Alberto Fernández participó este sábado de una jornada de debate junto a intelectuales y llamó a la ciudadanía a «debatir» y a «acompañar la construcción de otra Argentina». «Nuestros mejores años fueron los de la discusión y nuestros peores años los de la obediencia», afirmó.
«Yo nunca creí en la politica de la obediencia, yo no quisiera que ustedes acompañen a Alberto y a Cristina, quisiera que ustedes acompañen a la construccion de otra Argentina», dijo. Y dedicó una frase a los votantes del presidente Mauricio Macri: «Creo en la honestidad de los que votaron a Macri, no son unos idiotas; pero fueron estafados, no se equivoquen de nuevo».
El precandidato a presidente por el Frente de Todos se refirió a la polémica por los dichos de dirigentes kirchnerista sobre la Justicia: «Hace 25 años enseño derecho y justicia en la Universidad de Buenos Aires, ¿creen que voy a borrar con el codo el trabajo que vengo haciendo?».
Por otra parte, Fernández aseguró que le gustaría la vuelta del Fútbol para Todos, pero consideró que será un tema que llegará más adelante: «A mi me apena mucho que la gente ni siquiera pueda disfrutar del fútbol el fin de semana, y me voy a ocupar de que puedan volver a hacerlo, pero tenemos muchas cosas antes».
«Creo que la argentina que vamos a tener por delante es una argentina muy difícil», dijo.
Y concluyó: «Vamos a terminar con la pobreza de verdad, porque nadie que se llame peronista puede vivir tranquilo sabiendo que hay un pobre».
Alberto Fernández siempre fue de visita al Instituto Patria. No tuvo, no tiene, ni tendrá oficina en ese espacio estrictamente cristinista aunque en el hall de entrada se imponga sobre una pared la foto de su amigo Néstor Kirchner con el pulgar en alto. Las flores blancas, el aroma a vainilla, la decoración minimalista y el espacio de arte hoy ocupado por cuadros y esculturas de Evita realizados por la artista plástica Nora Patrich son símbolo de un espacio enteramente ocupado por Cristina Fernández, Máximo Kirchner, sus más estrechos colaboradores como Oscar Parrilli y su equipo de comunicación, además de los espacios reservados en cada planta para reuniones y cursos.
En los próximos días el precandidato a presidente inaugurará su propio búnker que no será ni el departamento de Puerto Madero, ni su estudio en Callao ni la oficina prestada a metros de la 9 de Julio. México y Balcarce, en San Telmo, será el símbolo de su emancipación.
La internación en el Otamendi la semana pasada obligó a Fernández a postergar algunas reuniones y una visita a Rosario, y lo obligó a mostrarse y hablar para desalentar versiones sobre su salud. Hasta se habló de un paso al costado en favor de su compañera de fórmula.
Los que lo conocen y los que la conocen a ella se rieron y niegan el doble timón. Primero, que»Cristina no se bajó de precandidata a presidenta a precandidata a vice porque nunca se había subido, aunque fuera la dirigente que más medía en las encuestas. No se bajó sino que se subió para acompañar a Alberto Fernández».
Fernández tendió puentes con los gobernadores más alejados de Cristina como Uñac (@sergiounac)
El argumento es la lógica que CFK no aplicó en 2015, cuando, según admitió en «Sinceramente», se ‘equivocó’ al no encabezar la lista de candidatos a diputados nacionales para ‘ayudar’ a Daniel Scioli como candidato a presidente. La misma amiga de Cristina conoce a Fernández aunque un poco menos. Desde lo político desalienta los análisis según los cuáles la ex presidenta manejará la campaña y un eventual gobierno en caso de ganar: «Alberto Fernández no es manejable, si lo fuera no se hubiera ido en 2018 cuando estaba vivo su amigo Néstor Kirchner y Cristina tenía todo el poder». Otros recuerdan: «Cuando ganó Néstor decían que lo manejaría Eduardo Duhalde y también decían que Cristina lo manejaría porque era más conocida. Y cuando ganó ella se hablaba del doble comando y nunca fueron reales ningunas de esas afirmaciones». Además, los que la frecuentan cuentan largas conversaciones que comparten con ella en Recoleta o en Congreso en las que la ven mucho más distendida y hasta aliviada de no cargar con todo el peso de la campaña que vendrá.
Hoy, en las negociaciones pesa la palabra de Fernández, que se rodeó de sus más amigos (muchos de ellos alejados por mucho tiempo del kirchnberismo), pero también define en sus charlas con Máximo Kirchner, con Axel Kicillof o Eduardo ‘Wado’ de Pedro. Hay y habrá en el cierre de listas reclamos de los jóvenes K que en Capital tal vez tengan que digerir una precandidatura de Matías Lammens así como en Buenos Aires los intendentes tuvieron que aceptar a Axel Kicillof. Por ahora prima el ejemplo de Cristina que no encabeza aunque las negociaciones con Sergio Massa podrían dejar un tendal de grandes heridos.
Kicillof y Magario, la fórmula bonaerense elegida por Cristina, Alberto Fernández y Máximo K
Algunas cosas quedaron trazadas desde antes. Previo a definir la presidencial, CFK alentó a Axel Kicillof para que empezara a caminar la provincia en el verano 2018-2019 y logró imponerlo por sobre los deseos de los intendentes que venían hablando con Máximo Kirchner y ‘Wado’ de Pedro. Estos días, antes del cierre de alianzas y en medio de las negociaciones con Sergio Massa los jefes comunales le volvieron a pedir a Fernández que no repitan errores de la última elección presidencial, cuando él estaba con el tigrense y Cristina decidía sola y a puro dedo. Reclamaron definir el manejo de las listas seccionales con el argumento de que «en la Primera y Tercera Sección los intendentes gobernamos el 80% de los municipios». Ese porcentaje esperan ver reflejado en las listas. En 2015 en cambio se armó la estrategia sin los intendentes. «Salió mal», reprocharon esta semana y repitieron que «está demostrado que donde se gobierna se amplía la diferencia. El intendente tira para arriba». Y mostraron encuestas según las cuales la fórmula nacional y la provincial tendrían menos intención de votos que ellos. Sin decirlo, hacen referencia al fantasma de las ‘tijeras’ y el corte de boletas. De hecho cuatro años atrás hubo quienes las repartieron ya cortadas y hasta Mauricio Macri sufrió en Cambiemos del mismo mal porque María Eugenia Vidal tuvo más votos que la fórmula presidencial.
Más allá de las alianzas y las listas, a la pregunta de cómo gobernarían en caso de ser electos se antepone la pregunta de cómo será la campaña, los equipos y las estrategias.
Aunque hablan a diario varias veces y antes de la internación Fernández visitaba seguido a Cristina, tienen agendas distintas y frente a algunas cuestiones puntuales estrategias diferentes. Ante el nuevo procesamiento de Claudio Bonadio en su contra, la ex presidenta volvió a responder con su estilo: tuits con mensajes subliminales mientras en voz baja en su entorno se atribuía al juez haber hecho «copypaste» para volverla a acusar. En su caso, la comunicación (fotos, videos, redes) se maneja desde el Patria bajo la coordinación de Hernán Reibel como siempre.
Sobre las causas judiciales, el precandidato presidencial, días atrás que cuando lo consulten siempre la defenderá porque si no lo hiciera estaría dando por cierto las acusaciones contra su compañera de fórmula. Sus redes, sin embargo, están ‘limpias’ y su campaña se presenta ‘positiva’, con mensajes más livianos que críticos desde que tiene community manager bajo el comando de Juan Courel que hasta hace un par de semanas trabajaba en la comunicación de Felipe Solá. El tono se aleja del pasado más confrontativo que mantenía Fernández con sus seguidores cuando dedicaba tiempo a responder en forma más visceral. En el Día del Periodista ella saludó pero cuestionó la pérdida de fuentes laborales y él se mostró más duro y crítico con los medios.
Los ‘entornos’
Entre ella y él hay amigos compartidos. Es el caso de Jorge Taiana, con quien Cristina pasa horas conversando en su departamento o en su oficina. Taiana es muy amigo de Alberto Fernández y su consultor en materia internacional. Se notó su ausencia en la presentación de un libro de discursos sobre política exterior de CFK que se hizo en el Instituto Patria. Los equipos de la ex presidenta lo presentaron como parte de lo que vendría en caso de ser electos. Sin embargo, no estuvo Taiana en esa presentación, señal inequívoca de que si Alberto Fernández ganara, aunque su posición es proclive al progresismo regional, tendrá una impronta menos cristinista. Al ser consultados distintos referentes, que ni Alberto Fernández ni Taiana tuvieron participación en la selección de los discursos elegidos para el libro.
Los intendentes del Conurbano piden a Alberto Fernández armar las listas en sus distritos
Otro tema fue el viaje de un grupo de dirigentes comandados por Gustavo Menéndez a Washington y Nueva York. Además del intendente de Merlo y de Leonardo Nardini de Malvinas Argentinas, fueron parte de la comitiva Omar Plaini, Silvina Batakis, ‘Huguito’ Moyano y Francisco Cafiero, dirigente porteño hermano de Santiago quien es uno de los hombres más cercanos a Alberto Fernández. Decidieron en cambio rechazar el convite algunos referentes del entorno más estrecho de Fernández menos convencidos de que esa sea la forma de posicionar a la Argentina frente a organismos internacionales y financieros. Los que se bajaron son los más cercanos al precandidato a presidente.
Los equipos técnicos se integran, coordinados por Nicolás Trotta (rector de la UMET) y Virginia García (ex cuñada de Máximo Kirchner, ex senadora santacruceña cuyo despacho hoy ocupa CFK y secretaria parlamentaria del bloque de Unidad Ciudadana). En paralelo el precandidato, que ha dicho que será su propio jefe de campaña, organiza su agenda con sus más íntimos: Felipe Solá, Fernando ‘Chino’ Navarro y, entre otros, Juan Manuel Olmos, Cafiero y Víctor Santa María que en la interna del PJ porteño que preside se paró en la vereda contraria a La Cámpora y a Mariano Recalde el favorito del cristinismo.
Aunque aparecen algunas señales de celos y resquemores en los entornos, algo usual en el poder, es cierto que la mayoría de los dirigentes intentan ser cuidadosos y consultan tanto a Cristina como a Alberto o piden ordenar las actividades para no invadir áreas de otros. Por ahora parece funcionar el esquema. Tanto el presidente del Consejo Nacional Justicialista José Luis Gioja como el apoderado del partido Jorge Landau hablan y se reúnen con los dos. «Somo peronistas, arreglamos todo rápido», se ríe uno de los dos.
En Santa Cruz Alberto Fernández juntó al diputado Martín Pérez, la gobernadora Rosana Bertone, Walter Vuoto, Alicia Kirchner y su vicegobernador Pablo González (@MartinPerezTDF)
Diferencias en las provincias
En las provincias en algunos casos sí hay diferencias. Así como Alberto Fernández tiene diálogo más fluido con gobernadores y terminó de sumar a Juan Manzur y a Sergio Uñac, alejados del cristinismo, se notan sutilezas. Por ejemplo, en Tierra del Fuego, donde Cristina Fernández explicitó su favoritismo por Walter Vuoto, intendente de Ushuaia electo por La Cámpora. Este año la gobernadora Rosana Bertone, que estaba más cerca de Daniel Scioli en 2015 y que como amiga de Juan Manuel Urtubey se sumó hace unos meses al espacio de Alternativa Federal, terminó acordando con Vuoto la unidad. Ante el temor de una derrota se acercó a sus opositores peronistas y tomó distancia del Gobierno nacional donde tenía buen diálogo con el ministro Rogelio Frigerio. Hace poco Alberto Fernández viajó a la isla y terminó alzando el brazo de los dos dirigente que van por la reelección. Todavía no era precandidato a presidente pero tejía para la unidad. Volvió a verlos en Santa Cruz mientras que en el Patria Cristina sólo recibió al intendente de Ushuaia.
La agenda
Como dicen varios dirigentes, recién están en pre campaña y armando el frente. La agenda de viajes la combinan en conjunto y tras la presentación de «Sinceramente» el próximo martes en Santiago del Estero Cristina y Alberto Fernández intentarán fijar una fecha para ir juntos a Rosario, en Santa Fe.
La primera prueba será conformar las listas de común acuerdo. Si los intendentes logran hacerse escuchar, si Lammens va en la Ciudad como candidato a jefe de gobierno y si la cabeza de lista de diputados bonaerenses es liderada por Felipe Solá (o Sergio Massa producto de un acuerdo de fuerzas) y Máximo Kirchner queda en el tercer lugar… entonces tal vez se deje de hablar de un posible doble comando. En ese marco, ambos habrán dejado muchos heridos.
Después de los cierres, además, la ex presidenta quiere irse una semana a visitar a su hija Florencia en Cuba. Fernández quedará en Buenos Aires camino a las PASO y sólo con la campaña nacional.
El precandidato a presidente por el PJ-Unidad Ciudadana, Alberto Fernández, ratificó hoy que el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, «está invitado» a participar de ese espacio, con vistas a las elecciones primarias de agosto, pero sostuvo que «la decisión está en él».
«Está invitado, queremos que participe, que se sume. Creemos que es importante, pero la decisión está en él», sostuvo Fernández esta mañana, en diálogo con Radio 10.
El compañero de fórmula de Cristina Fernández de Kirchner agregó: «Yo no tengo mucho más para contar, he hablado muchas veces con él (por Massa), y ahora la decisión está en él».
Tras la cumbre del Frente Renovador que se realizó esta semana en Parque Norte, dirigentes de ese espacio admitieron la posibilidad de que el massismo participe de unas primarias abiertas en un mismo frente con Unidad Ciudadana y el Partido Justicialista, lo que generó el rechazo de los dirigentes de Alternativa Federal Juan Manuel Urtubey y Miguel Pichetto.
Alberto Fernández, el precandidato a presidente por el PJ-Unidad Ciudadana, aseguró que “no hay posibilidad de modificar nuestra fórmula (con Cristina Kirchner como postulante a vicepresidenta), ni tampoco en la provincia de Buenos Aires» para la gobernación (Axel Kicillof-Verónica Magario). Así respondió al ser consultado sobre la hipótesis de que Sergio Massa pueda integrar alguno de esos dos binomios.
«Siempre hemos tenido abiertas las puertas para el espacio de Massa. Todo este tiempo he hablado con él y lo he inducido a pensar la posibilidad de estar juntos. Esa decisión está en Sergio, no está en mi”, agregó Fernández en diálogo con radio Continental.
«Podría ser la cabeza de la lista de diputados, pero siempre lo escuché decir que él no quiere volver al Parlamento. (Massa) es alguien de un enorme valor, no necesariamente tiene que ser un cargo electivo”, indicó, el postulante presidencial del kirchnerismo.
El precandidato a presidente del PJ-Unidad Ciudadana, Alberto Fernández, aseguró que el comienzo de la campaña del presidente Mauricio Macri fue «sentar a la ex presidenta en el banquillo de los acusados».
«Soy peronista, en materia de derechos individuales soy un liberal y en materia de economía soy un heterodoxo progresista, porque creo que la economía debe estar al servicio de la gente»; dijo Fernández durante una entrevista televisiva con el periodista Mauro Viale.
Sobre su compañera de fórmula, la ex presidenta Fernández de Kirchner, Fernández aseguró que «puede ser altanera, soberbia, tener defectos que yo mismo le critiqué, pero ladrona no es».
Antes, en una entrevista con Infobae, había declamado la inocencia de su compañera de fórmula: «Definitivamente podía no saber (sobre hechos de corrupción). Lo que hay es un plan sistemático de mentir para incluirla a Cristina en un falso plan sistemático de corrupción»,
En ese contexto, el precandidato a presidente explicó que desde su espacio están convencidos de que durante la campaña electoral hasta octubre el presidente «Macri va a pivotear sobre dos andaniveles».
«El primero, diciendo que él hizo lo que nosotros no hicimos. Eso no es cierto, macanea. El segundo andanivel es el de la corrupción y, en ese punto lo que quisiera es que Macri le diga a los argentinos su modo de corrupción», afirmó.
Fernández puso como ejemplos los supuestos casos de dinero que funcionarios tendrían en el exterior y el tema energético.
«Le dio a sus amigos, como Nicolás Caputo, el negocio energético garantizándoles tarifas dolarizadas», dijo Fernández, al tiempo que llamó a los «jueces a trabajar de jueces».
Al referirse al juicio oral que empezó la semana pasada con la ex presidenta escuchando las acusaciones sobre ella y otros funcionarios de su gobierno en la causa que investiga presuntos delitos de corrupción con la obra pública de Santa Cruz, Fernández reiteró que «Cristina no está involucrada».
«No voy a decir que no hubo corrupción cuando tenés un ministro de Obras Públicas con 9 millones de dólares en el baúl del auto, porque no soy idiota. Los hechos pueden haber ocurrido, pero no hay nadie que haya involucrado a Cristina», afirmó.
El precandidato presidencial del PJ Alberto Fernández pidió a la militancia que busque «a los argentinos que creyeron y los defraudaron», en tanto su compañera de fórmula, la ex presidenta Cristina Kirchner advirtió que «tampoco esperen que solo dos dirigentes pueden hacer todo», en el primer acto de campaña que compartieron en Merlo.
En una fecha patria y a una semana de anunciar la fórmula Fernández-Fernández que competirá en las PASO del PJ, Alberto Fernández planteó que “se puede resolver” la situación del país “entre todos y con todos como lo hicimos con Néstor (Kirchner) en 2003 para sacar del pozo a todos los argentinos”.
Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner en Merlo
En tono de campaña pero con un discurso breve, Alberto Fernández prometió: “A los 4 millones y medio de pobres que dejo (Mauricio) Macri, le vamos a tender la mano y los vamos a traer adentro del sistema”. Y remarcó la línea que será fundamental para la campaña electoral al señalar: “Con Néstor entramos a un laberinto, yo estuve en ese laberinto, tengo la experiencia, y supimos salir de ese laberinto de los que nos metieron. Y lo vamos a volver a hacer todos juntos”, cerró.
A su turno, Cristina Fernández se emocionó al recordar a su esposo Néstor Kirchner y confesó que “el último año que fui enteramente feliz fue el 2010” y agregó que “el 2010 era otra Argentina con crecimiento y trabajo”.
El precandidato a presidente por el PJ, Alberto Fernández, afirmó que la situación económica del país es similar a la de 2003, cuando integró el gabinete del ex presidente Néstor Kirchner, y por ello, de llegar al Gobierno, volverá a hacer «lo que ya hicimos», dijo al recordar el 16° aniversario de la asunción de Kirchner.
Durante un acto en el club Ferro, sostuvo que lo «llena de orgullo» cuando lo comparan con el ex presidente Kirchner, «no me lastiman» y afirmó que «otra vez» va a «levantar al país de las cenizas».
«En el 2003, era un país destruido y claudicante. Cuando veo este presente, que se parece tanto al país que recibimos en el 2003, no le tengo miedo porque volveremos hacer lo que ya hicimos», dijo.
«Vamos a entrar -continuó- a ese mismo laberinto que ya estuvimos y que sabemos cómo salir, ya que nosotros no improvisamos como lo hace el macrismo. Lo que queda por delante es muy difícil, pero lo vamos a hacer todos juntos, con Cristina (Kirchner), con ustedes -los militantes- y con el pueblo argentino», dijo entre cánticos de «Alberto presidente».
Mauricio Macri abandonó la quinta de Olivos y cerca del mediodía se encontró con Horacio Rodríguez Larreta, que había terminado una recorrida con periodistas por la mega obra del Paseo del Bajo. Macri asienta una parte de su campaña presidencial en la obra pública y unasado con 500 obreros que participaron de la construcción del Paseo del Bajo se ajustaba a su estrategia electoral. El presidente comió dos choripanes, tomó agua mineral sin gas y saludó a todos los obreros de la obra que con fanfarria proselitista se inaugurará el lunes próximo.
A 117 kilómetros del obrador que usó Macri para almorzar, Alberto Fernández protagonizaba un asado de campaña junto a Máximo Kirchner y Jorge Ferraresi, Gabriel Katopodis, Martín Insaurralde, Fernando Gray y Juan Zabaleta, entre otros intendentes peronistas del conurbano. El asado fue en la Matera del Parque Criollo –San Antonio de Areco–, y a Fernández le sirvió para demostrar que tiene un fuerte apoyo político en la provincia de Buenos Aires.
Alberto Fernández, junto a Máximo Kirchner e intendentes peronistas
Durante años, Fernández cuestionó la gestión presidencial de Cristina y eso provocó un fuerte distanciamiento con Máximo y los intendentes del conurbano. Ahora, ya asegurada su candidatura a presidente, era necesario demostrar adentro y afuera del peronismo que las internas partidarias fueron congeladas y que el aparato K se ponía a su disposición. Alberto cumplió su cometido: el asado selló viejas heridas y todos se conjuraron en derrotar a Macri y María Eugenia Vidal en la primera vuelta electoral.
Mientras tanto, Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Guillermo Dietrich, ministro de Transporte, y Franco Moccia, ministro porteño de Desarrollo Urbano, compartían unos choripanes, se sacaban fotos con los obreros de la construcción y comentaban la agenda política. Para Rodríguez Larreta es importante la inauguración del lunes –un comienzo tácito de la campaña electoral– y para Macri una obra pública sin denuncias de corrupción es un argumento político para enfrentar a la fórmula Fernández y Fernández, que por cuestiones legales deben concurrir a los tribunales de Py como abogados en causas propias.
Alberto regresó de San Antonio de Areco para preparar su primer acto de campaña junto a Cristina Fernández como candidata a vicepresidente. Será en Merlo, y en un fecha icónica para esa fuerza política: el 25 de mayo de 2003, hace ya 16 años, asumía Néstor Kirchner acompañado por Daniel Scioli. Si no cambia la agenda del acto, CFK será telonera de Alberto, que cerrara el acto que se hará en Merlo.
A la hora de la aparición de Fernández y Fernández, Macri estará en Olivos con un puñado de asesores para determinar su estrategia electoral. El presidente habrá llegado de participar en el Tedeum del 25 de Mayo, y aprovechará la intimidad de la quinta de Olivos para pensar acerca de sus próximos pasos políticos. Una tarea compleja frente a la convención radical, su intención de voto y los números de la economía.
La singular nominación de Cristina Kirchner a la precandidatura presidencial parece haber tomado por sorpresa a Alberto Fernández, su ex hombre de máxima confianza devenido luego en enemigo y transfigurado ahora en hijo pródigo. El ex jefe de Gabinete no sólo deberá ajustar sus viejas críticas a la corrupción de su jefa, como ya trocó el discurso republicano por el de un flamígero Robespierre que quiere anular sentencias judiciales. Fernández también tendrá que poner al día algunos asuntos personales que deslucen su campaña electoral: en un country donde compró un terreno hace un tiempo, debe más de medio millón de pesos de expensas.
La liquidación de expensas de country La Escondida, en la zona de Mannzanares, Pilar. Alberto Fernández debe medio millón de pesos.
Seducido por los enormes y boscosos lotes del barrio La Escondida, en la zona de Manzanares, Pilar, Alberto decidió comprar uno después de haber alquilado una casa durante bastante tiempo. En un barrio de 36 hectáreas con parcelas de entre 3.000 y 3.000 metros cuadrados que garantizan privacidad y silencio, el pretendiente a la Casa Rosada eligió La Escondida como lugar de descanso al intenso trajín de Puerto Madero, donde vive y mantiene frecuentes encuentros de trabajo.
«Acá nunca vimos a otros políticos, empresarios o sindicalistas. Se ve que le gustaba venir a desenchufarse, aunque varias veces discutió con los vecinos porque no respetaba el límite máximo de velocidad, de 20 kilómetros por hora», dice uno de esos vecinos . Según su relato y el de otros moradores de La Escondida, Fernández solía acelerar su Peugeot blanco más de lo permitido.
Pero no es ese su principal motivo de enojo con el candidato presidencial de Unidad Ciudadana. La paciencia se acabó con él cuando dejó de alquilar la casa que habitaba y dejó de afrontar los gastos de un terreno que había comprado. «Entre 2014 y 2016 pagó las expensas sin problemas. Pero desde abril de ese año no lo hizo más. Y las veces que alguno se lo reclamó cuando lo vio terminó en discusiones feas porque se ofendió«, se amarga el dueño de otra casa en el barrio.
Según la liquidación de expensas correspondiente a abril, a las que accedió este diario, Fernández -titular de la unidad funcional 48- acumulaba una deuda de 475.879,43 pesos. Con los gastos de ese período y los punitorios correspondientes, ese monto trepó ahora a 509.549,48 pesos. Unos 11.000 dólares.
Desarrollado por un grupo de exalumnos del colegio Newman, La Escondida está a la altura del kilómetro 61,5 de la Panamericana, pero alejado de la zona de barrios privados. Con un pequeño club house y una pileta común que sólo ofrece un sobrio lugar de encuentro para vecinos que cuentan con mejores comodidades en sus respectivas casas, el emprendimiento tiene apenas 67 terrenos. Si Alberto quisiera levantar una vivienda sobre el suyo, primero debería saldar la deuda que tiene con el consorcio.
«Macri es capitalismo de country», intentó fustigar en las últimas horas durante una charla con en el canal C5N. Puede haber sonado ocurrente para la tribuna kirchnerista que busca reconquistar. Pero no habría sido el mejor ejemplo en estos días.
El precandidato presidencial Alberto Fernández aseguró que “no” llegó “hasta acá para cumplir órdenes de nadie” y se mostró “encantado de ser parte de un equipo que tiene a Cristina Fernández de Kirchner como parte”, a la vez que sostuvo que “los mismos medios que dicen que soy un ‘chirolita’ estaban encantados cuando yo la enfrentaba” a la ex presidenta.
Alberto Fernández sostuvo que “con Cristina fuimos parte de la grieta” y afirmó que “el día que nos reencontramos, la grieta se cerró pero (la grieta) es algo que nos dejó como estamos”, a la vez que rechazó las opiniones de algunos medios que lo calificaron como el “chirolita” de la ex presidenta, al afirmar que “no hay que darles importancia porque la gente sabe cuál es la verdad”.
“Los mismos medios que dicen que soy un chirolita estaban encantados cuando yo la enfrentaba a Cristina”, aseguró el precandidato presidencial en declaraciones a FM Tiempo de Río Gallegos, al enfatizar que esa comparación “es un problema de los que analizan: Cristina sabe quién soy. Hemos estado juntos, nos hemos desencontrado, nos hemos encontrado y hoy estamos construyendo una alternativa con todos los dirigentes, con todos los gobernadores, con todos los intendentes”. E insistió: “No llegué hasta acá para cumplir órdenes de nadie, pero estoy encantado de ser parte de un equipo que tiene a Cristina como parte porque es el centro de la política argentina” y señaló que “querer correrla del centro de la política es un error garrafal”.
En el marco de su visita a Santa Cruz, Alberto Fernándezse reunió con la gobernadora Alicia Kirchner, en el que fuera el despacho de Néstor Kirchner durante su período como gobernador de la provincia 1991-2003, y sostuvo que la provincia “tiene la suerte de tener una gobernadora como Alicia: siempre quisiera tenerla en mi equipo, es una trabajadora incansable y lo demostró como Ministra de Desarrollo Social cuando compartimos gabinete con Néstor”.
«Ni yo soy Cámpora y ni Cristina es Perón. Además ella lo sabe porque un día renuncié y estuve diez años confrontando políticamente”, remarcó Fernández en una entrevista que publica hoy el diario Página/12.
De esta forma, el ex jefe de Gabinete salió al cruce de quienes pretenden establecer un paragón histórico entre Cámpora, candidato ganador del Frejuli en las elecciones del 11 de marzo de 1973, y Perón, el líder del justicialismo que, tras 18 años de proscripción del movimiento que fundó, propuso a este dirigente para una Presidencia que se extendió por 73 días.
“Lo que a muchos les cuesta entender es que dos personas que se aprecian y se valoran y se respetan un día pueden encontrar un punto de acuerdo para trabajar juntos como lo hicieron antes. Que Cristina me acompañe a mí me da mucha fuerza”, destacó el funcionario kirchnerista.
En ese marco, agregó: “Pasaron nueve años sin vernos, casi 10, ese tiempo hizo que el reencuentro haya sido un reencuentro donde recuperamos la amistad que habíamos tenido, el afecto, donde saldamos todo lo que nos cuestionamos, lo que nos permite trabajar con mucha confianza el uno con el otro. Me emocionó mucho, mucho, el ofrecimiento de Cristina”.
En tanto, esta mañana, al ser consultado por la prensa en la puerta de su domicilio, el precandidato presidencial destacó: «Tener a Cristina es como tenerlo a Messi y yo soy el nueve que hace los goles».
«Muchos decían que ejercía una gran influencia sobre ella en esta etapa, ahora creen que soy un títere. Bueno, ni una cosa ni la otra son ciertas», remarcó Alberto Fernández al ser abordado por los medios mientras salía de su departamento en Puerto Madero para pasear a su perro Dylan.
El diputado del PRO Pablo Torello afirmó hoy que el anuncio de la senadora Cristina Fernández de Kirchner de postular a Alberto Fernández, como precandidato a presidente «no» los «obliga a hacer cambios» en la estrategia electoral del oficialismo y ratificó que el candidato de Cambiemos «es el presidente Mauricio Macri».
«El candidato a presidente de nuestro espacio es Mauricio Macri. Él y todos desde el PRO lo han dicho, lo que no quiere decir que no esté en permanente evaluación todo y que dada alguna circunstancia muy especial se pueda rever», apuntó Torello durante una entrevista con Radio con Vos.
Agregó que «por ahora» el anuncio de la fórmula Fernández-Fernández «no» obliga «a hacer cambios» dentro de Cambiemos, pero opinó que «sí obliga al espectro peronista de Alternativa Federal» a hacerlo.
Por eso, consideró que la «jugada» de la ex presidenta «va a tener más consecuencias» en el tablero político de Alternativa Federal que en el de Cambiemos.
Consultado respecto cómo impactará el anuncio del espacio kirchnerista de llevar la fórmula Fernández-Fernández, el diputado dijo que aún «es demasiado temprano» y que «hay demasiadas cosas en juego como para saber cómo termina», pero aseguró que no se trata de un «acto de grandeza» de Cristina Fenández, sino todo lo contrario.
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