Tras días de violencia en la provincia siria de Sweida, el presidente de Siria, Ahmed Al-Sharaa, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acordaron un alto el fuego. Esta decisión, apoyada por el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio, también cuenta con el respaldo de Turquía, Jordania y sus vecinos.
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Israel lanzó ataques aéreos en Damasco y atacó a las fuerzas gubernamentales en el sur para proteger a los drusos sirios, de cara a los enfrentamientos entre milicias drusas y tribus beduinas musulmanas suníes. Los combates dejaron cientos de muertos y se reportaron ejecuciones de civiles drusos, saqueos e incendios de viviendas. Estados Unidos no respaldó los ataques aéreos de Israel, a pesar del apoyo diplomático y militar que brinda a este país.
La tregua, mediada por Estados Unidos, Turquía y países árabes, busca mantener la seguridad interna en Sweida, aunque los enfrentamientos entre grupos drusos y beduinos han recrudecido a pesar del acuerdo inicial. Las fuerzas del Gobierno de Siria buscan imponer estabilidad en la provincia de Sweida e iniciar el despliegue acordado tras el reciente alto el fuego.