El presidente Alberto Fernández reconoció este martes que durante su visita a la provincia de Formosa “debería haber sido más cuidadoso” de respetar los protocolos sanitarios para evitar contagios de coronavirus y brindar así un mejor ejemplo a la ciudadanía.
El mea culpa llegó días después de que una foto se viralizara y causara revuelo en las redes sociales. El viernes de la semana pasada el mandatario brindó una conferencia junto al gobernador Gildo Insfrán en la que se sentaron a menos de un metro de distancia y sin barbijo. Incluso llegaron a abrazarse y saludarse con un beso.
“Con Gildo deberíamos haber sido más cuidadosos”, admitió Fernández durante una entrevista para el programa de Matías Martin, en radio Metro. Sin embargo, explicó que suele respetar las medidas sanitarias y solo se saca el barbijo “para hablar públicamente”.
Aunque luego agregó otra excepción: “Muchas veces cuando me piden una foto me bajo el barbijo, me suena muy antipático no hacerlo”. “Si yo le pidiera una foto a Bob Dylan no me gustaría que salga con la mitad de la cara tapada”, agregó en broma.
No obstante, señaló que como cualquier otra persona él también se equivoca y remarcó que eso no invalida las recomendaciones que hace el gobierno nacional.
Alberto Fernández junto al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán (Télam)
“Si Alberto se equivoca, eso no desestima nada. Si Alberto se bajó el barbijo, está mal. Y si se sacó una selfie, no hay que seguir el ejemplo de Alberto”, argumentó.
Aunque también intentó bajarle el tono a la polémica alegando que a la hora de analizar las selfies muchas veces la forma en que se proyecta la distancia es engañosa. “Están a más de un metro de distancia”, dijo.
También reveló que en todas sus apariciones públicas hay un miembro de su equipo que está permanentemente rociándolo con alcohol.
Al igual que viene haciendo en sus frecuentes apariciones públicas, Alberto Fernández defendió la cuarentena y destacó que la mayor parte del país “está evolucionando bien”. “El problema es que nosotros tenemos una mirada muy porteña”, dijo en relación la difícil situación en el AMBA.
En ese sentido, les recomendó a los críticos del aislamiento que “vean lo que está pasando en Necochea, donde convirtieron unbaby shower en un foco de contagio” en una ciudad que “parecía que estaba libre de riesgo”.
“Se habla con irresponsabilidad. ¿Sienten que con 60 días alcanza? Vayan y pregunten en Necochea si 60 días alcanza”, desafió.
También les respondió a quienes aseguran que se enamoró del aislamiento obligatorio: “¿Realmente creen que el sueño que yo tuve es una Argentina paralizada por la cuarentena? Mi sueño es un país que trabaja y que crece”.
Por otro lado, explicó que la política de aislar barrios de emergencia también busca preservar la vida de sus residentes, ya que “permite detectar quiénes están infectados y darles la atención que corresponde”.
“Eso que algunos irresponsablemente llaman guetos es un sistema de control de las personas que viven en esos barrios”, dijo en alusión a los cuestionamientos de Daniel Menéndez, funcionario y dirigente de Barrios de Pie.
Finalmente, sobre el cierre de la entrevista le preguntaron si haber elogiado al sindicalista Hugo Moyano también había sido un error. El Presidente comenzó por aclarar que le da mucho valor a la palabra y que cuando dice algo es porque lo piensa.
Entonces recordó que cuando llegó al gobierno en 2003 como jefe de Gabinete de Néstor Kirchner “alguien que ayudó mucho a salir de la crisis fue Hugo Moyano”. Y agregó: “Yo sería muy ingrato si no lo dijera”.
Además, recordó una anécdota de aquellos años. Según dijo, una vez le tocó reemplazar al ministro de Trabajo Carlos Tomada durante una negociación paritaria de los camioneros. “Nunca vi a un sindicalista exigirle tanto a un empresario. Pero ese es el rol del sindicalismo”, dijo Fernández, que también reconoció que se trata de un “hombre polémico”.
El presidente Alberto Fernández se manifestó en contra del Impuesto a las Ganancias que pagan los trabajadores del sector privado en una conferencia de prensa que encabezó en la provincia de Formosa, en donde remarcó la necesidad de avanzar con reformas estructurales una vez que finalice la pandemia por el coronavirus.
“El Impuesto a las Ganancias que aportan los que viven de un sueldo está mal y eso hay que corregirlo. Ya no me importa quién es el culpable. Eso hay que corregirlo y rediseñar un nuevo país«, planteó el jefe de Estado en un encuentro con periodistas del que también participó el gobernador local, Gildo Insfrán.
El jefe de Estado aseguró que su Gobierno ya está trabajando en la postpandemia, una etapa donde -dijo- le preocupa más la velocidad con que se construye “un país más justo” que la de la marcha de la economía.
“Cuando veo la recaudación impositiva y se da cuenta de que la mayor parte de la recaudación impositiva son impuestos al consumo que pagan por igual el más pobre y el másrico, digo ‘¡qué injusticia!’. Tenemos la oportunidad de revisar todo porque la economía del mundo se dio vuelta. Está todo dado vuelta. No perdamos la oportunidad de escribir un sistema más justo”, planteó. PlayEl desliz sobre Macri
Y agregó: “Esto no es perseguir a nadie. Aparecen esas las ideas locas de que nos queremos quedar con las empresas, que queremos castigar a los ricos. No, no, no, lo que queremos es hacer un país más justo. Ha quedado al descubierto que este capitalismo financiero dura diez segundos cuando aparece un virus imperceptible a la vista humana”.
Con esa frase pareció tomar distancia del proyecto de la diputada kirchnerista Fernanda Vallejos, que pidió que el Estado se quede con acciones de las compañías a las que asistió durante la crisis provocada por el coronavirus.
En ese poceso de “revisar todo”, el mandatario incluyó la coparticipación que reciben las provincias y que según argumentó hoy tiene una tendencia centralista. “No perdamos la oportunidad de escribir un sistema más justo, sin perseguir a nadie. Tenemos una gran oportunidad de diseñar un nuevo país más justo, que todos tengan oportunidades”, agregó.
En tanto, el Presidente consideró que “no me gusta vivir en un país donde el poder central determina a quién puede ayudar”, y en ese momento tuvo un desliz cuando se refirió a la administración de Mauricio Macri, aunque rápidamente se corrigió: “Le puede pasar lo que le pasó a Gildo, que le toque un loco… me voy a corregir, le puede pasar a alguien que yo sea un loco y que decida no ayudar a una provincia porque no me gusta el Gobernador. Hay que revisar el sistema de coparticipación».
Alberto Fernández saluda a Insfrán en su llegada a Formosa
“En algún momento la provincia de Buenos Aires resignó ocho puntos de la coparticipación y Alfonsín determinó que ese dinero se redistribuyera entre las provincias para evitar la concentración urbana en la provincia de Buenos Aires, pero eso terminó con millones de personas viviendo en el conurbano. Tenemos que revisar todo y terminar con la discrecionalidad del poder central. A muchos les gusta seguir la lógica del centralismo, y yo no estoy feliz viviendo en un país donde hay ciudades que parecen la capital de Bélgica y otros sectores que tienen ingresos como en los lugares más pobres del mundo”, resaltó.
Por otro lado, consultado por la eventual vuelta de las clases, Fernández dijo que es un tema “delicado. Toda la historia de la pandemia empezó con las clases, cuando aparecieron los primeros casos hubo una discusión en el mundo sobre qué hacer con los chicos. Los chicos, si se contagian no tienen riesgo, para ellos es una gripe más, pero para todos los demás sí, los docentes, los padres, los abuelos. Abrir las clases o no lo vemos con cuidado con (el ministro de Educación Nicolás) Trotta”.
“Hay docentes que están cerca de la edad de riesgo o que tienen enfermedades prevalentes. Como somos peronistas, la educación es un tema central. Nicolás está estudiando los casos con los docentes. Hicimos un enorme esfuerzo y las clases virtuales funcionaron bastante bien. El futuro está en la inteligencia, todo lo que hagamos para educar a los nuestros es lo mejor que podemos hacer para el futuro”, afirmó.
Alberto Fernández, su pareja Fabiola Yáñez y el gobernador Insfrán
Por último, cuando le preguntaron por las acciones de la administración de Insfrán para controlar la pandemia, dijo que “Formosa actuó con una velocidad envidiable, y tuvo la suerte de que no tuvo casos importados, que fue el comienzo del problema. “Cuando vio que no tenía casos importados se puso estricto en el control de accesos a la provincia. A todos nos disgusta ser tan severos con el movimiento que viene de otras provincias, pero es entendible porque a 160 kilómetros tienen un epicentro de coronavirus en Chaco”, resaltó.
En ese sentido, concluyó que «hay tres aspectos muy elogiables de la acción que tomó el gobierno: la primera acompañar la cuarentena aunque no tenían casos; entender que el riesgo existe; y ser muy estricto con el ingreso a la provincia y obligar a cuarentenas a los que vienen de afuera. Todo lo que rodea a Formosa tiene coronavirus. A todos nos irrita y afecta la cuarentena, pero tienen que entender que es por el bien de todos”.
En un acto junto a Axel Kicillof e intendentes bonaerenses, el presidente Alberto Fernández reavivó la discusión sobre las cárceles y las condiciones de hacinamiento que convierten a los centros penitenciarios en un peligro en medio del brote de coronavirus.
“La pandemia dejó la muestra de la desigualdad en la que vivimos, lo primero que debe enseñarnos es que vivimos en un país injusto y ahora nadie tiene excusa de decir ‘no me di cuenta’, porque todos lo vimos», señaló el jefe de Estado, antes de marcar que “el desafío no es mano dura o mano blanda”.
“Encarcelar a todos y no construir cárceles no tiene sentido, es todo marketing”, disparó en referencia al gobierno anterior. “Tener ahora en las cárceles personas en riesgo y que el Estado no reaccione es un acto inhumano. Y nosotros abrazamos la política porque la humanidad es lo que nos importa”.
El mandatario realizó esa reflexión minutos después de que el gobernador Kicillof anunciara la creación de un total de 2.000 nuevas plazas en el Servicio Penitenciario Bonaerense: 650 nuevas, que se suman a las 1.350 que informó hace unas semanas.
La mesa central que lideraron Alberto Fernández y Axel Kicillof
Una gran parte del discurso del Presidente estuvo enfocada en la desigualdad que se observa en la Argentina: “Decimos vivir en un país federal, pero en los hechos actúa como unitario; con un Estado que acumula y distribuye con cierta discrecionalidad y gobiernos provinciales que toman y distribuyen con discrecionalidad. Lo que necesitamos es un sistema que distribuya a cada uno lo que corresponda».
Luego de esa introducción, el mandatario hizo foco en el distrito bonaerense: “Uno se pregunta por la provincia de Buenos Aires, que produce el 41% del PBI, que tiene una densidad demográfica impresionante y ha crecido como ninguna provincia en los últimos 30 años, por qué le toca lo que le toca”.
“Buenos Aires sigue recibiendo no solo habitantes del Norte sino de países hermanos, que llegan a un lugar que no tiene los recursos para poder desarrollar en condiciones de dignidad la vida de cada uno”, remarcó el jefe de Estado, que así reabrió una larga discusión sobre la distribución de recursos.
“Lo que nos pasa con el coronavirus, que queda concentrado en el AMBA, demuestra cuál es el efecto real del hacinamiento y sus consecuencias; cómo podemos ver semejante diferencia tan cercana y no reaccionar”, reflexionó antes de reclamar que algún día habrá que sentarse a discutir “cómo hacemos para que la Argentina deje de ser un país riquísimo en el centro y pobrísimo en el Norte y en el Sur; cómo hacemos para que los que están en el Norte encuentren la posibilidad de vivir, disfrutar y morir en el mismo lugar donde nacieron. Ese es el desafío que la pandemia nos exige”.
En ese contexto, señaló que “en Villa Azul (el barrio bonaerense que fue aislado) están las dos Argentinas”. El ejemplo apuntaba a que de un lado estaba la zona que pertenece a Avellaneda, donde –destacó– está “el barrio que se construyó con condiciones dignas, en el que el contagio es infinitamente menor que cuando verificamos en la zona más débil de ese mismo barrio”, que pertenece al partido de Quilmes, donde hasta finales de 2019 gobernó Juntos por el Cambio.
“Si somos gente digna, no podemos permitir que esa situación de desigualdad se profundice. Pero no va a haber magia del mercado que lo haga, lo tenemos que hacer nosotros”, destacó Alberto Fernández antes de cerrar con una frase con tono de promesa. “Tenemos una suerte: en medio de tanto dolor y entre tanta pena, tenemos la suerte de que ese país más justo nos tocó construirlo a nosotros. Y yo no voy a dejar pasar la oportunidad”.
La intelectual Beatriz Sarlo dijo que «se equivocó» en su caracterización política del gobierno de Alberto Fernández casi 10 meses después de haberlo entrevistado cuando el entonces candidato estaba en campaña hacia las presidenciales de octubre.
«Yo lo miraba con mucha expectativa. Como siempre tengo que decir me equivoqué. En realidad no me equivoqué con su inteligencia o su conocimiento del Estado; me equivoqué porque creí que era posible conformar a la dama (en referencia a Cristina Kirchner) con menos de lo que tiene en este Gobierno y no fue posible», dijo Sarlo en diálogo con Todo Noticias.
La ensayista creyó que iba a haber «menos gente nombrada» del sector más kirchnerista dentro del Gobierno, pese a que aclaró que estaba por ejemplo a favor de proyectos como el de Máximo Kirchner sobre las grandes fortunas.
«Tenía una fantasía equivocada, que ella iba a convertirse en una embajadora internacional de su propia ideología pensaba eso. Cometí ese error: no (pensé) que se iba a quedar en la casa tejiendo y haciendo maldades…», dijo la ensayista.
Y conceptualizó en referencia al peso político que tuvo el ala kirchnerista para balancear la victoria de Alberto Fernández: «En democracia, el que aporta mayor cantidad de votos tiene la hegemonía en política».
Respecto a CFK, Beatriz Sarlo evaluó que la concentración de la agenda en la pandemia «favorece a CFK» porque en medio del coronavirus «nadie se acuerda» de sus causas judiciales.
Sin embargo, la intelectual dijo que «la perjudica» la crisis económica mundial y local «porque no le da la capacidad de maniobra que tendría en otras condiciones sociales y económicas», según señaló en el programa «Solo una vuelta más».
Tras el encuentro con el Comité de Expertos, el Presidente mantendrá un contacto por videoconferencia con gobernadores para analizar los pasos a seguir en el manejo de la cuarentena.
Al desembarcar por primera vez en el interior desde que empezó la cuarentena, el presidente Alberto Fernández llamó a armarse de «paciencia», al dar por hecha la extensión hasta el 8 de junio del aislamiento obligatorio que anunciará este sábado en la Quinta de Olivos.
La nueva extensión de la cuarentena regirá desde este lunes y será distinta en todo el país. Mientras se espera un endurecimiento en el AMBA (Ciudad de Buenos Aires y el conurbano), hay provincias y municipios que flexibilizarán actividades.
El jefe de Estado visitó ayer Santiago del Estero y Tucumán, y sostuvo que «no puede ser un sacrificio, porque no puede ser un sacrificio cuidar la salud».
«Armémonos de paciencia, la cuarentena no puede ser un sacrificio, porque no puede ser un sacrificio cuidar nuestra salud», planteó el primer mandatario al ser consultado sobre la continuidad del aislamiento.
Según se prevé, la nueva prórroga de la cuarentena será anunciada este sábado por la tarde desde la residencia oficial, mientras que este viernes el mandatario se reunirá con expertos y hablará por videoconferencia con gobernadores.
Alberto Fernández reiteró que «queda en cada gobernador qué actividad se abre y cuál no», al tiempo que remarcó que está «contento» porque los mandatarios provinciales «han actuado con responsabilidad» durante la pandemia, aunque «no todos tienen la misma suerte» que en el interior, donde hay menor cantidad de casos de coronavirus.
«Estoy contento porque los gobernadores han actuado con responsabilidad. No todos tienen la misma suerte, porque donde más gente vive, en la Ciudad y la Provincia, el problema es más agudo, pero lo importante es que todos estamos trabajando juntos», resaltó.
El Presidente se pronunció así durante una conferencia de prensa que brindó en Tucumán junto al gobernador Juan Manzur, luego de haber inaugurado obras en la provincia.
Alberto Fernández, ayer en Santiago del Estero, junto al gobernador Gerardo Zamora.Imagen: Presidencia de la Nación
Horas antes, durante su visita a Santiago del Estero, el Presidente también habló de la continuidad de la cuarentena en el AMBA: «No vamos a hacer nada que no debamos hacer. En mi querida ciudad de Buenos Aires, por más que a los porteños no les guste, hablo de la salud de todos», sostuvo.
En Tucumán, el jefe de Estado fue recibido durante la tarde en el aeropuerto local por Manzur, junto a quien luego visitó una obra de una planta de tratamientos cloacales.
El mandatario estuvo en ambas provincias acompañado por una comitiva integrada por los ministros de Interior, Eduardo de Pedro; y de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; y los secretarios General de la Presidencia, Julio Vitobello; y de Obras Públicas, Martín Gill.
En Santiago del Estero visitó el departamento de Robles, donde realizó el corte de cinta de Mega Alfalfa Argentina (MAA), una empresa agroindustrial que produce forraje para ganado, para consumo interno y externo.
«Me pone contento que junto a Santiago, en pandemia, estemos pensando en volver a poner obras. Lo que hago es renovar mi compromiso para todos los argentinos, no vamos a asumir compromisos que posterguen intereses de los argentinos en cuarentena», dijo en la conferencia que dio junto al gobernador Gerardo Zamora.
Y agregó: «Este mundo es completamente diferente al mes de marzo. Vamos a buscar la medicina que cure el virus, no la vacuna que nos den. No se discuten las bondades del capitalismo, sino su degeneración. El mejor capitalismo es el que piensa en que todos accedan a sus bondades».
Alberto Fernández y Zamora, además, estuvieron en la ciudad de Santiago del Estero para recorrer las obras de ampliación de colectores, redes cloacales y conexionado extra domiciliario, que beneficiará a 37.600 habitantes directos y a 180 mil indirectos, con una cobertura del 100 por ciento de desagües cloacales, informó Presidencia en un comunicado.
También encabezaron la puesta en valor de la Escuela del Centenario, que requirió una inversión de 226 millones de pesos, y cuyas aulas, patio y microestadio fueron refaccionados y ampliados integralmente
Después de dos meses en los que restrigió sus recorridas a localidades del conurbano bonaerense o barrios porteños, el presidente Alberto Fernández viajó este mediodía a las provincias de Santiago del Estero y Tucumán en el marco de una gira por el interior del país que tendrá otras escalas
Respetando el distanciamiento social y con barbijo, el Presidente primero se encontró con el gobernador santiagueño Gerardo Zamora, que lo recibió en el aeropuerto de la capital provincial. Junto a Fernández viajaron el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro , el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, el Secretario General de la Presidencia , Julio Vitobello y el Secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi.
La primera actividad que llevaron adelante fue una recorrida por la Planta MegaAlfalfa Argentina S.A. ubicada en la Ciudad de Forres, que fue inaugurada hoy. Por la tarde visitó obras que se realizaron en la Escuela del Centenario. Al caer la tarde volverá a Capital Federal para retomar su agenda.
Es la primera vez, desde que se inició la cuarentena, que el Presidente sale de Buenos Aires
Mega Alfalfa Argentina produce y exporta fardos argentinos de alta calidad desde Santiago del Estero a China y Arabia Saudita, entre otros países. “Celebro que empresarios como ustedes se fijen objetivos tan altos: hacer de Santiago del Estero la capital mundial de la producción de alfalfa. Es un objetivo enorme y está muy bien porque así crece la Argentina”, aseguró el Presidente durante la visita a la fábrica.
“Si hay algo que tenemos que volver a poner como objetivo como sociedad es la palabra solidaridad, porque nadie se salva solo. Los empresarios necesitan de los que trabajan y producen y todos necesitamos de los empresarios que inviertan, vendan al exterior y traigan divisas a la Argentina. Nosotros debemos desarrollar oportunidades para todos y yo siento que acá lo están haciendo. No dejen de hacerlo, porque el futuro tiene que ver con eso: darle oportunidades a todos de crecer y desarrollarse”, expresó.
En la ciudad capital, el mandatario recorrió las obras de ampliación de colectores, redes cloacales y conexionado extra domiciliario, que beneficiará a 37.600 habitantes directos y a 180 mil indirectos, con una cobertura del 100 por ciento de desagües cloacales. Estos trabajos demandaron una inversión estimada de 2.267 millones de pesos.
“Si hay algo que tenemos que volver a poner como objetivo como sociedad es la palabra solidaridad, porque nadie se salva solo», aseguró el Presidente durante la visita a la empresa
Además, encabezó la puesta en valor de la Escuela del Centenario, que requirió una inversión de 226 millones de pesos, y cuyas aulas, patio y microestadio fueron refaccionados y ampliados integralmente. Las obras de restauración del edificio declarado Monumento Histórico Nacional estuvieron paralizadas desde abril de 2019 por la falta de giro de fondos por parte de la entonces gestión nacional.
El Ministerio de Obras Públicas de la Nación realiza éstas y otras obras en Santiago del Estero por una inversión total de 9.893 millones de pesos, que incluirá la reactivación y finalización de dos obras hídricas que permitirán el acceso al agua potable a más de 80 mil habitantes. También activará cuatro obras viales que serán finalizadas en 2022, y permitirá la realización de trabajos de infraestructura social en 18 municipios, que generarán 1.300 puestos de trabajo local en el marco del Plan Nacional Argentina Hace.
El jefe de Estado inauguró la Planta MegaAlfalfa Argentina S.A. ubicada en la Ciudad de Forres
El objetivo del jefe de Estado es conocer de cerca la realidad que atraviesan las jurisdicciones del interior en medio de la pandemia por coronavirus. Además, busca darle sustento a su decisión política de extender la cuarentena, que será anunciada probablemente durante el fin de semana.
Tras visitar Santiago del Estero, Fernández continuó rumbo a Tucumán, donde también fue recibido por el mandatario Juan Manzur en el aeropuerto local. El primer punto de la gira será la recorrida por la planta de camiones de Scania ubicada en la localidad de Colombres.
A continuación, Fernández se trasladó al hospital modular construido en forma de anexo al Hospital del Este “Eva Perón”, previsto para pacientes con coronavirus, ubicado en Banda del Río Salí. Luego, asistió a una planta de tratamiento de residuos cloacales ubicada en Las Talitas, lugar donde está previsto que se realice una conferencia de prensa.
Por último, el Presidente y el gobernador mantuvieron un encuentro en la Casa de Gobierno provincial, donde firmaron un convenio con el Ministerio de Obras Públicas de la Nación y luego hablarán Manzur y Fernández.
Alberto Fernández junto al gobernador de Tucumán, Juan Manzur
El Poder Ejecutivo decidió dividir la estrategia sanitaria por regiones. En la mayoría de las provincias, son los propios gobernadores los que tienen la facultad de administrar sus cuarentenas de acuerdo a las curvas locales de contagios y muertes. En cambio, en el Área Metropolitana, donde se concentran el 90% de los casos positivos, todas las decisiones son adoptadas en conjunto por la jefatura de Gabinete y los gobiernos de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad de Buenos Aires.
De no haber cambios, esa estrategia continuará vigente hasta el 8 de junio. En el centro del país no habrá nuevas excepciones y se trabajará en un protocolo especial en el transporte. Las autoridades entienden que colectivos, trenes y subtes son uno de los principales focos de propagación del COVID-19 y por eso desalientan su uso.
Ayer, Fernández, Rodríguez Larreta y Kicillof se reunieron en Olivos y dejaron atrás las tensiones de los últimos días para trabajar junto a sus equipos en las características que tendrá el confinamiento a partir del 25 de mayo.
Alberto Fernández extenderá la cuarentena hasta el 8 de junio
Por otra parte, Alberto Fernández sabe que en el interior ha crecido su imagen por el manejo que tuvo hasta ahora de la crisis del COVID-19. Los sondeos de opinión que llegan al despacho presidencial mostraron en las últimas semanas que más del 80% de la gente está de acuerdo con la extensión de la cuarentena. Y entre el 75% y 78% de los encuestados cree que la evaluación de la gestión del Gobierno es muy buena, buena o ni tan buena ni mala. En detalle, la valoración positiva que hay de Alberto Fernández en estos momentos es del 60% al 70% en las encuestas.
El presidente Alberto Fernández ratificó su defensa de las políticas sanitarias llevadas adelante por el Gobierno para mitigar el avance del coronavirus en el país y advirtió que le preocupa “tanto la salud de la gente como la productividad de la economía argentina”.
“No es, como repite algún tonto, que nos enamoramos de la cuarentena. Está visto que es lo que tenemos que hacer”, aseguró en un acto al recorrer la planta de Volkswagen, ubicada en el partido bonaerense de Tigre, junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof, al referirse a las críticas de un sector de la oposición.
El mandatario dijo que el país está “muy lejos de haber terminado el problema” de la pandemia de coronavirus y ratificó que seguirá privilegiando “la vida y salud de la gente”. En esa línea, volvió a referirse al “modelo sueco” desde un punto de vista crítico: “Solo Suecia fue el más flexible con el tema y tiene los mismos resultados económicos de los que hicieron la cuarentena. El problema no es nuestro, es del mundo. Si se paraliza parte de la economía (mundial), no hay forma de sacarla adelante”.
Alberto Fernández, Axel Kicillof, Malena Galmarini y el intendente Julio Zamora
El comentario de Alberto Fernández apunta a las críticas de Juntos por el Cambio, que días atrás cuestionaron al Gobierno al evaluar que la pandemia “le ha dado la excusa para empoderarse y aparece lo peor del kirchnerismo”.
Por otro lado, Fernández resaltó los protocolos sanitarios elaborados para la planta de la automotriz y destacó el “rigor del pueblo alemán en la racionalidad del manejo de conflictos”. Además, contó una anécdota personal que mantuvo con la canciller alemana Angela Merkel, a quien elogió, durante el viaje que realizó en febrero.
“Tuvo la generosidad de pedirme 10 minutos para hablar. Me preguntó qué mirada tenía yo del coronavirus. En ese momento se sabía poco, que había aparecido en China y que moría a los 24 grados de temperatura. Le dije que la preocupación nuestra iba a empezar en el invierno«, recordó Fernández.
Y continuó: «Ella (por Merkel) me dijo que el coronavirus iba a tener consecuencias en el mercado global enormes y que el comercio podía caer en 600 mil millones de dólares. Le dije en ese momento a Axel ‘esta mujer me está hablando de coronavirus y me dio una imagen tremenda’. No estaba equivocada y fue la única que me lo dijo”.
Antes del discurso del Presidente, el gobernador Axel Kicillof dio su visión sobre el recomienzo de la actividad industrial en la provincia de Buenos Aires: “Muchos piden volver a la normalidad. En Volkswagen eso no existe más. No se puede volver a la normalidad, es un sueño, es una fantasía y un suicidio colectivo. Al virus se lo puede contener, pero no controlar”.
En su recorrida por la planta automotriz, el Presidente y el gobernador bonaerense estuvieron acompañados del ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas, y el ministro de Producción provincial, Augusto Costa. También estuvieron presentes la titular de Aysa, Malena Galmarini, y el intendente local, Julio Zamora.
El Presidente, Malena Galmarini y Axel Kicillof, tras el acto en la planta de Volkswagen
En el establecimiento donde se produjo la visita se fabrica la pick-up Amarok y se desarrolla la nueva plataforma para el SUV Tarek, el nuevo producto de la marca que estará listo en 2021, con una inversión de 650 millones de dólares.
Desde ayer, Volkswagen retomó la producción en su planta de la localidad de Pacheco a partir de la autorización de las autoridades nacionales, del gobierno de la provincia de Buenos Aires y del municipio de Tigre, en base a un protocolo.
El reinicio se hizo en un solo turno de trabajo de 6 horas (comienza a las 6 de la mañana) al que concurren 1.500 trabajadores bajo estrictas medidas para prevenir la propagación del COVID-19.
Para proteger a los trabajadores, los proveedores de la planta y a los clientes, VW se comprometió al cumplimiento efectivo del protocolo, que aprobó el Ministerio de Trabajo de Nación, que supervisó el municipio y aceptó el sindicato Smata.
El protocolo incluye transporte a cargo de la empresa mediante 20 minibuses que hacen recorridos fijos, control de temperatura corporal al ingreso, entrega de un par de barbijos por jornada laboral, distanciamiento social en todos los ámbitos de la planta (áreas de relevo y comedores), la prohibición de uso de los vestuarios, y puestos de sanitización.
Juntos por el Cambio reaccionó con un fuerte comunicado a la decisión de la Oficina Anticorrupción de desistir de su rol de querellante en las causas Los Sauces y Hotesur, que tenía como principales acusados a la vicepresidenta Cristina Kirchner y a sus hijos Máximo y Florencia.
El polo opositor planteó que el presidente Alberto Fernández “consagra la impunidad de la corrupción de Cristina Kirchner” a través de la decisión de Félix Crous de abandonar el rol acusador que mantenía la OA en dos de las causas principales que enfrenta la ex mandataria en la Justicia Federal.
“Lo que estamos viendo no pude ser leído en forma aséptica, estamos frente a un plan sistemático para garantizar impunidad para aquellos que son investigado por corrupción”, analizó el escrito que lleva las firmas de Alfredo Cornejo (UCR), Patricia Bullrich (PRO) y Maximiliano Ferraro (CC-ARI) en sus roles de presidentes de las tres fuerzas que integran la alianza.
Los líderes de Juntos por el Cambio recordaron el rol activo que mantuvo la Oficina Anticorrupción durante el gobierno de Mauricio Macri y lamentaron que el presidente Alberto Fernández haya decidido una línea de funcionamiento que “va en contra de la inmensa demanda ciudadana por castigar a los corruptos y recuperar lo robado”.
La reacción de la principal expresión no oficialista surge en una semana en la que la política parece haber dejado el modo cuarentena luego de las críticas del Presidente a la oposición, el debate por los facultades especiales atribuídas al jefe de Gabinete Santiago Cafiero y el retorno de las sesiones a ambas cámaras del Congreso.
El comunicado completo:
Alberto Fernández consagra la impunidad de la corrupción de Cristina Kirchner
Se consagró el pacto de impunidad firmado en mayo de 2019 cuando Alberto Fernández aceptó ser el candidato del Frente de Todos. La Oficina Anticorrupción, por orden de la Presidencia de la Nación, se retiró de las causas “Hotesur” y “Sauces” que involucran directamente a Cristina Kirchner y sus hijos, sin terceros. Ya en diciembre, habíamos marcado que un decreto presidencial llevaba a la OA a la órbita de la Casa Rosada restringiendo mucho más su autonomía.
El Presidente Fernández ordenó – a través de Julio Vitobello, secretario General de la Presidencia y ex titular de la OA durante los gobiernos de Cristina Kirchner-, que la OA se retire de las causas contra la ex Presidente, luego de la reunión de tres horas que mantuviera con la vicepresidenta Cristina Fernández.
El titular del organismo, Felix Crous, fundador y militante de Justicia Legítima, no fue acompañado por la planta profesional del organismo y firmó una resolución en soledad. Sin aval de los equipos legales, Crous efectuó el pedido presidencial.
Esto va en sintonía con las gestiones de la vicepresidente para obtener la rápida administración de sus bienes. Lograr la impunidad va acompañado de la posibilidad de volver a administrar sus hoteles, propiedades y millonarias cuentas bancarias que en su momentos fueron intervenidas por la Justicia.
Lo que estamos viendo no pude ser leído en forma aséptica, estamos frente a un plan sistemático para garantizar impunidad para aquellos que son investigado por corrupción.
Durante el gobierno de Cambiemos, las querellas de la Oficina Anticorrupción colaboraron con jueces y fiscales con profesionalismo y rigurosidad. Se alcanzaron avances históricos como la condena del ex Vicepresidente Amado Boudou (hoy con detención domiciliaria) y la de Julio de Vido por la tragedia de Once (también con prisión domiciliaria). Además se inició el juicio por la obra pública de Vialidad dirigida a Lázaro Báez que llevó a declarar como procesada a Cristina Kirchner, a principios de diciembre, antes de que asumiera el nuevo gobierno. Allí, ella sostuvo que la absolvería la historia. Sin embargo, esta decisión demuestra que busca una absolución judicial a través de los buenos oficios de una Oficina Anticorrupción, complaciente con los pedidos de la Casa Rosada.
En 2015, la Oficina Anticorrupción estaba desmantelada y participaba en investigaciones irrelevantes a pesar de que, por años, la oposición parlamentaria venía denunciando la corrupción de la familia Kirchner y de otros altos funcionarios como Boudou, De Vido y Ricardo Jaime.
Desde diciembre de 2015 y hasta 2019, la Oficina Anticorrupción participó en decenas de causas relevantes, incluso querellando a la empresa del primo del entonces ex Presidente Macri en una de las causas Odebrecht y también contra el titular de la Agencia Federal de Inteligencia. Siempre actuó con autonomía, profesionalismo y rigurosidad siguiendo los reglamentos.
El compromiso de JxC siempre ha sido y sigue siendo la lucha contra la impunidad. Sin embargo, esta decisión del gobierno del Presidente Alberto Fernández va en contra de la inmensa demanda ciudadana por castigar a los corruptos y recuperar lo robado.
El periodista Jorge Lanata brindó este lunes una entrevista al programa Verdad/Consecuencia en la que analizó la realidad de la Argentinaen plena pandemia por coronavirus. Además, habló acerca de su vínculo con la política y de la gestión de Alberto Fernández durante la crisis sanitaria.
«El otro día fui a Favaloro a hacerme un par de análisis. Me impresionó verlo completamente vacío. Me terminó de caer la ficha de lo horrible que esto puede llegar a ser», comenzó Lanata, que afirmó sentirse cómodo en tiempos de cuarentena. «Antes de eso estuve mucho tiempo en mi departamento. Siempre lo estoy. Por eso no lo vivo como un encierro«, aseguró.
«Cuando uno llega a grande se va metiendo más en su casa, o porque encontró o porque no. Yo encontré en su momento a Sara, a algunas otras personas. Igual no me gusta hablar de eso en la televisión, porque abro una puerta que después va a ser muy difícil cerrar. Yo hablo de esto con seriedad y con corazón y de golpe terminan en un programa de espectáculos preguntándote ‘¿te echaste un polvo o dos?’», continuó el periodista.
De esta forma, consideró que en la televisión «está todo cada vez más berreta y más barato», incluso el periodismo. «La aparición de los panelistas es la mejor expresión en la televisión de ese fenómeno de berretización. No todos, porque hay muchos que son periodistas. Sabemos lo que queremos decir. Es como la señora que está en la vereda y habla de todo sin saber un carajo», consideró.
Luego, contó cómo se percibe a sí mismo en la actualidad. «Creo que soy más inteligente hoy que hace 20 años. Creo que no hay diferencias generacionales. Por otro lado, físicamente estoy peor. Aunque finalmente creo que tengo buena salud, porque si no estaría muerto con todo lo que me pasó. Yo lleno todos los casilleros de los grupos de riesgo«, bromeó.
Más tarde, afirmó que hablar de política es algo que le apasiona «cada vez menos». «Lo hago porque siento que si no lo hacemos nosotros no lo hace casi nadie. Me parecen la gran mayoría (de los políticos) unos mediocres increíbles. No tengo amigos políticos. Son tipos brutos, incapaces de tener un diálogo casi todos los que conocí. Todo el tiempo con los políticos se habla de intereses, y cansa», expresó.
En el tramo final de la entrevista, Lanata analizó la actualidad del país en medio de la crisis sanitaria por el coronavirus. Fue ahí que evaluó la figura deAlberto Fernández. «Creo que está entre dos líneas que no maneja: la pandemia y la economía. Las dos podrían tener un resultado horrible y no pueden ser manejadas por una sola persona», sostuvo.
Además, opinó que el Presidente «es más un secretario que un estadista», y cuestionó la última flexibilización de la cuarentena. «Manejó bien la situación hasta ahora, pero creo que la última apertura es excesiva. La enfermedad todavía no apareció, pero va a aparecer. Después va a haber mínimo dos meses más de cuarentena. Esto va a pasar. El Gobierno no lo dice porque no quiere desanimar más a la gente, pero esto va a estar realmente mal», consideró.
Con respecto a la gestión del Gobierno anterior, sostuvo: «Con Macri no me enojé, pero tampoco esperaba mucho de él. Lo que hizo es igual de terrible que lo que hicieron otros. Estaba convencido de que los préstamos iban a seguir y le cerraron la puerta en la cara. No estuvo a la altura de las circunstancias. Tampoco tuvo gente alrededor que sirviera mucho».
Finalmente, afirmó que con miras al futuro cercano no ve en ninguno de los políticos actuales la figura de un estadista. «La Argentina tiene una crisis de liderazgo muy grande. Va a haber que trabajar mucho para cambiar esto», concluyó.
El gobierno de Suecia se tomó tres días para responder a los cuestionamientos que hizo el viernes pasado el presidente Alberto Fernández sobre el modelo elegido allí para enfrentar la pandemia del COVID-19. En un tono diplomático, planteó: “Es difícil hacer comparaciones directas entre las medidas de contención que han adoptado diferentes países”. Y aclaró que el objetivo de las políticas adoptadas es el mismo que en otras regiones: «Salvar vidas y proteger la salud pública”. No obstante, subrayó: «Pasará tiempo antes de que sepamos qué modelos funcionan mejor.
El embajador Anders Carlsson reconoció que a partir de las declaraciones del jefe de Estado argentino aumentaron las consultas y el interés sobre el modelo planteado en Suecia para combatir el coronavirus. Sin embargo, evitó confrontar y se limitó a difundir un comunicado oficial sobre el tema.
El viernes pasado, al anunciar la extensión de la cuarentena, el mandatario argentino contestó las críticas de quienes le piden que siga el modelo sueco y comparó cifras sobre cantidad de contagios y muertes, sensiblemente mayores en el país europeo. “La verdad que lo que veo es que Suecia, con 10 millones de habitantes, cuenta 3.175 muertos por el virus. Es menos de la cuarta parte de lo que la Argentina tiene. Si seguimos el ejemplo de Suecia, tendríamos 13 mil muertos”, dijo molesto.
Suecia aplicó un modelo de contención en el cual intentó mantener la economía lo más abierta posible. Este lunes, en el comunicado difundido por la embajada, difundió algunos detalles del modelo empleado. “Las medidas consisten en una combinación de legislación y recomendaciones. El Gobierno de Suecia ha impuesto el cierre de fronteras, suspensión de clases en escuelas secundarias, prohibición de visitas a geriátricos y eventos de más de 50 personas. Instamos a que las personas que presentan síntomas de Covid-19 no vayan a trabajar, lo cual es posible a través de un seguro de salud extendido. Las medidas de Suecia difieren de otros países solamente en tres aspectos: nosotros no hemos impuesto un aislamiento social, preventivo y obligatorio, no hemos impuesto el cese de la actividad comercial a algunas empresas y no hemos cerrado jardines de infantes ni escuelas primarias”, se detalló.
Y resaltó: “Suecia tiene tasas de mortalidad por Covid-19 más altas que algunos otros países que han impuesto la cuarentena, y más bajas que otros que también han impuesto la cuarentena”.
La prensa en Suecia también tomó con sorpresa las críticas de Fernández al modelo para enfrentar la pandemia. “Suecia es un ejemplo de terror en Argentina”, titularon. El embajador Carlsson dijo que no hablará más del tema y que su respuesta se limita a lo que planteó el gobierno sueco en el comunicado.
“La vida en Suecia no continúa como de costumbre”, señaló el comunicado pero a modo de advertencia hacia aquellos que mencionaban que se había actuado para mejorar la economía, el gobierno sueco fue taxativo y autocrítico en ello: “La economía sueca se vio fuertemente afectada por la pandemia y se espera un ascenso dramático del desempleo”.
Una parte importante de las medidas de prevención de Suecia consiste en proporcionar a los ciudadanos información confiable que los ayude a asumir la responsabilidad de su propia salud. “La base de esto es la confianza mutua entre las autoridades estatales y los ciudadanos que se ha ido construyendo a través del tiempo”, dijo el comunicado de la embajada sueca. A modo de ejemplo, la administración de las vacunas del calendario infantil sueco es opcional y ha alcanzado una cobertura de vacunación del 97% entre los niños de Suecia.
La decisión de mantener abiertos sectores de la sociedad está basada en consideraciones de salud pública en lugar de intereses económicos, explicaron. Y la decisión de mantener las escuelas abiertas tiene, según el gobierno sueco, “efectos positivos en la salud infantil y permitir que las personas trabajen es positivo para la salud pública. Estas medidas también fortalecen la igualdad de género”.
Ante todas estas explicaciones y en función de la comparación con duras críticas al modelo sueco que dio el presidente de la Argentina, el gobierno sueco fue tajante en su respuesta: “en esta situación, es difícil hacer comparaciones directas entre las medidas de contención que han adoptado diferentes países. Suecia tiene tasas de mortalidad por COVID-19 más altas que algunos otros países que han impuesto la cuarentena, y más bajas que otros que también han impuesto la cuarentena”.
Según los últimos datos oficiales, en Suecia hay 26.322 casos de contagio de COVID-19 y 3.225 muertos por esa enfermedad. Muy por encima de ello hay países como Bélgica que ya tiene 8.600 muertos, el Reino Unido 31.930 o Estados Unidos que lleva contabilizados más de 79.000 fallecidos.
No solo esto. También aclaró que “esta es una nueva enfermedad y pasará tiempo antes de que sepamos qué modelos funcionan mejor”. Y a modo de ejemplo dijeron que en Suecia hay una necesidad de proteger los geriátricos de manera más efectiva.
El comunicado completo:
Durante los últimos días la Embajada de Suecia ha notado interés sobre la forma en la que Suecia está combatiendo el nuevo coronavirus. Por eso acompañamos a continuación un texto explicativo al respecto.
El objetivo de las medidas de contención de Suecia del brote del coronavirus es el mismo que en otros países – salvar vidas y proteger la salud pública. Nos enfrentamos con los mismos desafíos y hacemos uso de instrumentos similares a otros países – fomentamos el distanciamiento social, protegemos a los grupos vulnerables y a los de riesgo, realizamos testeos y reforzamos nuestro sistema de salud. El objetivo es aplanar la curva de contagios y evitar que el sistema de salud se sobrecargue.
Las medidas consisten en una combinación de legislación y recomendaciones. El Gobierno de Suecia ha impuesto el cierre de fronteras, suspensión de clases en escuelas secundarias, prohibición de visitas a geriátricos y eventos de más de 50 personas. Instamos a que las personas que presentan síntomas de Covid-19 no vayan a trabajar, lo cual es posible a través de un seguro de salud extendido. Las medidas de Suecia difieren de otros países solamente en tres aspectos: nosotros no hemos impuesto un aislamiento social, preventivo y obligatorio, no hemos impuesto el cese de la actividad comercial a algunas empresas y no hemos cerrado jardines de infantes ni escuelas primarias.
La vida en Suecia no continúa como de costumbre. La economía sueca se vio fuertemente afectada por la pandemia y se espera un ascenso dramático del desempleo.
Una parte importante de las medidas de prevención de Suecia consiste en proporcionar a los ciudadanos información confiable que los ayude a asumir la responsabilidad de su propia salud. La base de esto es la confianza mutua entre las autoridades estatales y los ciudadanos que se ha ido construyendo a través del tiempo. A modo de ejemplo, la administración de las vacunas del calendario infantil sueco es opcional y ha alcanzado una cobertura de vacunación del 97% entre los niños de Suecia.
La decisión de mantener abiertos sectores de la sociedad está basada en consideraciones de salud pública en lugar de intereses económicos. Mantener las escuelas abiertas tiene, por ejemplo, efectos positivos en la salud infantil y permitir que las personas trabajen es positivo para la salud pública. Estas medidas también fortalecen la igualdad de género.
En esta situación, es difícil hacer comparaciones directas entre las medidas de contención que han adoptado diferentes países. Suecia tiene tasas de mortalidad por Covid-19 más altas que algunos otros países que han impuesto la cuarentena, y más bajas que otros que también han impuesto la cuarentena.
Esta es una nueva enfermedad y pasará tiempo antes de que sepamos qué modelos funcionan mejor. En Suecia estamos aprendiendo, por ejemplo, que hay una necesidad de proteger los geriátricos de manera más efectiva. Siempre estamos abiertos a dialogar con otros países para que podamos aprender unos de otros.
Si el día discurre como fue planeado ayer, el Presidente realizará a las 20 una conferencia de prensa acompañado por el gobernador de la provincia de Buenos Aires y el jefe de Gobierno de la Ciudad, dando las no sólo de la fecha de la nueva extensión del aislamiento social, preventivo y obligatorio, sino precisiones sobre los tipos de flexibilización que se autorizarán en el AMBA y explicando las razones de las nuevas medidas.
En el equipo presidencial se evaluó negativamente el tipo de anuncio realizado en la extensión última que concluye el domingo 10 de mayo, cuando Alberto Fernández no se tomó el tiempo necesario para contestar las dudas periodísticas, lo que provocó confusión en la población y desajustes con los principales mandatarios provinciales.
Todavía no se descartó una reunión virtual con los gobernadores, aunque ninguno fue formalmente convocado. Solo saben que, en cualquier momento, puede llegar la invitación de Presidencia para sumarse a un diálogo de los mandatarios provinciales con el Presidente.
De todos modos, durante el día se irán ordenando con precisión las flexibilizaciones de cada uno de los distritos acordadas con Jefatura de Gabinete, muchas de las cuales ya fueron implementadas en cada una de las provincias, como la autorización para que nutricionistas y psicólogos puedan atender en forma presencial a sus pacientes en el caso de Córdoba o las salidas recreativas para menores acompañados con sus padres en Neuquén, por dar solo un par de ejemplos.
Alberto Fernández quiere llegar a la tarde con el diseño de las aperturas perfectamente desplegado y resuelto, incluso, las principales incógnitas que se plantean en la región del AMBA, la zona roja de la Argentina en materia de contagios del coronavirus, donde aún se teme un pico a fines de mayo o principios de junio, aunque siempre con pronósticos que no ponen en riesgo la capacidad del sistema de salud.
Por eso desde Nación se insistió con dar una salida concreta a un problema que lo afloje en forma especial, como es la flexibilización de la cuarentena en niños, niñas y adolescentes, lo que generó ansiedad en los equipos de Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta por las dificultades para controlarlo.
Alberto Fernández grabó el anuncio que extendió la cuarentena hasta el 10 de mayo. Hoy apostará por otro formato (Franco Fafasuli)
Por la tarde, a las 16, llegará el gobernador a Olivos y a las 17, una hora después, hará lo propio el Jefe de Gobierno porteño. Con ambos, el Presidente espera llegar a un acuerdo de aperturas que estén seguros de poder controlar y explicar. “No solo se trata de tomar medidas, sino de que la población tenga las herramientas concretas para llevarlas adelante”, dicen cerca del Presidente, buscando ser comprensivos con los temores que genera una flexibilización que provoque desbordes y más tarde una crisis sanitaria.
Mientras tanto, Vilma Ibarra tendrá listos los borradores del nuevo DNU, que se terminará de ajustar con la última reunión que Fernández tendrá con Kicillof y Larreta. La Secretaria Legal y Técnica, trascendió, se instalara en Olivos desde el mediodía para estar atenta a los cambios que puedan ir surgiendo de las conversaciones.
Una vez concluido el asunto más difícil, el nuevo régimen del AMBA, podría concretarse la reunión virtual con los gobernadores, lo que se terminará decidiendo a último momento.
Recién terminada esa larga puesta a punto del nuevo panorama, Fernández se sentaría en el salón de conferencias para realizar el esperado anuncio, que difícilmente se concrete antes de las 19. Más bien, conociendo el sistema de trabajo presidencial, se supone que será más cerca de las 21. “A las 22 tiene que estar todo terminado”, aseguran cerca del Presidente.
El presidente Alberto Fernández mantuvo este martes por la tarde desde la Residencia de Olivos una videoconferencia con el titular del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Luis Carranza Ugarte, quien reiteró el apoyo de la institución a la Argentina mediante un financiamiento por 4.000 millones de dólares en proyectos para atender la emergencia por el Covid-19, y promover políticas sociales y de reactivación económica, que será desembolsado en los próximos cuatro años.
“Agradezco que en este momento tan difícil para la Argentina y para el mundo la CAF esté acompañando. Es muy importante para sostener la asistencia a los sectores más necesitados y para avanzar en planes de infraestructura», aseguró el mandatario.
Por su parte, Carranza Ugarte afirmó: “Nuestra obligación es ayudar y lo haremos con todo el compromiso”. Asimismo felicitó a Fernández por los indicadores sanitarios de la Argentina que consideró como uno de los mejores de la región.
Durante la conversación, el Presidente y el titular de CAF abordaron los proyectos que se llevarán adelante durante 2020 con énfasis en temas sociales y con alto impacto en las provincias y sus municipios.
Agradezco que en este momento tan difícil para la Argentina y para el mundo la CAF esté acompañando. Es muy importante para sostener la asistencia a los sectores más necesitados y para avanzar en planes de infraestructura
Participaron también de la comunicación, el secretario de asuntos estratégicos, Gustavo Béliz, y por el subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales para el Desarrollo, Christian Asinelli.
La inversión proyectada de CAF para 2020 en el país es de 900 millones de dólares, que serán destinados a obras de infraestructura, y a dos líneas de financiamiento de rápido desembolso. Una de ellas será por 40 millones de dólares, para fortalecer la atención de la emergencia en las provincias, y la otra por 300 millones de dólares, para promover políticas sociales en favor de la población más vulnerable.
Los fondos destinados a infraestructura incluyen iniciativas tales como construir 103 nuevos edificios educativos, el reacondicionamiento de 130 kilómetros de rutas, el avance en la renovación del ferrocarril Belgrano Sur; el desarrollo de obras de integración socio-urbana y la ejecución de un proyecto para mejorar el abastecimiento hídrico en la Provincia de Buenos Aires.
Luis Carranza Ugarte le informó además al Presidente que el Banco de Desarrollo de América Latina se encuentra trabajando para avanzar en la aprobación en los próximos meses de nuevos proyectos de infraestructura; de manejo de recursos hídricos; programas de educación, y el apoyo al programa de ciudades con futuro a través de la intervención integral en barrios populares.
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