Santiagueño citó a su ex, la golpeó con un martillo en la cabeza y la asesinó a puñaladas

Un santiagueño es protagonista de un sangriento femicidio en Pampa del Infierno. Lo acusan de citar a su ex pareja (madre de sus tres hijos) al monte y asesinarla salvajemente utilizando un martillo y un puñal. La Justicia chaqueña pidió su captura nacional y al cierre de esta edición era intensamente buscado en todo el país.

Se trata de Ariel Armando Vargas, oriundo de Urutaú (departamento Copo) quien huyó tras atacar brutalmente a su ex Ruth Florentina Cevilan, quien fue hallada por uno de sus hijos, sin vida en un camino vecinal, descalza y completamente ensangrentada.

Vargas era anoche intensamente buscado por la policía chaqueña y santiagueña. Está sindicado de ser el autor de las letales heridas —en la cabeza y estómago— que le dieron muerte a Ruth Cevilán, a quien había citado a través de un mensaje de whastapp, para «hablar» y terminó asesinándola.

El brutal femicidio que generó conmoción no solo en la localidad donde vivían sino también en Urutaú, fue descubierto durante la mañana del jueves por un hijo de 14 años de la víctima.

El macabro crimen se conoció cerca de las 10.30 cuando el adolescente, al ver que su madre no había regresado a la casa —donde residía junto a él y a sus hermanos de 7 y 16 años, en el barrio Primavera— salió a buscarla.

Según revelaron fuentes cercanas a la investigación la mujer —que estaba separada del acusado desde hace cuatro meses— había recibido un mensaje por parte del acusado que la citó a una zona montuosa, ubicada a pocos kilómetros de la casa.

Ruth, sin imaginar la brutalidad que la esperaba, sacó su bicicleta y emprendió el viaje para encontrarse con el padre de sus hijos, un empleado de la construcción que tenía una prohibición de acercamiento ya que ella misma lo había denunciado.

Nada se sabe sobre qué sucedió cuando Vargas se encontró con Ruth. Lo único cierto es que ella apareció sobre el piso, sin sus calzados, inmersa en un charco de sangre con una herida en la cabeza, cuchillazos en el abdomen, un martillo entre sus piernas y una bolsa de arpillera a pocos metros.

Ante el macabro escenario, el menor pidió ayuda. Vecinos de la zona lo asistieron y llamaron a la policía. Enterado del brutal crimen, la Fiscalía chaqueña —a cargo de Liliana Lupi— dispuso que se preservara el lugar.
Fuente: El Liberal