Un insólito y polémico episodio tuvo lugar en un exclusivo country de Santa Fe, cuando un hombre de 85 años decidió instalar cámaras de seguridad en su casa tras notar la desaparición constante de dinero, vino y hasta salamines. Lo que descubrió dejó atónitos a todos: el ladrón era nada menos que un empresario millonario, vecino suyo en la misma urbanización.
“Millonario”
Porque un hombre de 85 años se hartó de que desapareciera dinero, vino y hasta salamines de su casa en un country en Santa Fe e instaló cámaras de seguridad.
Cansado de las repetidas pérdidas de objetos de valor y alimentos, el anciano tomó la decisión de colocar cámaras para identificar al responsable. Las grabaciones revelaron que el autor de los robos no era un desconocido, sino su vecino, un empresario con un alto poder adquisitivo, que aprovechaba su relación de confianza para ingresar a la vivienda y sustraer los bienes.
El incidente ha causado gran conmoción en la comunidad del country, que no puede creer que una persona de tan alta posición económica esté involucrada en un acto de esta naturaleza. El caso está siendo investigado por las autoridades, y se espera que se tomen las medidas legales correspondientes.
Este episodio ha desatado un debate sobre la seguridad en los countries y el abuso de confianza entre vecinos, poniendo en evidencia que las apariencias pueden ser engañosas, incluso en los ambientes más privilegiados.
La singular nominación de Cristina Kirchner a la precandidatura presidencial parece haber tomado por sorpresa a Alberto Fernández, su ex hombre de máxima confianza devenido luego en enemigo y transfigurado ahora en hijo pródigo. El ex jefe de Gabinete no sólo deberá ajustar sus viejas críticas a la corrupción de su jefa, como ya trocó el discurso republicano por el de un flamígero Robespierre que quiere anular sentencias judiciales. Fernández también tendrá que poner al día algunos asuntos personales que deslucen su campaña electoral: en un country donde compró un terreno hace un tiempo, debe más de medio millón de pesos de expensas.
La liquidación de expensas de country La Escondida, en la zona de Mannzanares, Pilar. Alberto Fernández debe medio millón de pesos.
Seducido por los enormes y boscosos lotes del barrio La Escondida, en la zona de Manzanares, Pilar, Alberto decidió comprar uno después de haber alquilado una casa durante bastante tiempo. En un barrio de 36 hectáreas con parcelas de entre 3.000 y 3.000 metros cuadrados que garantizan privacidad y silencio, el pretendiente a la Casa Rosada eligió La Escondida como lugar de descanso al intenso trajín de Puerto Madero, donde vive y mantiene frecuentes encuentros de trabajo.
«Acá nunca vimos a otros políticos, empresarios o sindicalistas. Se ve que le gustaba venir a desenchufarse, aunque varias veces discutió con los vecinos porque no respetaba el límite máximo de velocidad, de 20 kilómetros por hora», dice uno de esos vecinos . Según su relato y el de otros moradores de La Escondida, Fernández solía acelerar su Peugeot blanco más de lo permitido.
Pero no es ese su principal motivo de enojo con el candidato presidencial de Unidad Ciudadana. La paciencia se acabó con él cuando dejó de alquilar la casa que habitaba y dejó de afrontar los gastos de un terreno que había comprado. «Entre 2014 y 2016 pagó las expensas sin problemas. Pero desde abril de ese año no lo hizo más. Y las veces que alguno se lo reclamó cuando lo vio terminó en discusiones feas porque se ofendió«, se amarga el dueño de otra casa en el barrio.
Según la liquidación de expensas correspondiente a abril, a las que accedió este diario, Fernández -titular de la unidad funcional 48- acumulaba una deuda de 475.879,43 pesos. Con los gastos de ese período y los punitorios correspondientes, ese monto trepó ahora a 509.549,48 pesos. Unos 11.000 dólares.
Desarrollado por un grupo de exalumnos del colegio Newman, La Escondida está a la altura del kilómetro 61,5 de la Panamericana, pero alejado de la zona de barrios privados. Con un pequeño club house y una pileta común que sólo ofrece un sobrio lugar de encuentro para vecinos que cuentan con mejores comodidades en sus respectivas casas, el emprendimiento tiene apenas 67 terrenos. Si Alberto quisiera levantar una vivienda sobre el suyo, primero debería saldar la deuda que tiene con el consorcio.
«Macri es capitalismo de country», intentó fustigar en las últimas horas durante una charla con en el canal C5N. Puede haber sonado ocurrente para la tribuna kirchnerista que busca reconquistar. Pero no habría sido el mejor ejemplo en estos días.
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