El gobierno de Siria ha confirmado que los enfrentamientos en la ciudad de Sweida, al sur del país, han llegado a su fin gracias a la intervención de las fuerzas de seguridad y la retirada de combatientes tribales. La violencia sectaria entre drusos y beduinos ha dejado más de 1.000 muertos en una semana, según el último reporte del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
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ALTO EL FUEGO
El presidente interino Ahmed al Sharaa anunció un alto el fuego inmediato el sábado, como parte de un acuerdo mediado por Estados Unidos para evitar una intervención militar israelí. A pesar de esto, medios locales reportaron que los combates continuaban en otras zonas de la provincia.
APROBACIÓN INTERNACIONAL
El enviado especial de Estados Unidos para Siria, Tom Barrack, confirmó el acuerdo y mencionó el respaldo de Turquía y Jordania. Asimismo, el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Gideon Saar, expresó su preocupación por la seguridad de las minorías en Siria.
LLAMADO A LA PAZ
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, instó al gobierno sirio a impedir la entrada de grupos yihadistas y a garantizar justicia para los responsables de crímenes, incluyendo a miembros de sus propias fuerzas de seguridad. Rubio también resaltó la importancia de preservar una Siria unificada, inclusiva, pacífica y libre de ISIS y del control iraní.
RECUPERACIÓN DE CONTROL
Desde el 13 de julio, combatientes tribales sunitas y beduinos de otras regiones de Siria ingresaron a Sweida para enfrentar a las milicias drusas. Sin embargo, el sábado las milicias drusas recuperaron el control total de la ciudad, según el portavoz del Movimiento de Hombres Dignos, Basem Fajr.
Esta información tiene como fuente a AFP y EP.