Al menos 23 personas han muerto y más de 5.000 fueron desalojadas de sus viviendas a consecuencia de las fuertes lluvias registradas desde el pasado viernes en la región sureste de Brasil, según el reporte de este domingo de la Defensa Civil.
De acuerdo con el reporte, los estados brasileños más afectados por las intensas precipitaciones son Espíritu Santo y Río de Janeiro, territorios donde han fallecido 15 y ocho personas, respectivamente.
Las fuertes precipitaciones también afectan los estados de Minas Gerais y Sao Paulo, aunque sin víctimas mortales hasta el momento.
El municipio de Mimoso do Sul en Espíritu Santo reporta 13 fallecimientos y Apiacá dos más, según los informes del Gobierno regional.
Más de 4.750 personas también tuvieron que dejar sus casas en Espíritu Santo por las lluvias, que a su vez provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra.
En cuanto al estado de Río de Janeiro, cuatro de los fallecidos corresponden a una misma familia, al perder la vida por un deslizamiento de tierra en Petrópolis, en la zona serrana, mientras que un adolescente y un menor de edad de otra familia también fallecieron por un alud.
A su vez, en Duque de Caxias perteneciente a la región metropolitana de Río de Janeiro, un camionero murió ahogado al caer su unidad a un río, mientras que en Arraial do Cabo, en el
litoral norte, un hombre falleció víctima de un rayo.
Cientos de personas también han tenido que dejar sus viviendas ante el riesgo de posibles deslizamientos de tierra o debido al nivel alcanzado por el agua dentro de sus casas.
Las fuertes lluvias ya se esperaban para todo el fin de semana en la región sureste del país sudamericano.
En Río de Janeiro, el Gobierno regional incluso decretó feriado desde el pasado viernes para evitar que la gente saliera a la calle ante el riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra.
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