Hay seis detenidos y nadie sabe si Loan Danilo Peña está vivo o muerto, aunque la mayoría teme lo peor. El pequeño desapareció hace tres semanas en 9 de Julio, Corrientes, y nada se sabe de él.
La jueza federal Cristina Pozzer Penzo ordenó una serie de medidas de urgencia, con pericias de ADN para cotejar con los padres de Loan, José Peña (56) y María Noguera (46).
La más novedosa fue la de dos retazos de una toalla blanco grisácea con sangre (una de 1,5 cm x 1 cm y otra de 1 cm x 1 cm) que se encontraron en la misma escuela abandonada donde Laudelina Peña declaró en la Justicia provincial que la ex funcionaria municipal María Victoria Caillava (52) le entregó el botín del nene para plantarlo en el campo de Catalina Peña (86), bajo supuestas amenazas de muerte.
Esa tarea habría estado a cargo del comisario de pueblo, Walter Adrián Maciel (43), ahora preso por encubrimiento. Pero la investigación podría ir por algún otro policía por entorpecer la búsqueda. Creen que no estuvo solo en esta maniobra.
Asimismo, pidió determinar la presencia de rastros de origen biológico y de ADN que permita su cotejo en el guardabarros de la Ford Ranger blanca con la que Caillava y su esposo, el marino retirado Carlos Guido Pérez (62), fueron hasta al almuerzo del 13 de junio, en el paraje El Algarrobal.
Y si «la fibra símil capilar» que se halló en la misma camioneta durante la pericia de la Policía Federal es realmente pelo humano. Como también si es sangre humana la «sustancia roja» que apareció en el paragolpes.
Los otros detenidos en la causa son Antonio Bernardino Benítez (37), pareja de Laudelina, el primero que fue hasta el naranjal. Lo siguieron los chicos, entre ellos Loan, y otra pareja: Daniel Oscar «Fierrito» Ramírez (49) y Mónica del Carmen Millapi (35).
La jueza también solicitó pericias a la Gendarmería Nacional para buscar posibles muestras de sangre y restos en el Volkswagen Voyage de Ramírez, el Ford Ka rojo de Pérez y Caillava, y la moto Zanella de Benítez.
Este miércoles, además, se hizo una reconstrucción del almuerzo en la casa de Catalina, ya sin el revuelo mediático que produjo en el lugar, el día anterior, la presencia del equipo de Fernando Burlando, abogado de la familia de Loan.
En tanto, hubo un allanamiento de la Policía Federal en el cementerio Sagrado Corazón de Jesús, de 9 de Julio. Los vecinos cortaron la ruta 123, con la presencia del papá del nene desaparecido. «Loan no se accidentó», insistió José al desacreditar lo que sostuvo su hermana. «Que hable Laudelina», gritó la gente.
Allanamiento en el cementerio de 9 de Julio-Clarín
En el despacho del fiscal estuvo también durante la jornada la enfermera que atendió a Caillava, por un ataque de tos, tras la desaparición de Loan. En la planilla figura que la atendieron a las 23.09. Pero en las filmaciones de las cámaras de seguridad se ve llegar a la Ranger blanca pasada la una de la madrugada del 14 de junio.
En tanto, Ernesto «Tito» González, el letrado de Pérez y Caillava, requirió que se les extraigan muestras ADN a los siete hermanos de Loan, al considerar que cuando buscaban al nene alguno pudo haberse subido a la Ranger blanca y perdido algún cabello. Antes había pedido -sin éxito- que le fijaran fecha de audiencia para que indaguen a la pareja.
Benítez, detenido en Unidad Federal 7 de Resistencia, sumó otra complicación: renunció uno de sus abogados, Carlos García Coria. Antes había ocurrido lo mismo con Jorge Monti, quien entró al caso defendiendo a Ramírez y Millapi.
Según Clarín, ambos sostienen que no le soltaron la mano porque esté complicado en la causa, sino que se debe a un tema de «recursos económicos», ya que no tiene plata para pagarles. Por ahora, solamente por ahora, su defensor es Norberto Tognola.
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