El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, celebró la desactivación de cinco fondos fiduciarios, anunciada este martes en el Boletín Oficial, tras auditorías llevadas a cabo por la Sindicatura General de la Nación (Sigen).
Por medio de su cuenta de X el Ministro catalogó a los fondos como «cajas» que «abren una puerta para el uso político» de los recursos y felicitó con un «gran hurra» a José García Hamilton y Carlos Guberman, miembros del equipo económico, los «adalides de estos cambios».
En su publicación el ministro Sturzenegger expresó que con la eliminación de estos fondos fiduciarios el Gobierno dio «un paso más en el ordenamiento de la administración». Y aclaró que en la implementación de los fondos no se habían verificado cambios visibles».
«En definitiva eran estructuras de baja productividad, con altos costos de gestión y que permitían derivar muchos de sus recursos a favores y gasto políticos», escribió.
Repasó que a partir de la Ley Bases el gobierno ya eliminó 15 fondos fiduciarios, «lo que nos acerca a una gestión más racional y transparente de los recursos de los contribuyentes, paso fundamental para una macro más ordenada y una sociedad con menos corrupción». Cerró la intervención con el clásico «VLLC!» patentado por el presidente Javier Milei.
El martes el Gobierno anunció la disolución cinco fondos fiduciarios públicos, entre ellos está uno destinado a la asistencia directa a víctimas del delito de trata y explotación de personas.
Lo hizo a través del Decreto 1048/2024, publicado en el Boletín Oficial, con las firmas del presidente Javier Milei, el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo.
Se trata del «Fondo Fiduciario para el Desarrollo de Capital Emprendedor” (Fondce), el «Programa de Inversiones Estratégicas», el «Fondo de Asistencia Directa a Víctimas de Trata», el «Programa para incrementar la Competitividad del Sector Azucarero del Norte» (Proicsa), y el «Fideicomiso para la Refinanciación Hipotecaria».
De acuerdo al decreto, se establece que el Fondce tiene «debilidades en la gestión de inversiones y su recupero, falta de manuales operativos y de procedimientos, y en las rendiciones de cuentas y falta de indicadores de gestión», con lo cual se busca destinar los fondos al otorgamiento de préstamos a emprendimientos e instituciones de capital emprendedor con el fin de apoyar proyectos de este tipo.
En cuanto al Fideicomiso para la Refinanciación hipotecaria, una auditoría de la Sigen remarcó que hay «debilidades importantes respecto del desenvolvimiento del referido Fondo, así como demoras en la rendición de cuentas por parte del Fiduciario y en la contratación de auditores externos para la auditoría de los Estados Contables de los Ejercicios
2021, 2022 y 2023 y falta de una gestión activa de recupero de fondos en mora».
Asimismo, en relación al Fondo de Asistencia Directa a Víctimas de Trata, fuentes oficiales afirman que se encontraron irregularidades debido a la inexistencia de un manual de procedimientos formalizados, un Contrato de Fideicomiso con fallas, así como la falta de un Sistema informático para la gestión de la unidad ejecutiva.
En la misma línea el Programa de Inversiones Estratégicas, sus bienes no fueron integrados al fideicomiso, por lo que el Gobierno optó por su eliminación irrestricta al no encontrar justificación alguna para su funcionamiento.
Por otra parte, el Gobierno disolvió el fondo cuyo objetivo era otorgar créditos para promover la competitividad de la industria azucarera en el Noroeste argentino, luego de que se completaran los desembolsos previstos en un contrato que tenía con la Corporación Andina de Fomento (CAF), en otras palabras, el fideicomiso estaba inactivo desde 2020.
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