores, La Coop, Editorial Sudestada, Mutanta, EME Editorial, Loca Mala Editorial, Milena Caserola y Erizo Ediciones, entre tantas otras.
También habrá stands con librerías, venta de fanzines e ilustradoras como Marea Gráfica, Agustina Lemoine, Taller Estampida y Nati Holand.
La autopsia al cuerpo de Lucio Dupuy, el nene de 5 años que fue asesinado en La Pampa, comenzó a las 6.10 del sábado. Apenas el equipo de forenses, comandado por el doctor Juan Carlos Toulouse observó el cuerpo, se sobresaltó. No porque nunca hayan visto el tipo de lesiones que tenía el cadáver del chico sino por la multiplicidad de heridas y el ensañamiento que había padecido, y que saltaba a simple vista. El cuerpo del chiquito presentaba un golpe fuerte producto, probablemente, de una patada, heridas compatibles con quemaduras de cigarrillos y múltiples mordeduras. Algunas lesiones eran antiguas, otras muy recientes.
Según la reconstrucción que realizó el equipo de fiscales que investiga el crimen de Lucio, el nene fue ingresado al Hospital Evita de Santa Rosa, La Pampa, por su madre Magdalena Espósito Valiente (24) y su novia Abigail Páez (27). Llegó prácticamente sin signos vitales y a los pocos minutos constataron que estaba muerto.
La primera reacción de las mujeres fue decir que habían sido víctimas de un robo. Nadie les creyó. Una hora y media después la policía pampeana allanó el domicilio donde vivían y, luego de ese operativo, la pareja quedó detenida acusada de homicidio simple. En el caso de la madre, la imputación está agravada por el vínculo.
El día que murió Lucio no era la primera vez que las mujeres llevaban al nene al hospital Evita. Todo lo contrario. Según pudo saber Infobae de fuentes médicas, el chico ingresó hace pocos meses con una fractura en su mano. En ese momento, la aparente excusa que ofreció la madre a los pediatras que lo atendieron fue que se había caído de una bicicleta. Luego, figura otra entrada al mismo centro de salud, esa vez por la fractura de un dedo. Luego, los documentos registran varias entradas más, aunque se desconocen los motivos.Lucio, con el brazo enyesado, junto a su mamá y la pareja de la mujer: ambas están presas por el crimen
En cuanto al resultados de la autopsia al cuerpo del chiquito, que por el momento es preliminar, figuran múltiples traumatismos, lesiones y escoriaciones. Uno de los más notorios es un golpe muy fuerte que Lucio tenía en su muslo izquierdo a la altura del cuádricep. Esa lesión tiene una antigüedad no mayor a los siete días y se cree que pudo haber sido por el impacto de un objeto contundente o, directamente, de una patada.
El cuerpo del nene de 5 años también mostraba quemaduras de cigarrillos, prácticamente, por todo el cuerpo. Estas lesiones, siempre según el análisis forense, son de larga data. Es decir, que tiene una antigüedad importante: este dato le permitió inferir a los fiscales que el chico era torturado desde hacía tiempo. Vivió un calvario.
Las otras lesiones que los especialistas detectaron en la autopsia tienen que ver con mordeduras. Esas lastimaduras serían de hace pocos días. Algunas de ellas están presentes en los brazos, pero no son los únicos lugares donde fue mordido: hay también lesiones de ese tipo en otras partes del cuerpo, aunque esa información está reservada por los investigadores.El papá de Lucio pedía la tenencia de su hijo desde 2020
Finalmente, el informe preliminar de autopsia concluyó quela causa de la muerte fue una hemorragia interna derivada de varias lesiones.
“No se puede determinar un traumatismo, un golpe, puntual que le haya causado la muerte. Sino que fue una multiplicidad de lesiones las que produjeron la hemorragia, y posterior muerte”, explicaron desde la Justica.El comunicado de confirma el traslado de las imputadas por el crimen de Lucio Dupuy a la provincia de San Luis
Por decisión de la fiscal Verónica Ferraro, una de las encargadas de la causa por el homicidio de Lucas, las dos acusadas fueron trasladadas a San Luis: “Ante las marchas y la bronca de los vecinos, se nos hacía muy difícil garantizar la seguridad de las imputadas por eso decidimos trasladarlas a una de las provincias linderas”, explicaron desde los tribunales pampeanos.
Las dos imputadas están alojadas en el Complejo Penitenciario I de San Luis, confirmaron desde esa provincia.
El dolor del padre
El papá de Lucio, Christian Dupuy, que reclamaba desde agosto de 2020 la tenencia de su hijo, y la familia paterna del niño en su conjunto, creen que Espósito y su pareja, que no le permitían ver a Lucio desde el inicio de la pandemia, volcaron en el chico el odio que tenían contra él.Escrache en la Comisaría 6° LA Pampa (La Arena)
“Hijo mío, me dejas con el alma rota buscando ‘el porqué’ de tantas cosas y me doy cuenta ahora de lo que estabas sufriendo y yo sin saberlo y ahora es tarde, te tenían preso de tu infancia e inocencia”, escribió en las últimas horas Christian en una carta que publicó en su cuenta de Facebook.“¿Dónde encuentro las fuerzas que me mandas hijo? Te amo. Perdoname por no poder hacer nada”.
En un comunicado emitido esta mañana, sin embargo, el Poder Judicial de La Pampa informó que “hasta el momento no hay evidencias de que exista denuncia alguna o presentación por presuntos maltratos”.
En redes sociales, la pareja de la madre biológica de Lucio, Abigail Paéz, se refería frecuentemente a la vida cotidiana con su hijastro y el conflicto entre su novia y Christian Dupuy. “Para robarnos las fotos del nene y caretear que es el mejor padre tiene tiempo, ahora cuando el nene le pide algo, mágicamente, le aparecen todos los problemas juntos jajaja, un chiste este chabón”, escribió en las últimas semanas.Lucio tenía tan solo 5 años
También se encuentran en ese perfil otros mensajes con su reflexión sobre la maternidad: “¡No tengan hijos si realmente no lo desean o no lo planean como una gran meta o como lo más importante en sus vidas! No traigan pibes al mundo para sufrir, la concha de su puta madre”.
Esta mañana, poco después de las 11, la familia de Lucio y su padre asistieron al cementerio de General Pico, donde fueron inhumados los restos del niño. Para estar tarde, en tanto, está prevista otra concentración en la Ciudad Judicial de Santa Rosa y en General Pico, a 135 kilómetros al norte de la capital provincial, donde vive la familia paterna del niño.
Colectivos feministas de distintos países decidieron sumarse hoy a la vigilia por el debate y la votación del proyecto de aborto legal en el Senado argentino con la organización de pañuelazos en ciudades de todo el mundo, mientras que en América Latina se espera que una posible aprobación dé un nuevo impulso a su tratamiento en la región.
Más allá de la pandemia del nuevo coronavirus, al menos cuatro pañuelazos fueron convocados hoy por distintas organizaciones en España, donde los pañuelos verdes serán agitados frente a la embajada argentina en Madrid, en el consulado argentino en Barcelona, y en plazas de Bilbao y Granada.
«Hoy 29D con nuestras hermanas argentinas. Hoy 29D será ley, todas por el derecho al aborto», tuitearon desde el colectivo Feminismos Madrid.
También en Francia, un pañuelazo fue organizado esta tarde en la plaza de la República en París, punto neurálgico de las manifestaciones en la capital francesa.
«El 29/12 el Senado argentino se pronunciará sobre el aborto legal. La única garantía para la conquista de este derecho es la movilización en la calle y la fuerza y el apoyo internacional. Seamos muchas esta tarde», expresaron desde la agrupación Du Pain et des Roses, uno de los colectivos convocantes.
En la vecina Bélgica, una treintena de mujeres se reunieron bajo la lluvia y el frío en Bruselas para apoyar a la marea argentina, mientras que en Italia activistas del movimiento Non Una Di Meno agitaron sus pañuelos verdes frente al Coliseo de Roma.
En tanto, en América Latina, grupos feministas acompañarán la vigilia de la marea verde argentina con sentadas y pañuelazos, con la esperanza de que la aprobación del aborto legal en el país pueda extenderse al resto de la región.
La posibilidad de que la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) sea ley en la Argentina no es menor en la región con la tasa de embarazos no planeados más alta del mundo y donde el 97% de las mujeres en edad reproductiva viven en países con leyes de aborto restrictivas, según datos de Naciones Unidas.
«Desde Guatemala abrazamos a las compañeras argentinas y nos decimos #QueSeaLey, esperando que pronto también lo sea en toda Latinoamérica», expresó a través de Twitter el colectivo feminista Sororidad Guatemala.
También la Campaña por el Aborto Legal en Colombia consideró que «hoy es un buen día para hacer historia» y manifestaron su apoyo a las compañeras argentinas, al igual que la Red de Mujeres Jóvenes y el colectivo Viejas Verdes que llamaron a hacer «un pañuelazo todo el día».
Al exterior de la embajada argentina en Quito, diversas organizaciones feministas ecuatorianas organizaron un «plantón feminista» en solidaridad con la lucha por el aborto legal en Argentina.
Desde Chile, la Coordinadora Feminista 8M, un espacio que articula desde un horizonte feminista a diversos grupos sociales y políticos, se sumará también esta tarde a la «vigilia internacionalista por el derecho al Aborto en Argentina» frente al consulado argentino ubicado en la capital chilena.
También el colectivo chileno Lastesis, convertido en referente de la lucha feminista por su performance «Un violador en tu camino», destacó la lucha de la marea verde argentina y manifestó su deseo de que la ILE sea aprobada.
«Esperamos que esta vez las autoridades estén a la altura de los cambios sociales y culturales tan necesarios para avanzar en el camino por la equidad de género», dijo a Télam este grupo interdisciplinario, integrado por cuatro artistas de Valparaíso.
«La fuerza del movimiento, la gran convocatoria, la organización y perseverancia de la campaña por el aborto legal sin duda son una inspiración y un ejemplo para todas las personas que luchamos por el aborto libre», explicaron y sentenciaron: «El pañuelo verde se ha transformado en un símbolo del movimiento feminista para todos los países que no tenemos el derecho a abortar».
La marea verde a favor de la legalización del aborto en la Argentina ha sido un movimiento inspirador para las feministas de América Latina, que tuvo un impacto en la lucha por los derechos sexuales y reproductivos en la región, según señalaron diversas militantes feministas latinoamericanas a Télam.
La posibilidad de que la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) sea ley en la Argentina no es menor en la región con la tasa de embarazos no planeados más alta del mundo y donde el 97% de las mujeres en edad reproductiva viven en países con leyes de aborto restrictivas, según datos de la ONU.
«La marea verde en Argentina ha inundado América Latina de esperanza», consideró la periodista feminista y socióloga mexicana, Lucía Lagunes, especializada en perspectiva de género.
«Colocó la esperanza y el entusiasmo para el movimiento feminista en la región, para reagruparnos entorno a la defensa y a la exigencia de que el aborto sea ley y el Estado cumpla con su deber a proteger y salvaguardar la vida e integridad de las mujeres», agregó.
En el caso de México, donde el aborto es legal hasta la semana 12 sólo en la capital y en el estado sureño de Oaxaca, este impacto se reflejó con la movilización de las mujeres en las calles, que nunca había sido «tan inmensa, numerosa y tan clara» en la demanda de ILE, según Lagunes.
Algo similar a lo sucedido en Perú, donde la gran movilización de las feministas en la Argentina fue «inspiradora» y tuvo desde sus inicios un «tremendo impacto» para las peruanas, afirmó Liz Meléndez, directora del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, la organización feminista más antigua del país.
«Podríamos decir que nos estamos acercando a ser un movimiento de grandes masas», estimó la activista, que atribuyó al «hacerse en la calle» y a la «construcción colectiva» de la ola verde argentina el fortalecimiento del movimiento en la región.
Una cualidad destacada también por María Galindo, cofundadora del colectivo feminista boliviano Mujeres Creando, quien consideró fundamental que el reclamo por el aborto legal en la Argentina se haya conquistado desde las calles y no sea la concesión de un partido o de un Gobierno.
«La euforia de ese movimiento ésta insuflando de alegría porque una conquista es algo muy importante», manifestó Galindo, para quien la lucha feminista no tiene fronteras.
La militante boliviana subrayó «la capacidad, el tino, la lucidez y la inteligencia» de las argentinas por haber generado símbolos «muy concretos»: el Ni Una Menos, el color verde y el pañuelo.
«Desde que se inició la marea verde en la Argentina y se expandió a toda la región, todo lo relacionado con la defensa del derecho a que las mujeres puedan hacer un aborto legal y seguro tiene el símbolo verde, el de la marea verde», dijo también Meléndez, quien indicó que el pañuelo verde fue adoptado en Perú.
El símbolo fue replicado en los últimos años en numerosos países latinoamericanos, como en Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México y Paraguay, entre otros.
«La universalización de la pañoleta verde tiene un efecto muy poderoso», señaló Laura Castro, coordinadora de la Mesa de la Salud y la Vida de las Mujeres, que lucha por la despenalización del aborto en Colombia.
«Es como un hito del movimiento latinoamericano, en que podemos decir tenemos una bandera», opinó.
Para Castro, la marea verde argentina es además un referente comunicacional en la región, tanto por su apropiación de las redes digitales como por su estrategia discursiva y mediática para hacer de la causa una demanda de la sociedad civil en su totalidad.
«Lograron un encuadre en clave de que la ILE no es una demanda feminista, como muchas veces ‘se sataniza’ la causa, y en cambio lo plantearon como una demanda de justicia, de la democracia, un tema de salud pública», precisó.
Una opinión compartida por la militante feminista Carla Gisele Batista, integrante de la Articulación de Mujeres Brasileras, quien destacó el «diálogo con toda la población» para contribuir a la deconstrucción de los estigmas y falsos argumentos que tienen la intención de restringir la vida digna y plena.
Otro sello «muy particular» de esta nueva ola verde latinoamericana son las juventudes, recalcó asimismo Lagunes, que crecieron con «la cultura de la ciudadanía y los derechos humanos», y en México derivó en una reorganización de las nuevas feministas.
También en Perú la juventud fue impulsada a sumarse a esta lucha gracias al «impacto definitivo» de la ola verde argentina -compuesta de personas de todas las edades, pero sobre todo de jóvenes-, que fue asimilada como un símbolo de «libertad», expresó la representante de Flora Tristán.
La tramitación del proyecto de ILE en Argentina tiene en vilo a los movimientos feministas latinoamericanos, que esperan que su aprobación dé un nuevo impulso a su tratamiento en la región.
«Lo que pasa ahora en la Argentina va a ser fundamental para el país. Las feministas peruanas estaremos muy atentas de lo que suceda para justamente ese precedente traerlo a nivel nacional», dijo Meléndez.
También en Brasil, las agrupaciones de mujeres están «muy animadas» con el proceso argentino, que «viene como un aliento para el futuro», declaró Batista, pese a que esperan una embestida de los antiderechos, respaldados por el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro.
«Creo que la sanción de la ILE en el territorio argentino va a irradiar a todo el continente y se va exigir la despenalización del aborto ya en todos los países de la región», afirmó, por su parte, Galindo, quien consideró que va a afectar «muchísimo» a la reforma penal planteada por el Gobierno de Luis Arce en Bolivia, donde el aborto está penado con seis años de cárcel, y al proceso constituyente en Chile.
«Es importante que las compañeras argentinas y todas las feministas nos sentemos a formular utopías porque ahora es cuando es más relevante relanzar nuevos sueños para un movimiento que está gestando cambios en nuestras sociedades», concluyó.
Organizaciones feministas y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) destacaron esta tarde el envío a la Cámara de Diputados del proyecto de legalización del aborto que fue anunciado hoy por el presidente Alberto Fernández y pidieron su urgente aprobación.
“Si estamos de acuerdo en que nadie debería ser detenida ni enfrentar un proceso penal por un aborto, entonces #EsUrgente que tengamos #Aborto2020”, escribió el CELS en su cuenta de Twitter.
“Necesitamos más derechos y menos condenas”, continuó.
Y agregó: “¿Conocés a alguien que haya abortado? ¿Qué sentirías si la detienen? “Laura” llegó a Córdoba para estudiar en la universidad. Tuvo un aborto temprano. Un fiscal ordenó su detención.
Además, el CELS agregó que “los números de la criminalización son significativos. Antes de llegar a enfrentar el sistema penal, estas mujeres pasaron por la inseguridad del aborto clandestino o por complicaciones en el embarazo, y pidieron asistencia en salud”.
En tanto, las Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá) y Libres y Diverses convocaron para mañana a un pañuelazo para “exigir el pronto tratamiento del Aborto Legal, Seguro y Gratuito en el Congreso Nacional”.
“En todo el territorio del país venimos desarrollando acciones para que el gobierno cumpla su compromiso para que este derecho que el Estado adeuda a mujeres y disidencias finalmente sea una realidad”, señalaron en un comunicado.
Añadieron que “tras las recientes declaraciones del presidente Alberto Fernández y la presentación en el día de hoy del proyecto de Ley del Poder Ejecutivo, reafirmamos la necesidad de iniciar su debate legislativo de manera urgente”
“Seguiremos en las calles con la convicción de que allí se encuentra la principal fortaleza para lograr los consensos necesarios para #QueSeaLey”, concluyeron.
Por su parte, Amnesty Ireland escribió en su cuenta oficial de Twitter que “este año el presidente de Argentina @alferdez, comprometido a defender los derechos de las mujeres y las niñas presenta un proyecto de ley al Congreso para legalizar el aborto. Presidente Fernández: ¡es hora de honrar su compromiso y ayudar a garantizar que #AbortoLegal2020 se convierta en realidad!
La organización Mala Junta Poder Feminista, por su parte, sostuvo también en Twitter que “en este día tan especial, desde todo el país nos unimos en un solo grito por todos nuestros derechos”.
“Nos abrazamos a la distancia y compartimos nuestros dolores y alegrías. A 5 años del primer #NiUnaMenos, nuestros derechos son ahora».
«El movimiento MeToo (y otros) han establecido dos pseudoverdades: a) que las mujeres son siempre víctimas; b) que las mujeres nunca mienten. En función de la segunda, cualquier varón acusado es considerado automáticamente culpable. Esta es la mayor perversión imaginable de la justicia, la misma que llevaron a cabo la Inquisición y los totalitarismos al mundo». Esto publicaba El País, de España, a comienzos de febrero de 2018, a modo de editorial, mucho antes de que las Actrices Argentinas iniciaran su acusación contra Juan Darthés, en principio, y a todo lo que huela a sexo opuesto, después.
Cuando las integrantes de los movimientos feministas argentinos se ofenden al ser calificadas con el neologismo «feminazis», es porque no aceptan que las comparen con aquel autoritarismo, y sin embargo el diario español emparenta esta campaña de acusaciones y escraches, con las reconocidas prácticas (en ese sentido) «que llevaron a cabo la Inquisición y los totalitarismos, el franquismo y el nazismo y el stalinismo y el maoísmo y tantos otros».
Aunque parezca una mera anécdota, algunos empresarios de Catamarca comentaron por lo bajo, en estos días, el temor que les genera por estos días contratar mujeres, por esta deliberada «caza de brujas» (brujos, en este caso), donde cualquier empleada suspendida o despedida de su trabajo, sólo por incumplimiento o mal desempeño, los dejaría expuestos a la posibilidad de ser denunciados (por venganza o despecho) de alguna falsa acusación de abuso por parte de ellos, con el escrache en las redes primero, y la imposibilidad de probar su inocencia ante la Justicia más adelante.
Porque, en ese artículo publicado en El País, también se deja en claro que «en vez de ser el denunciante quien debía demostrar la culpa del denunciado, era éste quien debía probar su inocencia, lo cual es imposible. (Si a mí me acusan y la mera acusación se da por cierta, yo no puedo demostrar que no lo hice, salvo que cuente con coartada clara.) De hecho, en esta campaña, se ha prescindido hasta del juicio. Las redes sociales (manipuladas) se han erigido en jurados populares, son la misma muchedumbre que exigió la ejecución de Jesús y la liberación de Barrabás en su día».
La guerra parece estar declarada. Para algunos, mayormente para quienes simpatizan con «el colectivo» de denunciantes seriales, se trata de una «revolución», y justifican las injusticias bajo el argumento de que «en toda revolución hay víctimas inocentes». Así como «en una guerra la primera víctima es la verdad», en esta pretendida «revolución», también. Y peor aún: la primera verdad que queda oscurecida, es la de una verdadera víctima de abuso, que ante el show mediático, los escraches masivos, y la venta de remeras con la inscripción «Mirá cómo nos ponemos», queda bajo sospecha de ser «una difamadora más», como aquella chica de Bariloche que mintió sobre un abuso y generó una tragedia. En las últimas horas, una feminista «festejó» el suicidio del adolescente Agustín Muñoz, tras esa falsa acusación, esgrimiendo que “es así, el fin justifica los medios. Si para capturar a miles de violadores tenemos que escrachar a unos cuantos pibes “inocentes” (aún si se suicidaran) pues es un precio a pagar. Se sacrifica una vida para salvar muchas, muchas, las cuales, son más valiosas”. Para otros, el feminismo es, por estos meses, sólo una moda. Pero, en realidad, parece una guerra sucia.
La peor dictadura de la historia argentina, entre 1976 y 1983, utilizaba los mismos argumentos: «El fin justifica los medios». Por eso, si de diez secuestrados, torturados y asesinados, había cinco inocentes, aquellos militares daban por cumplida su macabra misión, aunque entre las víctimas se perdieran niños y ancianos incapaces de ser guerrilleros. Lo curioso, es que muchos defensores de los Derechos Humanos, en su enorme mayoría de la izquierda argentina, levantaron entonces la bandera contra esta metodología, y ahora la levantan a favor de la misma. Contradicciones e incoherencias que siempre fueron propias de la izquierda en nuestro país. Hasta el primer jefe de la Policía Federal, en el gobierno de Raúl Alfonsín, el comisario Juan Pirker, era más democrático cuando aseguraba que en la lucha contra la delincuencia era preferible cien sospechosos libres, que un inocente preso. Aquel policía inculcaba el valor de la libertad, en tanto que ahora estos movimientos sociales desprecian el valor de la vida. Nada más y nada menos. Para muchas de ellas, parece que está bien muerto Agustín.
Si embargo, el Colectivo Actrices Argentinas, como en su momento Ni Una Menos, y en el medio las mujeres de los Pañuelos Verdes pro aborto, tienen entre sus opositoras más furiosas, precisamente, a otras mujeres, que no dejan pasar ocasión en las redes sociales para diferenciarse, salir al cruce y dejar en claro que estos movimientos «nos nos representan para nada». Entre esas mujeres, emergió en los últimos días la figura de la abogada Débora Huczek, especialista en Derecho Penal, quien realizó una columna para el diario Clarín, dejando en claro su postura, al asegurar que «el escrache, es la inquisición del siglo XXI».
Huczek, de entrada, afirma: «Declaro que me animo a pensar distinto. Me opongo a toda forma de dominación intelectual, que coarte mi libertad de pensamiento. No creo que, porque sean muchos los que digan lo mismo, yo también me tenga que sumar. Por más noble que sea el motivo, no me olvido del método. Es innegable que existe la violencia masculina y lucho a diario por aquellas mujeres que la han padecido, para que obtengan justicia y la reivindicación de su dignidad. Soy implacable en ese objetivo. De hecho, jamás representaría a un violador».
Una vez aclarado ese punto, la abogada expresa: «Sin embargo, mi experiencia profesional me ha demostrado que las mujeres también mienten. La honestidad no es una cuestión de género, sino de identidad, una verdadera elección. Estoy llevando causas de hombres que son víctimas de los movimientos feministas, de mujeres que utilizan cualquier pretexto basado en el género para difamar. Estos hombres, víctimas de falsas acusaciones, deben lidiar en los Tribunales para reivindicar su honor. Luego de haber sido públicamente humillados sólo por ser hombres, por pensar distinto. Porque ahora ninguno puede hablar sin temor a ser catalogado como misógino. Si no me creen, miren a diario los medios de comunicación. Ya no hay versiones que confrontar y se impone una verdad absoluta, sin importar lo que determine la Justicia».
La letrada, como cualquier persona medianamente informada y con pensamiento crítico, apunta a los medios de comunicación, porque desde los principales a nivel nacional se puede percibir la manipulación que pretenden ejercer sobre la opinión publica. La inocencia les valga a quienes desconocen que, una mayoría de periodistas de los principales canales, radios y diarios, son parte de estos colectivos, marcando tendenciosamente la agenda informativa hasta la saturación, con material que avale y justifique cualquier linchamiento en nombre de la justicia por mano propia y ante la supuesta ausencia de una verdadera Justicia de tribunales. No es nuevo, y no hay que ser muy avezado, para conocer que desde hace tiempo, al periodismo le gusta jugar el rol de fiscal y juez. Rápido para acusar con títulos catástrofe cuando imputa a alguien con indicios, y remolón para salir a pedir disculpas cuando se comprueba que estaba equivocado.
En ese sentido, Huczek continúa diciendo: «A muchos hombres se los acusa de abusadores o de violentos sin pruebas. Y quienes lo hacen, saben que es la peor acusación que un hombre puede recibir y juegan con eso. Se los escracha, se los estigmatiza. Y quienes lo hacen se desinteresan del daño que les causan a ellos y a las mujeres que los rodean (hijas, esposas, madres, hermanas, compañeras). Estos hombres, hoy, pierden sus vínculos, sus trabajos, sus familias. Y cuando la condena social llega, no hay marcha atrás. Se acude a la Justicia y por más que esta les de la razón, ya nunca más serán los de antes. Y no hay reparación suficiente que pueda pagar tamaño daño. Creo que la sociedad debiera ser más respetuosa de las garantías, de las leyes y la Justicia. Porque también soy mujer, también estuve vulnerable, también necesité luchar y salir adelante. Pero lo pude hacer porque jamás permití que ningún hombre se apoderara de mi dignidad y me utilizara como un objeto».
En un llamado a utilizar el sentido común, la abogada (cuya publicación fue celebrada por muchos foristas de Clarín), agrega que «el escrache no tiene grandes diferencias a la inquisición de siglos pasados. Es la hoguera del siglo XXI y por lo tanto es un abuso de poder, al que se suman muchos que siguen el clamor popular, inspirados por el poder de turno, para alcanzar la rama, prender la mecha e incentivar el fuego que arderá sobre alguien. Yo no quiero ser quien sume odio, no quiero ser quien prenda la llama, ni siquiera quien sume una pequeña chispa».
Los medios instalaron, además, una verdad a medias, por ser generoso y no definirla como una mentira a todas luces: que estos movimientos están integrados por una mayoría. Que griten y hagan alboroto, no significa que conformen un número incuestionable de adherentes a sus causas. Basta con leer publicaciones en las redes sociales, o repasar los comentarios al pie de cada nota publicada por algún diario digital, para desmentir esta imposición. Son una minoría, y como tal hay que respetarla, mientras esa minoría respete a quienes no coinciden con sus ideales o metodologías. El problema, es el mesianismo que domina a quienes conforman estos colectivos, porque al verse cercados por argumentos (de abogados, médicos o profesionales de cualquier otro rubro), inmediatamente apelan al insulto y la descalificación, pretendiendo ser dueños de una verdad revelada. No conocen la duda ni los grises, y por la escasa formación profesional de quienes encabezan mayormente sus manifestaciones, no tienen otro recurso que apelar al absolutismo: «todo lo que yo digo es verdad, porque lo digo yo». Así se conducen por la vida.
Finalmente, vamos a citar a dos «ciudadanos comunes», que a través de sus cuentas de Facebook pudieron hacer uso de un espacio para comentar el artículo de la abogada Huczek, quizá ante la imposibilidad de disponer del tiempo (para nada «tirano») que utilizan las actrices y periodistas en los medios amigos para abrumar con sus mensajes:
Marcela Castillo: Soy mujer muy femenina. No Feminista. Estudié. Trabajo y gano igual o más que cualquier hombre. Siempre me respetaron y valoraron en los trabajos y en la vida, y jamás necesité de ser representada por estas mujeres. Valoro y respeto al Hombre que es una de las cosas mas bella que hizo Dios (después de la Mujer).
Santiago Muros Cortés: Lo expresado en esta nota, junto con la opinión mayoritaria de la sociedad, denota la gigantesca brecha que existe entre los medios de comunicación y los movimientos feministas, y el resto de la sociedad. El atropello al sentido común, la censura y el autoritarismo que estamos viviendo hoy en día, va a ser motivo de estudio en los años por venir. ¿Cómo la agenda pública se permitió llegar al extremo de ser dominada por estos movimientos ideológicos? Es algo sobre lo que tendremos que reflexionar durante años.
El pasado fin de semana se conmemoraba en Madrid un nuevo aniversario de la muerte del dictador español Francisco Franco. Más de un centenar de personas participaban de los actos. Todo se desarrollaba bajo relativa normalidad, hasta que 3 integrantes de la organización feminista Movimiento Femen, irrumpieron en la ceremonia con algo más que consignas.
Llevaban sus torsos desnudos y en ellos, el claro mensaje de repudio a este acto y a su principal protagonista de la historia: “Fascismo legal y vergüenza nacional”, se leía en la protesta toples. Pronto comenzaron a ser insultadas por los presentes, en su mayoría hombres. Todo, se descontroló en minutos. De los insultos, pasaron a los golpes.
Las mujeres comenzaron a ser agredidas por un grupo de sujetos, quienes a patadas, intentaron expulsarlas del lugar. Las imágenes del suceso fueron difundidas por medios en el viejo continente como Euronews y en estas se observa la furia con la que fueron golpeadas, en repudio a su irrupción.
La policía intervino para alejar a las tres mujeres, y aunque ya habían sido agredidas, evitaron que siguieran golpeándolas con toda la furia.
Se habla del arresto de uno de los agresores, pero también se llevaron a las tres féminas, en total desacuerdo con las organizaciones franquistas que insisten en honrar su memoria, en detrimento de las violaciones a los derechos humanos durante su dictadura. Femen, es un movimiento que se caracteriza por protestar al desnudo por diversas causa, pero esta vez, los golpes que recibieron, se robaron los titulares mundiales.
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