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El Concejo Deliberante local avanza en la discusión para regular el uso de aplicaciones de transporte como Uber, en un contexto de creciente demanda ciudadana y vacío legal a nivel nacional. Representantes tanto del oficialismo como de la oposición participaron de una reunión calificada como “muy fructífera”, en la que se debatieron los aspectos legales, operativos y de seguridad de este tipo de servicios.
Uno de los puntos centrales del debate fue si el transporte por aplicación debe considerarse un servicio público o simplemente un acuerdo privado entre partes. Si bien esa discusión ya fue zanjada por diversos fallos judiciales en distintas provincias —incluido un reciente pronunciamiento en Córdoba tras cinco años de litigio—, aún persisten diferencias normativas en muchas jurisdicciones. En Tucumán, por ejemplo, se prohibió expresamente su uso hace un año, mientras que Mendoza es la única provincia donde Uber opera legalmente.
Desde el ámbito municipal, se remarcó que la Carta Orgánica faculta al Concejo Deliberante a regular este tipo de servicios, en línea con la obligación del Estado de garantizar la seguridad de los usuarios. “Hoy Uber es una realidad en nuestra ciudad y debemos actuar para brindar un marco legal que dé certezas tanto a los usuarios como a los conductores”, señalaron las autoridades.
Uno de los obstáculos más importantes que enfrenta la regulación es la falta de participación activa de la empresa Uber en los procesos locales. «Es fundamental que se presente porque realiza una actividad comercial. Si no está, los usuarios no tienen a quién reclamar en caso de inconvenientes», explicaron desde el municipio.
Durante la reunión también se mencionó la existencia de proyectos ya presentados, como los del concejal Fernando Navarro, y se acordó trabajar en una ordenanza unificada que contemple aportes de distintos sectores. “La idea es resolver esta situación lo más rápido posible y de forma responsable”, coincidieron los ediles.
En cuanto al control actual del servicio, se aclaró que los operativos de tránsito continúan siendo de rutina, y no están orientados específicamente a conductores de aplicaciones.
El objetivo final, según expresaron los participantes del encuentro, es construir un marco normativo claro, que priorice la seguridad del usuario y permita a la ciudad adaptar su sistema de transporte a los nuevos paradigmas de movilidad urbana.
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