Carlos Barraza, un empleado con más de 20 años de servicio en la sección consular de la Embajada argentina en Caracas, ha sido víctima de una detención forzada por parte del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), la temida policía política del régimen de Nicolás Maduro. Barraza, de nacionalidad venezolana y ampliamente valorado por su labor, fue sacado de su casa de manera brutal la noche del jueves, y desde entonces, su paradero es desconocido.
Un Contexto Preocupante
El incidente ha generado una profunda preocupación tanto en la Cancillería argentina como en la diplomacia brasileña, que actualmente representa los intereses argentinos en Venezuela tras la ruptura de relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Javier Milei y Nicolás Maduro. La situación de Barraza se enmarca en un contexto más amplio de hostigamiento y violaciones a los derechos humanos por parte del régimen chavista, que se han intensificado tras la derrota electoral del oficialismo, un resultado que el gobierno de Maduro continúa negando.
Un Robo como Pretexto
Según las fuentes consultadas, la detención de Barraza estaría vinculada a la investigación por la desaparición de una suma significativa de dinero, unos 90 mil dólares, de las cuentas de la embajada argentina en Caracas. Este dinero estaba destinado al funcionamiento de la Embajada, el Consulado y la residencia del embajador. La semana pasada, Infobae había informado sobre la sospecha de un posible «hackeo» que podría haber involucrado a agentes del gobierno chavista.
Barraza, quien se desempeñaba principalmente en el área contable y administrativa, no tenía permisos para realizar movimientos en las cuentas, lo que ha generado aún más dudas sobre las verdaderas razones de su detención. A pesar de que nadie en la diplomacia argentina o brasileña pone en duda su integridad, el hecho de que haya sido tomado como rehén evidencia la gravedad de la situación.
Un Secuestro con Implicancias Diplomáticas
El secuestro de Barraza ha tensado aún más las relaciones diplomáticas en la región. Brasil, que asumió la representación de los intereses argentinos en Venezuela, ha estado gestionando discretamente con las autoridades locales para obtener información sobre el paradero de Barraza. Sin embargo, hasta el momento, no hay registros de una orden de detención formal en su contra, lo que confirma el carácter ilegal y arbitrario de su arresto.
La Respuesta Internacional
Este caso pone de manifiesto una vez más las prácticas represivas del régimen de Maduro, que no solo afecta a los ciudadanos venezolanos, sino también a aquellos vinculados a otras naciones que operan en su territorio. La comunidad internacional ha condenado reiteradamente estas acciones, que violan los derechos humanos fundamentales y el derecho internacional.
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