Con un clima de fiesta y mucho colorido se concretó el miércoles 20 por la noche la muestra de cierre del ciclo 2023 del taller de danza y expresión corporal «Vení a bailar», que dicta la bailarina Rita Soria los miércoles y sábados en la Casa de la Cultura.
Sobresalieron los trajes llenos de color y la alegría de los bailarines y del público que se acercó a disfrutar del espectáculo. En primer lugar, presentaron tres danzas tradicionales y más tarde finalizaron con una danza latinoamericana como es el candombe.
El público también se animó a bailar, en especial cuando se sumaron, con la música y el canto, Agustín Varela, Eugenia Martínez, Gerardo Peñaflor y José Acosta, transformando la velada en una verdadera fiesta que se prolongó hasta tarde.
Este domingo comienza “Aquí Cultura Bailá 2019”, el ciclo de clases de baile gratuitas coordinado por la Secretaría de Estado de Cultura.
La propuesta es reunirse en los espacios públicos de nuestra ciudad para disfrutar en familia, junto a vecinos y amigos de entretenidísimas clases de baile guiadas por destacados profesores de danza de la provincia.
La secretaria de Cultura, Lic. María Jimena Moreno, hizo extensiva su invitación a toda la comunidad: “Es importante que desde la Secretaría se generen estos espacios con total accesibilidad. Consideramos que las danzas, la expresión, el arte, tienen que estar al alcance de la gente y nada mejor que sean estos espacios públicos y al aire libre los que convoquen a vivir tardes a puro baile, donde la familia pueda reunirse y sentirse parte. Quedan todos invitados”.
El cronograma de propuestas durante el mes de septiembre es el siguiente: (las convocatorias son a las 19.00 hs. en cada día) Sábado 7: Marimí Basso – zumba – Paseo general Navarro (La Alameda). Domingo 8: Camila Reynoso – ritmos urbanos y zumba – Paseo General Navarro (La Alameda).
Sábado 14: Marimí Basso – Zumba – Paseo general Navarro (La Alameda). Domingo 15: Camila Reynoso – ritmos urbanos y zumba – Paseo General Navarro (La Alameda).
Sábado 21: Soledad Romero – zumba y aeróbic – Parque de los niños. Domingo 22: Soledad Romero – zumba y aeróbic – Parque de los niños.
Sábado 28: Noraly Cambeses – ritmos caribeños – Parque de los Niños. Domingo 29: Noraly Cambeses – ritmos caribeños – Parque de los Niños.
Gimena Zelaya, una joven tucumana de 25 años, tenía planeado ir a bailar con un grupo de amigos a La Morocha Pub, un reconocido boliche del municipio de Yerba Buena. Pero cuando intentó entrar, el personal de seguridad la frenó en la puerta y le dijo que no podía pasar porque había una fiesta privada. Sin embargo, varias de sus conocidas ya habían pasado sin problema. Sorprendida por la situación, insistió. Hasta que uno de los patovicas le remarcó que no podían dejarla ingresar «por su condición».Gimena tiene una pierna ortopédica.
Indignada por el maltrato que recibió, la joven publicó su malestar por las redes sociales. «Mucho que desear, por se amputada no me dejaron pasar«, escribió en el muro de Facebook del establecimiento. De manera automática, cientos de usuarios repudiaron el accionar del lugar y le demostraron su apoyo.
Gimena Zelaya denunció que un boliche de Tucumán no la dejó pasar por tener una pierna ortopédica.
Gimena perdió la pierna derecha hace tres años, después de ser atropellada por un policía en la rambla de Mar del Plata. Desde entonces, lleva una prótesis.
“Me hace sentir re mal. Fue una situación de mie***. Ya había ido a ese lugar otras veces y no había tenido este problema. Ahora veo que a otras personas les pasó algo parecido. Parece que en ese lugar es frecuente la discriminación«, aseguró la joven a medios locales.
Según trascendió, Gimena se comunicó con los dueños del boliche: Sebastián Alperovich y Sebastián Longo, quienes le pidieron disculpas y le aseguraron que se iban a hacer cargo de lo sucedido. En un breve mensaje en su perfil de Facebook, desde La Morocha Pub aclararon que se tomarían «medidas» para que no se vuelva a repetir algo similar.
“Dicen que el patovica no va a trabajar más ahí y me ofrecieron que charlemos. Quizás el patovica no tiene la culpa porque uno sabe que estas cosas vienen de arriba y siempre se corta por lo más fino», remarcó la joven. Y aclaró que, a pesar del comunicado del lugar, ella iba a tomar las medidas legales correspondientes.
El nombre de Gimena Zelaya había conmocionado a Tucumán en febrero de 2016, cuando fue atropellada mientras caminaba junto a su novio por la rambla de Mar del Plata, a la altura del Cabo Corrientes. Un auto, conducido por un policía, chocó a otro que estaba estacionado, se subió a la vereda y la embistió.
La pierna derecha de la joven quedó atrapada entre el muro y el auto. Por las graves heridas que sufrió, se la tuvieron que amputar a la altura de la rodilla. «Necesito ser más fuerte para seguir llevando esta vida. Siempre pienso que los cambios te dan una fuerte sacudida, pero que no se termina tu mundo ahí, sino que comienza uno nuevo«, había reflexionado en ese entonces en una entrevista a La Gaceta.
Todo está listo para el despegue de un avión en el Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto. Las azafatas explican las instrucciones de seguridad, los pasajeros se abrochan los cinturones y enderezan sus asientos y la nave comienza a moverse lentamente buscando su lugar para partir.
En la pista, muy abrigado para soportar el helado clima canadiense, uno de los empleados se encarga de guiar al avión con las clásicas luces de colores. De repente empieza a moverse de un modo distinto, con swing, con onda. El avión se llenó de risas y la performance del muchacho se volvió viral.
Jahmaul Allen es su nombre, tiene 28 años y es famoso en distintas partes del mundo por el video que grabó uno de los pasajeros de aquel vuelo cuando lo vio bailar en medio de la pista de aterrizaje del aeropuerto. Hace rato que el breve clip superó el millón de reproducciones y sigue creciendo sin parar por las distintas redes sociales.
Entrevistado por el periódico local Global News, el joven aseguró que suele hacer estos chistes con la idea de hacer más ameno el despegue de los pasajeros que parten del aeropuerto en el que trabaja. En ese caso fue para calmar a una niña que se asomaba por la ventana del avión y lloraba sin parar. «Sólo hice que sonriera y dejara de llorar. Su madre comenzó a aplaudirme, y me alentó a seguir bailando, así que continué», explicó Allen.
«Sólo hice que una nena sonriera y dejara de llorar. Su madre comenzó a aplaudirme, y me alentó a seguir bailando», contó el bailarín.
El video fue inicialmente grabado y publicado en Instagram por la usuaria @ekaterina_irko, pero explotó cuando fue posteado por la popular cuenta de entretenimiento llamada @6ixbuzz, también en esa red social. Luego también se difundió en Twitter y Facebooksuperando 1.700.000 reproducciones en un puñado de días.
«Honestamente, me encanta lo que hago. Amo la aviación y amo hacer felices a los pasajeros», dijo el empleado.
Según relató Allen, ya lleva tres años en el cargo y remarca que aunque muchos no lo crean toma sus recaudos para hacer sus bailes. Dice que toma la precaución necesaria de que el avión esté bien encaminado antes de tirar sus pasos en la pista de aterrizaje. «Los pilotos nunca se confunden», aseguró.
«Los pilotos nunca se confunden», aseguró Allen.
«Cada vuelo tiene un camino perfecto. Sé a donde van los aviones, a dónde se estacionarán, y ninguno se ve interrumpido por mis movimientos de baile», aclaró. «Honestamente, me encanta lo que hago. Amo la aviación y amo hacer felices a los pasajeros».
Sobre su flamante exposición señaló: «La verdad es que no lo puedo creer. Estoy muy sorprendido; nunca pensé que esto podría crecer de esta manera. Estoy feliz y agradecido de que haya llegado tan lejos. Es una bendición para ser honesto».
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