El primer ministro de Francia, Emmanuel Macron, confirmó su visita a la Argentina para una reunión con el presidente Javier Milei, la cual tendrá lugar a mediados de noviembre, en la antesala de la cumbre del G20 en Río de Janeiro, Brasil.
La confirmación fue dada tras una reunión entre la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y la primera dama de Francia, Brigitte Macron. Se espera que el encuentro sea la primera actividad oficial del nuevo canciller argentino, Gerardo Werthein, tras el reemplazo de Diana Mondino.
También está programada la visita de la líder política de Italia, Georgia Meloni, quien, al igual que Macron, se reunirá con Milei antes de la cumbre de líderes del G20.
Macron y Milei compartieron ya un encuentro en julio del año pasado en el Palacio del Elíseo, en París, acompañados por el embajador argentino en Francia, Ian Sielecki, y Werthein, quien entonces estaba en funciones en Estados Unidos.
“El encuentro, que se extendió por una hora en la que abordaron los principales temas de la agenda global y bilateral, puso de manifiesto el excelente estado de la relación entre Francia y la Argentina y, más puntualmente, entre ambos Presidentes”, destacaron en un comunicado oficial.
El gobierno del presidente francés Emmanuel Macron continua en el intento de apaciguar a los «chalecos amarillos», a causa del miedo a un estallido de violencia en nuevas protestas previstas para el sábado, marcándose un clima de descontento general que se extiende a otros sectores.
Las convocatorias a manifestar en París el sábado proliferaban en las redes sociales y la mayoría dan cita en los Campos Elíseos, epicentro de las últimas manifestaciones que culminaron en disturbios y enfrentamientos con la policía el fin de semana pasado.
El primer ministro francés, Édouard Philippe, reiteró el jueves un llamado a los «chalecos amarillos» de todo el país a no congregarse en París para manifestar. El objetivo no es «prohibirles que se expresen», pero «evitar que caigan en la trampa tendida por los alborotadores», dijo ante el Senado.
Manifestantes, conocidos como los chalecos amarillos, se manifiestan en Marsella, en el sur de Francia, el sábado 1/12/18. (Claude Paris)
Por su parte, las autoridades anunciaron el despliegue de «recursos excepcionales», además de los 65.000 policías y miembros de las fuerzas del orden que estarán movilizados en todo el país.
El ministerio del Interior dijo que «constata una verdadera radicalización» de algunos «chalecos amarillos», sin contar que, según la misma fuente, están movilizados miembros de la ultraderecha y la ultraizquierda.
Un representante de los «chalecos amarillos», Benjamin Cauchy, pidió al presidente Emmanuel Macron reunirse con parte del movimiento para «calmar» la situación, que según él, ha llevado al país «al borde de una guerra civil». «Le pedimos que se reúna con nosotros para negociar sobre el poder adquisitivo, que es lo que sustenta toda esta ira», dijo Cauchy.
El malestar en varios sectores de la sociedad francesa
Las protestas de los «chalecos amarillos», que expresan la cólera de los franceses que llegan con las justas a fin de mes, comenzaba a tener un efecto contagio y se expandía en otros sectores, principalmente entre los estudiantes.
Protestas estudiantiles en París (archivo).
Alrededor de 200 colegios de secundaria y escuelas, así como algunas universidades, estaban bloqueadas o afectadas en toda Francia el jueves, por cuarto día consecutivo. Los estudiantes protestan contra una reforma del bachillerato y el acceso a las universidades.
Decenas de personas con máscaras que cubrían sus rostros lanzaron cócteles molotov, incendiaron contenedores de basura y se enfrentaron con la policía en varias ciudades del país.
Un total de 146 personas fueron detenidas por la mañana tras enfrentamientos frente a un establecimiento de secundaria en los suburbios de París.
Los bloqueos siguen siendo «minoritarios» pero están a menudo plagados de «mucha violencia», señaló el ministro de Educación Jean-Michel Blanquer.
Por otra parte, el principal sindicato de agricultores anunció manifestaciones todos los días de la próxima semana y dos sindicatos de camioneros también convocaron una huelga indefinida desde el domingo por la noche.
Cuatro personas han muerto en relación a las protestas que comenzaron el 17 de noviembre y cientos han resultado heridas.
Varios museos cerca de los Campos Elíseos y Arco del Triunfo, que sufrió graves daños el sábado pasado, anunciaron que permanecerán cerrados el sábado. Algunas escuelas de la zona han suspendido también las clases ese día.
Asimismo, el partido de fútbol del París Saint-Germain contra el Montpellier, previsto para el sábado, también ha sido aplazado a petición de la policía de París.
La figura de Macron mantiene en caída su índice de aprobación desde que llegó al poder en 2017, actualmente ronda el 23% luego de la semana caótica).
Su gobierno anunció el miércoles por la noche que no aumentarán los impuestos a los combustibles en 2019 – causa detonante de las protestas de los «chalecos amarillos»-.
El presidente recibió a su par de Francia para celebrar una reunión bilateral en la jornada previa al inicio de la Cumbre del G20 que comenzará mañana.
El presidente francés, Emmanuel Macron, recorrió varios lugares emblemáticos de la ciudad de Buenos Aires tras su llegada a la Argentina para participar de la cumbre del G20, entre ellos una conocida parrilla, una tradicional librería porteña y las históricas Catedral y Plaza de Mayo.
El mandatario, que llegó anoche al país y fue recibido por la vicepresidenta Gabriela Michetti, eligió para cenar una parrilla de Puerto Madero, donde degustó junto a su esposa, Brigitte Macron, y una comitiva de medio centenar de personas, un ojo de bife «jugoso», según trascendió.
Esta mañana, el presidente francés visitó la librería El Ateneo, ubicada en el barrio porteño de Recoleta, donde compró varios ejemplares de autores argentinos y se mostró interesado en la literatura nacional. Asimismo, disfrutó de un desayuno y se acercó a los vecinos que se reunieron en avenida Santa Fe y Callao para saludarlo.
Macron dijo ser lector de los escritores Julio Cortázar y Jorge Luis Borges, por lo que su itinerario continuó con una visita a la Fundación Internacional creada por la mujer de Borges, María Kodama, en 1988.
Fue la misma Kodama la encargada de recibir a Macron y su esposa, quienes recorrieron el lugar y prestaron especial atención a la biblioteca.
El autor argentino fue un visitante asiduo de la capital francesa, donde recibió incluso la Legión de Honor en 1983 de manos de François Mitterand.
Antes de su conferencia de prensa en Casa Rosada junto al presidente argentino Mauricio Macri, Macron visitó cerca del mediodía la Catedral porteña y la Plaza de Mayo.
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